2019
Tu experiencia en el CCM
Febrero de 2019


Tu experiencia en el CCM

¿Quieres tener una misión increíble? El centro de capacitación misional te enseñará cómo lograrlo.

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missionaries at the MTC

Imagínate que hoy finalmente recibiste tu llamamiento misional. Tu asignación incluirá un lugar, un idioma de la misión y una fecha de comienzo específicos y, en esa fecha, probablemente debas presentarte en uno de los 13 centros de capacitación misional (CCM) de todo el mundo.

¿Cómo será tu experiencia en el CCM? Averigüémoslo.

Tu primer día

A menos que vivas lo suficientemente cerca del CCM como para ir en auto hasta allí, la Iglesia organizará tu viaje.

En el CCM de Provo, Utah, EE. UU., los misioneros y el personal te enviarán a una fila en el área de estacionamiento donde te despides de tu familia, te encuentras con los misioneros anfitriones y luego te registras. Los misioneros anfitriones, que son misioneros que han estado en el CCM algunas semanas, se convierten en tus guías cuando llegas. Ellos se aseguran de que tus maletas lleguen a tu residencia mientras recibes la placa y buscas tu salón de clase.

“Todos son muy amables. No importa si están en tu distrito o si es un misionero que encuentras al azar, todos están dispuestos a ayudarte”, dice la hermana Hanks, una de los nueve misioneros que entrevistamos en el CCM de Provo que están aprendiendo chino mandarín. Los misioneros de su distrito prestarán servicio en Taiwán, Canadá y California, EE. UU.

La hermana Prestwich dice: “Eso fue lo mejor de lo mejor, saber que por fin llegaste aquí y finalmente puedes hacer esta cosa maravillosa que sabes que se te ha pedido que hagas”.

Tu primera clase

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missionaries in class

Cuando ingresas en el CCM, el aprendizaje comienza rápidamente. En tu primer día, entrarás a tu salón de clase y comenzarás a aprender y practicar cómo enseñar el Evangelio.

La hermana Singleton dice: “Entramos en nuestro salón de clase y todas las personas más antiguas de nuestra zona estaban hablando chino y nuestros maestros hablaban chino”.

El élder Adams dice: “Tomó algo de tiempo, pero una vez que empiezas a comprender, a aprender cómo estudiar de manera eficaz, tu aprendizaje crece exponencialmente. Se trata de un ciclo positivo de crecimiento a medida que aprendes”.

El curso de capacitación es exactamente el mismo en todos los CCM. En los CCM más pequeños, el presidente del CCM y su esposa te entrevistarán y te enseñarán, e interactuarás mucho con ellos. Cuando los miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles dan un devocional en el CCM de Provo, este se transmite a los demás CCM.

Tu nueva rama

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missionaries in a classroom

En los CCM más grandes, a los misioneros se les asigna una rama con una presidencia de rama (poseedores del sacerdocio de Melquisedec locales llamados a prestar servicio en el CCM). Se reúnen con su rama los domingos para la reunión sacramental. En los CCM más pequeños, los misioneros se reúnen bajo la dirección de la presidencia del CCM.

En los CCM más grandes, a cada misionero se le asigna una zona formada por varios distritos. Esta es la misma organización que los misioneros experimentarán en el campo misional. En el CCM, los distritos pueden tener solo un par de compañerismos o pueden tener cinco o seis. Las zonas pueden estar formadas por un par de distritos o por media docena. La organización ayuda con la capacitación y el aprendizaje. Las presidencias del CCM y de las ramas, con sus esposas, también brindan asesoramiento y apoyo a los misioneros a medida que se adaptan a la vida misional.

Tu rutina semanal

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missionaries exercising

Los misioneros duermen en habitaciones que comparten con su compañero y con otros misioneros, generalmente cuatro en una habitación. Cada día tienen tiempo para hacer ejercicio (excepto los domingos), tiempo para planificar y tiempo para las comidas. La mayor parte de su tiempo se pasa en un salón de clase, donde reciben capacitación sobre la doctrina del Evangelio, el idioma (si fuera necesario) y cómo encontrar personas para enseñar, cómo enseñar por el Espíritu y cómo planificar su tiempo. Esta capacitación es el objetivo principal del CCM: perfeccionar tu comprensión del Evangelio y aprender a compartir de manera eficaz el mensaje del Evangelio con los demás. Tus maestros serán exmisioneros que saben cómo ayudarte a desarrollar las habilidades misionales que necesitas. El horario diario es exigente, pero también gratificante.

El élder Jackson dice: “Antes de llegar aquí, pensé que esto iba a ser difícil, casi un poco deprimente; pero es solo una experiencia entretenida. Es muy divertido. Nos estamos divirtiendo y trabajando arduamente”.

Los misioneros también tienen oportunidades de prestar servicio y un día de preparación. Ese día les da tiempo para lavar la ropa, limpiar sus habitaciones y escribir a casa. También es un tiempo en el que los misioneros pueden visitar el templo.

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missionaries doing laundry

Los domingos, los misioneros asisten a la Iglesia con los demás misioneros. Se les puede invitar a hablar en la reunión sacramental y a enseñar en las reuniones del sacerdocio o de la Sociedad de Socorro. Los élderes participan en la bendición y el reparto de la Santa Cena. Fuera de las reuniones regulares de la Iglesia, los misioneros también participan en reuniones de distrito, tienen entrevistas con su presidencia de rama o de CCM, ven material multimedia de la Iglesia, tienen conversaciones de compañerismo y llevan a cabo su estudio personal. Los misioneros asignados a servir como líderes de zona, líderes de distrito y líderes de capacitación de las hermanas tienen capacitación de liderazgo los domingos.

Si bien la mayor parte del horario diario de los misioneros está programada, tienen cierto tiempo no estructurado. La hermana Hanks dice que se siente responsable de aprovechar bien su tiempo: “Tú decides cómo pasas tu tiempo. Depende de ti cómo utilizas el tiempo de Dios”.

Tu primer compañero

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missionary companions

La adaptación a la vida misional puede ser un desafío: se siente nostalgia, se comen alimentos diferentes, se tiene una experiencia exigente de aprendizaje. Un recurso excelente es la publicación de la Iglesia Adaptarse a la vida misional, disponible en formato impreso, en línea en LDS.org y en la aplicación Biblioteca del Evangelio.

Una de las mayores adaptaciones a la vida como misionero es tener un compañero contigo todo el tiempo. Él o ella quizás venga de un país diferente, hable un idioma diferente o tenga una perspectiva diferente de cómo efectuar la obra misional juntos. Los misioneros deben aprender a sentirse cómodos al pasar tanto tiempo con otra persona, y tienen que aprender a enseñar juntos. El élder Juilfs recuerda: “Tuvimos una lección que fue realmente difícil. Teníamos ideas diferentes e íbamos uno en contra del otro. Pero aprendimos cuán importante es enseñar como compañerismo y dejar fluir las ideas”.

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missionaries on computers

¿Cómo logras este tipo de adaptación? Con amor, humildad y comunicación. Como lo explica el élder Lee: “Hay inventarios entre compañeros en los que dedicas un tiempo a repasar el día o la semana para comprender a tu compañero, cómo hace las cosas, y te preparas para poder ayudar a la otra persona y que ambos puedan crecer juntos”.

Al esforzarte por servir y mostrar bondad a tu compañero, también aprendes el poder de la unidad. El élder Shaw dice: “Tienes que olvidarte un poco de ti mismo, concentrarte en tu compañerismo como equipo. Una vez que eres capaz de lograr esta unidad, es muy poderosa y es increíble”.

Quizás SIENTAS NOSTALGIA POR TU casa

Como nuevo misionero en el CCM, es posible que el estrés del trabajo y el estar fuera de casa constituyan un desafío. La hermana Saliva dice: “Es normal sentir nostalgia los primeros días. Pero luego se mejora, porque encontramos consuelo el uno con el otro, y nuestros líderes nos reconfortan. El centrarme en el estudio me ayuda. Todavía extraño a mi familia, pero mi atención se centra en hacer el trabajo”.

Es normal sentir estrés y es normal sentir algunos altibajos. El élder Juilfs dice: “Vas a tener algunos días realmente buenos y, por alguna razón, a veces te sentirás un poco deprimido. Pero solo tienes que tomar distancia y recordar: ‘No estoy aprendiendo esto para mí; estoy aprendiéndolo para aquellos a quienes enseñaré. Siempre y cuando lo haga lo mejor posible, sucederá’”.

Pero hay un gran sistema de apoyo que incluye entrenadores, líderes y tu compañero. La hermana Singleton dice: “Una vez salí realmente desanimada de una lección y las cosas comenzaron a abrumarme, pero hablé con mi compañera y salimos a caminar un poco. Eso es lo que me ayudó: hablar de ello, llorar un poco. Centrarse en el trabajo y tener una actitud positiva, eso ayuda mucho”.

Saldrás preparado

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missionary companions 2

Independientemente de tus circunstancias personales, si llegas al CCM con un corazón abierto y dispuesto a aprender, confiando en que el Señor te sostendrá, este será un poderoso campo de entrenamiento para tu servicio misional. Tu testimonio se fortalecerá, aprenderás a conectarte y a amar a las personas a quienes enseñas y con las que prestas servicio, y aprenderás el lenguaje del Espíritu. También profundizarás tu comprensión del Evangelio y aprenderás a enseñarlo de manera más eficaz y a adaptarte a las diferentes circunstancias y desafíos. Cuando llegue el momento de partir para tu misión, tendrás una mayor confianza en ti mismo y en el Señor.