2017
La Navidad a través de los ojos de mi hija
Diciembre de 2017


Voces de los Santos de los Últimos Días

La Navidad a través de los ojos de mi hija

Imagen
little girl at nativity scene

Ilustración por Allen Garns.

Una tranquila calma nos invadió a mi familia y a mí cuando entramos a un establo a ver un Belén viviente. Los animales estaban en los compartimientos, y un hombre y una mujer, vestidos como José y María, estaban de pie con un bebé envuelto en los brazos de la mujer. Estaban callados y concentrados en el pequeñito. Todo el ambiente era muy pacífico.

Mis hijos mayores, mi esposa y yo permanecimos de pie mientras que mi hija mejor se sentó en una paca de heno enfrente de nosotros. Ella estaba callada y quietecita, mirando atentamente al bebé. Cuando el resto de la familia estaba lista para irse, puse una mano en el hombre de mi hija y le susurré que era hora de irnos, pero me dijo que deseaba quedarse con el pequeño Jesús. Sus palabras me conmovieron el corazón y decidí quedarme con ella.

Unos minutos más tarde, tomé con cuidado la mano de mi hija y le dije que debíamos irnos, pero dijo que quería quedarse. Puse mi brazo a su alrededor y me arrodillé junto a ella.

No pasó mucho tiempo antes de que yo me sintiera como que hubiera viajado hacia el pasado y que estaba con María y José. Fue entonces cuando comprendí por qué mi hija deseaba quedarse. Sentí cómo me inundaba el Espíritu. En ese lugar, sentí que estaba en la presencia del Salvador, y los ojos me brillaron por las lágrimas al sentir Su amor. Cuando finalmente llegó la hora de marcharnos, tomé en los brazos a mi pequeñita. Al dirigirnos a la salida, escuché que le dijo adiós al pequeño Jesús y cuánto lo amaba.

Esa noche compartí una experiencia con mi hija que atesoraré el resto de mi vida y que estuve a punto de perderme. Esa noche recibí un don. Me sentí más cerca de Dios y sentí Su amor por mí. Estoy agradecido por el Salvador y por la oportunidad de recordar Su nacimiento. Sé que la vida, el ejemplo y la expiación del Salvador constituyen un maravilloso don de amor eterno de Dios a todos Sus hijos. Siempre agradeceré este don en lo profundo de mi corazón.