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Unidad 29: Día 4, Doctrina y Convenios 135


Unidad 29: Día 4

Doctrina y Convenios 135

Introducción

El 27 de junio de 1844, el profeta José Smith y su hermano Hyrum, que era el Presidente Auxiliar y el Patriarca de la Iglesia, fueron asesinados en Carthage, Illinois. El Cuórum de los Doce Apóstoles aprobó que se incluyera el anuncio del martirio al final de la edición de 1844 de Doctrina y Convenios, que estaba casi lista para publicarse. El anuncio se obtuvo de los testimonios oculares de los élderes John Taylor y Willard Richards, miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles. Ahora se encuentra registrado en Doctrina y Convenios 135.

Doctrina y Convenios 135

Se da a conocer el martirio de José y Hyrum Smith

Lee Doctrina y Convenios 135:1. Imagínate que eres un miembro de la Iglesia que vive en Nauvoo, Illinois, en 1844, y piensa en cómo te hubieras sentido al recibir la trágica noticia.

Muchos de los santos estaban abrumados por el dolor cuando se enteraron de la muerte de José y Hyrum Smith. Reflexiona en tus sentimientos y tu testimonio del profeta José Smith a medida que aprendas sobre los últimos días de su vida.

José Smith y los santos vivieron en relativa paz en Illinois durante unos tres años. Sin embargo, en 1842 nuevamente empezaron a tener oposición. Disidentes dentro de la Iglesia así como oponentes externos unieron sus esfuerzos contra el Profeta y la Iglesia. Algunos ciudadanos de Illinois empezaron a temer y desdeñar la influencia política de los santos. Otras personas envidiaban el crecimiento económico de Nauvoo, y criticaban el poder del gobierno y de la milicia de la ciudad de Nauvoo. Algunos empezaron a mostrar desagrado por los santos por causa de malos entendidos acerca de doctrinas y prácticas características de los mormones, tales como el matrimonio plural; algunas de esas doctrinas habían sido tergiversadas por miembros apóstatas de la Iglesia (véase La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, Manual del alumno, manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 2003, págs. 288–291, 296–297).

Para junio de 1844, la hostilidad en contra de la Iglesia se había intensificado grandemente. Algunos ciudadanos de Illinois estaban considerando expulsar a los santos del estado por la fuerza, mientras que otras personas estaban conspirando para matar a José Smith. Algunos de los que conspiraban contra el Profeta y la Iglesia habían sido miembros de la Iglesia que habían apostatado. El 7 de junio de 1844, William Law, quien había prestado servicio como Segundo Consejero de la Primera Presidencia, junto con otros apóstatas, imprimieron el primer ejemplar de un periódico llamado el Nauvoo Expositor. Con el propósito de enardecer al público en contra del Profeta y de la Iglesia, esos hombres utilizaron el periódico para difamar a José Smith y a otros líderes de la Iglesia. José Smith y el consejo de la ciudad de Nauvoo reconocieron que el periódico, con sus provocaciones, induciría a la violencia de los populachos en contra de la ciudad. Ellos declararon la publicación como una alteración del orden público y ordenaron que la imprenta del Nauvoo Expositor fuese destruida.

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página de periódico

Los apóstatas utilizaron el Nauvoo Expositor para difamar al profeta José Smith y a otros líderes de la Iglesia y encolerizar al público en contra de la Iglesia.

Los artículos del Nauvoo Expositor, junto con la destrucción de la imprenta, produjeron una escalada de la hostilidad en contra los mormones. Los dueños de la imprenta presentaron acusaciones legales contra José Smith y otros líderes de la ciudad, acusándolos de incitar a disturbios. José Smith fue absuelto de los cargos por jueces Santos de los Últimos Días y jueces que no eran miembros; pero esto solo enfureció más a sus enemigos. A medida que comenzaron a circular informes sobre populachos que se reunían para atacar la ciudad de Nauvoo, José Smith, como alcalde, declaró Nauvoo bajo la ley marcial (gobierno militar temporal) y por instrucciones del gobernador Thomas Ford de Illinois, José pidió a la Legión de Nauvoo defender la ciudad.

La agitación en la zona se tornó tan intensa que el gobernador Ford fue a Carthage, el centro del gobierno de la región, para aplacar la situación inestable. Él escribió a José Smith, diciendo que solo si el Profeta y otros líderes comparecían ante un jurado integrado por personas no mormonas en Carthage, se satisfaría al pueblo. El gobernador Ford también les prometió protección completa y un juicio justo si ellos se presentaban voluntariamente. José contestó que su vida estaría en peligro durante el viaje, y no quiso ir.

En esos momentos difíciles y después de deliberar juntos, el Profeta sintió que si él y Hyrum salían de Nauvoo y viajaban hacia el oeste, los santos de Nauvoo no serían perjudicados. De conformidad con esa inspiración, José y Hyrum cruzaron el río Misisipí hacia Iowa. Sin embargo, algunos miembros de la Iglesia en Nauvoo dudaron del plan del Profeta. Algunos se acercaron a él y lo acusaron de cobardía, diciendo que estaba abandonando a los santos y dejando que hicieran frente a la persecución ellos solos. El Profeta respondió: “Si mi vida no es de ningún valor para mis amigos, tampoco lo es para mí” (en History of the Church, tomo VI, pág. 549; véase también La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, págs. 300–303). Después de deliberar entre ellos, José y Hyrum regresaron a Nauvoo. Temprano por la mañana del 24 de junio de 1844, ellos partieron hacia Carthage.

Lee Doctrina y Convenios 135:4 y busca la profecía hecha por José Smith en las cercanías de Carthage.

  1. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Cómo crees que debe haber sido para José Smith dejar a su familia, sabiendo que ya no regresaría?

    2. ¿Por qué crees que el Profeta se sentía “tan sereno como una mañana veraniega” aun cuando él sabía que iba “como cordero al matadero”?

El Profeta sabía que su muerte preservaría la vida de los santos.

Lee Doctrina y Convenios 135:5 y observa lo que Hyrum leyó y marcó antes de partir hacia Carthage.

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Página del Libro de Mormón

Hyrum Smith había leído y marcado la página de este ejemplar del Libro de Mormón antes de partir hacia Carthage. Fíjate en la marca del doblez hacia abajo de la esquina superior de la página.

  1. Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Por qué crees que estos versículos del libro de Éter (Éter 12:36–38) pueden haber sido especialmente significativos para Hyrum en ese momento?

El 25 de junio de 1844, José, Hyrum y otros líderes pagaron la fianza hasta que se pudiera celebrar un juicio formal por el cargo de incitar un disturbio. Sin embargo, esa noche José y Hyrum fueron recluidos en la cárcel de Carthage bajo el cargo de traición, el cual José y sus abogados protestaron que era ilegal, debido a que esa acusación no se había mencionado en su audiencia anterior y no se podía fijar fianza por traición, lo que los obligaba a permanecer en Carthage en situación de peligro.

El 26 de junio de 1844, José conversó con el gobernador Ford en la cárcel. El gobernador Ford estaba considerando ir a Nauvoo, y José le pidió ir con él, porque sentía que no estaba seguro en Carthage. El gobernador Ford le prometió que si él salía de Carthage, se llevaría a José y a Hyrum con él. Esa noche, el Profeta dio testimonio a los guardias de la restauración del Evangelio y de la autenticidad del Libro de Mormón.

La mañana del 27 de junio de 1844, José escribió en una carta a su esposa, Emma: “Me hallo completamente resignado a mi suerte, sabiendo que estoy justificado y que he hecho lo mejor que podía hacerse. Da mi amor a los niños y a todos mis amigos” (en History of the Church, tomo VI, pág. 605; véase también Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith; págs. 565–566). Más tarde ese día, a pesar de que se le había advertido que había planes para asaltar la cárcel y matar a los prisioneros, el gobernador Ford salió de Carthage para ir a hablar con los ciudadanos de Nauvoo. Él rompió su promesa y no se llevó a José ni a Hyrum consigo. Antes de irse, el gobernador Ford asignó a los Carthage Greys, el grupo de milicianos visiblemente más hostil reunido en Carthage, a cargo del cuidado de la cárcel, y dispersó a las otras milicias.

En la cálida y húmeda tarde del 27 de junio, los apóstoles, John Taylor y Willard Richards estuvieron con José y Hyrum en la cárcel de Carthage. Un espíritu premonitorio invadió al Profeta y a los que estaban con él, mientras se hallaban sentados en el dormitorio del carcelero en el segundo piso de la cárcel. El Profeta le pidió a John Taylor que cantara “Un pobre forastero” (véase Himnos, nro. 16). Si tienes acceso a ese himno (o si puedes tener acceso a lds.org/music/text/hymns/a-poor-wayfaring-man-of-grief), escucha, canta o lee la letra y piensa por qué tendría importancia para el Profeta en ese momento de su vida.

Trata de visualizar los siguientes acontecimientos como si tú estuvieras con el profeta José Smith en la cárcel de Carthage:

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cuarto en la cárcel de Carthage

Dormitorio del carcelero en la cárcel de Carthage, donde el populacho atacó al Profeta, su hermano Hyrum, John Taylor y Willard Richards.

El 27 de junio de 1844, poco después de las 17:00 horas, un populacho de 150 a 200 hombres, con sus rostros pintados para ocultar su identidad, rodearon la cárcel. Los guardias ofrecieron poca resistencia cuando varios de la turba subieron corriendo las escaleras hasta el cuarto donde se encontraban el Profeta, su hermano Hyrum y sus amigos.

José y los demás empujaron la puerta para evitar que el populacho la abriera por la fuerza. Alguien del populacho hizo un disparo a través del panel superior de la puerta, hiriendo a Hyrum en el lado izquierdo de la nariz. Él cayó de espaldas, exclamando: “¡Soy hombre muerto!” (en History of the Church, tomo VI, pág. 617; véase también La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, págs. 308–309). John Taylor escribiría posteriormente: “Nunca olvidaré el profundo sentimiento de pesar y ternura que se manifestó en el rostro del hermano José cuando se acercó a Hyrum e inclinándose sobre él exclamó:‘¡Oh, mi pobre y querido hermano Hyrum!’” (en B.H. Roberts, The Rise and Fall of Nauvoo, 1965, pág. 443; véase también Presidentes de la Iglesia: Manual del maestro, curso de Religión 345, 2005, pág. 43).

En la mañana de ese día, un visitante le había dado a José un revólver. Actuando en defensa de todos los miembros de la sala, José fue hasta la puerta y, colocando el arma por el marco de la puerta, disparó hacia el pasillo. Solo tres proyectiles de la cámara se dispararon, hiriendo a tres de los integrantes del populacho. Luego el populacho introdujo sus armas a través de la puerta entreabierta, y John Taylor siguió desviando los cañones de sus armas con un bastón para caminar.

Al aumentar la lucha en la puerta de entrada, John Taylor trató de escapar de la habitación a través de una ventana. Cuando intentó saltar por la ventana, recibió un disparo en el muslo desde la puerta y también recibió un disparo de alguien de afuera. Él cayó al suelo, y al tratar de meterse debajo de la cama junto a la ventana, resultó gravemente herido de tres disparos más. Mientras tanto, Willard Richards comenzó a golpear con su bastón las armas que se asomaban a través de la puerta.

José Smith entonces decidió tratar de escapar a través de una ventana; Willard Richards cree que lo hizo para salvarlos a él y a John Taylor. Mientras Willard Richards seguía bloqueando al populacho en la puerta, el Profeta fue a la ventana abierta y exclamó: “¡Oh Señor, Dios mío!” (en History of the Church, tomo VI, pág. 618). Balas disparadas desde el interior de la cárcel y desde afuera alcanzaron al Profeta, quien cayó de la ventana al patio. La turba en la cárcel se precipitó hacia afuera para asegurarse de que José hubiera muerto. Aunque no había ningún miembro de la Iglesia en las cercanías, alguien gritó: “¡Vienen los mormones!”, y todos los del populacho huyeron. (Véase History of the Church, tomo VI, págs. 618, 620–621; véase también La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, págs. 309–310).

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ventana

La ventana situada encima del pozo, de la cual cayó el profeta José Smith

  1. Lee Doctrina y Convenios 135:3. En tu diario de estudio de las Escrituras, registra los pensamientos y sentimientos que tengas después de leer ese relato del martirio de José y Hyrum Smith.

Lee Doctrina y Convenios 135:2 y fíjate en la descripción de lo que les aconteció a John Taylor y a Willard Richards.

A Willard Richards, solo una bala le había rozado la oreja izquierda, cumpliéndose una profecía que José había hecho más de un año antes de “que llegaría el momento en que las balas volarían a su alrededor como granizo, y él vería a sus amigos caer a la derecha y a la izquierda, pero que no habría un agujero siquiera en su ropa” (en History of the Church, tomo VI, pág. 619; véase también Doctrina y Convenios y la Historia de la Iglesia, Doctrina del Evangelio: Manual para el maestro, 2000, pág. 214).

Observa la frase “para sellar el testimonio de este libro y el Libro de Mormón” en Doctrina y Convenios 135:1. En este contexto, la frase “para sellar” significa establecer algo permanentemente, tal como un testimonio. Podrías anotar ese principio en tu ejemplar de las Escrituras. También podrías tener en cuenta la palabra martirio en el versículo 1. Un mártir es una persona que sufre la muerte como testimonio de la veracidad de sus creencias o su causa. La palabra mártir se deriva “de una palabra griega que significa ‘testigo’” (Bible Dictionary, “Martyr”).

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estatuas de José y Hyrum Smith

Estatuas de José y Hyrum Smith en Nauvoo, Illinois

Lee Doctrina y Convenios 135:7 y averigua de qué cosas da testimonio el martirio de José y Hyrum Smith.

  1. Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: El saber que José y Hyrum Smith sellaron su testimonio de la veracidad del Evangelio restaurado con su vida, ¿cómo puede influir en tu testimonio del Evangelio restaurado?

  2. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras, al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Doctrina y Convenios 135 y completado la lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: