Diciembre: Recordamos y adoramos a nuestro Salvador, Jesucristo

Bosquejo del Tiempo para compartir 2014: Las familias son eternas, (2013), 24–25


Complemente las ideas que se proporcionan aquí con algunas ideas propias. Planifique maneras de dar a conocer la doctrina a los niños y ayúdelos a comprenderla y a aplicarla en su vida. Pregúntese: “¿Qué harán los niños para aprender y cómo puedo ayudarlos a sentir el Espíritu?”.

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6).

Semana 1: La Santa Cena es un momento para recordar a Jesucristo.

Fomente el entendimiento (al correlacionar pasajes de las Escrituras con láminas): Escriba en la pizarra las siguientes referencias de las Escrituras: Lucas 2:7; Marcos 10:13, 16; Mateo 26:36, 39; Juan 19:17–18; Juan 20:11–16. Coloque alrededor del salón láminas que representen acontecimientos que se describen en las Escrituras (LOAE 30, 47. 56, 57 y 59). Diga a los niños que la Santa Cena es un momento para recordar lo mucho que Jesucristo nos ama y todo lo que hizo por nosotros. Pida a un niño que lea uno de los pasajes de las Escrituras; luego pida a otro niño que elija una lámina que se relacione con el tema y que la lleve al frente del salón. Repita la actividad con los otros pasajes de las Escrituras.

Fomente la aplicación de la doctrina (al jugar un juego de concentración): Coloque sobre una mesa artículos tales como una lámina de Cristo en Getsemaní, una lámina de la Última Cena, un pedazo de pan, un vasito para la Santa Cena, bandejas para la Santa Cena, Escrituras y un himnario. Invite a los niños a ver brevemente los artículos y luego cúbralos. Pida a los niños que trabajen en grupo para escribir las cosas que recuerdan haber visto. Permita que los niños expliquen la forma en que cada artículo los ayuda a recordar a Jesucristo durante la Santa Cena.

Semana 2: El recordar a Jesucristo me ayuda a escoger lo correcto.

Dé a conocer la doctrina (al escuchar pasajes de las Escrituras): Invite a los niños a cerrar los ojos y a imaginarse cómo sería la vida si todos tomaran las decisiones correctas. Pida a algunos de ellos que compartan lo que hayan imaginado. Dígales que hubo un tiempo en el Libro de Mormón cuando eso sucedió, y pídales que presten atención para saber cómo se describe ese tiempo mientras un niño lee 4 Nefi 1:15, 17. Explique que las personas pudieron escoger lo correcto porque recordaron algo muy especial. Vuelva a contar los acontecimientos de 3 Nefi 17:20–25. Invite a los niños a decir juntos lo siguiente: “El recordar a Jesucristo me ayuda a escoger lo correcto”.

Fomente el entendimiento y la aplicación de la doctrina (al cantar canciones): Con pedazos de papel en blanco, cubra una lámina en la que se represente a Cristo bendiciendo a los niños nefitas. Invite a los niños a pensar en canciones que los ayuden a recordar a Jesucristo. Canten juntos varias de esas canciones. Después de cada canción, pida a un niño que quite un pedazo de papel de la lámina. Hágalo hasta que hayan quitado todos los pedazos de papel. Converse con los niños acerca de las decisiones correctas que probablemente tomaron los niños de la lámina después de su experiencia con Jesús. Recuerde a los niños que cuando recuerden a Jesús desearán escoger lo correcto. Pídales que nombren algunas cosas que pueden hacer para recordar a Jesús en sus actividades diarias.

El cantar acerca de una doctrina ayuda a los niños a aprenderla y a recordarla. Los niños también aprenden mejor si ven una ayuda visual o llevan a cabo una actividad relacionada con la música. Las sugerencias de este mes sirven de modelo para hacerlo de diferentes formas. Considere ideas similares a éstas a medida que planifique otras lecciones.

Semana 3: El Hijo de Dios nació en la tierra.

Dé a conocer la doctrina: Pregunte a los niños: “¿Han esperado alguna vez que sucediera algo especial? ¿Les pareció que tuvieron que esperar mucho tiempo? ¿Cómo se sintieron cuando finalmente sucedió?”. Dé a los niños la oportunidad de compartir los sentimientos que tuvieron. Explique que desde la época de Adán y Eva, nuestro Padre Celestial prometió que ocurriría un acontecimiento muy importante. Las personas que vivían rectamente esperaban con ansias ese acontecimiento. Susurre suavemente lo siguiente a un pequeño grupo de niños: “El Hijo de Dios nació en la tierra”. Pídales que susurren la oración a los otros niños, y luego pida a todos los niños que la susurren juntos.

Fomente el entendimiento (al compartir un relato y al cantar una canción): Pida a los niños que hablen sobre lo que sepan sobre el nacimiento de Jesús (véase Lucas 2:1–20). Complete el relato con los detalles que los niños no mencionen. Canten “La Nochebuena” (CN, pág. 24) e invite a los niños a imaginar lo que sintieron los pastores cuando escucharon a los ángeles cantar.

Fomente la aplicación de la doctrina (al elaborar una tarjeta de Navidad): Dé a cada niño una hoja de papel y un lápiz o colores de cera. Ayúdelos a doblar la hoja como una tarjeta de felicitaciones. Invítelos a elaborar una tarjeta de Navidad para su familia al hacer dibujos relacionados con el nacimiento de Jesucristo. Pídales que en la parte de enfrente escriban: “El Hijo de Dios nació en la tierra”.

Compartir el entendimiento: Los niños sentirán el Espíritu a medida que compartan lo que entienden de los principios del Evangelio. Pueden compartir lo que hayan aprendido por medio de palabras, dibujos y canciones.

Semana 4: Jesucristo vendrá nuevamente.

Fomente el entendimiento (al leer pasajes de las Escrituras): Prepare las siguientes tiras de cartulina (que están disponibles en línea en sharingtime.lds.org):

Divida los niños en grupos y dé a cada grupo una o dos tiras de cartulina. Invítelos a leer los pasajes de las Escrituras para encontrar las palabras que van en los espacios en blanco. Pida a cada grupo que comparta con los otros niños lo que aprendieron.

Fomente la aplicación de la doctrina (al cantar y al compartir): Explique que necesitamos recordar y adorar a Jesucristo todos los días a fin de que estemos preparados para Su segunda venida. Pida a los niños que nombren algunas cosas que ellos y su familia pueden hacer para estar preparados. Canten “Cuando venga Jesús” (CN, págs. 46–47).

Testifique: Un breve testimonio en cualquier momento durante la lección puede invitar al Espíritu. El lenguaje formal de un testimonio, tal como “deseo dar mi testimonio”, no es necesario para compartir un testimonio de la verdad. Un testimonio puede ser algo tan sencillo como decir: “Sé que Jesucristo vive”.