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Lección 14: El Templo de Kirtland y las llaves del sacerdocio


Lección 14

El Templo de Kirtland y las llaves del sacerdocio

Introducción

Después de casi tres años de lucha y sacrificio financiero, el Templo de Kirtland fue dedicado el 27 de marzo de 1836. Sucesos milagrosos acompañaron la dedicación y, una semana más tarde, mensajeros celestiales restauraron llaves del sacerdocio a José Smith y Oliver Cowdery. Dichas llaves son una característica distintiva de la Iglesia y han bendecido a millones de personas que se han congregado en la Iglesia.

Lectura preparatoria

Sugerencias para la enseñanza

Doctrina y Convenios 109:1–28

Los santos hicieron sacrificios para construir el Templo de Kirtland

Muestre a los alumnos una lámina de El Templo de Kirtland (véase Libro de obras de arte del Evangelio, 2009, Nº 117; véase también LDS.org). Explique que los santos trabajaron y sacrificaron casi tres años para construir el Templo de Kirtland. Al hacerlo, vieron el cumplimiento de la promesa del Señor de que si guardaban Sus mandamientos, tendrían “poder para [construirlo]” (D. y C. 95:11). Cerca de 1.000 personas asistieron a la dedicación del templo, celebrada el 27 de marzo de 1836. La oración dedicatoria, que José Smith recibió por revelación, se encuentra registrada en Doctrina y Convenios 109.

Pida a un par de alumnos que se turnen para leer en voz alta Doctrina y Convenios 109:1–5; anime a la clase a que siga la lectura en silencio y que preste especial atención a las frases que describan los sacrificios de los santos para edificar el templo. Después hágales las siguientes preguntas:

  • ¿Qué frases utilizó José Smith para describir los sacrificios de los santos?

Para ayudar a los alumnos a comprender mejor los sacrificios hechos por los santos, pídale a un alumno que lea el siguiente resumen en voz alta:

Entre junio de 1833 y marzo de 1836, los hombres y las mujeres trabajaron lado a lado para construir y terminar la Casa del Señor. Algunos hicieron trabajos de albañilería, otros acarrearon roca, otros hilaron y tejieron ropa para los trabajadores, y otros trabajaron en las cortinas de la Casa del Señor. Hicieron todo esto “a fin de que el Hijo del Hombre tenga un lugar para manifestarse a su pueblo” (D. y C. 109:5). Algunos Santos de los Últimos Días, como John Tanner, ofrendaron gran parte de sus riquezas a la edificación del templo. En total, la construcción del templo puede haber costado hasta 40.000 dólares, una gran suma para la época. A pesar del costo y el sacrificio, los santos fueron fieles en sus labores para obedecer ese mandamiento del Señor (véase D. y C. 95:11). El Templo de Kirtland fue una labor de amor y un ejercicio de obediencia, sacrificio y fe.

  • ¿Qué sacrificios se requiere que hagamos en la actualidad para poder gozar de las bendiciones del templo?

  • ¿Qué bendiciones recibimos en nuestra vida cuando nos sacrificamos para llevar a cabo la obra del Señor?

Para ayudar a responder esta pregunta, muestre la siguiente declaración de la hermana Carol B. Thomas, de la Presidencia General de la Mujeres Jóvenes. Pida a un alumno que la lea en voz alta:

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Carol B. Thomas

© Busath.com

“El sacrificio es un principio asombroso. A medida que de todo corazón demos de nuestro tiempo y talentos y todo lo que poseemos, se convierte en una de las formas más reales de adoración. Puede desarrollar en nuestro interior un profundo amor hacia los demás y hacia nuestro Salvador, Jesucristo. Mediante el sacrificio los corazones pueden cambiar, podemos vivir más cerca del Espíritu y tener menos apetito por las cosas del mundo” (“El sacrificio: una inversión eterna”, Liahona, julio de 2001, pág. 79).

Pida a los alumnos que lean en silencio Doctrina y Convenios 109:12–13 y 20–21 y que se fijen en la forma en que el carácter sagrado del templo se sugiere en esa oración. Pida a los alumnos que compartan lo que más les llamó la atención de esos versículos.

Diga a los alumnos que en la oración dedicatoria José Smith pidió al Señor bendiciones específicas. Pida a algunos alumnos que se turnen para leer en voz alta Doctrina y Convenios 109:12–15, 22–28. Anime a la clase a que siga la lectura en silencio y que busque las bendiciones que pueden recibir los que adoran dignamente en el templo. Si lo desea, sugiera a los alumnos que marquen las palabras y las frases importantes que les llamen la atención. Después analicen las siguientes preguntas:

  • De las bendiciones que encontraron, ¿cuál tiene el mayor significado para ustedes? ¿Por qué?

  • ¿Qué doctrina o principio aprendemos en esos versículos? (Asegúrese de que los alumnos reconozcan el siguiente principio: A medida que adoramos fielmente en el templo, podemos recibir mayor protección y poder contra la maldad del mundo).

Muestre la siguiente declaración del élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y pida a un alumno que la lea en voz alta:

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Elder David A. Bednar

“Tengan a bien considerar [Doctrina y Convenios 109:24–28] en vista de la actual furia del adversario, y… nuestra disposición a tomar sobre nosotros el nombre de Jesucristo y la bendición de protección prometida a quienes retengan honorablemente un nombre y una posición en el santo templo. Es importante notar que tales promesas del convenio son para todas las generaciones y para toda la eternidad. Les invito a estudiar reiteradamente y a meditar con espíritu de oración el significado de estos pasajes de las Escrituras en su vida y para su familia.

“No deberían sorprendernos los esfuerzos de Satanás por frustrar o desacreditar la obra del templo y la adoración en él. El diablo aborrece la pureza y el poder de la Casa del Señor; y la protección que hay para cada uno de nosotros en las ordenanzas y en los convenios del templo, y mediante ellos, constituye un gran obstáculo para los malvados designios de Lucifer” (“Honorablemente [retener] un nombre y una posición”, Liahona, mayo de 2009, pág. 99).

  • ¿De qué maneras han sentido un aumento de poder espiritual como resultado de la adoración en el templo?

Pida a los alumnos que reflexionen en lo que podrían hacer para recibir más de las bendiciones prometidas a quienes adoran fielmente en el templo. Recuérdeles a los alumnos que a medida que mediten en las Escrituras y las palabras de los profetas, su corazón y su mente estarán más abiertos a la inspiración del Señor.

Doctrina y Convenios 110

Jesucristo, Moisés, Elías el Profeta y Elías se aparecieron en el Templo de Kirtland.

Explique que Dios recompensó el sacrificio de los santos para construir el Templo de Kirtland con un derramamiento de manifestaciones espirituales en los días anteriores y posteriores a la dedicación. Si el tiempo lo permite, comparta brevemente algunos de los relatos que se hallan en el capítulo 13 (“La gloriosa época de Kirtland, 1834–1836”) de La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, manual para el alumno, 2ª edición (manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 2003), específicamente en la sección titulada “Una temporada como de Pentecostés” (págs. 178–181). Diga a los alumnos que tal vez el más significativo de esos acontecimientos ocurrió el 3 de abril de 1836, una semana después de la dedicación del templo.

Pida a un alumno que lea en voz alta el encabezamiento de Doctrina y Convenios 110, y al resto de la clase que siga la lectura en silencio. Después haga las siguientes preguntas:

  • ¿A quién se le dio la visión? ¿Qué habían estado haciendo José Smith y Oliver Cowdery antes de que ocurriera esa visión?

Explique a los alumnos que los diez primeros versículos de Doctrina y Convenios 110 consisten en una gloriosa visión dada a José Smith y Oliver Cowdery acerca del Salvador, quien se les apareció para declarar Su aceptación del Templo de Kirtland. Pida a los alumnos que lean esos versículos en silencio mientras buscan verdades importantes con respecto al Salvador y al templo. Después de darles suficiente tiempo, pregunte lo siguiente:

  • ¿Qué es significativo para ustedes en esos versículos? ¿Por qué?

  • Según el versículo 6, el Salvador declaró: “Regocíjese… el corazón de todo mi pueblo”. ¿Por qué creen que los santos tenían razones para regocijarse en esa ocasión?

Explique que después de que terminó la visión del Salvador, le siguieron una serie de visiones. En ellas, Moisés, Elías y Elías el Profeta aparecieron uno por uno a José Smith y Oliver Cowdery.

Escriba lo siguiente en la pizarra:

Moisés: Doctrina y Convenios 110:11

Elías: Doctrina y Convenios 110:12

Elías el Profeta: Doctrina y Convenios 110:13–15

Divida la clase en tres grupos. Asigne a cada grupo uno de los nombres que están escritos en la pizarra. Pida a los alumnos que estudien el correspondiente pasaje de las Escrituras para aprender acerca de las llaves específicas del sacerdocio que se restauraron. Después de darles suficiente tiempo, pida a los alumnos que compartan lo que hayan encontrado.

Las siguientes explicaciones pueden proporcionar a los alumnos una comprensión más profunda de lo que han leído. Pida a un alumno que lea cada declaración en voz alta después de que hayan analizado el pasaje correspondiente de las Escrituras.

Moisés: Las llaves del recogimiento de Israel otorgan la autoridad de dirigir la predicación del Evangelio a los cuatro cabos de la tierra. “Es apropiado que Moisés, que fue el que condujo por primera vez a los hijos de Dios a la tierra de su herencia, haya sido el que entregó a la Iglesia restaurada las llaves del recogimiento de Israel” (Russell M. Nelson, “El recogimiento del Israel disperso”, Liahona, noviembre de 2006, pág. 82, nota 28 al pie de la página).

Elías: “Un hombre llamado Elías aparentemente vivió su vida terrenal en la época de Abraham, quien entregó la dispensación del Evangelio de Abraham a José Smith y Oliver Cowdery en el Templo de Kirtland (Ohio) el 3 de abril de 1836” (Diccionario bíblico de la versión SUD en inglés de la Biblia, “Elias”). “Elías [trajo] otra vez ‘el evangelio de Abraham’, el gran convenio abrahámico por medio del cual los fieles reciben promesas de posteridad eterna, promesas de que por medio del matrimonio celestial su posteridad eterna será tan numerosa como las arenas de la playa y las estrellas del cielo en multitud” (véase Bruce R. McConkie, “Las llaves del reino”, Liahona, julio de 1983, pág. 30).

Elías el Profeta: “El poder sellador conferido a Elías el Profeta es el poder que liga a marido y mujer, y a los hijos a sus padres, por esta vida y por la eternidad. Es el poder para atar que existe en toda ordenanza del Evangelio… Mediante ese poder se atan, o se sellan, todas las ordenanzas pertenecientes a la salvación, y la misión de Elías el Profeta consistió en venir y restaurarlo” (Joseph Fielding Smith, Elijah the Prophet and His Mission, 1957, pág. 5).

Lea Doctrina y Convenios 110:16 en voz alta y anime a los alumnos a seguir la lectura en silencio. Pida a los alumnos que descubran qué se les entregó a José Smith y a Oliver Cowdery en ese momento (“llaves de esta dispensación”). Después pregunte lo siguiente:

  • Según el versículo 16, ¿qué podemos saber debido a que esas llaves han sido restauradas? (La Segunda Venida está cerca).

  • Teniendo en cuenta el versículo 16, ¿por qué debían ser restauradas las llaves entregadas por Moisés, Elías y Elías el Profeta antes del “día grande y terrible del Señor”?

  • ¿Qué bendiciones han recibido ustedes por la restauración de las llaves del sacerdocio? (Después de que los alumnos respondan, a fin de resumir la importancia de la restauración de esas llaves, afirme este principio: Las llaves de la obra misional, las familias eternas y la obra del templo nos ayudan a prepararnos a nosotros mismos y al mundo para la segunda venida de Jesucristo).

Muestre la siguiente declaración del élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y pida a un alumno que la lea en voz alta:

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Elder Jeffrey R. Holland

“…el sacerdocio de Dios, con sus llaves, sus ordenanzas, su origen divino y su capacidad para atar en los cielos lo que se ata en la tierra es tanto indispensable como único para la Iglesia verdadera de Dios, y… sin él no habría Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días” (“Nuestra característica más destacada”, Liahona, mayo de 2005, pág.43).

Comparta de qué manera usted ha sido bendecido gracias a que las llaves del sacerdocio se han restaurado. Testifique que las llaves del sacerdocio son una característica distintiva de la Iglesia; separan a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de toda otra iglesia en la tierra.

Material de lectura para el alumno