Seminario
Unidad 11: Día 2, Doctrina y Convenios 45:16–75


Unidad 11: Día 2

Doctrina y Convenios 45:16–75

Introducción

A lo largo de la historia, muchas personas han sostenido opiniones diferentes acerca de la segunda venida de Jesucristo. Ese era el caso en marzo de 1831, cuando se recibió la revelación que está en Doctrina y Convenios 45. En esa revelación, el Señor dio detalles acerca de ciertos acontecimientos y señales asociados con Su segunda venida, entre ellos, el establecimiento de la Nueva Jerusalén (o Sion). El Señor también dio instrucciones al profeta José Smith para que comenzara a trabajar en una traducción del Nuevo Testamento, a fin de preparar a los santos para las cosas que vendrían.

Doctrina y Convenios 45:16–46

El Salvador revela muchas señales y acontecimientos que han de preceder a Su segunda venida

¿Cómo sabes que se acerca una tormenta? ¿Por qué conviene conocer esas señales?

Los que conocen las señales de un acontecimiento que se avecina pueden estar preparados para él. ¿Qué señales conoces que te alertan que los siguientes acontecimientos ya están ocurriendo o están próximos?

  • Los últimos días

  • La segunda venida de Jesucristo

Como lo indica Doctrina y Convenios 45:16, las personas de la época del ministerio terrenal de Jesucristo, al igual que las de los días de José Smith y las de la actualidad, estaban interesadas en conocer más acerca de los acontecimientos que precederían a la segunda venida del Salvador. En Doctrina y Convenios 45, el Señor describió señales que nos alertarían de la cercanía de ese acontecimiento. Muchos de los pasajes de Doctrina y Convenios 45 son los que el Señor reveló a Sus discípulos que vivieron con Él durante Su ministerio terrenal (véase Mateo 24).

  1. Para reconocer las señales que el Salvador dijo que precederían Su segunda venida, escribe las siguientes referencias en tu diario estudio de las Escrituras; escribe cada referencia en una línea distinta, dejando espacio para escribir las señales: D. y C. 45:18–21; D. y C. 45:22–27; D. y C. 45:28–31, 33; D. y C. 45:40–43. Luego lee los versículos de cada referencia buscando las señales que precederán la Segunda Venida y anota la señales junto a la referencia. Si quieres, podrías hacer dibujos de lo que lees en lugar de escribir las señales.

Algunas de estas señales de la Segunda Venida ya han ocurrido. Por ejemplo, el Templo de Jerusalén ya fue destruido por los romanos en el año 70 d. C. (véase D. y C. 45:18–21). La frase “los tiempos de los Gentiles” en Doctrina y Convenios 45:25 se refiere al tiempo cuando se ofrecería el Evangelio principalmente a los gentiles, o sea, a los que no son de ascendencia judía, que es la época en la que vivimos hoy en día.

Lee Doctrina y Convenios 45:34, y determina cómo se sintieron los discípulos de la época de Jesucristo cuando Él les dijo acerca de estas cosas. ¿Por qué crees que las personas hoy en día puedan tener sentimientos similares en lo relativo a las señales de la segunda venida del Salvador?

Lee Doctrina y Convenios 45.38, y fíjate en lo que sabremos cuando veamos que las señales se están cumpliendo.

Lee Doctrina y Convenios 45:32, 39. Al estudiar estos versículos, determina lo que harán los seguidores de Jesucristo de nuestros días para estar listos para Su segunda venida. En la Guía para el Estudio de las Escrituras se explica que uno de los significados de la palabra temor en las Escrituras es “sentir reverencia y admiración por Él y obedecer Sus mandamientos”.

De acuerdo con lo que has estudiado, ¿cuál es la promesa del Señor para los que están en lugares santos y reverencian a Dios? Completa este principio: Si estamos en lugares santos y prestamos atención a las señales, estaremos .

Comúnmente “lugares santos” nos hace pensar en los edificios de la Iglesia, tales como los centros de reuniones y los templos. Al leer la siguiente declaración, fíjate en otra manera de permanecer en lugares santos:

“Los ‘lugares santos’ tienen más que ver con la forma en que vivimos que con el lugar donde vivamos. Si llevamos el tipo de vida que nos haga dignos de la compañía constante del Espíritu Santo, entonces en verdad se puede decir que estamos en un lugar santo…

“Un lugar santo es cualquier sitio en el que el hombre goce del Espíritu de Dios” (Doctrina y Convenios, Manual para el alumno, manual del Sistema Educativo de la Iglesia, pág. 184).

  1. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Cómo podemos vivir en el mundo hoy en día y aún estar en lugares santos?

    2. Los seguidores de Jesucristo, ¿cómo le temen o lo reverencian en la vida diaria? Describe a una persona que conozcas que lo hace.

Doctrina y Convenios 45:47–59

El Salvador revela las señales y maravillas que ocurrirán cuando Él se aparezca a los judíos

Cuando Jesucristo vuelva, Él aparecerá a algunos grupos específicos. Luego aparecerá con gran poder, majestuosidad y gloria, de un modo que todo el mundo lo verá. En una de Sus apariciones, Él se pondrá de pie sobre el Monte de los Olivos en Jerusalén, mientras los judíos estén siendo atacados. Lee Doctrina y Convenios 45:48 y ve lo que pasará con ese monte y con la tierra cuando el Salvador esté de pie sobre él.

Para completar la siguiente tabla, lee los versículos correspondientes y responde las preguntas con tus propias palabras:

D. y C. 45:49–50: ¿Qué les pasará a las naciones de la tierra al tiempo de la Segunda Venida?

D. y C. 45:51–53: ¿Por qué llorarán los judíos cuando regrese el Señor?

Si no conoces la parábola de las Diez Vírgenes, lee Mateo 25:1–13. ¿En qué sentido fueron prudentes cinco de las diez vírgenes? Lee Doctrina y Convenios 45:56–57 y determina cómo puedes ser prudente en tu preparación para la Segunda Venida. Considera marcar lo que encuentres.

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cinco vírgenes prudentes

Escribe un principio del tipo “Si–entonces” para explicar lo que debemos hacer para ser prudentes y prepararnos para la Segunda Venida:

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Élder Dallin H. Oaks

El élder Dallin H. Oaks, del Cuórum de los Doce Apóstoles, habló acerca de esta parábola y lo que representan las diez vírgenes: “Los cálculos aritméticos de esta parábola son espeluznantes. Las diez vírgenes obviamente representan a los miembros de la Iglesia de Cristo, porque todas fueron invitadas a las fiestas de bodas y todas sabían lo que se requería para ser admitidas cuando el esposo llegara; pero solo la mitad estuvo lista cuando Él llegó” (“La preparación para la Segunda Venida”, Liahona, mayo de 2004, pág. 8).

El presidente Spencer W. Kimball empleó la parábola de las Diez Vírgenes para enseñar acerca de la manera de estar preparados para la segunda venida del Salvador:

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Presidente Spencer W. Kimball

“Creo que las diez vírgenes representan a los miembros de la Iglesia de Jesucristo y no a las masas del mundo. Todas las vírgenes, tanto las prudentes como las insensatas, habían aceptado la invitación a la cena de bodas; estaban enteradas del programa y se les había anunciado el día importante que vendría…

“¡A medianoche! Precisamente a la hora más oscura, cuando menos lo esperaban, vino el esposo. Cuando el mundo esté lleno de tribulación y se necesite ayuda, y parezca que el tiempo ya ha pasado y que la espera ya es inútil, entonces vendrá Cristo. Las medianoches de la vida son las horas precisas en que los cielos le ofrecen al hombre el alivio a su cansancio. Mas cuando el clamor llega, ya no hay tiempo para prepararse…

“Las vírgenes insensatas les pidieron a las otras que les dieran de su aceite, pero la preparación espiritual no puede compartirse en un instante. Las prudentes tenían que irse, o de lo contrario el esposo se hubiera ido sin ser recibido. Ellas necesitaban todo el aceite para su propio uso; y no les era posible salvar a las insensatas. La responsabilidad era individual.

“No se trató de egoísmo o falta de bondad. El tipo de aceite que se necesita para iluminar el camino y alumbrar en la oscuridad no es del que se puede compartir. ¿Cómo se puede compartir la obediencia al principio del diezmo, una mente tranquila como producto de una vida recta, o la acumulación de conocimiento? ¿Cómo se puede compartir la fe o el testimonio? ¿Cómo se pueden compartir las actitudes o la castidad, o la experiencia de una misión? ¿Cómo se pueden compartir los privilegios del templo? Cada uno debe obtener esa clase de aceite por sí

“Las vírgenes insensatas no estaban renuentes a comprar aceite; sabían que tenían que proveerse del mismo, pero simplemente lo aplazaron para más tarde, ignorando la hora en que el [novio]

“En la parábola, el aceite se puede comprar en el mercado. En nuestra vida, el aceite de la preparación se acumula gota a gota por medio de una vida de rectitud. La asistencia a las reuniones sacramentales agrega aceite a nuestras lámparas gota por gota a través de los años. El ayuno, la oración familiar, la orientación familiar, el control de los apetitos de la carne, la predicación del Evangelio, el estudio de las Escrituras; cada acto de dedicación y obediencia constituye una gota que se agrega a nuestra reserva. Los actos de bondad, el pago de ofrendas y de diezmos, las acciones y pensamientos castos y el matrimonio bajo el convenio eterno —todos estos contribuyen sustancialmente a incrementar el aceite con el que podemos reabastecer a medianoche nuestras lámparas vacías” (La fe precede al milagro, 1983, págs. 253–257).

  1. Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿De qué forma te estás preparando para la segunda venida de Jesucristo recibiendo la verdad y aceptando al Santo Espíritu como guía?

El presidente Boyd K. Packer, Presidente del Cuórum de los Doce Apóstoles, testificó acerca de la importancia de tener la compañía del Espíritu durante estos tiempos turbulentos:

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Presidente Boyd K. Packer

“Vivimos en tiempos difíciles, muy difíciles. Tenemos la esperanza y oramos para que vengan días mejores, pero no va a ser así. Las profecías nos lo dicen. No estaremos exentos como pueblo, como familias ni cada uno individualmente de las pruebas que vendrán…

“No es necesario vivir con temor al futuro. Tenemos muchos motivos para regocijarnos y muy pocos para temer. Si seguimos la inspiración del Espíritu, estaremos a salvo, no importa lo que nos depare el futuro; se nos mostrará lo que debamos hacer” (“Lenguas de fuego”, Liahona, julio de 2000, pág. 8).

Doctrina y Convenios 45:60–61

El Señor manda al profeta José Smith que inicie la traducción del Nuevo Testamento

Lee o cita el octavo Artículo de Fe. La frase “hasta donde esté traducida correctamente”, ¿qué da a entender en cuanto a la Biblia? José Smith consultó los pasajes de la Biblia cuando él deseó saber a qué iglesia debía unirse. Él amaba la Biblia y halló gran consuelo en sus palabras. Sin embargo, conforme la estudiaba, fue notando errores y contradicciones y pensó que faltaba información o estaba incompleta; tal como él lo explicó: “… era evidente que se habían quitado de la Biblia muchos puntos importantes tocantes a la salvación del hombre, o se habían perdido antes de su compilación” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 229; véase también Guía para el Estudio de las Escrituras, “Biblia”).

Dijo también: “Creo en la Biblia tal como se hallaba cuando salió de la pluma de sus escritores originales. Los traductores ignorantes, los escribientes descuidados y los sacerdotes intrigantes y corruptos han cometido muchos errores” (Enseñanzas: José Smith, pág. 217; véase también 1 Nefi 13:25–29).

Cerca del verano de 1830, el Señor mandó al profeta José Smith que tradujera la Biblia. Esa “traducción” no era de un idioma a otro, tampoco trabajó el Profeta con un manuscrito bíblico original, sino que leía y estudiaba pasajes de la Biblia del Rey Santiago [en inglés] y hacía correcciones o agregaba partes según lo inspiraba el Espíritu. Gracias a esa revisión inspirada, la Traducción de José Smith (TJS) ha bendecido al mundo al aclarar el contenido doctrinal de la Biblia, en especial, en lo concerniente a la misión de Jesucristo y la naturaleza de Dios.

Cuando se recibió la revelación contenida en Doctrina y Convenios 45, el 7 de marzo de 1831, José Smith estaba trabajando en su revisión inspirada del Antiguo Testamento. Un día después de recibir esa revelación, José Smith comenzó a traducir el Nuevo Testamento. Lee Doctrina y Convenios 45:60–61 para conocer la razón de ello.

Doctrina y Convenios 45:62–64

Se advierte a los santos que se congreguen en las tierras del Oeste

El Señor da instrucciones para que los santos salgan “de las regiones del Este” y se trasladen al Oeste (D. y C. 45:64). Observa el siguiente mapa para visualizar la zona.

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mapa del noreste de los Estados Unidos

Lee Doctrina y Convenios 45:62–64 y busca una razón por la que el Señor mandó a Sus santos congregarse en “las tierras del oeste” (D. y C. 45:64).

¿Qué dijo el Señor que estaba cerca, “aun a vuestras puertas” (D. y C. 45:63)?

Piensa en lo que significa la expresión metafórica “aun a vuestras puertas”.

Para 1831, la frontera occidental de los Estados Unidos se extendía a lo largo del extremo occidental de Misuri. Más tarde, el Señor guiaría a los Santos aun más hacia el oeste, a un territorio ahora conocido como Utah. Gracias a que los santos obedecieron el consejo del Señor, fueron librados de las calamidades relacionadas con la Guerra Civil de Estados Unidos (1861–1865).

Doctrina y Convenios 45:65–75

El Señor describe la Nueva Jerusalén (Sion)

Si pudieras escoger un lugar para vivir, ¿dónde vivirías? ¿Por qué?

Lee Doctrina y Convenios 45:65–67, y busca el nombre de la heredad de los santos y la razón por la que sería un lugar deseable para vivir.

  1. Anota en tu diario de estudio de las Escrituras las razones por las que te gustaría vivir en la Nueva Jerusalén.

Estos versículos enseñan que la Nueva Jerusalén será un lugar de paz y seguridad y la gloria del Señor estará allí. En Doctrina y Convenios 45:67, observa qué más habrá allí además de la gloria del Señor. ¿Qué consecuencia dijo el Señor que habría al estar también presente “el terror del Señor”?

Lee Doctrina y Convenios 45:68–71 y determina quiénes se congregarán en la Nueva Jerusalén (Sion).

  1. Completa la siguiente declaración en tu diario de estudio de las Escrituras: Gracias a lo que aprendí hoy, haré lo siguiente para prepararme para los acontecimientos venideros:

  2. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Doctrina y Convenios 45:16–75 y he terminado esta lección el (fecha).

    Preguntas adicionales, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: