De mediados de abril a mediados de junio de 1828, el profeta José Smith estuvo traduciendo las planchas de oro mientras vivía en Harmony, Pensilvania. Un acaudalado granjero y hombre de negocios llamado Martin Harris estaba cumpliendo las funciones de escriba mientras José traducía el Libro de Mormón. Martin era 22 años mayor que José y les había dado a José y a Emma $50 dólares (que era una cantidad importante en aquella época) para que se trasladaran a Harmony, donde vivía la familia de Emma, y así ayudar a José mientras traducía las planchas. En febrero de 1828, José le dio permiso a Martin para que tomara unas copias de los caracteres de las planchas y las llevara a dos profesores de Nueva York para que las autenticaran (véase José Smith—Historia 1:63–65). A Lucy Harris, la esposa de Martin, le preocupaba cada vez más el interés de Martin y su participación financiera en la traducción de las planchas; por esa razón ella y otras personas empezaron a presionar a Martin para que les mostrara evidencia de la existencia de ellas. Con el objeto de calmar las preocupaciones de esas personas, a mediados de junio, Martin le pidió a José que le diera permiso para llevar como prueba las 116 páginas manuscritas que habían completado.
José Smith aprende que la obra de Dios no se puede frustrar
Piensa en situaciones en las que hayas sentido la tentación de escuchar a un amigo en vez de seguir el consejo o los mandamientos del Padre Celestial. Por ejemplo, podrías haberte sentido tentado a permitir que un amigo copiara tu tarea escolar o podría haberte tentado la idea de mirar con tus amigos una película o un video en internet que no eran apropiados. ¿Por qué a veces es difícil oponerse a los amigos cuando te piden que hagas algo que sabes que está mal?
A mediados de junio de 1828, el profeta José Smith, con Martin Harris como escriba, ya había traducido 116 páginas manuscritas de las planchas de oro. Martin le pidió a José que le permitiera llevar el manuscrito para “leerlo a sus amigos y así [quizá] podría convencerlos de la verdad” (Histories, tomo I: Joseph Smith Histories, 1832–1844, tomo I de la serie Histories de The Joseph Smith Papers, 2012, pág. 15). José acudió al Señor con la petición de Martin, pero se le dijo que no debía dejar que el manuscrito saliera de su posesión. Martin convenció a José de que volviera a preguntar, lo cual resultó en otra respuesta negativa del Señor. Martin se impuso y logró que José preguntara una vez más; ante el tercer pedido, el Señor le dio permiso para que Martin llevara el manuscrito, si acordaba mostrarlo solo a su esposa y a unos pocos y selectos familiares. Sin embargo, Martin rompió su juramento y el manuscrito se perdió. Debido a que José no había aceptado el primer consejo del Señor, sino que había entregado “lo que era sagrado en manos de un hombre inicuo” (D. y C. 3:12), Moroni le quitó las planchas y el Urim y Tumim al Profeta. Sin embargo, se le dijo a José que podría tenerlos de nuevo si era “humilde y penitente” (Lucy Mack Smith, History of Joseph Smith by His Mother, ed. Preston Nibley, 1958, pág. 134).
Imagen
Martin Harris
Teniendo en cuenta lo que sabes sobre Martin Harris y todo lo que había hecho por José Smith, ¿por qué crees que José insistió en preguntarle a Dios si Martin podía llevarse el manuscrito, a pesar de que Dios ya había dado una respuesta clara las primeras dos veces que preguntó?
Tras la pérdida de las 116 páginas, el Profeta pasó por una enorme angustia. En julio de 1828, Moroni le devolvió temporalmente el Urim y Tumim a José con el fin de que recibiera la revelación que se encuentra en Doctrina y Convenios 3. Lee Doctrina y Convenios 3:1–3 y resalta una verdad que Dios le haya revelado al profeta José Smith en esos versículos.
De esos versículos aprendemos que los propósitos de Dios no se pueden frustrar. Podría serte útil el entender que, según se usa en Doctrina y Convenios 3:1, la palabra frustrar significa evitar que se cumpla.
En el diario de estudio de las Escrituras, escribe acerca de cómo esa verdad podría haber sido un consuelo para José Smith en ese momento. ¿Por qué crees que es importante que las personas que se encuentran al servicio del Señor también entiendan que los propósitos de Dios no se pueden frustrar?
El Señor reprende a José Smith y lo exhorta a arrepentirse
Si bien el Señor tranquilizó a José, Él también deseaba que Su joven profeta entendiera los errores que había cometido y las consecuencias de esos errores. Lee Doctrina y Convenios 3:4–6 y determina qué palabras y frases pueden haber sido difíciles de escuchar para José Smith.
Ahora lee Doctrina y Convenios 3:12–15 y piensa por qué era tan grave a la vista del Señor lo que José había hecho. Podría ser útil entender qué quiso decir el Señor al referirse a Martin Harris como un “hombre inicuo” (D. y C. 3:12). Martin no fue un hombre que disfrutara del pecado; no fue un hombre impenitente ni inmoral; más bien fue un hombre que pecó por haber cedido a sus debilidades, entre ellas el orgullo. En Doctrina y Convenios 3:13, fíjate cuáles fueron las razones que dio el Señor para explicar en qué sentido Martin era inicuo.
El Señor le recordó a José lo que debería haber hecho al estar bajo la presión de Martin Harris. Lee Doctrina y Convenios 3:7 y completa la siguiente verdad de acuerdo con el consejo que el Señor le dio a José Smith: Debemos temer a Dios más que . Quizá sería bueno que resaltaras las palabras o frases del versículo 7 que enseñan ese principio.
La siguiente explicación del élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, puede ayudarte a entender mejor esta verdad:
Imagen
Élder D. Todd Christofferson
“Muchos pasajes de las Escrituras nos aconsejan temer a Dios. Hoy día la palabra temor generalmente se interpreta como ‘respeto’, ‘reverencia’ o ‘amor’, es decir, temer a Dios equivale a amarle o respetarlo a Él y Su ley. Habitualmente esa suele ser la interpretación correcta, pero me pregunto si en ocasiones temor realmente no significa temor, como cuando los profetas hablan de temer ofender a Dios al quebrantar Sus mandamientos…
“Debemos amarlo y reverenciarlo hasta el punto de temer hacer algo que sea malo a Sus ojos, cualesquiera que sean las opiniones o la presión de los demás” (“La percepción de lo sagrado”, charla fogonera del Sistema Educativo de la Iglesia para jóvenes adultos, 7 de noviembre de 2004, págs. 6–7).
En el diario de estudio de las Escrituras, explica cómo el temor, es decir, amar, reverenciar y temer ofender a Dios, según explicó el élder Christofferson, puede ayudarnos a tomar buenas decisiones aún cuando sintamos la presión de otras personas.
A José Smith se le dijo lo que habría hecho Dios en el caso de que José hubiera escuchado Su primera respuesta al pedido de Martin Harris. Marca esa confirmación en Doctrina y Convenios 3:8.
Según lo que has aprendido de Doctrina y Convenios 3:8, completa este principio del tipo “si–entonces” en tu diario de estudio de las Escrituras: Si somos fieles a los mandamientos del Señor, entonces …
Piensa en una ocasión u ocasiones en las que hayas escogido seguir los mandamientos del Señor en vez de la persuasión o la influencia de otras personas. ¿En qué forma se ha cumplido esta promesa en tu vida?
Al comienzo de esta lección se te pidió que pensaras en situaciones en las que podrías sentirte tentado a escuchar a un amigo en vez de ser obediente al Padre Celestial. En el diario de estudio de las Escrituras, explica en qué forma la verdad que aprendiste por medio de Doctrina y Convenios 3:8 podría ayudarte cuando te sientas tentado o sientas la presión de hacer algo que sabes que no es correcto.
Lee Doctrina y Convenios 3:9–11 y busca la promesa que el Señor le hizo a José Smith a pesar de la gravedad de los errores que había cometido. Piensa en cómo se aplica esa promesa a nosotros cuando pecamos o cometemos errores.
El Señor explica Sus propósitos para el Libro de Mormón
En Doctrina y Convenios 3:16–20 se explican los propósitos del Señor con respecto al Libro de Mormón. Lee esos versículos y busca la razón por la cual la obra que José Smith estaba realizando era tan importante para el Señor y Su pueblo.
Un tiempo después de que se le devolvieran las planchas del Libro de Mormón y el Urim y Tumim, el profeta José Smith recibió instrucciones del Señor en cuanto a qué hacer con la porción de las planchas que correspondía a las páginas manuscritas que se habían perdido. El Señor le mandó a José que no volviera a traducir esa parte y le reveló los planes secretos de Satanás de destruir la obra de Dios. Luego le mandó a José que tradujera las planchas menores de Nefi, las cuales se usarían como reemplazo del material de las 116 páginas perdidas y explicó el propósito del Libro de Mormón y su función en el establecimiento de Su Iglesia.
En Doctrina y Convenios 10:1–2 el Señor le recordó a José por qué le fue quitado el poder para traducir y qué sucedió como resultado de su error. Lee Doctrina y Convenios 10:3–4 y busca el consejo que el Señor le dio a José Smith cuando empezó a traducir de nuevo.
¿Cómo habrá influido el remordimiento que sentía José por la pérdida del manuscrito en su deseo de esforzarse aún más al realizar la traducción? El Señor sabía que José Smith tenía otras prioridades, como cuidar de su esposa y ganarse la vida, por lo cual le aconsejó que no trabajara o tradujera más de lo que sus fuerzas le permitieran. ¿Cómo podría servirte de guía el consejo de no correr más aprisa de lo que te permiten tus fuerzas?
Satanás procura destruir a José Smith y la obra de Dios
¿De qué manera podría una trampa como la que se muestra a continuación representar las intenciones de Satanás con respecto a nosotros?
Imagen
mouse trap with cheese
Lee Doctrina y Convenios 10:5 y busca qué fue lo que el Señor le mandó al profeta José Smith que hiciera a fin de eludir las trampas de Satanás. (Doctrina y Convenios 10:5 es un pasaje del Dominio de las Escrituras).
Completa el siguiente principio según lo que se enseña en Doctrina y Convenios 10:5 acerca de las bendiciones que podemos recibir gracias a la oración: Si oramos siempre, . Sería bueno que marcaras las palabras y frases de Doctrina y Convenios 10:5 que enseñan ese principio.
El Señor advirtió a José de la trampa que Satanás había puesto a fin de destruir al Profeta y la obra de Dios. Lee Doctrina y Convenios 10:6, 10–19 y determina cuáles eran los planes de las personas inicuas que tenían el manuscrito que Martin Harris había llevado a su casa.
En Doctrina y Convenios 10:20–29 el Señor habló sobre la influencia que Satanás había tenido en las personas que robaron las 116 páginas manuscritas. Además, reveló cuáles eran los objetivos de Satanás. De esos versículos aprendemos que Satanás desea destruir la obra del Señor y nuestra alma.
¿Cómo puede ayudarte a evitar y esquivar las trampas de Satanás el conocer las intenciones que él tiene y los métodos que usa? En el diario de estudio de las Escrituras, escribe un plan de lo que puedes hacer para eludir o esquivar sus trampas, como por ejemplo: evitar ver imágenes inmorales si aparecen de repente frente a ti o no ir a lugares que sabes que debes evitar.
En Doctrina y Convenios 10:30–37 aprendemos que, debido a los planes que tenían esas personas inicuas de destruir la obra de Dios y la reputación de José Smith, el Señor le mandó al Profeta que no volviera a traducir la parte de las planchas que se encontraba en las páginas perdidas.
El Señor manda a José Smith que traduzca las planchas de Nefi
Lee Doctrina y Convenios 10:38–42 y busca qué le dijo el Señor al profeta José Smith que tradujera en lugar de la porción de las planchas que había sido traducida en el manuscrito perdido.
El documento que se perdió incluía la traducción del libro de Lehi, que era un compendio que había hecho Mormón de las planchas mayores de Nefi (las cuales abarcaban los años 600 a.C. hasta 130 a.C.). Nefi había sido inspirado a escribir las planchas menores de Nefi, y Mormón fue inspirado a poner las planchas menores de Nefi junto con su registro “para un sabio propósito”, el cual en aquel momento no llegaban a comprender completamente (véanse 1 Nefi 9:5; Palabras de Mormón 1:3–7). Las planchas menores de Nefi abarcaban aproximadamente el mismo período que el libro de Lehi (desde el año 600 a.C. al año 130 a.C.).
¿Cómo te ayuda el saber que Dios preparó un medio para compensar la pérdida de las 116 páginas del manuscrito miles de año antes de que se perdieran a confiar más plenamente en Él?
El Señor explica el propósito del Libro de Mormón y su función en el establecimiento de Su Iglesia
En Doctrina y Convenios 10:46–70 aprendemos que el Señor contestó las fieles oraciones de Sus discípulos nefitas al preservar y sacar a luz el Libro de Mormón en nuestra época. El Señor le enseñó al profeta José Smith que el Libro de Mormón “[pone] de manifiesto los puntos verdaderos de [Su] doctrina” (D. y C. 10:62). Sobre la base de esos puntos de doctrina, el Salvador estableció Su Iglesia en los últimos días.
Vuelve a leer Doctrina y Convenios 10:5 y luego escribe en tu diario de estudio de las Escrituras acerca de una ocasión en que la oración te haya ayudado a obtener la victoria sobre Satanás.
Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy: