Tras la pérdida de las 116 páginas del manuscrito, el Profeta perdió el poder para traducir. Después un período de humilde oración y arrepentimiento, José recibió nuevamente las planchas y el Urim y Tumim. El Señor le mandó a José no volver a traducir la porción de las planchas que correspondía a las 116 páginas perdidas, y le reveló la trama de Satanás para destruir la obra de Dios. El Señor entonces mandó a José Smith que tradujera las planchas menores de Nefi. También explicó el propósito del Libro de Mormón y la función que tenía en el establecimiento de Su Iglesia.
Pida a los alumnos que repasen brevemente lo que aprendieron en la lección anterior sobre la pérdida de las 116 páginas del manuscrito (véase D. y C. 3). Recuerde a los alumnos que a causa de las repetidas peticiones del Profeta de permitir que Martin Harris se llevara las páginas del manuscrito, y la pérdida posterior de ellas, Moroni le quitó las planchas de oro y el Urim y Tumim a José Smith.
Más tarde, Moroni le devolvió las planchas y el Urim y Tumim. En algún momento después de que le fueron devueltos, José Smith recibió la revelación que está registrada en Doctrina y Convenios 10. En esa revelación, el Señor instruyó a José respecto a lo que debía hacer con la parte de las planchas de donde había provenido el manuscrito perdido (véase Lucy Mack Smith, History of Joseph Smith by His Mother, editado por Preston Nibley, 1958, págs. 133–136).
A fin de resumir Doctrina y Convenios 10:1–2, explique que el Señor le recordó a José por qué se le había quitado el poder de traducir y lo que sucedió como resultado de su error. Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 10:3–4, y pida a la clase que siga la lectura en silencio y busque el consejo que el Señor dio cuando José Smith comenzó a traducir nuevamente. Pida a los alumnos que expliquen lo que encuentren.
¿Por qué piensan que fue necesario aconsejarle a José Smith que no trabajara ni tradujera más de lo que sus fuerzas le permitieran?
¿En qué forma el consejo de Doctrina y Convenios 10:4 puede ser una guía para nosotros conforme sirvamos al Señor?
El Señor advierte en cuanto a los planes de Satanás de destruir a José Smith y la obra de Dios
Muestre una trampa (o dibuje una en la pizarra).
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dibujo de ratonera
¿Cómo podría un artículo como este representar las intenciones que Satanás tiene hacia nosotros?
Pida a un alumno que lea Doctrina y Convenios 10:5 en voz alta y pida a la clase que busque lo que el Señor le mandó al profeta José Smith que hiciera a fin de escapar de Satanás.
¿Qué podemos aprender de ese versículo? (Es posible que los alumnos mencionen diversos principios, pero asegúrese de hacer hincapié en que, si oramos siempre, tendremos poder para vencer a Satanás y a quienes le sirven. Si lo desea, escriba ese principio en la pizarra).
¿En qué manera nos puede ayudar la oración a “[vencer] a Satanás y… [a librarnos] de [los] que apoyan su obra”?
Invite a unos cuantos alumnos a compartir ejemplos de la forma en que la oración les ha ayudado a resistir las tentaciones de Satanás. (Recuerde a los alumnos que no deben compartir experiencias que sean demasiado personales o privadas).
Explique que el Señor advirtió a José de una trampa que Satanás había tendido para destruir al Profeta y la obra de Dios. Invite a varios alumnos a turnarse para leer Doctrina y Convenios 10:8–19. Pida a la clase que siga la lectura en silencio y que descubra el plan de las personas perversas que tenían posesión del manuscrito en ese momento.
¿Cuál era el plan de las personas perversas que tenían el manuscrito? (Desacreditar al Profeta y la obra del Señor al alterar las palabras del manuscrito. Si José hubiera traducido el mismo material de nuevo, habrían dicho que no había podido hacerlo igual las dos veces, y que, por tanto, no tenía el don).
Sostenga en alto la trampa que mostró anteriormente (o haga referencia al dibujo de la pizarra). Explique que en Doctrina y Convenios 10:20–29, el Señor habla sobre la influencia de Satanás en las personas malvadas que obtuvieron las 116 páginas del manuscrito y la forma en que Satanás logra sus propósitos perversos. Divida la clase en grupos de dos. Pida a un alumno de cada grupo que lea Doctrina y Convenios 10:20–29 en silencio y que busque lo que esos versículos enseñan sobre los objetivos de Satanás. Dígale al otro alumno que lea los mismos versículos y que busque las estrategias que Satanás utiliza para lograr sus objetivos. Una vez que les haya concedido suficiente tiempo, invite a los alumnos a compartir con su compañero lo que hayan descubierto.
¿Qué aprendemos en esos versículos sobre los propósitos de Satanás? (Es posible que los alumnos descubran una variedad de principios, pero asegúrese de que reconozcan la siguiente verdad: Satanás desea destruir la obra del Señor y nuestra alma. Quizás desee escribirlo en la pizarra. Quizá desee sugerir también que los alumnos marquen las palabras y las frases que enseñan esa verdad en los versículos 22–23 y 27).
Según lo que leyeron en esos versículos, ¿cómo procura Satanás destruir la obra del Señor y nuestra alma?
A fin de ayudar a los alumnos a comprender y sentir la importancia de esa verdad, haga las siguientes preguntas. Invite a cada grupo de dos a analizar las respuestas que den.
¿Qué pruebas han visto de que Satanás se vale de la decepción, el enojo, la lisonja y la mentira para destruir la obra del Señor y nuestra alma?
¿Cómo nos ayuda el ser conscientes de las intenciones y los métodos de Satanás a evitar sus trampas y librarnos de ellas?
Invite a los alumnos a tomar unos cuantos minutos para escribir en su cuaderno de apuntes o en su diario de estudio de las Escrituras sobre los métodos del adversario que se enumeran en Doctrina y Convenios 10:20–29 y que ellos hayan sentido o visto. También pídales que escriban lo que pueden hacer para evitar las trampas de Satanás y para librarse de ellas.
Una vez que los alumnos hayan tenido suficiente tiempo para escribir, a fin de resumir Doctrina y Convenios 10:30–37, explique que debido a los planes de la gente perversa de destruir la obra de Dios y la reputación de José Smith, el Señor le mandó a José no traducir de nuevo la porción de las planchas de donde se habían traducido las 116 páginas perdidas.
El Señor manda a José Smith que traduzca las planchas menores de Nefi
Invite a algunos alumnos a turnarse para leer Doctrina y Convenios 10:38–42 en voz alta. Pida a la clase que busque lo que el Señor le mandó a José traducir en vez de volver a traducir la porción de las planchas de donde se habían traducido las 116 páginas perdidas.
¿Qué le mandó el Señor a José que tradujera? ¿Por qué?
Ayude a los alumnos a entender la forma en que el Señor se había preparado para la pérdida de las 116 páginas del manuscrito. Explique que el documento perdido contenía la traducción del libro de Lehi, el cual formaba parte del compendio que Mormón hizo de las planchas mayores de Nefi. Mormón recibió la inspiración de agregar a su registro las planchas menores de Nefi para “un sabio propósito”, que en ese momento él no comprendía (véase Palabras de Mormón 1:3–7). Las planchas menores de Nefi cubrían aproximadamente el mismo período de tiempo que el libro de Lehi. Tras la pérdida de las 116 páginas, el Señor le mandó al profeta José Smith traducir el material de las planchas menores de Nefi.
Invite a los alumnos a leer Doctrina y Convenios 10:43 en silencio y a buscar una importante verdad que el Señor deseaba que José Smith comprendiera. (Conforme los alumnos compartan sus ideas, escriba la siguiente verdad en la pizarra: La sabiduría de Dios es más potente que la astucia del diablo. Quizá sea necesario explicar que astucia se refiere al uso de trampas para engañar a la gente).
¿Cómo ilustra esa verdad el plan del Señor de reemplazar el manuscrito perdido?
El Señor explica el propósito del Libro de Mormón y su función en el establecimiento de Su Iglesia
A fin de resumir Doctrina y Convenios 10:46–61, explique que en esos versículos el Señor testificó que contestó las oraciones de Sus discípulos nefitas al preservar y sacar a luz el Libro de Mormón en nuestra época.
Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 10:62–63 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio y que busque lo que el Señor dijo que el Libro de Mormón pondría de manifiesto.
¿Qué pondría de manifiesto el Libro de Mormón? (Los puntos verdaderos de la doctrina de Jesucristo).
Según el versículo 63, ¿cómo utilizará el Señor los puntos verdaderos de Su doctrina para vencer la obra de Satanás?
Invite a un alumno a leer en voz alta la última promesa que da el Señor en Doctrina y Convenios 10:67, 69–70. Pida a los alumnos que sigan la lectura en silencio y que encuentren frases que sean significativas para ellos, teniendo en cuenta lo que aprendieron el día de hoy. Invite a los alumnos a compartir cuáles son las frases que son significativas para ellos y la razón por la que lo son. Concluya con su testimonio.
El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó que el “sabio propósito” (véanse 1 Nefi 9:5; Palabras de Mormón 1:7) del Señor al ordenar que se escribieran y preservaran las planchas menores de Nefi era mucho más que compensar la pérdida de las 116 páginas del manuscrito:
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Élder Jeffrey R. Holland
“Me da la impresión de que hay un propósito más sabio que el de [compensar la pérdida de las 116 páginas], o bien, para decirlo con mayor exactitud, un propósito más sabio en ello. La clave para sugerir precisamente que hay un propósito más sabio se encuentra en el versículo 45 de la sección 10 de Doctrina y Convenios. Al enseñarle a José el procedimiento para traducir y para insertar el material de las planchas menores en lo que había empezado a ser la traducción del compendio de las planchas mayores, el Señor dice: ‘He aquí, hay muchas cosas grabadas en las planchas [menores] de Nefi que dan mayor claridad a mi evangelio’ (cursiva agregada).
“Así que esto claramente no era solo una compensación en la preparación del producto final del Libro de Mormón; no era remplazar una cosa por la otra, esto por aquello: tú me das 116 páginas de manuscrito y te daré 142 páginas de texto impreso. No. Se nos dio más de lo que perdimos, y desde el principio se supo que sería así. Era para un propósito más sabio. No sabemos a ciencia cierta qué perdimos en las 116 páginas, pero lo que sí sabemos es que en las planchas menores recibimos las declaraciones personales de tres grandes testigos, tres de las grandes voces doctrinales del Libro de Mormón, que testifican que Jesús es el Cristo…
“¡Ah!, cómo quisiéramos tener todos aquellos testimonios claros y preciosos que se quitaron del registro bíblico. Pero, por lo menos, como lectores del Libro de Mormón, tenemos a Nefi, a Jacob y a Isaías que nos hablan directamente como testigos oculares del Salvador preterrenal. Ellos son los beneficiarios de revelaciones maravillosas sobre la vida y el ministerio de Él, y sobre la relación de convenio que Dios tiene con la Casa de Israel, antigua y moderna…
“Pienso que sería emocionante si las 116 páginas del manuscrito aparecieran algún día, pero si me las entregaran en mi oficina el día de mañana, nunca las cambiaría por el material que contienen las planchas menores de Nefi, por la ‘mayor claridad’ que se obtiene mediante los grandes centinelas proféticos que están a la puerta del libro. Así que, díganles a sus alumnos que ya no se quejen y que empiecen a leer, incluso Isaías” (“A Standard unto My People”, discurso pronunciado ante maestros de religión de SeI, 9 de agosto de 1994, págs. 7–9, LDS.org).
En el prefacio de la primera edición del Libro de Mormón, José Smith describió la fuente de la que se tradujeron las 116 páginas manuscritas que se perdieron: “… por el don y el poder de Dios, yo [José Smith] traduje e hice que se escribieran ciento dieciséis páginas, las cuales obtuve del Libro de Lehi, que era un relato compendiado de las planchas de Lehi por la mano de Mormón; que dicho relato ha sido robado por una persona o personas que lo han mantenido oculto de mí, a pesar de los grandes esfuerzos que he hecho por recuperarlo otra vez” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 68).