Seminario
Unidad 19: Día 3, Doctrina y Convenios 88:70–141


Unidad 19: Día 3

Doctrina y Convenios 88:70–141

Introducción

La porción de la revelación de Doctrina y Convenios 88 que se estudia en esta lección abarca las instrucciones del Señor a un grupo de líderes del sacerdocio de que aprendieran juntos, tanto por el estudio como por la fe, y se demostraran amor y amistad el uno para con el otro. El Señor también predice las señales de Su segunda venida, el orden de la resurrección y los acontecimientos próximos a la gran batalla final contra Satanás.

Doctrina y Convenios 88:70–117

El Señor manda a los élderes de la Iglesia prepararse para su ministerio y revela acontecimientos relacionados con Su segunda venida

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aposento alto

La Escuela de los Profetas se reunía en el aposento alto de la tienda de Newel K. Whitney hasta que se construyó el Templo de Kirtland.

En Kirtland, Ohio, en el invierno de 1832–1833, el Señor mandó a un grupo de poseedores del sacerdocio a reunirse en lo que se llamó la Escuela de los Profetas, con el objeto de prepararse para predicar el Evangelio entre las naciones de la tierra. El Señor mandó a ese grupo permanecer en Kirtland y aprender el uno del otro. Lee Doctrina y Convenios 88:77–80 y busca lo que el Señor mandó hacer a esos poseedores del sacerdocio cuando se reunieran. Si lo deseas, marca lo que encuentres.

En Doctrina y Convenios 88:81–115, el Señor reveló muchos de los acontecimientos que precederán y seguirán a Su segunda venida. También reveló acontecimientos que sucederán al final del Milenio.

El Señor reveló que los muertos resucitarán en orden, según su rectitud. Los que resucitan primero son los que heredan el Reino Celestial (véase D. y C. 88:97–98, 107). Los que resucitan en segundo lugar son los que heredan el Reino Terrestre (véase D. y C. 88:99). Los que heredan el Reino Telestial resucitarán después del Milenio (véase D. y C. 88:100–101). Finalmente, aquellos que “permanecerán sucios aún” —los nacidos en esta tierra que llegaron a ser hijos de perdición— resucitarán y serán arrojados a las tinieblas de afuera (véase D. y C. 88:102, 114).

Doctrina y Convenios 88:118–126

El Señor explica un modelo de aprendizaje

  1. Haz una lista en tu diario de estudio de las Escrituras de algunas cosas que hayas aprendido recientemente en la Iglesia o en tus estudios. A continuación, responde la siguiente pregunta: ¿En qué se diferencia el aprendizaje de temas escolares, como las matemáticas y las ciencias, del aprendizaje de los temas del Evangelio? ¿En qué se asemejan? (Véase D. y C. 88:78–79).

Lee Doctrina y Convenios 88:118 y observa la manera en que debían procurar aprender los que asistían a la Escuela de los Profetas. Sería bueno que marques lo que encuentres. ¿Qué piensas que signifique aprender “por la fe”?

Lee la siguiente declaración del élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y marca las palabras y frases que te permitan entender mejor lo que significa aprender por la fe:

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Élder David A. Bednar

“En calidad de aprendices, ustedes y yo debemos actuar y ser hacedores de la palabra, y no solamente oidores sobre los que se actúa. ¿Somos ustedes y yo agentes que actúan y que tratan de buscar conocimiento por la fe o aguardamos a que se nos enseñe y que se actúe sobre nosotros?…

“Aprender por la fe requiere un esfuerzo espiritual, mental y físico, y no tan solo una recepción pasiva. Es la sinceridad y la constancia de nuestros actos inspirados en la fe lo que indica a nuestro Padre Celestial y a Su Hijo Jesucristo nuestra disposición para aprender y recibir instrucción del Espíritu Santo.

“Aprender por la fe requiere ‘el corazón y una mente bien dispuesta’ (D. y C. 64:34). Aprender por la fe es el resultado de que el Espíritu Santo lleve el poder de la palabra de Dios no solo al corazón, sino también al interior del mismo. Aprender por la fe no se puede transferir del instructor al alumno… antes bien, el alumno debe ejercer su fe y actuar a fin de obtener el conocimiento por sí mismo” (“Buscar conocimiento por la fe”, Liahona, septiembre de 2007, pág. 20).

Aprendemos por la fe cuando participamos activamente y con oración en el aprendizaje del Evangelio, y actuamos conforme a lo que aprendemos.

Observa que al comienzo de Doctrina y Convenios 88:118, el Señor indicó que algunos no tenían fe. De lo que aprendes en este versículo, ¿cómo completarías el siguiente principio acerca de cómo podemos aumentar nuestra fe? Si , entonces, nuestra fe en Jesucristo aumentará.

  1. A fin de que comprendas cómo se puede poner en práctica este principio en tu vida, lee cada una de las situaciones siguientes. Luego escribe en tu diario de estudio de las Escrituras lo que podría cambiar la persona en cada situación para poder aprender por el estudio y por la fe. Escribe también acerca de cómo las acciones de las personas ayudarían a que aumentara su fe.

    1. Una mujer joven lee con regularidad las Escrituras, pero rara vez se detiene a pensar sobre lo que lee. No tiene la impresión de que la lectura de las Escrituras le esté aportando mucho.

    2. Un hombre joven asiste a las reuniones de la Iglesia y le gusta participar en las clases. A veces se siente inspirado a hacer cambios en su vida, conforme a lo que está aprendiendo, pero por lo general no actúa de acuerdo con esa inspiración.

  2. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Cuándo has sentido que tu fe crecía como resultado de procurar activamente aprender por el estudio y por la fe?

    2. ¿Cómo contribuyeron tus acciones a que tu fe aumentara?

    3. ¿Qué crees que debas hacer en el futuro para procurar aprender por el estudio y por la fe?

Para aprender más acerca de la Escuela de los Profetas, lee Doctrina y Convenios 88:119–120 y descubre cómo describió el Señor el lugar donde debía reunirse la Escuela de los Profetas. Si lo deseas, marca lo que encuentres.

En respuesta al mandamiento del Señor de construir la casa descrita en el versículo 119, los Santos finalmente edificaron el Templo de Kirtland. Mientras el Templo estuvo en construcción, la Escuela de los Profetas se reunió en el aposento alto de la tienda de Newel K. Whitney en Kirtland.

Escudriña Doctrina y Convenios 88:121–126 y descubre cómo esperaba el Señor que los hermanos líderes se comportaran en la Escuela de los Profetas. Reflexiona sobre cómo esos comportamientos te pueden ayudar cuando estudies el Evangelio a solas o con otras personas. Podrías meditar en cómo esas conductas que descubriste pueden aplicarse a tu vida.

  1. Responde la pregunta siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Qué piensas que signifique: “cesad de todas vuestras conversaciones livianas, de toda risa… y frivolidad” (D. y C. 88:121)?

Las instrucciones concerniente a la risa y las conversaciones livianas que recibieron los participantes de la Escuela de los Profetas hacían referencia a que esas personas debían ser reverentes en los entornos sagrados. Con el tiempo, esas reuniones se llevaron a cabo en el templo.

¿Por qué el obedecer ese consejo podría contribuir a tus esfuerzos por aprender cosas sagradas?

Ese consejo no significa, sin embargo, que toda risa sea pecaminosa. Con respecto a la risa, el presidente Gordon B. Hinckley dijo a la juventud de la Iglesia:

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Presidente Gordon B. Hinckley

“Ustedes pueden divertirse; ¡naturalmente que pueden hacerlo! Deseamos que se diviertan; deseamos que disfruten de la vida… Queremos que sean saludables y estén contentos; que canten, bailen, se rían y sean felices.

“Pero al hacerlo, sean humildes y dedicados a la oración, y las sonrisas del cielo destilarán sobre ustedes” (“El consejo y la oración de un profeta en beneficio de la juventud”, Liahona, abril de 2001, pág. 40).

Fíjate en la repetición de la palabra todos en Doctrina y Convenios 88:122. Imagínate el efecto sobre una clase, si todos los alumnos participaran en la lección y procuraran aprender el uno del otro.

Doctrina y Convenios 88:124 contiene la instrucción del Señor en cuanto a dormir. Considera cómo afecta el dormir más de lo necesario nuestra habilidad para aprender o para sentir el Espíritu. (D. y C. 88:124 es un pasaje del Dominio de las Escrituras. Tal vez desees marcarlo de una forma especial para poder localizarlo fácilmente después).

¿De qué modo crees que dormir el tiempo adecuado y levantarse temprano puede ayudarnos a aprender mejor? Un principio que podemos reconocer en las instrucciones del Señor en Doctrina y Convenios 88:118–126 es que el hacer obras de rectitud y dejar de hacer lo malo nos ayudará a aprender y a ser edificados. Podrías escribir ese principio en el margen de tu ejemplar de las Escrituras.

  1. Repasa Doctrina y Convenios 88:121–126 y determina qué aspectos de este consejo debes aplicar más plenamente en tu vida. En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe por qué piensas que seguir el consejo del Señor y hacer estas cosas sea importante para ayudarte a aprender el Evangelio y ser edificado.

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scripture mastery icon
Dominio de las Escrituras: Doctrina y Convenios 88:124

  1. Para ayudarte a memorizar Doctrina y Convenios 88:124, haz una lista en tu diario de estudio de las Escrituras de las seis conductas que el Señor dijo que deben abandonarse o seguirse. Repite la lista de acciones hasta que puedas recitarla de memoria. Para ayudarte a recordar y poner en práctica el consejo de este pasaje del Dominio de las Escrituras, puedes recitarlo en tu mente cada vez que asistas a Seminario, a una clase en la Iglesia o a una noche de hogar durante el próximo mes.

Doctrina y Convenios 88:127–141

El Señor presenta el orden de la Escuela de los Profetas

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una clase de mujeres jóvenes

Piensa en algunos lugares donde estudias el Evangelio junto con otras personas. Considera si en esos ambientes hay personas que no conozcas muy bien o con las que no te lleves muy bien. Conforme estudies Doctrina y Convenios 88:127–141, piensa en una de esas personas. Medita en esta pregunta: Tu relación con las otras personas con las que aprendes el Evangelio, ¿cómo afecta tu capacidad de aprender y ser edificado por el Espíritu?

El Señor esperaba que los miembros de la Escuela de los Profetas establecieran buenas relaciones unos con otros mientras aprendían juntos. Lee Doctrina y Convenios 88:128–134 y averigua cuál era la función del maestro para establecer un ambiente de aprendizaje espiritual en la Escuela de los Profetas. Si lo deseas, marca lo que encuentres.

El que el maestro saludara a los miembros de la clase significa que los recibía cordialmente conforme entraban. Era una salutación específica de la Escuela de los Profetas. ¿Qué te llama la atención de la salutación o el saludo del versículo 133?

Lee Doctrina y Convenios 88:135–137, y busca la función de los alumnos para establecer un buen ambiente de aprendizaje.

¿Qué clase de relación quería el Señor que los miembros de la Escuela de los Profetas tuvieran entre sí? De acuerdo con el versículo 137, ¿qué prometió el Señor si los miembros de la Escuela de los Profetas seguían Sus instrucciones?

El siguiente es uno de los principios que podemos aprender en estos versículos: Si demostramos amistad y amor los unos por los otros, invitamos al Espíritu al estudiar juntos el Evangelio.

  1. Repasa el saludo de Doctrina y Convenios 88:133. Luego contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Cómo crees que podemos demostrar “una determinación que es fija, inalterable e inmutable, de ser [un] amigo” a los miembros de la clase o de la familia que no conozcamos bien o que nos resulta difícil querer?

    2. ¿Cuándo has experimentado que estudiabas el Evangelio en un ambiente donde todos estaban resueltos a ser amigos? ¿Qué tal fue la experiencia? o ¿cómo te imaginas que sería?

    Piensa en cómo podrías cultivar la determinación de amar a los que aprenden el Evangelio contigo. Podrías anotar cualquier inspiración que recibas de demostrar mayor amabilidad y afecto hacia tus compañeros de clase y hacia los miembros de tu familia.

  2. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Doctrina y Convenios 88:70–141 y he terminado esta lección el (fecha).

    Preguntas adicionales, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: