Seminario
Unidad 16: Día 4, Doctrina y Convenios 76:50–80


Unidad 16: Día 4

Doctrina y Convenios 76:50–80

Introducción

Tras ver en visión la gloria del Hijo, la caída de Lucifer y la condición de los hijos de perdición, se le mostraron al profeta José Smith y a Sidney Rigdon las personas que tomarán parte en la resurrección de los justos: los habitantes de los Reinos Celestial y Terrestre.

Doctrina y Convenios 76:50–70

El Señor revela los requisitos para recibir la Gloria Celestial y sus bendiciones

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hogar de John Johnson

La habitación donde se recibió la visión registrada en Doctrina y Convenios 76.

El 16 de febrero de 1832, mientras trabajaba en la traducción de la Biblia, el profeta José Smith hizo cambios inspirados en el texto del pasaje Juan 5:29 relativo a la resurrección de los justos y la de los injustos (véase D. y C. 76:15–17). Él y Sidney Rigdon estaban meditando en la descripción que hizo Juan de la resurrección de los justos y la de los injustos cuando recibieron la visión que se encuentra en Doctrina y Convenios 76. Lee Doctrina y Convenios 76:50 y averigua quiénes les fueron mostrados a José Smith y a Sidney Rigdon tras la visión de los hijos de perdición. (En tu lectura puede ser útil que sepas que la palabra justo en este versículo significa recto. Si lo deseas, escribe esta definición en tu ejemplar de las Escrituras junto a Doctrina y Convenios 76:50).

Lee Doctrina y Convenios 76:70 y marca quiénes constituían el primer grupo de personas que José y Sidney vieron que resucitarán en la resurrección de los justos. Como parte de esa visión, el Señor reveló las cualidades de los que heredarán el Reino Celestial.

  1. Escribe el encabezamiento Convertirme en una persona celestial en tu diario de estudio de las Escrituras. Lee Doctrina y Convenios 76:51–53 y, debajo del encabezamiento en tu diario de estudio de las Escrituras, haz una lista de las cualidades descritas en estos versículos de aquellos que heredarán el Reino Celestial. Trata de encontrar al menos·cuatro cualidades.

Para que comprendas mejor algunas de las frases que encontraste, puede ser útil que sepas que “[recibir] el testimonio de Jesús” (D. y C. 76:51) es obtener un testimonio por revelación personal de que Jesucristo es el Salvador y actuar en tu vida de forma acorde con ese testimonio. “[Vencer] por la fe” (D. y C. 76:53) es vencer las tentaciones y el pecado al ejercer la fe en Jesucristo. Las personas son “sellad[as] por el Santo Espíritu de la promesa” (D. y C. 76:53; véase también D. y C. 132:7) cuando el Espíritu Santo confirma que las ordenanzas del sacerdocio efectuadas y los convenios hechos son aceptables ante Dios. Esa aprobación depende de la fidelidad de la persona.

  1. Para ayudarte a comprender mejor las cualidades de una persona celestial, responde una o más de las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Qué has hecho para recibir el testimonio de Jesucristo y mantenerlo fuerte?

    2. ¿Qué podrías hacer para recibir mejor el testimonio de Jesucristo?

    3. ¿En qué forma el recibir el testimonio de Jesucristo y guardar Sus mandamientos nos ayuda a ser más dignos del Reino Celestial?

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Jesucristo

Además de revelar algunas de las cualidades de las personas que heredarán el Reino Celestial, el Señor pasó a describir algunas de las bendiciones que recibirán los habitantes del Reino Celestial. Lee Doctrina y Convenios 76:54–68 para conocer esas bendiciones. Podrías marcar las bendiciones que sean especialmente significativas para ti.

Lee Doctrina y Convenios 76:69–70 y determina lo que les sucede a los que son dignos del Reino Celestial. En tu lectura, puede serte útil saber que la palabra perfectos, en el versículo 69, no significa sin faltas; significa completo. (Mateo 5:48 nota b al pie de página ofrece estas traducciones alternativas de la palabra griega: “completo, íntegro y plenamente desarrollado”).

Aun cuando nuestro mejor esfuerzo por guardar todos los mandamientos no nos haga perfectos, sí hace posible el que recibamos la gracia del Salvador y seamos limpiados por Su “perfecta expiación [en la que derramó] su propia sangre” (D. y C. 76:69). Cada uno de nosotros puede ser hecho perfecto mediante Jesucristo, y ser exaltados con nuestra familia en el grado más alto del Reino Celestial (véase Moroni 10:32–33). Esta verdad nos puede alentar a guardar los mandamientos y a recibir las ordenanzas de salvación, a fin de que recibamos estas grandes bendiciones. De ese modo, podemos llegar a ser perfectos mediante la expiación de Jesucristo. Podrías escribir este principio debajo del encabezamiento “Convertirme en una persona celestial” en tu diario de estudio de las Escrituras.

  1. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. Los principios que se enseñan en Doctrina y Convenios 76:69–70 ¿cómo fortalecen tu fe y te inspiran a procurar la exaltación en el Reino Celestial?

    2. ¿Cómo nos ayudan los principios que se enseñan en esos versículos a vencer el desaliento a medida que procuramos obtener la Gloria Celestial?

Doctrina y Convenios 76:71–80

Se les muestra en visión a José Smith y a Sidney Rigdon el Reino Terrestre

Si les preguntaras a tus amigos si ellos creen que puedan heredar el Reino Celestial, o sea, regresar a vivir eternamente con el Padre Celestial junto con su familia, ¿cuántos piensas que te responderían que sí creen que pueden hacerlo? ¿Crees que puedes heredar el Reino Celestial?

El obispo Joseph L. Wirthlin, del Obispado Presidente, testificó: “Todos somos candidatos al Reino Celestial” (en Conference Report, abril de 1952, pág. 118). Podrías escribir esa declaración en tu diario de estudio de las Escrituras o en el margen de tu ejemplar de las Escrituras.

Aunque todas las personas son candidatas al Reino Celestial, algunas deciden no vivir a la altura de su potencial. Lee Doctrina y Convenios 76:71 y marca lo que el profeta José Smith y Sidney Rigdon vieron a continuación en la visión.

Observa cómo las Escrituras utilizan la diferencia entre la luz reflejada de la luna y la luz que irradia directamente del sol para simbolizar la diferencia entre las glorias del Reino Terrestre y el Celestial. Aun cuando los habitantes de los Reinos Celestial y Terrestre están incluidos en la resurrección de los justos, los que obtengan cuerpos celestiales resucitarán con gloria y bendiciones mayores que quienes obtengan cuerpos terrestres.

Lee Doctrina y Convenios 76:72–80 y averigua en qué se diferencian los habitantes del Reino Terrestre de los habitantes del Reino Celestial.

Repasa Doctrina y Convenios 76:71–79 y marca lo que encuentres sobre las personas que heredarán el Reino Terrestre. “Recuerda que solo Dios, que conoce el corazón de todos, puede hacer el juicio final de las personas (véanse Apocalipsis 20:12; 3 Nefi 27:14; D. y C. 137:9)” (Leales a la Fe: Una referencia del Evangelio, 2004, pág. 111). Solamente el Señor puede conocer nuestro corazón; debemos abstenernos de hacer juicios sobre el reino que creemos que heredarán otras personas.

  1. Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿De qué modo son cegadas algunas personas por las artimañas de los hombres hoy en día?

Una diferencia importante entre los que heredan el Reino Celestial y los que heredan el Terrestre es lo que ellos hacen con su testimonio de Jesucristo. Los que heredan el Reino Terrestre “no son valientes en el testimonio de Jesús” (D. y C. 76:79). El élder Bruce R. McConkie, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó:

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Élder Bruce R. McConkie

“Y, ¿qué significa ser valiente en el testimonio de Jesús?

“Es ser intrépido y arrojado, usar todas nuestras fuerzas, energía y habilidad en la guerra contra el mundo; es pelear la buena batalla de la fe… La gran piedra angular de la valentía en la causa de la justicia, es la obediencia a toda la ley del evangelio completo…

“Ser valiente en el testimonio de Jesús es creer en Cristo y Su Evangelio con inalterable convicción; es conocer la veracidad y divinidad de la obra del Señor en la tierra.

“Pero eso no es todo. Es algo más que creer y saber; debemos ser hacedores de la palabra y no tan solamente oidores. Es más que adorar con palabras, más que limitarse a confesar el divino origen del Salvador; es obediencia y conformidad y corrección personal…

“Ser valiente en el testimonio de Jesús es… ‘perseverar hasta el fin’ (2 Nefi 31:20). Es vivir nuestra religión, practicar lo que predicamos, guardar los mandamientos” (véase “Sé valiente en la batalla de la fe”, Liahona, abril 1975, págs. 38–39).

Cada uno de nosotros tiene el potencial de heredar el Reino Celestial mediante las decisiones que tomamos. Como se enseña en los pasajes que has estudiado en esta lección, si somos valientes en el testimonio de Jesús, podremos obtener el Reino Celestial de Dios. Añade este principio debajo del encabezamiento “Convertirme en una persona celestial” en tu diario de estudio de las Escrituras.

  1. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. Piensa en alguien que conozcas que consideres valiente en el testimonio de Jesucristo. ¿Qué características y acciones demuestran su valentía?

    2. ¿Qué te ha ayudado a ser valiente en tu testimonio de Jesucristo?

  2. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Doctrina y Convenios 76:50–80 y he terminado esta lección el (fecha).

    Preguntas adicionales, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: