Seminario
Unidad 25: Día 4, Doctrina y Convenios 117–120


Unidad 25: Día 4

Doctrina y Convenios 117–120

Introducción

El 8 de julio de 1838, en Far West, Misuri, el profeta José Smith recibió cuatro revelaciones que están registradas ahora como Doctrina y Convenios 117–120. En la primera de esas revelaciones (D. y C. 117), el Señor mandó a William Marks y a Newel K. Whitney arreglar sus negocios en Kirtland, Ohio, y unirse a los santos fieles que se estaban congregando en Far West. El Señor también mandó a Oliver Granger ir a Kirtland como representante de la Primera Presidencia. En la segunda revelación (D. y C. 118), el Señor llamó a nuevos Apóstoles para ocupar el lugar de los que habían caído, y llamó a todos los miembros del Cuórum de los Doce a servir en misiones en Gran Bretaña. En la tercera y cuarta revelaciones, registradas en Doctrina y Convenios 119120, el Señor enseñó la doctrina de los diezmos y reveló las pautas para que los líderes de la Iglesia supieran cómo utilizar los fondos de diezmos.

Doctrina y Convenios 117:1–11

El Señor manda a William Marks y a Newel K. Whitney que arreglen rápidamente sus negocios y salgan de Kirtland

En la primera parte de Doctrina y Convenios 117, el Señor se dirigió a William Marks y a Newel K. Whitney. William Marks era el presidente de estaca en Kirtland, Ohio, y era dueño de una librería. Newel K. Whitney era el obispo en Kirtland. Era un exitoso hombre de negocios y consagraba muchas de sus propiedades a la Iglesia.

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fotografía del frente de la tienda de Whitney

El 26 de abril de 1838, el Señor mandó que los santos se recogieran en Far West, Misuri, y en otros lugares (véase D. y C. 115:17–18). El 6 de julio de 1838, un grupo de unos 500 santos de la región de Kirtland, conocido como la Compañía de Kirtland, partió hacia Misuri (véase La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, segunda edición, Manual del sistema Educativo de la Iglesia, 2003, págs. 194–195). El presidente Marks y el obispo Whitney permanecieron en Kirtland.

En Doctrina y Convenios 117:1–3, leemos que el Señor mandó al presidente Marks y al obispo Whitney que arreglaran rápidamente sus negocios y partieran de Kirtland. Ellos debían partir antes que el Señor hiciera nevar en la región; en otras palabras, debían partir en el intervalo de cuatro meses.

Cuando leas las palabras del Señor en Doctrina y Convenios 117:4–5, te darás cuenta de que esos hombres estaban excesivamente preocupados por sus propiedades en Kirtland.

Fíjate en la siguiente pregunta en el versículo 4: “¿qué son los bienes para mí?”. Lee Doctrina y Convenios 117:5–8 y busca las razones por las que el Señor dijo eso. (Puede resultarte útil saber que la frase “los llanos de Olaha Shinehah” se refiere a la región alrededor de Adán-ondi-Ahmán en Misuri).

Imagínate que tienes frente a ti una jarra grande con tu bebida favorita, y un vaso grande vacío. Imagínate ahora que alguien vierte una gotita de la bebida en tu vaso. ¿Qué preferirías tener, un vaso lleno o solo una gota? ¿Por qué?

¿Qué crees que significa “codiciar … una gota, y despreciar las cosas más importantes”? (D. y C. 117:8). Codiciar significa desear algo que otra persona tiene. ¿Cómo eran tan solo una “gota” los beneficios de preservar las propiedades en Kirtland, a comparación de los beneficios de obedecer el mandato del Señor de congregarse en Misuri?

  1. En tu diario de estudio de las Escrituras, haz un resumen de lo que el Señor enseñó a estos hombres acerca de las propiedades que estaban codiciando, a comparación de Su poder para bendecirlos.

En Doctrina y Convenios 117:5–8 podemos identificar un principio sobre lo que ocurre cuando codiciamos las cosas temporales. Una manera de expresar ese principio es que el codiciar las cosas temporales puede causar que descuidemos las cosas más importantes.

  1. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Cuáles son algunas “gotas” temporales en tu vida que puedan estar causando que descuides las cosas más importantes del Evangelio?

    2. ¿Qué puedes hacer para centrar más tu vida en las cosas que son eternamente importantes?

En Doctrina y Convenios 117:10, leemos que el Señor llamó a William Marks para que continuara sirviendo como líder de la Iglesia cuando llegara a Far West, Misuri. El Señor dijo que si el presidente Marks era fiel “sobre pocas cosas”, él llegaría “a gobernar muchas cosas” (véase también Mateo 25:23).

Lee Doctrina y Convenios 117:11 y encuentra la reprensión que el Señor dio a Newel K. Whitney. Los nicolaítas que se mencionan en ese versículo eran miembros de una secta religiosa de la antigüedad. Decían que eran cristianos, pero se apartaron de los principios del Evangelio hacia las costumbres del mundo. Por ejemplo, su adoración incluía la comisión de pecados sexuales (véase Doctrina y Convenios: Manual para el alumno, Manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 1985, pág. 270).

Si Newel K. Whitney había decidido preocuparse más por las propiedades en Kirtland que por congregarse con los santos, ¿en qué pueden considerarse sus acciones similares a las de los nicolaítas?

Debido a su preocupación por las propiedades de la Iglesia en Ohio y debido a las persecuciones en Misuri, ni William Marks ni Newel K. Whitney pudieron congregarse con los santos en Far West. Sin embargo, siguieron el consejo del Señor y permanecieron fieles; posteriormente se reunieron con los santos en Nauvoo, Illinois, donde William Marks sirvió como presidente de estaca y Newel K. Whitney como obispo.

Doctrina y Convenios 117:12–16

El Señor nombra a Oliver Granger para representar a la Primera Presidencia en asuntos comerciales en Kirtland

Piensa en los llamamientos y las asignaciones que puedes recibir en la Iglesia. Esos llamamientos y asignaciones podrían ser: servir en una presidencia de cuórum o clase, dar un discurso en la reunión sacramental, servir como maestro orientador, hermanar a alguien o servir como misionero de tiempo completo. ¿Qué clase de sacrificios podrían requerir esos llamamientos?

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maestros orientadores caminando

Los hombres jóvenes que posean el Sacerdocio Aarónico pueden servir como maestros orientadores.

El Señor mandó a un hombre llamado Oliver Granger a salir de Far West, Misuri, y volver a Kirtland, Ohio, para “[luchar] seriamente por la redención de la Primera Presidencia de mi Iglesia” (D. y C. 117:13). Esa asignación comprendía el vender las propiedades de la Iglesia y liquidar los negocios de José Smith. Eso exigiría que Oliver hiciera sacrificios, ya que era casi ciego. Lee Doctrina y Convenios 117:12–15 y descubre las bendiciones que el Señor dijo que Oliver recibiría al cumplir con su asignación.

Observa la declaración del Señor en el versículo 13, que “su sacrificio será más sagrado para mí que sus ganancias”. Eso significa que el Señor estaba más interesado en el sacrificio de Oliver que en el dinero que él pudiera ganar como parte de su asignación. En este versículo aprendemos el siguiente principio: Los sacrificios que hacemos al servicio del Señor son sagrados para Él. Marca las palabras del versículo 13 que enseñan este principio.

  1. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Por qué es importante que hagas todo lo que puedas por cumplir con una asignación o un llamamiento en la Iglesia?

    2. ¿Cómo te sientes al considerar que los sacrificios que haces en el servicio del Señor son sagrados para Él?

Oliver Granger murió en Kirtland el 25 de agosto de 1841. En ese entonces, seguía siendo el representante de la Primera Presidencia en sus asuntos comerciales, y también había sido llamado para presidir la Iglesia en Kirtland. Aunque no tuvo éxito total en su asignación de liquidar los asuntos comerciales de la Iglesia, trabajó para preservar la integridad y el buen nombre de la Iglesia. Le fue fiel al Señor y al profeta José Smith.

En una carta de recomendación, José Smith y los demás miembros de la Primera Presidencia describieron a Oliver Granger como “un hombre de la más estricta integridad y virtud moral; y en resumen… un hombre de Dios” (en History of the Church, tomo III, pág. 350). El presidente Boyd K. Packer, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo:

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Presidente Boyd K. Packer

“¿Qué hizo Oliver Granger para que su nombre se recuerde en forma sagrada? No mucho, en realidad. No fue tanto lo que hizo, sino lo que fue…

“El Señor no esperaba que Oliver fuese perfecto y quizá ni siquiera que tuviera éxito…

“No siempre podemos esperar tener éxito, pero debemos hacer nuestro mejore esfuerzo” (véase “Mis hermanos más pequeños”, Liahona, noviembre de 2004, pág. 86).

Doctrina y Convenios 118

El Señor nombra nuevos Apóstoles y llama a todos los Apóstoles a prestar servicio en una misión

El 8 de julio de 1838, el Señor llamó nuevos Apóstoles para ocupar el lugar de los que habían apostatado. El Señor también llamó a los Doce Apóstoles a predicar el Evangelio.

Lee Doctrina y Convenios 118:4–5 y averigua a dónde envió el Señor a los Doce a predicar el Evangelio. La frase “cruzar las grandes aguas” hacía referencia a viajar al otro lado del Océano Atlántico, hacia Gran Bretaña. En Doctrina y Convenios 118:5, observa cuál era el lugar donde habían de reunirse antes de salir a su misión. Fíjate también en la fecha que el Señor dijo que ellos debían reunirse en ese sitio.

La persecución en Misuri aumentó en los meses que siguieron a esa revelación. Finalmente, los santos fueron expulsados de ese estado. Esas condiciones hicieron que fuese peligroso para los Doce el cumplir con el mandamiento del Señor de reunirse en Far West. Muchos residentes de Misuri presumían abiertamente que ellos impedirían que se cumpliera esa revelación. Pero los Doce estaban resueltos a obedecer el mandato del Señor.

La mañana del 26 de abril de 1839, los miembros del Cuórum de los Doce se reunieron en el terreno del templo. (No pudieron estar allí todos los miembros fieles del Cuórum, ya que algunos estaban en prisión). Comenzaron de nuevo a poner los cimientos del templo (véase D. y C. 115:11) colocando una enorme piedra cerca de la esquina sudeste del terreno. Ordenaron a los nuevos Apóstoles para llenar las vacantes en el Cuórum de los Doce, y luego partieron de allí sin que sus enemigos se enteraran. (Para obtener una relación más completa de esa experiencia, véase Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Wilford Woodruff, 2005, págs. 144–147).

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piedra angular del templo

Las piedras angulares del templo de Far West, Misuri, se colocaron en julio de 1838.

Doctrina y Convenios 119–120

El Señor revela la ley del diezmo

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nueve monedas, una moneda

Doctrina y Convenios 119120 contienen dos revelaciones acerca de la ley del diezmo. En la revelación registrada en Doctrina y Convenios 120, el Señor mandó que se organizara un consejo para disponer de los fondos de diezmo de la Iglesia. Hoy en día, cada barrio y rama envía los fondos de los diezmos de los miembros a ese consejo, en las Oficinas Generales de la Iglesia, llamado Consejo Encargado de la Disposición de los Diezmos. Los líderes locales no determinan cómo se usarán los fondos.

Lee Doctrina y Convenios 119:1–4. Puede ser conveniente que sepas que en el versículo 4, la palabra interés significa incrementos o ingresos.

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Presidente Howard W. Hunter

El presidente Howard W. Hunter explicó: “La ley dice claramente ‘la décima parte de todo su interés’. El interés significa ganancia, remuneración, utilidad. Es el sueldo de un empleado, la ganancia de la operación de un negocio, la utilidad que se recibe de lo que uno siembra o produce o la remuneración que recibe una persona de cualquier otra fuente de ingreso. El Señor dijo que será por ley fija ‘perpetuamente’ como lo ha sido en el pasado” (en Conference Report, abril de 1964, pág. 35).

Al leer las siguientes declaraciones hechas por presidentes de la Iglesia, busca las bendiciones que puedes recibir cuando pagas diezmo:

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Presidente Harold B. Lee

El presidente Harold B. Lee se refirió a la promesa del Señor de que Él “[abrirá] las ventanas de los cielos” para bendecir a quienes paguen el diezmo (véase Malaquías 3:8–11): “El abrir las ventanas de los cielos significa, desde luego, las revelaciones de Dios para quien esté dispuesto a sacrificar de este modo” (“The Way to Eternal Life”, Ensign, noviembre de 1971, pág. 16).

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Presidente Heber J. Grant

El presidente Heber J. Grant habló acerca de las bendiciones espirituales que recibimos cuando pagamos el diezmo: “La prosperidad llega a los que observan la ley del diezmo. Cuando digo prosperidad, no me refiero solo al dinero… sino que lo que considero la verdadera prosperidad, lo más valioso para todo hombre y para toda mujer que vive, es crecer en el conocimiento de Dios, y en testimonio, y en poder para vivir de acuerdo con el Evangelio e inspirar a nuestra familia a hacer lo mismo. Esa es la prosperidad auténtica” (véase Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Heber J. Grant, 2002, págs. 131–132).

El presidente Grant también enseñó acerca de una manera en que somos bendecidos económicamente cuando pagamos el diezmo: “Si damos en proporción con nuestros medios, si pagamos nuestro diezmo, no importa lo pequeños que sean nuestros ingresos… Dios nuestro Padre Celestial magnificará los nueve dólares que sobren de los diez, o los cuarenta y cinco centavos que sobren de cada cincuenta centavos y tendrán ustedes suficiente sabiduría para utilizarlos de un modo provechoso, de manera que no perderán nada por ser honrados” (Enseñanzas: Heber J. Grant, pág. 132).

  1. Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Qué bendiciones has recibido por obedecer la ley del diezmo?

  2. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Doctrina y Convenios 117–120 y he terminado esta lección el (fecha).

    Preguntas adicionales, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: