Mensaje de las maestras visitantes
El matrimonio es ordenado por Dios
Estudie este material con espíritu de oración y procure saber lo que debe compartir. ¿De qué manera el entender el documento “La Familia: Una Proclamación para el Mundo” aumentará su fe en Dios y bendecirá a las hermanas que están bajo su cuidado en el programa de maestras visitantes? Si desea más información, visite reliefsociety.lds.org.
Profetas, apóstoles y líderes continúan [proclamando] solemnemente “que el matrimonio entre el hombre y la mujer es ordenado por Dios y que la familia es fundamental en el plan del Creador”1.
El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo: “La familia edificada en el matrimonio de un hombre y una mujer proporciona el mejor entorno para que el plan de Dios prospere…
“Ni nosotros ni ningún otro ser humano puede alterar ese divino orden del matrimonio”2.
Bonnie L. Oscarson, Presidenta General de las Mujeres Jóvenes, dijo: “Toda persona, sea cual sea su estado civil, o cuántos hijos tenga, puede ser defensora del plan del Señor que se describe en la proclamación sobre la familia. Si es el plan del Señor, ¡también debe ser nuestro plan!”3.
El élder Christofferson continuó: “Algunos de ustedes no gozan de la bendición de un matrimonio por razones que incluyen la falta de candidatos viables, la atracción hacia el mismo sexo, las discapacidades físicas o mentales… Quizás se hayan casado, pero ese matrimonio terminó… Algunos que están casados no pueden tener hijos…
“Aun así… todos pueden contribuir al desarrollo del plan divino en cada generación”4.
Escrituras adicionales
Génesis 2:18–24; 1 Corintios 11:11; Doctrina y Convenios 49:15–17
Historias vivas
El hermano Larry M. Gibson, que fue Primer Consejero de la Presidencia General de los Hombres Jóvenes, recordó cuando Shirley, actualmente su esposa, dijo:
“‘Te amo porque sé que amas al Señor más de lo que me amas a mí’…
“Esa respuesta me llegó al corazón…
“[Y] deseé que ella siempre sintiera que yo amaba al Salvador por encima de todo”5.
El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó: “El Señor Jesucristo es el punto principal en la relación del convenio del matrimonio… [Imaginen que] el Salvador está ubicado en la cúspide de este triángulo, y en la base figura una mujer en una esquina y un hombre en la otra. Consideren, ahora, lo que ocurre en la relación entre el hombre y la mujer a medida que cada uno, gradualmente, ‘[viene] a Cristo’ y se esfuerza por ser perfeccionado en Él (Moroni 10:32). A causa del Redentor, y por medio de Él, el hombre y la mujer se acercan más el uno al otro”6.