Seminario
Lección 114: Doctrina y Convenios 108


Lección 114

Doctrina y Convenios 108

Introducción

El 26 de diciembre de 1835, Lyman Sherman, miembro fiel del Campo de Sion y uno de los siete presidentes del Cuórum de los Setenta, siguió una impresión espiritual y pidió guía al profeta José Smith en relación con su deber. Doctrina y Convenios 108 contiene la revelación que se dio a Lyman por medio del Profeta.

Sugerencias para la enseñanza

Doctrina y Convenios 108:1–3

El Señor perdona los pecados de Lyman Sherman

Empiece la clase haciendo las siguientes preguntas:

  • ¿Alguna vez han sentido que el Espíritu les indicaba que hicieran algo? ¿Qué bendiciones recibieron por haber obedecido las indicaciones del Espíritu?

Pida a los alumnos que lean en silencio la introducción de Doctrina y Convenios 108 y que busquen quién acudió al Profeta para pedir una revelación.

Invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente información acerca de Lyman Sherman:

Lyman Sherman era un miembro fiel de la Iglesia que había servido en el Campo de Sion y que había sido llamado a servir como uno de los siete presidentes del Cuórum de los Setenta. El profeta José Smith registró en su diario que, el 26 de diciembre de 1835 “el hermano Lyman Sherman entró y solicitó recibir la palabra del Señor a través de mí y dijo: ‘porque se ha obrado sobre mí para que le haga saber mis sentimientos y deseos, y se me ha prometido que recibiría una revelación que me hiciera saber cuál es mi deber’” (en History of the Church, tomo II, pág. 345; véase también Journals, Volume 1: 1832–1839, tomo I de la serie Journals de The Joseph Smith Papers, 2008, pág. 137).

  • ¿Qué creen que Lyman quería decir al declarar que “se había obrado” sobre él para que hablara con José Smith?

Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 108:1 en voz alta. Pida al resto de los alumnos que sigan la lectura en silencio y que busquen la bendición que el Señor dio a Lyman Sherman por haber obedecido la indicación de que hablara con el Profeta. Pida a los alumnos que expliquen lo que encuentren.

  • De acuerdo con lo que el Señor le reveló a Lyman Sherman, ¿cuál es la bendición que invitamos cuando obedecemos de todo corazón la voz del Señor? (Es posible que los alumnos utilicen otras palabras, pero deben establecer el siguiente principio: Al obedecer la voz del Señor, lo invitamos a extender Su perdón. Tal vez desee anotar este principio en la pizarra).

  • ¿Por qué creen que la obediencia a las indicaciones del Señor propicia el perdón?

Para ayudar a los alumnos a comprender este principio, explique que la voz del Señor se puede escuchar por medio de las Escrituras, las palabras de Sus profetas de los últimos días y las indicaciones del Espíritu Santo. La obediencia a Dios incluye el llenar nuestra vida de actividades justas que nos aporten poder espiritual. Pida a un alumno que lea en voz alta la siguiente explicación que se encuentra en Leales a la Fe: “Una obediencia total te brinda todo el poder del Evangelio en tu vida, incluso mayor fortaleza para superar tus debilidades; Esta obediencia comprende acciones que quizás inicialmente no pensaba que formaran parte del arrepentimiento, como la asistencia a las reuniones, el pago del diezmo, el prestar servicio y el perdonar a los demás. El Señor prometió: ‘El que se arrepienta y cumpla los mandamientos del Señor será perdonado’ (D. y C. 1:32)” (Leales a la Fe: Una referencia del Evangelio, 2004, págs. 22–23).

Pida a los alumnos que lean Doctrina y Convenios 108:2 en silencio, y dígales que busquen el consejo que el Señor dio a Lyman Sherman después de decirle que sus pecados habían sido perdonados. Invítelos a que compartan lo que encuentren.

  • ¿Qué creen que signifique la expresión “repose tu alma en cuanto a tu condición espiritual”?

  • ¿De qué manera creen que el consejo de “no resistas más [la] voz [del Señor]” podría servirle de ayuda a alguien para que su alma repose?

Pida a los alumnos que busquen en Doctrina y Convenios 108:1–2 un principio relacionado con lo que recibimos al ser perdonados por el Señor. (Es posible que los alumnos encuentren varios principios, pero asegúrese de hacer hincapié en lo siguiente: El perdón del Señor brinda reposo a nuestra alma).

Señale que las personas arrepentidas se preguntan en ocasiones si han sido perdonadas por sus pecados cuando siguen sintiendo el peso de ellos. Invite a un alumno a leer las siguientes declaraciones. Pida a la clase que preste atención al consejo que se da a aquellos a los que se les dificulte hallar reposo para su alma.

El presidente Boyd K. Packer, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo lo siguiente:

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Presidente Boyd K. Packer

“La gran mañana del perdón quizás no llegue en seguida. Pero no se den por vencidos si fracasan en el primer intento; muchas veces la parte más difícil del arrepentimiento es perdonarse a sí mismo. El desaliento es parte de la prueba. No se den por vencidos: esa mañana luminosa llegará.

“Entonces, volverán a sentir ‘la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento’ [Filipenses 4:7]. Y ustedes, como Él, no recordarán más sus pecados. ¿Cómo lo sabrán? ¡Les aseguro que lo sabrán! [Véase Mosíah 4:1–3]” (“La luminosa mañana del perdón”, Liahona, enero de 1995, pág. 23).

  • ¿Cómo describirían lo que se siente cuando el alma reposa?

Pida a los alumnos que lean Doctrina y Convenios 108:3 en silencio y que busquen otro consejo que el Señor dio a Lyman Sherman.

  • ¿Qué consejo dio el Señor al hermano Sherman? (Que se “[levantara] y [tuviera] más cuidado desde ahora en adelante, de observar [sus] votos”. La palabra observar en este contexto significa cumplir u obedecer. Un voto es una promesa o un convenio).

  • ¿Cuáles son algunos de los votos que hacemos?

Pida a los alumnos que reflexionen sobre cómo pueden “tener más cuidado desde ahora en adelante” al observar sus votos. Si hay suficiente tiempo, dígales que escriban alguna forma en la que puedan observar sus votos con mayor cuidado.

Pida a algunos alumnos que expliquen la forma en que las verdades que han encontrado en Doctrina y Convenios 108:1–3 podría animarlos, a ellos o a algún amigo o familiar, a obedecer la voz del Señor y obtener el perdón.

Invite a los alumnos a reflexionar acerca de la manera en que pueden aplicar esos principios y sentirse tranquilos acerca de su condición espiritual ante el Señor.

Doctrina y Convenios 108:4–8

El Señor da otros consejos y promesas a Lyman Sherman

Pregunte a los alumnos si alguna vez han oído hablar de una asamblea solemne. Si alguno sabe qué es, pídale que explique lo que entiende por ese término. Si necesitan ayuda, explique que una asamblea solemne es una reunión especial que se celebra “para dedicar un templo, para dar instrucciones especiales a los líderes del sacerdocio y para sostener a un nuevo Presidente de la Iglesia” (David B. Haight, “Las asambleas solemnes”, Liahona, enero de 1995, pág. 16). En diciembre de 1832, el Señor prometió a los santos que si edificaban un templo y celebraban una asamblea solemne, Él derramaría grandes bendiciones sobre ellos (véase D. y C. 88:70–75, 117–119). En diciembre de 1835, cuando se dio a Lyman Sherman la revelación registrada en Doctrina y Convenios 108, faltaban solo tres meses para la dedicación del templo de Kirtland. Entre enero y mayo de 1836 se celebraron varias reuniones en Kirtland, algunas de ellas clasificadas como asambleas solemnes. Durante la semana del 27 de marzo de 1836 se celebraron asambleas solemnes como parte de la dedicación del Templo de Kirtland, entre ellas una asamblea solemne en la que se dieron instrucciones especiales a los líderes del sacerdocio y que tuvo lugar el 30 de marzo de 1836.

Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 108:4–6 en voz alta. Pida al resto de la clase que siga la lectura en silencio y que busque lo que el Señor prometió a Lyman que recibiría en la asamblea solemne.

  • ¿Qué dijo el Señor que recibiría Lyman Sherman?

Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 108:7–8 en voz alta. Pida al resto de la clase que siga la lectura en silencio y que busque las instrucciones que el Señor dio al hermano Sherman. Invite a los alumnos a dar un informe de lo que hayan encontrado. Es posible que tenga que explicar que las exhortaciones son palabras de consejo o aliento.

  • ¿De qué maneras deseaba el Señor que Lyman Sherman fortaleciera a sus hermanos?

Pida a los alumnos que reconozcan las verdades que se hallan en Doctrina y Convenios 108:7–8. Es posible que encuentren varias verdades, entre ellas la siguiente: Debemos fortalecer a los demás en todas nuestras conversaciones y en todos nuestros hechos. Si lo desea, sugiera que los alumnos marquen esa verdad en sus Escrituras.

  • ¿De qué forma pueden fortalecer en sus conversaciones a las personas a su alrededor? ¿De qué forma pueden fortalecerlas en sus acciones?

Invite a los alumnos a describir alguna experiencia en la que alguien les haya fortalecido de la manera que el Señor aconsejó a Lyman Sherman en el versículo 7.

Pida a los alumnos que piensen en alguna persona a la que puedan fortalecer el día de hoy y en un hecho concreto que llevarán a cabo para conseguirlo.

Explique a los alumnos que Lyman Sherman siguió fiel hasta su muerte. El profeta José Smith, que se encontraba en la cárcel de Liberty, llamó y nombró a Lyman para que fuera miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles el 16 de enero de 1839, pero Lyman falleció antes de recibir la carta del Profeta en la que se le comunicaba su nuevo llamamiento.

Finalice compartiendo una experiencia en la que alguien le haya fortalecido o usted haya fortalecido a alguna persona.

Comentarios e información de contexto

Doctrina y Convenios 108:1–2. “Te son perdonados tus pecados… Repose, por tanto, tu alma”

El presidente Harold B. Lee enseñó lo siguiente:

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Presidente Harold B. Lee

“Si llega el momento en que han hecho todo lo posible por arrepentirse sinceramente de sus pecados, quienesquiera que sean, dondequiera que se encuentren, y si han hecho lo posible por hacer las debidas correcciones y restituciones… Entonces, con seguridad, desearán recibir la respuesta confirmatoria del Señor, para saber si Él les ha perdonado o no. Si en la profunda investigación de su alma encuentran la paz de conciencia que buscan, así podrán llegar a saber que el Señor ha aceptado su arrepentimiento” (véase “Permaneced en los lugares santos”, Liahona, marzo de 1974, pág. 44).

Doctrina y Convenios 108:3. “Ten más cuidado desde ahora en adelante, de observar los votos que has hecho”

El élder Richard G. Scott, del Cuórum de los Doce Apóstoles, testificó de las bendiciones que se reciben al guardar los convenios:

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Élder Richard G. Scott

“Al confiar en [el Señor], conocer y seguir Su voluntad, recibirás bendiciones que tu mente limitada no puede comprender acá en la tierra. Tu Padre Celestial y Su Santo Hijo saben mejor que tú lo que trae felicidad. Ellos te han dado el plan de la felicidad y, al comprenderlo y seguirlo, tendrás la bendición de ser feliz. Si de buena gana obedeces, recibes y honras las ordenanzas y los convenios de ese santo plan, tendrás la satisfacción más grande de esta vida; sí, incluso momentos de maravillosa felicidad; y te prepararás para una gloriosa eternidad con tus seres queridos que sean dignos de ese reino” (véase “La confianza en el Señor”, Liahona, enero de 1996, pág. 20).

Doctrina y Convenios 108:6. “[Tendrás] el derecho de predicar mi evangelio, dondequiera que te mande”

Lyman Sherman fue uno de los siete presidentes del Cuórum de los Setenta. Mientras se encontraba instruyendo a los miembros de los Setenta, el 30 de marzo de 1836, acerca del llamamiento de ellos de predicar el Evangelio, el profeta José Smith dijo lo siguiente:

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Profeta José Smith

“Los Setenta son libres de ir a Sion, si lo desean, o a cualquier otro lugar para predicar el Evangelio; Dejen que la redención de Sion sea su propósito y esfuércense por llevarla a cabo haciendo que ascienda toda la fuerza de la Casa del Señor allí donde los encuentren” (Journals, Volume 1: 1832–1839, tomo I de la serie Journals de The Joseph Smith Papers, 2008, pág. 215; ortografía, puntuación y mayúsculas estandarizadas; véase también History of the Church, tomo II, pág. 432).