En abril de 1835, los miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles que habían sido ordenados recientemente se encontraban en Kirtland, Ohio, preparándose para marcharse a su primera misión como cuórum. Antes de partir, solicitaron al profeta José Smith que pidiera una revelación que les sirviera de ayuda mientras se encontraran separados (véase la introducción de la lección 111). La revelación que recibió se encuentra registrada en Doctrina y Convenios 107. Esta es la segunda de tres lecciones dedicadas a analizar esa sección. En esta parte de la revelación, el Señor establece los deberes de los cuórums presidentes de la Iglesia: la Primera Presidencia, el Cuórum de los Doce Apóstoles y los Setenta.
El Señor establece los deberes y la autoridad de los cuórums presidentes de la Iglesia
Antes de la clase, escriba las siguientes palabras en la pizarra: apoyar y sostener. Cuando empiece la clase, pida a los alumnos que piensen en alguna ocasión en la que alguien les haya apoyado o sostenido. A continuación, pida a los alumnos que compartan esa experiencia con otro alumno.
¿Tuvo algún impacto en ustedes el saber que alguien leos apoyaba o sostenía?
Escriba la palabra sostener en la pizarra y explique que sostener a alguien significa apoyar y sustentar a esa persona.
Pida a los alumnos que lean Doctrina y Convenios 107:21–22 en silencio y que busquen quiénes son las personas a las que el Señor dijo que los miembros de la Iglesia debían sostener.
¿A quiénes dijo el Señor que debemos sostener? (Conforme los alumnos vayan respondiendo, escriba La Primera Presidencia como encabezado en la pizarra).
Pida a los alumnos que repasen Doctrina y Convenios 107:8–9 en silencio. Antes de leer estos versículos, explique que en el versículo 9, la frase “La presidencia del sumo sacerdocio, según el orden de Melquisedec” se refiere a la Primera Presidencia. Pida a los alumnos que busquen lo que estos versículos enseñan acerca de la Primera Presidencia.
¿Qué enseñan estos versículos acerca de la Primera Presidencia? (Debajo del encabezado, escriba la siguiente verdad: La Primera Presidencia tiene la responsabilidad y la autoridad de presidir sobre cada oficio de la Iglesia).
De acuerdo con el versículo 22, ¿cómo sostenemos a la Primera Presidencia? (Las respuestas de los alumnos deben reflejar la siguiente verdad: La Primera Presidencia es sostenida por la confianza, la fe y las oraciones de la Iglesia. Quizá podría sugerir a los alumnos que marquen las palabras o frases del versículo 22 que enseñan este principio).
¿Por qué creen que debemos sostener a la Primera Presidencia?
Pida a un alumno que lea en voz alta las siguientes palabras del presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia. Pida al resto de los alumnos que presten atención a lo que dijo que debemos hacer para apoyar o sostener a nuestros líderes de la Iglesia.
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Presidente Henry B. Eyring
“A fin de sostener a quienes se hayan llamado… debemos examinar nuestra vida; arrepentirnos, de ser necesario; prometer guardar los mandamientos del Señor y seguir a Sus siervos.
“… sería acertado tomar la determinación de sostener con nuestra fe y oraciones a todos los que nos presten servicio en el reino. Sé, personalmente, del poder de la fe de los miembros para sostener a los que han sido llamados… He sentido de manera muy intensa las oraciones y la fe de las personas que no conozco y que me conocen a mí solo como alguien llamado a servir mediante las llaves del sacerdocio” (“La Iglesia verdadera y viviente”, Liahona, mayo de 2008, pág. 21).
¿Qué dijo el presidente Eyring que debemos hacer para sostener a nuestros líderes de la Iglesia?
¿Cómo podemos sostener a los líderes de la Iglesia, como la Primera Presidencia, a quienes no conocemos en persona?
Pida a los alumnos que piensen acerca de lo que están haciendo en la actualidad para sostener a la Primera Presidencia y a otros líderes de la Iglesia. Invítelos a escribir una meta específica en su cuaderno de apuntes o su diario de estudio de las Escrituras acerca de lo que van a hacer en el futuro para apoyarlos y sostenerlos mejor.
Escriba El Cuórum de los Doce Apóstoles en forma de encabezado en la pizarra. Pida a los alumnos que lean Doctrina y Convenios 107:23 en silencio y que busquen lo que el Señor dijo acerca de los deberes de los Doce Apóstoles.
Según el versículo 23, ¿a qué han sido llamados los Doce Apóstoles? (Una vez que hayan respondido los alumnos, escriba la siguiente doctrina en la pizarra, debajo de “El Cuórum de los Doce Apóstoles”: Los Apóstoles son testigos especiales del nombre de Jesucristo en todo el mundo. Si lo desea, sugiera a los alumnos que marquen esta doctrina en sus ejemplares de las Escrituras).
¿Qué creen que signifique que los Apóstoles son testigos especiales del nombre de Jesucristo?
Pida a los alumnos que lean lo que se dice en la Guía para el Estudio de las Escrituras acerca de la palabra y del título de Apóstol. Pida que los alumnos que den un informe de lo que encuentren.
Explique que el Presidente de la Iglesia es el apóstol de más antigüedad en la tierra y que los consejeros de la Primera Presidencia también son Apóstoles. Por lo tanto, los miembros de la Primera Presidencia también son testigos especiales del nombre de Jesucristo. Pida a los alumnos que piensen en lo que han sentido al escuchar o leer las palabras de los testigos, o testimonios, de los apóstoles. Invite a varios alumnos a compartir sus sentimientos con el resto de la clase.
Pida a los alumnos que lean Doctrina y Convenios 107:24 en silencio y que busquen lo que el Señor dijo acerca de la autoridad y el poder del Cuórum de los Doce Apóstoles.
En el versículo 24, ¿qué aprendemos acerca de la autoridad y el poder del Cuórum de los Doce Apóstoles? (El Cuórum tiene autoridad y poder equivalentes a los de la Primera Presidencia. Podría escribir esta información en la pizarra, debajo de “El Cuórum de los Doce Apóstoles”).
Explique que cuando los hombres son ordenados apóstoles, reciben las mismas llaves del sacerdocio que el Presidente de la Iglesia. Sin embargo, el Presidente de la Iglesia, como sumo sacerdote presidente del Sacerdocio de Melquisedec, es el único hombre sobre la tierra autorizado para ejercer todas las llaves del sacerdocio. Los demás Apóstoles utilizan las llaves del sacerdocio según les autoriza el Presidente de la Iglesia. Cuando muere el Presidente de la Iglesia, la Primera Presidencia queda disuelta y el Cuórum de los Doce, que tiene autoridad y poder equivalentes a los de la Primera Presidencia, se convierte en el órgano que preside la Iglesia. Como Presidente del Cuórum de los Doce, el Apóstol viviente de más antigüedad queda autorizado para ejercer todas las llaves del sacerdocio.
Pida a los alumnos que lean Doctrina y Convenios 107:25 en silencio y que busquen otro cuórum del sacerdocio mencionado en esta revelación y los deberes de sus miembros.
¿Cuál es el tercer cuórum que el Señor mencionó en esta revelación? (Conforme los alumnos vayan respondiendo, escriba Los Setenta como encabezado en la pizarra).
¿Cuáles son los deberes de los Setenta? (Una vez los alumnos hayan respondido, escriba la siguiente verdad debajo de “Los Setenta”: Los Setenta son llamados para predicar el Evangelio y ser testigos especiales de Jesucristo en todo el mundo).
Pida a los alumnos que lean Doctrina y Convenios 107:26 en silencio y que busquen lo que dijo el Señor acerca de la autoridad de los Setenta. Invite a los alumnos a hablar sobre lo que hayan encontrado.
Para ayudar a la clase a entender lo que el Señor dijo acerca de la autoridad de los Setenta, pida a un alumno que lea la declaración siguiente:
“Jesucristo posee todas las llaves del sacerdocio pertenecientes a Su Iglesia ha conferido sobre cada uno de Sus apóstoles todas las llaves pertenecientes al reino de Dios en la tierra. El Apóstol viviente de más antigüedad en el cargo, el Presidente de la Iglesia, es la única persona sobre la tierra autorizada para ejercer todas las llaves del sacerdocio…
“Los Setenta actúan por asignación y por la delegación de autoridad de la Primera Presidencia y del Cuórum de los Doce Apóstoles… A la Presidencia de los Setenta se les aparta y se les dan las llaves para presidir los Cuórums de los Setenta” (véase Manual 2: Administración de la Iglesia, 2010, 2.1.1).
Pida a varios alumnos que compartan experiencias que hayan vivido al leer o escuchar discursos de los miembros de la Primera Presidencia, el Cuórum de los Doce y los Setenta. Si los alumnos han conocido a algunos de estos hermanos, pídales que compartan también esas experiencias.
El Salvador explica cómo deben tomar sus decisiones esos cuórums presidentes de la Iglesia
Diga a los alumnos que desea que tomen una decisión sencilla en grupo (por ejemplo, podrían decidir el himno que cantarán en el siguiente devocional de clase). Anime a los alumnos a analizar sus opciones y a tomar una decisión todos juntos. Una vez que los alumnos hayan tomado una decisión, analicen lo siguiente:
¿De qué manera suelen tomar decisiones los grupos de personas?
¿De qué manera creen que estos métodos se pueden comparar con la manera en que toman decisiones la Primera Presidencia, el Cuórum de los Doce Apóstoles y los Setenta?
Divida la clase en grupos de dos e invítelos a que lean Doctrina y Convenios 107:27–32 juntos y descubran cómo deben tomar decisiones los cuórums presidentes de la Iglesia, según lo enseñó el Señor. Cuando los alumnos hayan tenido suficiente tiempo para estudiar estos versículos, analicen las preguntas siguientes:
Según estos versículos, ¿cómo toman decisiones los cuórums presidentes? (Una vez que los alumnos hayan respondido, podría resumir sus respuestas escribiendo el siguiente principio en la pizarra: Las decisiones de los cuórums presidentes de la Iglesia se toman por unanimidad y con rectitud).
¿Cuáles son las cualidades mencionadas en el versículo 30 que es importante que tengan estos hermanos para poder llegar a tomar decisiones unánimes?
Según el versículo 31, ¿qué promete el Señor a los cuórums presidentes de la Iglesia si se valen de esas cualidades para tomar decisiones?
¿De qué manera el hecho de saber que el Señor promete bendecir a la Primera Presidencia, al Cuórum de los Doce Apóstoles y a los Setenta con Su conocimiento les puede ayudar a ustedes a sostener a esos líderes con confianza, fe y oración, y a seguir su consejo?
El Señor da instrucciones adicionales a los cuórums presidentes de la Iglesia
Asigne a cada alumno uno de los versículos siguientes: Doctrina y Convenios 107:33, 34 o 35. Pida a los alumnos que estudien su versículo y que busquen verdades sobre los Doce Apóstoles o los Setenta. Una vez que haya transcurrido suficiente tiempo, pida a varios alumnos que pasen a la pizarra y escriban las verdades que han encontrado debajo de “El Cuórum de los Doce Apóstoles” o “Los Setenta”.
Entre las verdades que los alumnos podrían reconocer se encuentran las siguientes: Los Doce Apóstoles actúan en nombre del Señor y bajo la dirección de la Primera Presidencia para edificar la Iglesia. Los Setenta actúan en nombre del Señor, bajo la dirección de los Doce Apóstoles. Los Doce Apóstoles poseen las llaves de la proclamación del Evangelio de Jesucristo.
Finalice esta lección compartiendo su testimonio acerca de las responsabilidades sagradas de aquellos que son llamados por el Señor para dirigir Su Iglesia. Anime a los alumnos a sostener y apoyar a estos líderes prestando oído a sus consejos inspirados.
El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo que significa ser un testigo especial del nombre de Cristo:
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Élder David A. Bednar
“La función actual de un Apóstol es la misma que en la antigüedad (véase Hechos 1:22; 4:33). Nuestro mandato consiste en ir por todo el mundo y proclamar a ‘Jesucristo, y a este crucificado’ (véase Marcos 16:15; 1 Corintios 2:2). Un Apóstol es un misionero y un testigo especial del nombre de Cristo. El ‘nombre de Cristo’ hace referencia a la totalidad de la misión del Salvador, Su muerte y Su resurrección, Su autoridad, Su doctrina y Sus atributos singulares como Hijo de Dios que lo califican para ser nuestro Redentor y nuestro Salvador. Como testigos especiales del nombre de Cristo, damos testimonio de la realidad, divinidad y resurrección de Jesucristo, Su expiación infinita y eterna y Su evangelio” (“Special Witnesses of the Name of Christ”, The Religious Educator: Perspectives on the Restored Gospel, tomo XII, nro. 2, 2011, pág. 1).
El presidente Gordon B. Hinckley enseñó acerca de las decisiones de la Primera Presidencia y del Cuórum de los Doce Apóstoles:
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Presidente Gordon B. Hinckley
“En las deliberaciones de estos dos cuórums, no se llega a ninguna decisión si no hay total unanimidad. Al comenzar a considerar los asuntos, puede haber diferencias de opinión, lo cual es de esperarse, pues todos estos hombres provienen de circunstancias diferentes; todos tienen su propia opinión. Pero antes de llegar a la decisión final, se logra la unanimidad de pensamiento y de voz.
“Esto es de esperarse si se obedece la palabra revelada del Señor. Cito otras instrucciones de esa revelación:
“‘Las decisiones de estos cuórums, o cualquiera de ellos, se deben tomar con toda rectitud, con santidad y humildad de corazón, mansedumbre y longanimidad, y con fe, y virtud, y conocimiento, templanza, paciencia, piedad, cariño fraternal y caridad;
“‘porque existe la promesa de que si abundan estas cosas en ellos, no serán sin fruto en cuanto al conocimiento del Señor’ (D. y C. 107:30–31).
“Como testimonio, afirmo que, en los veinte años en que formé parte del Consejo de los Doce y en los casi trece años que llevo como miembro de la Primera Presidencia, jamás se ha tomado ninguna decisión importante en la que no se haya seguido ese procedimiento. En esas deliberaciones se han presentado diferencias de opinión, pero ese proceso ha sido un tamiz en el que se han cernido y seleccionado ideas y conceptos. No obstante, nunca he observado entre mis hermanos seria discordia ni enemistades; en cambio, he observado algo hermoso y extraordinario que ha tenido lugar: bajo la influencia directiva del Santo Espíritu y con el poder de la revelación, he visto la conformidad de puntos de vista diferentes hasta lograr una armonía y un acuerdo totales. Solamente entonces se pone en práctica la decisión. Testifico que eso representa el espíritu de revelación manifestado una y otra vez en la dirección de esta, la obra del Señor” (véase “La obra sigue adelante”, Liahona, julio de 1994, pág. 66).
El profeta José Smith enseñó que los Doce Apóstoles “son los que deben presidir las iglesias de los santos… Tendrán las llaves de este ministerio, de abrir la puerta del reino de los cielos a todas las naciones y predicar el Evangelio a toda criatura. Éste es el poder, la autoridad y la virtud de su apostolado” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 148).