Seminario
Unidad 11: Día 4, Doctrina y Convenios 47–48


Unidad 11: Día 4

Doctrina y Convenios 47–48

Introducción

En marzo de 1831, el profeta José Smith recibió las revelaciones registradas en Doctrina y Convenios 4748. En Doctrina y Convenios 47, el Señor designó a John Whitmer para sustituir a Oliver Cowdery como historiador y registrador de la Iglesia. En Doctrina y Convenios 48, el Señor dio instrucciones a los santos en Ohio de que ayudaran a los miembros que venían de Nueva York. El Señor también dio instrucciones a los miembros de la Iglesia para que se preparasen para comprar terrenos para la edificación de la ciudad de Sion en Misuri.

Doctrina y Convenios 47

El Señor designa a John Whitmer para que lleve un registro de la historia de la Iglesia

Piensa en un acontecimiento pasado de importancia espiritual en el que hayas participado y que pienses que valga la pena recordar (por ejemplo: la dedicación de un templo, una reunión de la Iglesia o una actividad familiar como una boda o un funeral).

Si te es posible, cuéntale a un familiar acerca de ese acontecimiento y comparte con esa persona tus respuestas a las siguientes preguntas. (Si ningún familiar estuviere disponible, sencillamente reflexiona acerca de estas preguntas).

  • ¿Qué fue lo que más te impresionó acerca de ese acontecimiento?

  • ¿Qué importancia tiene el recordar ese acontecimiento?

  • ¿En qué sentido el conocer ese acontecimiento podría bendecir a tu posteridad dentro de cien años?

Lee la introducción de Doctrina y Convenios 47 y los versículos 1–3 de esta sección para que sepas en qué consistía el llamamiento que John Whitmer recibió del Señor. ¿Por qué piensas que es importante que alguien escriba la historia de la Iglesia?

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Libro 1 de Revelaciones

John Whitmer copió las revelaciones que había recibido José Smith anteriormente en un libro que ahora se conoce como Libro 1 de Revelaciones. Ese libro contiene muchas de las más antiguas transcripciones de esas revelaciones.

Piensa en algún acontecimiento de la historia de la Iglesia que sea inspirador para ti. ¿Cómo supiste de ese acontecimiento?

Conocemos los acontecimientos pasados de la historia de la Iglesia debido a que alguien creó y llevó registros para preservarlos para nuestra época y para las futuras generaciones. Recuerda que en una revelación previa, el Señor dijo: “… se llevará entre vosotros una historia” (D. y C. 21:1). Hoy en día, hay un historiador y registrador en la Iglesia, designado por la Primera Presidencia. Sin embargo, el historiador no puede observar ni registrar todo lo que sucede en la Iglesia, por lo que se le manda recolectar historias de otras personas. En general, las experiencias de los miembros de la Iglesia forman parte de la historia de la Iglesia y pueden ejercer una influencia en las futuras generaciones.

El élder Marlin K. Jensen, de los Setenta, quien sirvió como historiador y registrador de la Iglesia de 2005–2012, enseñó: “Muchos de los relatos más importantes de la Iglesia se encuentran en las historias personales y familiares, que son parte de nuestro patrimonio individual y familiar” (“Se llevará entre vosotros una historia”, Liahona, diciembre de 2007, pág. 29).

  1. Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿por qué es importante tu historia personal?

  2. Piensa en los acontecimientos espiritualmente importantes de tu vida que sientes que valgan la pena recordar. Imagínate que tus hijos y nietos vayan a leer tu registro personal de uno de esos acontecimientos. Escribe en tu diario de estudio de las Escrituras cuál fue el acontecimiento y responde las siguientes preguntas:

    1. ¿Sobre qué aspecto del acontecimiento vas a escribir?

    2. ¿Qué quieres que tus descendientes sientan y sepan sobre ese acontecimiento?

Lee Doctrina y Convenios 47:4 para que sepas lo que el Señor prometió dar a John Whitmer en su labor de “llevar continuamente el registro y la historia de la iglesia” (D. y C. 47:3).

Basándote en lo que leíste en Doctrina y Convenios 47:4, completa el siguiente principio: Si , el Espíritu nos puede ayudar a .

El Espíritu Santo puede hacer que recordemos cosas (véase Juan 14:26) y ayudarnos a escribir acerca de acontecimientos y situaciones de maneras que puedan bendecir a familiares y a otras personas de futuras generaciones. Ora y vive digno de la ayuda del Espíritu, conforme te esfuerzas por llevar tu historia personal.

Medita en otras formas de progresar en tu esfuerzo por llevar un diario personal o escribir una historia personal de acontecimientos, ordenanzas y personas importantes de tu vida.

Doctrina y Convenios 48

Los santos de Ohio deben ayudar a los que vienen de Nueva York y deben prepararse para recibir su herencia en Sion

Imagínate que en una zona distante hubiera miembros de la Iglesia que se vieran afectados por un desastre natural reciente y tuvieran que ser evacuados de sus hogares. Los líderes de la Iglesia les han pedido a ti y a tu familia que alojen por unos meses a algunas de esas personas que han sido desplazadas. ¿Qué preguntas y preocupaciones tendrían tú y tu familia? ¿Qué preocupaciones y sentimientos piensas tú que albergarían quienes irían a vivir a tu casa?

Observa el Mapa 3 de la historia de la Iglesia que se encuentra en tu ejemplar de las Escrituras: “La región de Nueva York, Pensilvania y Ohio de EE. UU.”. Ubica Palmyra, en el estado de Nueva York, y Kirtland, en el estado de Ohio. ¿Cuántas millas o kilómetros separan ambas poblaciones aproximadamente?

En febrero de 1831, el profeta José Smith se trasladó desde Palmyra, Nueva York, hasta Kirtland, Ohio. En los meses siguientes, muchos miembros de la Iglesia también lo hicieron. Esos miembros habían dejado atrás muchos bienes y recursos terrenales para obedecer el mandamiento de Dios y trasladarse a Ohio, por lo que necesitaban ayuda. ¿Qué crees que el Señor requeriría de ti si hubieras vivido en Ohio y hubieras visto que algunos de los santos que llegaban a tu zona no tenían hogar ni muchos medios para vivir?

Lee Doctrina y Convenios 48:1–3 para averiguar lo que pidió el Señor que hicieran los miembros de la Iglesia en Ohio por los miembros de la Iglesia que se mudaban a esa región. Un principio que aprendemos en estos versículos es que el Señor manda a los Santos de los Últimos Días a que compartan lo que tienen con los necesitados. Quizás quieras escribir este principio junto al versículo 2.

Observa en Doctrina y Convenios 48:3 que el Señor esperaba que los que se mudaban a Ohio compraran tierras allí si contaban con recursos y medios. De igual modo, el Señor espera que utilicemos nuestros recursos, cuando los tengamos, y que no dependamos de otros.

  1. Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Qué maneras hay en la Iglesia en la actualidad para compartir lo que tenemos con los demás?

Lee el relato que contó el presidente James E. Faust, de la Primera Presidencia, y fíjate cómo un hombre joven cumplió con el mandamiento de impartir a los necesitados:

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Presidente James E. Faust

“Hace algunos años, un cuórum de presbíteros decidió reunir alimentos para los necesitados como proyecto de servicio. Jim, uno de los presbíteros, estaba emocionado de poder participar y estaba decidido a juntar más alimentos que los demás. Llegó el momento de que los presbíteros se reunieran en la capilla. Todos salieron al mismo tiempo y regresaron a una hora determinada por la tarde. Para sorpresa de todos, el carrito de Jim estaba vacío. Él estaba un poco serio y algunos de los jóvenes se burlaron. Al ver esto, como sabía que Jim tenía un interés especial en vehículos, el asesor le dijo: ‘Acompáñame afuera, Jim. Quiero que veas mi automóvil, me está dando algunos problemas’.

“Al llegar afuera, el asesor le preguntó a Jim si estaba molesto. Él dijo: ‘No, en realidad no; pero cuando salí a juntar los alimentos realmente recibí muchos. Mi carrito estaba lleno, pero de regreso a la capilla me detuve en la casa de una mujer divorciada que no es miembro de la Iglesia pero que vive dentro de los límites de nuestro barrio. Toqué a su puerta, le expliqué lo que estábamos haciendo y me pidió que pasara. Empezó a buscar algo para darme. Abrió el refrigerador y pude ver que estaba casi vacío. Las alacenas estaban vacías. Finalmente encontró una pequeña lata de duraznos.

“‘Yo casi no podía creerlo. Tenía todos esos niños a su alrededor que necesitaban alimento y ella me entregó la lata de duraznos. La tomé, la puse en mi carrito y seguí mi camino. Iba a medio camino cuando sentí un calor que me envolvía y supe que debía regresar a esa casa. Le di toda la comida’.

“El asesor dijo: ‘Jim, nunca olvides cómo te sentiste esta noche, porque de eso se trata todo esto’” (“Nutrientes espirituales”, Liahona, noviembre de 2006, pág. 54).

  1. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Qué crees que le estaba pasando a Jim cuando sintió que debía regresar?

    2. Cuando el asesor dijo refiriéndose a lo que sintió Jim, que “de eso se trata todo esto”, ¿qué crees que quiso decir?

  2. Identifica una manera en la que puedes ayudar a cubrir la necesidad de otra persona, quizás compartiendo algo que tienes. Por ejemplo, podrías ayudar a un familiar, un amigo, a alguien de tu clase o de tu cuórum, alguien de tu vecindario o de tu escuela. Escribe en tu diario de estudio de las Escrituras lo que harás para ayudar a la persona en quien pensaste, y luego procede con tu plan.

En Doctrina y Convenios 48:4–6, el Señor explicó que deseaba que los santos se prepararan para comprar tierras cuando Él revelara la ubicación de la Ciudad de Sion, la Nueva Jerusalén. El Señor les pidió que ahorraran todo el dinero que pudieran en preparación para poner los fundamentos de esa ciudad.

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Doctrina y Convenios 47–48 y he terminado esta lección el (fecha).

    Preguntas adicionales, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: