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Unidad 31: Día 2, La salida a luz de la Perla de Gran Precio


Unidad 31: Día 2

La salida a luz de la Perla de Gran Precio

Introducción

En 1851, el élder Franklin D. Richards, miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles y Presidente de la Misión Británica, publicó varias revelaciones, traducciones y escritos del profeta José Smith y llamó a la colección la Perla de Gran Precio, la cual más adelante fue agregada a los libros canónicos. “La Perla de Gran Precio es una selección de materias o temas de gran valor que se relacionan con muchos aspectos importantes de la fe y de la doctrina de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días” (Introducción a la Perla de Gran Precio). La frase “perla de gran precio” proviene de una de las parábolas de Jesucristo (véase Mateo 13:45–46). En esa parábola, un comerciante vende todo lo que posee para obtener una perla valiosa.

La salida a luz de la Perla de Gran Precio

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perla en una ostra

¿Sabes cómo se hacen las perlas? Una perla se produce dentro de una ostra, cuando la ostra reacciona a la irritación de elementos extraños, tales como un grano de arena. La ostra produce una sustancia para rodear el grano, y eso, con el tiempo, forma una perla. Las perlas naturales son escasas y se consideran preciosas.

En esta lección aprenderás acerca del origen de otra perla: el volumen de Escrituras llamado la Perla de Gran Precio. A medida que estudies cómo salió a luz ese libro, encuentra algunas razones por las que la Perla de Gran Precio es valiosa para nosotros.

Lee el primer párrafo de la introducción a la Perla de Gran Precio, y averigua lo que se encuentra en la Perla de Gran Precio. La palabra periódicos abarca los periódicos y las revistas: publicaciones que son distribuidas periódicamente, bien sea diariamente, semanal o mensualmente.

En el segundo párrafo de la introducción, se nos dice que en 1851, el élder Franklin D. Richards, del Cuórum de los Doce Apóstoles, compiló una colección de materiales del profeta José Smith y la publicó como la Perla de Gran Precio. Antes de que materiales puedan formar parte de los libros canónicos, la Primera Presidencia debe aprobarlos y presentarlos a la Iglesia en una conferencia general para un voto de sostenimiento. Durante la Conferencia General de la Iglesia de octubre de 1880, la Iglesia aceptó la Perla de Gran Precio como Escritura y como parte de los libros canónicos.

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Élder Franklin D. Richards

Élder Franklin D. Richards

En el tercer párrafo de la introducción, aprendemos que desde la primera impresión de la Perla de Gran Precio, se han agregado o movido partes del contenido. Parte se agregó y después se trasladó a Doctrina y Convenios.

Lee el resto de la introducción y descubre el contenido actual de la Perla de Gran Precio.

Los libros de Moisés y José Smith—Mateo

El libro de Moisés y el de José Smith—Mateo son parte de la traducción de José Smith de la Biblia. Esta traducción es “una revisión o traducción de la versión de la Biblia en inglés conocida como la Versión del rey Santiago, que inició el profeta José Smith en junio de 1830. Dios le mandó hacer la traducción, la cual consideró como parte de su llamamiento como profeta” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “José Smith, Traducción de”; escrituras.lds.org). El Señor le reveló el texto del libro de Moisés a José Smith, mientras José hacía adiciones, cambios y supresiones a los primeros capítulos de Génesis durante su traducción de la Biblia. El libro de Moisés contiene valiosas verdades relativas al plan de salvación del Padre Celestial.

  1. Escudriña el libro de Moisés y encuentra por lo menos un versículo que contenga una verdad que consideres valiosa. Escribe en tu diario de estudio de las Escrituras el versículo que hayas seleccionado y escribe por qué es significativo para ti.

El libro de Abraham

Al igual que el libro de Moisés, el libro de Abraham restaura valiosísimas verdades. Enseña acerca de nuestra vida preterrenal y nos brinda un mayor entendimiento en cuanto a la vida y el ministerio de Abraham, así como del convenio que el Señor hizo con él. Tener el libro de Abraham es contar con un tesoro, al ver cómo él honró a Dios en todo momento y cómo Dios le honró a él.

A continuación se da una descripción de cómo el profeta José Smith obtuvo los escritos antiguos del libro de Abraham: “El 3 de julio de 1835, un hombre llamado Michael Chandler trajo cuatro momias egipcias y varios rollos de papiros de antiguos escritos egipcios a Kirtland, Ohio. Antonio Lebolo había descubierto las momias y los papiros en Egipto varios años antes. Kirtland fue una de las muchas paradas que se harían en el este de los Estados Unidos para exhibir las momias de Chandler. Chandler ofrecía para la venta las momias y los rollos de papiros y, a solicitud del profeta José Smith, varios miembros de la Iglesia donaron dinero para comprarlos. En una declaración con fecha del 5 de julio de 1835, José Smith explicó acerca de la importancia de esos antiguos escritos egipcios al decir: ‘Di comienzo a la traducción de algunos de los caracteres o jeroglíficos, y con gran alegría vimos que uno de esos rollos contenía los escritos de Abraham… En verdad podemos decir que el Señor ha comenzado a revelar una abundancia de paz y verdad’ (History of the Church, tomo II, pág. 236)” (véase La Perla de Gran Precio: Manual para el alumno, manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 2001, pág. 29).

Algunos se han preguntado cómo tradujo el Profeta los escritos antiguos. José Smith nunca explicó su método para traducir esos anales, pero él tradujo esos escritos por el don y el poder de Dios. La Iglesia, los eruditos y los historiadores continúan buscando comprender mejor los orígenes de ese libro. Como con todas las demás Escrituras, el mejor medio para obtener un testimonio de la veracidad del libro de Abraham es el estudio del libro en sí con oración. Para más información, visita LDS.org, selecciona Temas del Evangelio y busca el libro de Abraham.

  1. En tu diario de estudio de las Escrituras, responde la siguiente pregunta: ¿Por qué es importante obtener un testimonio espiritual de la veracidad del libro de Abraham?

La siguiente es una lista de las preguntas más frecuentes, con sus respuestas correspondientes, acerca de la salida a luz del libro de Abraham:

Pregunta: ¿Por qué dijo José Smith que había traducido los escritos de Abraham, a pesar de que los manuscritos no datan de la época de Abraham?

Respuesta: El profeta José Smith dijo que el libro de Abraham era “una traducción de algunos registros antiguos que han caído en nuestras manos, de las catacumbas de Egipto, que declaran ser los escritos de Abraham, de cuando se hallaba en Egipto” (Times and Seasons, 1 de marzo de 1842, pág. 704).

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fragmento de papiros

Fragmento de papiro del facsímile nro. 1

En 1966, en el Museo de Arte Metropolitano de la ciudad de Nueva York, se descubrieron once fragmentos de papiros que una vez pertenecieron a José Smith. Esos papiros contienen escritos egipcios auténticos, pero no se remontan a la época de Abraham, ni contienen el relato personal de Abraham escrito a mano. Es importante recordar que no se han encontrado todos los papiros que poseía José Smith, solo unos pocos fragmentos. El libro de Abraham probablemente haya sido traducido de papiros que no se han recuperado. Esos papiros perdidos pueden haber contenido copias de los escritos de Abraham.

En la actualidad, simplemente no conocemos la naturaleza exacta de la relación que existe entre el libro de Abraham y los papiros que José Smith poseía. Hay varias teorías propuestas en cuanto a cómo el Profeta tradujo esos escritos, pero sencillamente no conocemos los detalles. Sabemos que el profeta José Smith tradujo el libro de Abraham por el don y el poder de Dios.

Pregunta: ¿Qué hizo José Smith con su traducción?

Respuesta: “Originalmente, se publicaron unas cuantas partes a la vez del libro de Abraham en la publicación de la Iglesia Times and Seasons, a partir de marzo de 1842 en Nauvoo, Illinois [véase la Introducción de la Perla de Gran Precio]. El profeta José Smith indicó que publicaría partes adicionales del libro de Abraham más adelante, pero fue asesinado antes de poder hacerlo. Oliver Cowdery, al referirse a la cantidad de páginas que tendría la traducción terminada, dijo que ocuparía ‘tomos’ (véase Messenger and Advocate, diciembre de 1835, pág. 236).

“Además de escritos jeroglíficos, el manuscrito también contenía dibujos egipcios. El 23 de febrero de 1842, el profeta José Smith le pidió a Reuben Hedlock, un tallador profesional en obras de arte, y además miembro de la Iglesia, que preparara grabados de los tres dibujos para que pudieran ser impresos. Hedlock terminó las grabaciones en una semana y José Smith publicó las copias (de los facsímiles) junto con el Libro de Abraham. Las explicaciones de José Smith de los dibujos acompañan a los facsímiles” (La Perla de Gran Precio: Manual para el alumno, pág. 30).

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facsímiles 1, 2 y 3

Se hicieron grabados en madera para imprimir los facsímiles del libro de Abraham

Pregunta: ¿Qué sucedió con las momias y los papiros?

Respuesta: “Después de la muerte del profeta José Smith, las cuatro momias y los papiros pasaron a ser propiedad de la viuda Lucy Mack Smith, la madre de José. En 1856, a la muerte de Lucy, Emma Smith, la esposa del Profeta, vendió la colección al señor A. Combs. Existen varias teorías de lo que sucedió posteriormente con las momias y los papiros. Se cree que por lo menos dos de las momias se quemaron en el gran incendio de la ciudad de Chicago ocurrido en 1871” (véase B. H. Roberts, New Witnesses for God, 3 tomos, 1909–1911, tomo II, págs. 380–382).

“Al comienzo de la primavera de 1966, el Dr. Aziz S. Atiya, profesor de la Universidad de Utah, descubrió varios fragmentos de los papiros del libro de Abraham mientras hacía investigaciones en el Museo de Arte Metropolitano de la ciudad de Nueva York. El 27 de noviembre de 1967, el director del museo entregó a la Iglesia esos segmentos; sin embargo, se desconoce el paradero actual de las otras momias y de las otras partes de los papiros (véase H.Donl Peterson, “Some Joseph Smith Papyri Rediscovered (1967)” en Studies in Scripture, tomo II, págs. 183–185)” (La Perla de Gran Precio: Manual para el alumno, pág. 29).

Además de enseñar doctrina y principios valiosos, la Perla de Gran Precio es evidencia de que José Smith fue un profeta de Dios.

  1. Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿De qué manera crees que la Perla de Gran Precio es una evidencia del llamamiento de José Smith como profeta?

Los Artículos de Fe

El 1 de marzo de 1842, el profeta José Smith publicó una carta que había escrito a John Wentworth, editor de un periódico, explicando la historia y las creencias de la Iglesia, la cual se conoce comúnmente como la carta de Wentworth. En ella, José Smith declara 13 principios fundamentales del Evangelio. Esas creencias se han incluido en la Perla de Gran Precio como los Artículos de Fe. Aunque no son una declaración de todas nuestras creencias, son un importante conjunto de doctrinas y principios.

Ubica y lee los Artículos de Fe en la Perla de Gran Precio.

  1. Escoge dos Artículos de Fe. En tu diario de estudio de las Escrituras, completa las siguientes actividades para cada uno de ellos:

    1. Escribe en tus propias palabras la doctrina o el principio que se enseña en ese Artículo de Fe.

    2. Busca un pasaje de las Escrituras que apoye o explique la doctrina o el principio contenido en el Artículo de Fe. Escribe conocimiento que ese pasaje de las Escrituras aporte a tu entendimiento de este principio o doctrina.

    3. Anota una manera en que alguien pueda recibir bendiciones por comprender este Artículo de Fe y creer en él.

El élder L. Tom Perry, del Cuórum de los Doce Apóstoles, relató cómo el conocimiento de los Artículos de Fe puede resultar particularmente útil para los miembros de la Iglesia:

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Élder L. Tom Perry

“Llegué a la conclusión de que, si estudiaba el contenido de cada uno de los Artículos de Fe, podría exponer y defender cada principio del Evangelio que tuviera la oportunidad de explicar a alguien que buscase la verdad restaurada.

“Qué gran bendición sería que todos los miembros de la Iglesia memorizaran los Artículos de Fe y obtuviesen conocimiento de los principios que contiene cada uno de ellos. Estaríamos mejor preparados para dar a conocer el Evangelio a los demás…

”Los Artículos de Fe no fueron obra de un equipo de eruditos, sino de un solo hombre inspirado que expuso en forma completa y concisa las doctrinas esenciales del Evangelio de Jesucristo; contienen exposiciones directas y sencillas de los principios de nuestra religión y constituyen una poderosa evidencia de la inspiración divina que poseía el profeta José Smith” (“Los Artículos de Fe”, Liahona, julio de 1998, págs. 23, 25).

  1. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Cómo pueden servirnos las declaraciones directas y sencillas de principios para explicar y enseñar el Evangelio?

    2. Escribe sobre una experiencia en la que los Artículos de Fe, o las verdades que contienen, te ayudaron a explicar el Evangelio a alguien. Si no has tenido una experiencia así, anota las posibles preguntas que otras personas podrían hacerte acerca de nuestra religión y que podrían contestarse con los Artículos de Fe.

Podrías fijarte una meta de estudiar y memorizar todos los Artículos de Fe, lo cual aumentará tu capacidad para explicar los principios del Evangelio.

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado la lección “La salida a luz de la Perla de Gran Precio” y la he terminado el (fecha).

    Preguntas adicionales, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: