El Espíritu Santo

Sacerdocio Aarónico, Manual 3, 1995


Objetivo

Que cada uno de los jóvenes comprenda que el Espíritu Santo es un personaje de espíritu que nos testifica acerca del Padre y del Hijo, y que nos guía hacia Ellos.

Preparación

  1. 1.

    Estudie con espíritu de oración Marcos 1:9–11; Lucas 3:22; 1 Nefi 11:27; 2 Nefi 32:4–5; Moroni 10:5; y Doctrina y Convenios 88:3–4; 130:22.

  2. 2.

    Materiales necesarios:

    1. a.

      Los libros canónicos (cada joven deben contar con los suyos propios).

    2. b.

      Una hoja de papel y un lápiz para cada joven.

    3. c.

      Lápices para marcar las Escrituras.

  3. 3.

    Si dispone del video Noche de hogar, Suplemento en video, muestre “Sigamos la guía del Espíritu” (53736 002).

Sugerencias para el desarrollo de la lección

El Espíritu Santo es un personaje de espíritu

Preguntas y análisis Provea a cada uno de los jóvenes una hoja de papel y un lápiz, pidiéndoles que respondan con la palabra “Verdadero” o “Falso” a las siguientes declaraciones (sus respuestas deberán coincidir con lo que se indica entre paréntesis):

  1. 1.

    El Espíritu Santo es una influencia o poder divino que llena la inmensidad del espacio. (Falso.)

  2. 2.

    El Espíritu Santo es un miembro de la Trinidad. (Verdadero.)

  3. 3.

    El Espíritu Santo es “el Santo Espíritu de la Promesa”. (Verdadero.)

  4. 4.

    El Espíritu Santo puede tomar la forma de una paloma. (Falso.)

Indique a los jóvenes que esta lección les ayudará a explicar estas declaraciones.

Citas, pasajes de las Escrituras y análisis

Pida a los jóvenes que lean Doctrina y Convenios 130:22.

Explíqueles que el Espíritu Santo es verdaderamente un personaje de espíritu, separado y distinto del Padre Celestial y de Jesucristo. Lea y analice con ellos los pasajes de las Escrituras y las citas que siguen a continuación:

Señale que el profeta José Smith enseñó lo siguiente:

“Yo siempre he declarado que Dios es un personaje distinto, que Jesucristo es un personaje aparte y distinto de Dios el Padre, y que el Espíritu Santo es otro personaje distinto, y es Espíritu; y estos tres constituyen tres personajes distintos y tres Dioses” (Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 460).

• ¿Qué aprendemos de esta cita acerca del Espíritu Santo?

• ¿Por qué no tiene el Espíritu Santo un cuerpo de carne y huesos? (Para que pueda morar en nosotros; véase D. y C. 130:22.)

Pida a uno de los jóvenes que lea Marcos 1:9–11 (o Lucas 3:22 ó 1 Nefi 11:27).

• ¿Qué podría resultar confuso acerca de estos versículos? (Algunas personas podrían suponer erróneamente que el Espíritu Santo puede tomar el cuerpo, la figura o la forma de una paloma.)

Explíqueles que el profeta José Smith enseñó que el Espíritu Santo es un personaje que tiene la forma de un hombre y que la paloma es simplemente un símbolo externo o señal del Espíritu Santo. El profeta José Smith declaró que el Espíritu Santo descendió sobre Cristo en el momento de Su bautismo “en la forma de una paloma o, mejor dicho, en la señal de la paloma para testificar la administración de esa ordenanza”. Así lo explicó:

“La señal de la paloma fue instituida antes de la creación del mundo como testimonio del Espíritu Santo, y el demonio no puede aparecer en la señal de la paloma. El Espíritu Santo es un personaje, y tiene la forma de un personaje. No se limita a la forma de la paloma, sino que la paloma es una señal. El Espíritu Santo no puede transformarse en una paloma; mas se le dio a Juan el Bautista como símbolo de la verdad del acto que estaba realizando, así como la paloma es un emblema o señal de la verdad y la inocencia” (History of the Church, 5:260–261).

El poder o influencia del Espíritu Santo

Presentación por el asesor

Explique a los jóvenes que en las Escrituras los profetas utilizan a menudo y con el mismo significado los términos Espíritu Santo, Santo Espíritu, Espíritu, Espíritu de Verdad, Espíritu del Señor y Santo Espíritu de la Promesa. Algunas veces se usan estos términos para referirse al Espíritu Santo como personaje, mientras que otras se refieren a su poder o influencia. Únicamente leyendo con mucha atención el pasaje en el que se utiliza la frase o término puede uno darse cuenta del significado que se desea presentar.

Cita, pasaje de las Escrituras y presentación por el asesor

El presidente Joseph F. Smith hizo la siguiente distinción entre la persona y la influencia del Espíritu Santo:

“El Espíritu Santo, como personaje de Espíritu, no tiene más poder que el Padre o el Hijo para ser omnipresente en cuanto a su persona, pero por su inteligencia y conocimiento, su poder e influencia sobre las leyes de la naturaleza y por medio de ellas, Él está y puede estar omnipresente en todas las obras de Dios” (Doctrina del Evangelio, pág. 58).

Señale que la persona del Espíritu Santo sólo puede estar en un lugar a la vez, mas su poder e influencia pueden ser omnipresente, y estar en todo lugar al mismo tiempo.

Pida a uno de los jóvenes que lea Doctrina y Convenios 88:3–4 y dibuje luego en la pizarra lo siguiente:

sun

Explique que la diferencia entre el Espíritu Santo y el poder e influencia del Espíritu Santo puede ilustrarse haciendo una analogía entre el sol y la luz que el sol irradia. Sabemos que el sol sólo puede estar en un solo lugar a la vez; mas el calor, la luz y la energía que irradia pueden iluminar y llenar todo el sistema solar al mismo tiempo. De igual forma, el Espíritu Santo como personaje sólo puede estar en un lugar a la vez; sin embargo, su influencia y poder llenan la inmensidad del espacio.

El efecto del Espíritu Santo sobre el hombre mortal

Pasajes de las Escrituras y análisis

Lea 2 Nefi 32:4–5 y Moroni 10:5.

• ¿Qué aprendemos de estos pasajes en cuanto a la función del Espíritu Santo? (Si procuramos su compañía, el Espíritu Santo nos enseñará la verdad de todas las cosas y nos mostrará lo que debemos hacer para lograr la vida eterna.)

Citas

Señale que es importante aprender a reconocer la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida. El profeta José Smith nos ha dejado la siguiente explicación:

“Este primer Consolador o Espíritu Santo no surte más efecto que el de la inteligencia pura” (Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 177).

El élder Parley P. Pratt también describió así los efectos del Espíritu Santo:

“[Su influencia] habilita todas las facultades intelectuales; aumenta, expande, amplía y purifica todas las pasiones y afectos naturales; y los adapta, por medio del don de la sabiduría, para su legítimo uso. Él inspira, desarrolla, cultiva y sazona todas las más refinadas afinidades, gustos, alegría, buenos sentimientos y afectos de nuestra naturaleza. Él inspira la virtud, la bondad, benevolencia, sensibilidad, mansedumbre y caridad. Desenvuelve la belleza de la persona, sus formas y facciones. Tiende a dar salud, vigor, ánimo y sentimiento de amistad. Vigoriza todas las facultades físicas e intelectuales del hombre. Fortalece y templa los nervios. En resumen, es, así como fue, médula a los huesos, regocijo al corazón, luz a los ojos, música a los oídos y vida para todo el ser” (Key to the Science of Theology, 9th ed. [Salt Lake City: Deseret Book Co., 1965], p. 101. Véase Noches de Hogar para la Familia, 1979–80, pág. 133).

Presentación por el asesor

Explique que debemos esforzarnos por recibir la influencia del Espíritu Santo, tal como lo describió el élder Pratt. Muchas veces el Espíritu Santo actuará como consolador, dando paz a nuestra mente y a nuestro corazón. En otras ocasiones, su influencia nos dará inspiración repentina, como si una luz se prendiera en nuestra mente y en nuestro corazón, permitiéndonos distinguir en su resplandor alguna nueva verdad. Ésta es la inteligencia pura de la que habló José Smith. Es la voz quieta y apacible que habla “a tu mente y a tu corazón” (D. y C. 8:2), y es el ardor en nuestro pecho (véase D. y C. 9:8).

Conclusión

Resumen

• ¿Qué debemos hacer para disfrutar de la constante compañía del Espíritu Santo, el tercer miembro de la Trinidad? (Ejercer nuestra fe en Cristo, arrepentirnos, orar, estudiar las Escrituras y obedecer la voz dulce y apacible.)

Indique que como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días hemos sido bautizados y recibido el don del Espíritu Santo. Es por eso que ahora nos es posible recibir el Espíritu Santo como compañero constante si es que somos dignos. Debemos seguir el susurro o inspiración del Espíritu Santo para regresar a la presencia del Padre y del Hijo. El Espíritu Santo nos enseña la verdad de todas las cosas y nos conduce hacia la vida eterna.