2017
Tres maneras de participar en la historia familiar
Febrero de 2017


Tres maneras de participar en la historia familiar

Cuando descubres la historia de tu familia, aprendes acerca de ti mismo durante el proceso.

Cuando el élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo: “Ustedes tienen los dedos amaestrados para textear y twitear para acelerar y adelantar la obra del Señor, y no solo para comunicarse rápidamente con sus amigos”, ¡estaba hablando de ustedes! Luego dijo: “Los aliento para que estudien, para que busquen a sus antepasados y se preparen para efectuar bautismos vicarios en la casa del Señor por sus propios familiares fallecidos” (“El corazón de los hijos se volverá”, Liahona, noviembre de 2011, págs. 26, 27).

Miles de jóvenes y jovencitas de todo el mundo han aceptado su invitación de buscar a sus antepasados y efectuar bautismos vicarios por ellos. Una jovencita, Kaitlen D., descubrió que, cuando lleva nombres de familiares al templo, la experiencia se hace más significativa.

Ella explica: “Cuando comencé a efectuar las ordenanzas del templo por mis familiares, me di cuenta de que, en medio del frenético mundo en el que vivo, el único momento en que podía estar tranquila y sentir calma era entre los muros de ese lugar santo. También comencé a sentirme más cerca de los que están al otro lado del velo. Al efectuar los bautismos y las confirmaciones, comencé a pensar en todas esas personas que habían estado esperando tanto tiempo para que eso sucediera. Es un sentimiento prácticamente indescriptible, lleno de amor y esperanza, que ha aumentado mucho mi testimonio”.

Hay maneras muy diversas de participar en la obra de historia familiar y del templo; así que, ¿por dónde empezar? Tres jóvenes comparten sus experiencias en cuanto a lo que aprendieron sobre las historias de sus familiares, sobre entrevistar a miembros de su familia y encontrar nombres de familiares para llevar al templo.

Mis antepasados son buenos ejemplos para mí

Por Kyle S., Texas, EE. UU.

Mis padres y yo escuchamos al élder Bednar en la Conferencia General de octubre de 2011, cuando dijo que trabajar en la historia familiar nos brindaría protección contra el adversario. Entonces comenzamos a trabajar en nuestra historia familiar. Continúo aprendiendo y progresando gracias a la historia familiar; es muy divertido.

Me gusta descubrir de dónde vengo y saber cosas de mis antepasados. Aprendo de sus experiencias y las utilizo en mi vida para ayudarme a ser una mejor persona. Es increíble descubrir quiénes eran, a qué se dedicaban, cómo era la vida y qué dificultades tuvieron.

Por ejemplo, disfruté al saber de uno de mis antepasados que se trasladó con su familia de Tennessee a Texas, EE. UU., en la década de 1870, para ser ganadero. Afrontó muchos desafíos en su vida, y de él aprendí que la vida puede ser difícil, por lo que es importante defender lo que crees.

Cuando tengo desafíos en la vida, el trabajar en la historia familiar me hace sentir como si mis antepasados estuvieran siempre conmigo y me ayudaran a superar las pruebas difíciles, tal como el élder Bednar nos prometió.

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Photo of man on horse

Fotografía del ranchero y de la lápida © iStock/Thinkstock.

Cómo encontrar relatos de tu familia

Recopila historias de lo que les gustaba hacer a tus antepasados. Haz que tus antepasados cobren vida y encuentra cosas que tengas en común con ellos. ¿Qué deportes practicaban? ¿Qué alimentos comían? ¿Cómo era su escuela?

Habla con tus padres y abuelos sobre las historias de su vida. Puedes utilizar el cuadernillo de la Iglesia Mi familia para comenzar a recopilar y compartir historias de tu familia. En FamilySearch.org puedes agregar fotos, historias, fuentes de información, registros de audio y documentos para ayudar a otras personas de tu familia a conocer a tus antepasados. Para comenzar, visita FamilySearch.org y haz clic en “Recuerdos”.

Grabar las historias de mis abuelos

Por Matías M., Utah, EE. UU.

Mis abuelos viven en Uruguay. Cuando mis abuelos maternos visitaron a mi familia, aproveché la oportunidad para entrevistarlos y conocer la historia de cómo llegaron a ser miembros de la Iglesia. Nunca antes había escuchado su historia, por lo que en verdad fue una experiencia increíble escuchar el relato de boca de mis abuelos.

Mientras los entrevistaba, tomé notas y también los grabé usando mi teléfono, a fin de poder escucharlo siempre que quisiera oírlo de nuevo. Subí ese archivo de audio a FamilySearch para que otras personas puedan beneficiarse al escuchar su historia, tanto ahora como en el futuro.

Unos meses después pude grabar y subir una entrevista con mis abuelos paternos. Aprendí muchas cosas que antes no sabía, y me hablaron de su vida mucho más de lo que esperaba.

Me gustó mucho oír a mis propios abuelos relatar su historia y escuchar algunos consejos que me dieron. Sé que el haber dedicado solo unos minutos a hacer esas entrevistas me ayudará a “persuadir a [mis] hijos… a creer en Cristo” (2 Nefi 25:23), tal como lo hizo el profeta Nefi en el Libro de Mormón por sus descendientes. Sé que cuando mis hijos escuchen los testimonios de mis abuelos, sus testimonios también se fortalecerán.

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Photo of young women

Cómo entrevistar a los miembros de la familia

Como actividad de barrio o rama, podrías invitar a los jóvenes a que entrevisten a los miembros mayores de su familia. Piensa en una o dos preguntas que te gustaría hacer a tus padres o abuelos, o a otros parientes; luego siéntate con ellos y hazles una pregunta sobre sus vidas, y grábala en video o audio con tu teléfono. Cuando hayas acabado, la puedes subir a la sección de recuerdos de FamilySearch.org.

Mi meta: Llevar los nombres de diez familiares al templo

Por Rajane S., Jamaica

Siempre me ha fascinado la obra genealógica, así que cuando nuestra Presidencia de Área puso a los jóvenes la meta de reunir los nombres de diez antepasados para efectuar bautismos y confirmaciones por ellos en el templo, me sentí muy feliz.

Comencé mi investigación sin ninguna ayuda, pero no estaba logrando nada. Tenía tres nombres sin información alguna y, en ese punto, me sentí estancada tanto espiritual como físicamente. Decidí pedirle ayuda a mi madre y ella me sugirió que llamara a su madre. Cuando llamé a mi abuela, ella estuvo más que encantada de ayudar; incluso me dio permiso para servir como representante a favor de los nombres de los que habíamos hablado. Me sentí agradecida y llena de gozo.

El viaje al templo se acercaba, y yo no tenía ningún nombre por el lado de mi padre. Unas pocas horas antes de salir de casa, sentí la impresión de ir al cementerio, y que mi padre llamara a su tía y la invitara a ir. Fuimos al cementerio y, al ver a mi padre y a mi tía abuela caminar por el lugar, sentí que se me dirigía hacia las lápidas de algunos de mis antepasados. Sentí sus deseos de formar parte del Evangelio. Con la ayuda de Espíritu Santo y de los miembros de mi familia, había alcanzado mi objetivo. ¡Tenía los nombres de dieciséis antepasados listos para el templo!

Cuando fui al templo, pude sentir el entusiasmo y la emoción de mis antepasados que estaban preparados y esperando. Durante los bautismos y las confirmaciones, pude sentir que sus almas se llenaban de gozo y de paz. Me sentí sumamente feliz, y todo lo que deseaba era darles las gracias por darme la oportunidad de ser parte de algo tan especial.

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Photo of headstones

Fotografía del ranchero y de la lápida © iStock/Thinkstock.

Cómo encontrar los nombres de tus familiares para llevarlos al templo

Prueba la vista Descendencia en FamilySearch.org para ayudarte a buscar antepasados que necesiten que se haga la obra por ellos. Luego acepta el reto que se ha extendido a los jóvenes de efectuar la obra en el templo (véase la página 54 de este ejemplar).