Lección 26

“Convertidos al Señor”

El Libro de Mormón: Manual para el maestro


Objetivo

Animar a los miembros de la clase a fortalecer su conversión y a incrementar su deseo de ayudar a otros a convertirse.

Preparación

  1. Lea los pasajes de las Escrituras que se mencionan a continuación y medite y ore al respecto:

    1. Alma 23–24. Miles de lamanitas se convierten después de recibir las enseñanzas de los hijos de Mosíah. Los lamanitas convertidos adoptan el nombre de anti-nefi-lehitas. Como testimonio a Dios de que nunca más pecarán con el derramamiento de sangre, los anti-nefi-lehitas entierran sus espadas y se niegan a volver a tomarlas cuando son atacados por un ejército de lamanitas.

    2. Alma 27–28. Ammón guía a los anti-nefi-lehitas para buscar refugio entre los nefitas, quienes les dan la tierra de Jersón y prometen defenderlos de sus enemigos. Los lamanitas de nuevo luchan contra los nefitas y son derrotados.

    3. Alma 26, 29. Ammón se gloría en el Señor al considerar el éxito que él y sus hermanos han tenido al predicar a los lamanitas. Alma desea que todos puedan recibir el gozo a través del arrepentimiento y el plan de redención.

  2. Si está disponible la lámina Los anti-nefi-lehitas entierran sus espadas, prepárese para usarla durante la lección (62565; Las bellas artes del Evangelio, 311).

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Actividad para despertar interés

Si lo desea, utilice la siguiente actividad, o una de su preferencia, para comenzar la lección. Escoja la actividad que sea más apropiada para su clase.

Pregunte a los miembros de la clase:

• ¿Qué características o conducta distinguen a las personas que verdaderamente se han convertido?

Explique que en esta lección se analiza a un grupo de personas que estaban tan profundamente convertidas al Señor que en las Escrituras dice que “nunca más se desviaron” (Alma 23:6).

Análisis y aplicación de las Escrituras

Con la ayuda de la oración, seleccione los pasajes de las Escrituras, las preguntas y otros materiales de la lección que mejor satisfagan las necesidades de los miembros de la clase. Analicen la forma en que los pasajes seleccionados se aplican al diario vivir. Anime a los miembros de la clase a compartir experiencias que hayan tenido que se relacionen con los principios que se encuentran en las Escrituras.

1. Los anti-nefi-lehitas se convierten al Señor.

Analicen Alma 23–24. Pida a varios miembros de la clase que lean en voz alta los versículos que usted haya seleccionado. Recuerde a los miembros de la clase que el padre de Lamoni, que era el rey de todos los lamanitas, se convirtió a través de las enseñanzas de Aarón (Alma 22).

• ¿Qué hizo el rey de los lamanitas después de convertirse? (Véase Alma 23:1–2.) ¿Por qué lo hizo? (Véase Alma 23:3.) ¿Cuál fue el resultado de esa proclamación y de las subsiguientes obras de Aarón y sus hermanos? (Véase Alma 23:4–7.)

• ¿Qué hechos de los lamanitas convertidos demostraron que su conversión fue verdadera y sincera? (Escriba en la pizarra las respuestas de los miembros de la clase. A continuación aparecen algunas respuestas, junto con preguntas para fomentar el análisis.)

  1. “Fueron convertidos al Señor” (Alma 23:6). ¿Por qué es esencial que Jesucristo sea el centro de nuestra conversión? ¿Por qué otras razones podrían ser atraídas las personas a la Iglesia? (Entre las respuestas se podrían mencionar la personalidad de los misioneros, la influencia de los amigos o la atracción de los programas sociales.) ¿Por qué esas cosas por sí solas no pueden producir la verdadera conversión?

  2. “Desearon… [distinguirse] de sus hermanos” (Alma 23:16). ¿De qué maneras eligieron los lamanitas convertidos distinguirse de sus hermanos que seguían siendo inicuos? (Véase Alma 23:16–18; 27:27–30.) ¿De qué maneras nos distinguimos nosotros del mundo cuando nos convertimos? ¿Por qué es importante distinguirnos de esas formas?

  3. Expresaron su gratitud a Dios aun en los momentos de prueba y de aflicción (Alma 24:6–10, 23). ¿Qué aflicciones enfrentaron los anti-nefi-lehitas como resultado de su conversión? (Véase Alma 24:1–2, 20–22; 27:1–3.) A pesar de esas aflicciones, ¿por qué estaban agradecidos? (Véase Alma 24:7–10.) ¿Cómo puede la gratitud a Dios ayudarnos a enfrentar las pruebas y las aflicciones?

  4. “Tomaron… sus espadas… y las enterraron profundamente en la tierra” (Alma 24:15–17). Si va a utilizar la lámina de los anti-nefi-lehitas, muéstrela ahora. ¿Por qué sepultaron los anti-nefi-lehitas sus espadas y otras armas? (Véase Alma 23:7; 24:11–13, 18–19.) ¿Por qué fue significativo el que enterraran sus armas en lugar de simplemente prometer que no volverían a usarlas? ¿En qué forma nos rebelamos a veces contra Dios? ¿Qué podemos hacer para enterrar las “armas de [nuestra] rebelión”?

  5. Demostraron gran amor por sus hermanos (Alma 26:31). ¿De qué modo la decisión de los anti-nefi-lehitas de enterrar sus armas demostró el amor que tenían por sus semejantes y por Dios? (Véase Alma 24:18; 26:32–34.) ¿En qué formas puede la conversión incrementar el amor que una persona sienta hacia los demás?

• ¿Cómo reaccionaron los lamanitas que no se habían convertido al ver que los anti-nefi-lehitas no tomaban las armas en contra de ellos? (Véase Alma 24:20–27.) Según Mormón, ¿qué podemos aprender de este relato? (Véase Alma 24:27; nótese la observación de Mormón, comenzando con la frase “así vemos que”.)

2. Los anti-nefi-lehitas buscan refugio entre los nefitas.

Lean y analicen los versículos de Alma 27–28 que usted haya seleccionado.

• ¿Por qué Ammón y sus hermanos instaron a los anti-nefi-lehitas a ir a la tierra de Zarahemla, donde vivían los nefitas? (Véase Alma 27:1–5.) ¿Por qué estaba renuente el rey a llevar a su gente a Zarahemla? (Véase Alma 27:6.) ¿Qué persuadió al rey a ir a Zarahemla? (Véase Alma 27:7–14.) ¿Cómo nos puede ayudar la fe en el Señor cuando enfrentemos situaciones que infundan temor?

• ¿Qué hicieron los nefitas cuando Ammón les pidió que admitieran a los anti- nefi-lehitas en sus tierras? (Véase Alma 27:20–26.) ¿Cómo ayudaron los nefitas a los anti-nefi-lehitas a guardar su convenio con el Señor? ¿Cómo podemos ayudar a los demás a permanecer convertidos al Señor?

Indique que desde el momento en que los anti-nefi-lehitas se establecieron en Jersón, se les conoció como el pueblo de Ammón (Alma 27:26). A través de todo el resto del Libro de Mormón, y de este curso de Doctrina del Evangelio, se hace referencia a ellos como el pueblo de Ammón o los ammonitas.

• ¿Qué gran tragedia ocurrió después de que el pueblo de Ammón se estableció en la tierra de Jersón? (Véase Alma 28:1–3.) Después de esa gran batalla, muchas personas se lamentaban por los que fueron muertos en ella (Alma 28:4–6). ¿Por qué algunos temían mientras que otros se regocijaban? (Véase Alma 28:11-12.) ¿Qué podemos aprender de la forma en que reaccionaron? (Véase Alma 28:13–14.)

3. Ammón y Alma se regocijan en el cumplimiento de la obra del Señor.

Lean y analicen los versículos de Alma 26 y 29 que usted haya seleccionado. Señale que en Alma 26 se registra lo que Ammón sintió por el éxito que experimentaron él y sus hermanos al llevar el Evangelio a los lamanitas. En Alma 29 se registran los sentimientos que tuvo Alma acerca del éxito de Ammón y de sus hermanos, y expresa el deseo de Alma de que todas las personas tengan la oportunidad de escuchar el Evangelio y de aceptarlo.

• ¿Cuáles fueron las “grandes bendiciones” que el Señor dio a Ammón y a sus hermanos? (Véase Alma 26:1–9.) ¿Cómo podemos llegar a ser “instrumentos [eficaces] en las manos de Dios para realizar [Su] gran obra”? (Véase Alma 26:22.)

• ¿Cómo reaccionó Ammón cuando Aarón lo reprendió por jactarse? (Véase Alma 26:10–16, 35–37.) ¿Cómo podemos nosotros jactarnos de nuestro Dios y gloriarnos en el Señor? ¿De qué maneras les ha bendecido el Señor con una fuerza más grande que la que poseen a fin de ayudar a llevar a cabo Su obra?

• ¿Cómo había reaccionado el pueblo de Zarahemla cuando Aarón y sus hermanos anunciaron por primera vez su misión a los lamanitas? (Véase Alma 26:23–25.) ¿Qué podemos aprender de esa situación en cuanto a prejuzgar la forma en que las personas reaccionarán al Evangelio en lugar de permitirles aceptarlo o rechazarlo por sí mismas? ¿Cómo podemos superar esa tendencia?

• ¿Qué podemos aprender de Ammón y sus hermanos en cuanto a la forma en que debemos reaccionar ante las aflicciones? (Véase Alma 26:27–30.) ¿De qué modo les han ayudado la paciencia y la confianza en el Señor a convertir una situación difícil en una experiencia positiva?

• ¿Por qué deseó Alma ser un ángel? (Véase Alma 29:1.) ¿Qué dijo Alma que resultaría si “toda alma” se arrepintiera y viniera a Dios? (Véase Alma 29:2; véase también Alma 28:14.) ¿Qué experiencias les han enseñado que el vivir el Evangelio trae gozo a nuestra vida?

• ¿Por qué sintió Alma que había pecado por tener el deseo de ser un ángel? (Véase Alma 29:3, 6–7.) ¿Cómo podemos conformarnos con lo que el Señor nos ha dado mientras que a la vez nos esforzarnos por progresar y mejorar?

• Alma dijo que Dios “concede a los hombres según lo que deseen, ya sea para muerte o para vida” (Alma 29:4). ¿Qué significa eso? (Véase 2 Nefi 2:27.)

• Alma se regocijó por lo que el Señor había hecho por él y por sus padres (Alma 29:10–13). ¿Qué ha hecho el Señor por ustedes y sus familias que les dé motivo para regocijarse? (Pida a los miembros de la clase que mediten en esta pregunta si no desean compartir sus pensamientos con la clase.)

Conclusión

Repasen las formas en que los anti-nefi-lehitas demostraron que realmente estaban convertidos. De acuerdo con la inspiración del Espíritu, testifique de las verdades que se analizaron durante la lección.

Sugerencia adicional para la enseñanza

El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice este concepto como parte de la lección.

La obra misional fomenta el amor y el gozo.

Ammón recalcó el amor y el gozo que comparten los misioneros y las personas a las que enseñan (Alma 26:1–4, 9, 11, 13, 30–31, 35). Pida a los miembros de la clase que expresen el amor que sienten por las personas que les enseñaron el Evangelio o el gozo que han experimentado al compartir el Evangelio con los demás.