1 Corintios 3–4

Invita a tu grupo a imaginarse que asistieron a una reunión sacramental en la que un exmisionero habló sobre su misión. Durante su discurso, relató que había bautizado a varias personas. Una semana más tarde, una exmisionera habló en la reunión sacramental acerca de su misión y contó que había enseñado a muchas personas que finalmente se bautizaron después de que a ella la trasladaron a otras áreas.

• ¿Cómo responderían si alguien dijera que el misionero que bautizó a varias personas en su misión tuvo más éxito que la misionera cuyos investigadores no se bautizaron hasta después de que ella se hubo ido del área?

Escribe las palabras plantar y regar en una hoja de papel y muéstrala a tu grupo. Explica que Pablo comparó a los misioneros con personas que plantan semillas y riegan cultivos. Recuerda a tu grupo que los santos de Corinto habían comenzado a dividirse en grupos según quién los había bautizado. Ellos creían que su estatus en la Iglesia lo determinaba la importancia de la persona que los bautizó. (Véase 1 Corintios 1:10–16).

Túrnate con los miembros del grupo para leer en voz alta 1 Corintios 3:4–9, y pide al grupo que siga la lectura en silencio y que busque lo que dijo Pablo acerca de los misioneros que habían enseñado y bautizado a las personas de Corinto.

• Según el versículo 5, ¿qué dijo Pablo que eran él y Apolos? (Explica que servidores significa siervos).

• De acuerdo con los versículos 6–7, ¿qué dijo Pablo acerca de los misioneros que plantan las semillas del Evangelio, y de los que ayudan a que esas semillas crezcan?

Si es necesario, haz notar la frase “ni el que planta es algo, ni el que riega” en el versículo 7 y explica que Pablo utilizó esa frase para enseñar que ninguna de esas funciones es más importante que la función que cumple Dios.

• ¿Qué significa la frase “Dios, que da el crecimiento” (versículo 7)? (Es Dios, por medio del Espíritu Santo, el que ocasiona los cambios en el corazón de las personas que llevan a la conversión, no los que enseñan y bautizan).

• ¿Qué verdad podemos aprender de 1 Corintios 3:6–7 acerca del papel que desempeñamos y la función de Dios al ayudar a los demás a convertirse al evangelio de Jesucristo? (Después de que los miembros de tu grupo respondan, invítalos a escribir la siguiente verdad en sus Escrituras, junto a 1 Corintios 3:6–7: Si bien podemos ayudar a los demás a aprender acerca del evangelio de Jesucristo, es por medio del poder del Espíritu Santo que las personas se convierten).

Aclara que, para que las personas reciban el Espíritu Santo y se conviertan, deben hacer su parte al ejercer la fe y seguir los mandamientos de Dios.

• ¿En qué sentido piensan que el conocer esa verdad podría haber ayudado a que los santos corintios se unieran más?

Pregunta a tu grupo de qué manera esta verdad podría ayudarles a responder en la situación hipotética de los dos misioneros.

• ¿Por qué es importante que comprendamos que es el Espíritu Santo, no nuestro propio poder, el que convierte?

Escribe la palabra fundamento en una hoja de papel y muéstrala a tu grupo.

• ¿Por qué es el fundamento o cimiento una parte importante de un edificio?

• ¿Qué podría suceder si hay un problema con el fundamento?

Invita a un miembro de tu grupo a leer 1 Corintios 3:10 en voz alta, y pide al resto del grupo que preste atención a lo que dijo Pablo acerca de sus esfuerzos misionales entre los corintios.

• ¿Qué dijo Pablo que hizo él mientras trabajaba como misionero en Corinto?

• ¿Qué crees que quiso decir Pablo cuando dijo “otro edifica encima”?

Invita a otro miembro de tu grupo a leer 1 Corintios 3:11 en voz alta, y pide al resto del grupo que preste atención a qué fundamento puso Pablo para los santos de Corinto.

• ¿Qué fundamento colocó Pablo mientras enseñaba en Corinto?

• Según el versículo 11, ¿quién debe ser el fundamento de nuestra vida? (Asegúrate de que los miembros de tu grupo reconozcan la siguiente verdad: Jesucristo es el fundamento sobre el cual debemos edificar. Podrías invitar a tu grupo a marcar esa verdad en el versículo 11).

• El edificar sobre el fundamento de Jesucristo, ¿de qué manera puede ayudarnos a soportar las tentaciones y las pruebas? (Véase también Helamán 5:12).

• ¿Cómo podemos asegurar que nuestra vida esté edificada sobre el fundamento de Jesucristo?

Invita a un miembro de tu grupo a hablar acerca de alguien que conozca cuya vida refleje que está edificada sobre el fundamento de Jesucristo. Pida al alumno que explique de qué manera el estar edificado sobre Cristo ha bendecido a esa persona.

Invita a cada miembro del grupo a establecer una meta que le ayude a edificar sobre el fundamento de Jesucristo.

Escribe la palabra templo en una hoja de papel y muéstrala a tu grupo. Explica que Pablo a menudo se refería al templo en sentido figurado. Como está registrado en 1 Corintios 3:16–17, él utilizó la palabra templo para referirse a las congregaciones de la Iglesia.

Invita a un miembro de tu grupo a leer 1 Corintios 3:16–17 en voz alta, y pide al grupo que siga la lectura en silencio para ver qué dijo Pablo que los miembros de la Iglesia de Corinto debían comprender. Explica que vosotros (versículo 16) se refiere a las congregaciones de la Iglesia, y que la frase “si alguno profanare el templo de Dios” (versículo 17) hace referencia a cualquiera que intenta destruir al pueblo de Dios.

• Según el versículo 16, ¿qué quería Pablo que comprendieran los miembros de la Iglesia acerca de sus congregaciones?

Aunque 1 Corintios 3:16–17 probablemente se refiere a los miembros de la Iglesia como congregación, esos versículos también pueden aplicarse a nuestro cuerpo físico.

• ¿En qué sentido podría aplicarse también 1 Corintios 3:16–17 a nuestro cuerpo físico? ¿Cuáles son las consecuencias de profanar nuestro cuerpo?

Para resumir 1 Corintios 3:18–23, explica a tu grupo que Pablo enseñó a los santos que la verdadera sabiduría se encuentra en Jesucristo y que la sabiduría del mundo es “insensatez para con Dios” (versículo 19).