Compartiendo bocadillos y sonrisas

En Florida, EE.UU., donde vivimos, vemos muchas personas que no tienen donde vivir. Nos preguntamos cómo podemos ayudarlas. Jesús alimentó a las personas que tenían hambre. ¡Todos necesitan comer! Así que decidimos hacer bolsas de emergencia con refrigerios o bocadillos.

Nuestro amigo Joa nos ayudó a comprar lo necesario en la tienda de “todo a un dólar”.

Pusimos barritas de cereal, palitos de pan con queso y otros deliciosos bocadillos para las bolsas. ¡Hasta Sam probó uno!

Compartir nuestras bolsas nos hace sonreír. Algunas personas dijeron, “¡Gracias!” e “¡Increíble!”

Nuestra mamá puso el proyecto en internet, y se enteró la rama de adultos solteros. Prepararon 100 bolsas más de bocadillos o refrigerios para nuestro centro local de personas sin hogar. El centro los utilizó para invitar a las personas a registrarse para un programa para ayudar a que encuentren hogares. ¡Eso nos hizo muy felices!