Celebraciones en el día de reposo

“¡Voy a poder ir a un cumpleaños, yupi, yupi!” (levantando las manos). Esa es la expresión de alegría de Daniel A., un niño de cuatro años de la rama Dolores del Distrito Santa Rosa de Copán, Honduras.

Esa expresión se debe a que todas las invitaciones anteriores que le han llegado del kínder, son celebraciones en el día de reposo. Él siempre cuenta que lo invitaron a un cumpleaños y pregunta que si puede ir. Al explicarle que no, por ser día de reposo, él muestra mucho entendimiento a pesar de su corta edad.

Fue por ello que en esta ocasión explotó en alegría, al punto de que cada día preguntaba si era sábado. Finalmente ese día llegó. Él se fue a la celebración con su hermana y su madre.

La madre de Daniel dijo: “testifico que un niño puede aprender acerca del día de reposo. Daniel sabe que este día vamos a la capilla y que por la tarde puede ver los dibujos animados del Libro de Mormón”.

“Y para que más íntegramente te conserves sin mancha del mundo, irás a la casa de oración y ofrecerás tus sacramentos en mi día santo; porque, en verdad, este es un día que se te ha señalado para descansar de tus obras y rendir tus devociones al Altísimo. (D. y C. 59:9–10).