2018
¿Cómo puedo invitar al Espíritu a mi hogar cuando hay personas peleando o discutiendo?
Octubre de 2018


¿Cómo puedo invitar al Espíritu a mi hogar cuando hay personas peleando o discutiendo?

Imagen
young man looking out the window

Di que lo lamentas

Cuando he tenido una discusión, he descubierto que decir que lo lamentas y admitir que te has equivocado, aun si piensas o sabes que estás en lo correcto, ayuda a traer la paz de nuevo a la habitación. Luego retírate, quédate en silencio, cambia el tema, o encuentra algo en lo que ambas partes estén de acuerdo. No toma mucho tiempo que el Espíritu regrese.

Dylan M., 15 años, California, EE. UU.

Simplemente ama

Me he dado cuenta que mostrar amor puro a mi familia invita a que el Espíritu permanezca en nuestro hogar. El profeta habló de amor como un catalizador de cambio y el bálsamo que trae sanación a nuestra alma. Un espíritu de amor trae seguridad y paz al hogar.

Joseph C., 18 años, Arizona, EE. UU.

Habla con tus familiares

Si los miembros de tu familia no son miembros de la Iglesia, diles lo mal que te sientes cuando discuten y pídeles que mejoren. Si eso no funciona, ora e inténtalo de nuevo. Si son miembros, recuérdales que son hijos de Dios y que deben evitar la contención.

Carolina S., 19 años, Goiás, Brasil

Ora pidiendo el Espíritu

Cuando los miembros de la familia están discutiendo, es difícil sentir la presencia del Espíritu, pero eso no quiere decir que tú no la puedas sentir si eres digno. Haz una oración en tu corazón pidiendo una porción adicional del espíritu del Señor y presta atención extra a los susurros que te envíe. El Padre Celestial puede ayudarte a sentir paz y saber cuál es la mejor ayuda que puedes brindar para traer esa paz a tu hogar.

Katie G., 17 años, Utah, EE. UU.

Trata de llegar a un acuerdo

Habla con tu familia para resolver el problema de una manera en la que todos se beneficien, comparte una Escritura o canta un himno. Puedes pedirle al Padre Celestial que te ayude a resolver el problema. De esta manera, todos se calmarán y podrán resolver el problema sin necesidad de gritar o de ser violentos. Seguramente el Santo Espíritu los llenará a todos de paz y les dará el deseo de no pelear de nuevo.

Luis F.,14 años, Playa del Carmen, México