Santiago escribió una epístola a la casa dispersa de Israel, alentándolos a ser pacientes en sus aflicciones y a buscar sabiduría del Padre Celestial. Santiago también les enseñó a resistir la tentación, a ser hacedores de la palabra, a servir a los demás y a mantenerse limpios espiritualmente.
Santiago alienta a Israel disperso a ser paciente en sus aflicciones y a buscar sabiduría de Dios
Antes de comenzar la clase, escriba la siguiente declaración en la pizarra: ¡Desearía ser más sabio! Al iniciar la clase, pida a los alumnos que consideren la declaración de la pizarra. Invítelos a usar su cuaderno de apuntes o diario de estudio de las Escrituras para escribir acerca de temas o situaciones personales para las que buscan sabiduría. Podría sugerir que incluyan en sus listas temas del Evangelio y preguntas apremiantes de la vida. Pida a algunos alumnos que compartan algunos de los temas o preguntas que escribieron. (Recuérdeles que no compartan cosas que sean demasiado privadas).
¿Con qué preguntas de la vida se enfrentaba José Smith cuando era joven? (Si los alumnos necesitan ayuda, remítalos a José Smith—Historia 1:9–10).
Explique que José estaba leyendo la Epístola de Santiago cuando descubrió cómo encontrar respuestas a sus preguntas. Santiago era un apóstol de Jesucristo y un obispo en Jerusalén. La tradición cristiana también sostiene que Santiago era hijo de María y José, y por lo tanto, medio hermano de Jesús.
Invite a un alumno a leer Santiago 1:1–4 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para determinar lo que Santiago enseñó a la casa de Israel acerca de las dificultades y aflicciones de ellos. Señale que la Traducción de José Smith del versículo 2 (en Santiago 1:2, nota a al pie de página) cambia la frase “diversas pruebas” a “muchas aflicciones”.
¿Qué enseñó Santiago a la casa de Israel acerca de las dificultades y aflicciones de ellos?
¿Por qué es importante tener paciencia durante las dificultades y las aflicciones?
Invite a un alumno a leer Santiago 1:5–6 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber lo que descubrió José Smith que lo ayudó a encontrar respuestas a sus preguntas.
¿Qué aconsejó Santiago a sus lectores que hicieran a fin de encontrar respuestas a sus preguntas?
¿Qué significa que Dios da “abundantemente” y “sin reproche”? (versículo 5). (Abundantemente significa libre y generosamente. Reproche significa reprender o criticar).
Invite a un alumno a pasar a la pizarra para escribir un principio que podemos aprender de Santiago 1:5–6. Los alumnos pueden usar otras palabras, pero deben reconocer un principio similar al siguiente: Dios da sabiduría generosamente a quienes le piden con fe.
¿Qué significa “[pedir] con fe, no dudando nada”? (versículo 6).
Invite a un alumno a explicar cómo Santiago 1:5–6 influyó en el joven José Smith mientras buscaba respuestas (véase José Smith—Historia 1:12). Pida a otro alumno que resuma el resultado de la oración de fe de José Smith en la arboleda cercana a su casa.
¿En qué ocasiones el Padre Celestial ha respondido generosamente a las oraciones de ustedes después de que le han orado con fe?
Testifique que Dios brinda generosamente sabiduría a quienes le piden con fe. Invite a los alumnos a seguir el ejemplo de José Smith al aplicar ese principio en sus vidas, a fin de que puedan recibir la sabiduría que necesitan del Padre Celestial.
Para resumir Santiago 1:7–11, explique que Santiago advirtió con respecto a ser de doble ánimo, o a vacilar en la lealtad y el compromiso al Señor. Santiago también escribió que los ricos debían volverse humildes, ya que las riquezas terrenales solo son temporales y pronto acabarán.
Nota: Podría invitar a dos alumnos a enseñar los siguientes dos bloques de Escrituras. Sería útil dar esas asignaciones uno o dos días antes de esta clase a los alumnos maestros a fin de que se puedan preparar. Podría invitar a cada alumno maestro que enseñe a toda la clase, o podría dividir la clase en dos grupos e invitar a cada alumno maestro a enseñar su bloque de Escrituras a la mitad de la clase y después pedir a los alumnos maestros (o a la clase) que roten a fin de que puedan enseñar a la otra mitad.
¿Qué tentaciones enfrentan los jóvenes en la actualidad? (Tal vez quiera escribir las respuestas de los alumnos en la pizarra).
¿Por qué a veces es difícil resistir la tentación?
Invite a un alumno a leer Santiago 1:12 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio y se fije en las bendiciones prometidas a aquellos que aman al Señor y resisten la tentación. Señale que la Traducción de José Smith de ese versículo (en Santiago 1:12, nota a al pie de página) cambia “soporta la tentación” a “resiste la tentación”.
¿Qué bendiciones recibirán aquellos que aman al Señor y resisten la tentación? (Después de que los alumnos respondan, anote el siguiente principio en la pizarra: Mostramos nuestro amor por el Señor al resistir la tentación, que es uno de los requisitos para recibir la corona de vida eterna).
Invite a un alumno a leer Santiago 1:13–16 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar de donde proviene la tentación y de donde no.
De acuerdo con el versículo 13, ¿quién no es la fuente de nuestras tentaciones?
Explique que el término concupiscencia en el versículo 14 se refiere a los deseos profanos que podemos tener a causa de nuestra naturaleza caída. Satanás nos tienta a ceder a esos deseos profanos.
Invite a los alumnos a considerar las tentaciones con las que tienen dificultades.
¿Cómo podemos obtener poder espiritual para resistir las tentaciones?
¿De qué maneras mostramos nuestro amor por el Señor al resistir las tentaciones?
Testifique de la veracidad del principio que los alumnos reconocieron en Santiago 1:12. Invítelos a reflexionar sobre lo que harán para resistir las tentaciones con las que tienen dificultades.
Para resumir Santiago 1:17–21, explique que Santiago enseñó que todos los dones buenos vienen de Dios y que los santos deben desechar “toda inmundicia” y recibir las palabras del Señor “con mansedumbre” (versículo 21).
Santiago invita a sus lectores a ser oidores y hacedores de la palabra
Invite a un alumno a leer en voz alta el siguiente relato del élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles:
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Elder Quentin L. Cook
“Hace poco me reuní con un excelente jovencito adolescente; sus metas eran servir en una misión, obtener una educación, casarse en el templo y tener una familia feliz y fiel… Pensé que sinceramente deseaba ir a una misión y estaba evitando transgresiones graves que le prohibieran servir en una misión, pero su conducta cotidiana no lo estaba preparando para los desafíos físicos, emocionales, sociales, intelectuales y espirituales que afrontaría. No había aprendido a trabajar arduamente, no tomaba ni los estudios ni seminario con seriedad; asistía a la Iglesia, pero no había leído el Libro de Mormón. Pasaba mucho tiempo en videojuegos y en las redes sociales. Parecía pensar que presentarse para ir a la misión sería suficiente” (“Elijan sabiamente”, Liahona, noviembre de 2014, pág. 47).
Si hubieran estado en la situación del élder Cook, ¿qué preocupaciones podrían haber tenido con la falta de preparación misional de ese joven?
Invite a un alumno a leer Santiago 1:22 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para determinar lo que Santiago enseñó que podría ayudar al joven que se describió en el relato del élder Cook.
¿Qué enseñó Santiago que podría ayudar a ese joven?
Explique que, como se registra en Santiago 1:23–24, Santiago comparó a alguien que es oidor pero no hacedor a un hombre que se mira a sí mismo en un espejo pero que cuando se va, se olvida de cómo era.
Invite a un alumno a leer Santiago 1:25 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber lo que ocurre a aquellos que eligen actuar conforme a las verdades que oyen.
¿Qué ocurre a aquellos que no son solamente oidores sino que también son hacedores? (Después que los alumnos respondan, escriba el siguiente principio en la pizarra: Al oír y actuar conforme a la palabra de Dios, Él nos bendecirá en nuestras acciones).
Invite a los alumnos a evaluarse a sí mismos como oidores y hacedores de la palabra de Dios al meditar las siguientes preguntas. Si lo desea, lea esas preguntas en voz alta o escríbalas en la pizarra.
¿Cuán plenamente creo las verdades que estoy aprendiendo en las Escrituras, en casa, en la Iglesia y en Seminario?
¿Con cuánta frecuencia me establezco metas espirituales para actuar según las verdades que estoy aprendiendo? ¿Con qué frecuencia las logro? ¿Con qué frecuencia las olvido?
¿En qué puedo mejorar para ser un hacedor de la palabra y no solamente un oidor?
Testifique de las bendiciones que recibimos cuando actuamos conforme a lo que aprendemos.
Pablo aconseja a los santos que cuiden de los demás
Después de que los dos alumnos hayan enseñado sus bloques de Escrituras, pida a otros alumnos que resuman lo que aprendieron.
Invite a un alumno a leer Santiago 1:26–27 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio en busca de las sugerencias de Santiago acerca de cómo podemos vivir nuestra religión.
De acuerdo con Santiago, ¿cuáles son algunas de las formas en las que podemos vivir nuestra religión, o demostrar nuestra devoción a Dios?
Explique que Santiago usó la idea de “Visitar a los huérfanos y a las viudas” en necesidad, como un ejemplo de cuidar de los demás. El “guardarnos sin mancha del mundo” versículo 27) significa mantenerse espiritualmente limpio, incluso en un mundo en el que predomine la iniquidad.
¿Qué verdad podemos aprender del versículo 27? (Es posible que los alumnos utilicen otras palabras, pero asegúrese de que reconozcan la siguiente verdad: Demostramos la religión pura cuando velamos por los demás y nos mantenemos espiritualmente limpios. Escriba esa verdad en la pizarra).
¿De qué maneras el velar por los demás y mantenernos espiritualmente limpios puede ser una expresión importante de nuestra devoción a Dios?
¿A quién conocen que sea un buen ejemplo de mostrar la “religión pura” en su vida diaria? ¿Qué hace esa persona que los inspira?
Invite a los alumnos a escribir en una hoja de papel una o dos de las cosas que harán durante la próxima semana para cuidar de alguien que lo necesite o para mantenerse “sin mancha del mundo”. Invítelos a ser hacedores de las palabras de Dios al aplicar ese principio en sus vidas.
Explique que memorizar Santiago 1:5–6 ayudará a los alumnos a lo largo de su vida cuando tengan preguntas acerca del Evangelio, al buscar la ayuda del Señor al tomar decisiones, y conforme enseñen el Evangelio a los demás.
Use una de las actividades para memorizar que figuran en el apéndice, o desarrolle una actividad propia para ayudar a los alumnos a memorizar ese pasaje. Recuerde revisar con frecuencia los pasajes de dominio de las Escrituras con los alumnos a fin de ayudarlos a retener lo que han aprendido. Podría planear momentos en las próximas lecciones para repasar ese pasaje e invitar a los alumnos a recitarlo.
Comentarios e información de contexto
Santiago 1:5. “… si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría”
El élder Bruce R. McConkie, del Cuórum de los Doce Apóstoles, describió el significado singular de Santiago 1:5 para los Santos de los Últimos Días:
“Este versículo de las Escrituras ha tenido en la humanidad una influencia más grande y un efecto mucho más extenso que cualquier otra frase registrada por un profeta en cualquier época. Bien se podría decir que el acto de coronación del ministerio de Santiago no fue su martirio por el testimonio de Jesús, sino su recitación, guiada por el Espíritu Santo, de esas palabras simples que condujeron a la apertura de los cielos en los tiempos modernos.
“Y bien se puede agregar que cada investigador de verdad revelada se encuentra, en cierto punto en el trayecto de su búsqueda, en el lugar en el que estuvo José Smith. La persona debe volverse al Todopoderoso y obtener sabiduría de Dios por medio de la revelación si desea obtener un lugar en ese sendero estrecho y angosto que conduce a la vida eterna” (Doctrinal New Testament Commentary, 3 tomos, 1965–1973, tomo III, págs. 246–247).
El élder M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles, recalcó la importancia de pedir a Dios en la actualidad:
“En la actualidad, vivimos en un mundo en el que las personas no recurren a Dios; parece que quieren recurrir a Google. Aun cuando se trata de preguntas relacionadas con la fe, hay muchos que confían que internet les proporciona respuestas acertadas, imparciales y equilibradas a sus preguntas más de lo que confían en la fuente sublime de verdad, nuestro Padre Celestial…
“En la actualidad, internet está lleno de aquellos que aguardan para engañar a los que no están bien informados y son inexpertos.
“En nuestra búsqueda de verdades del Evangelio, no solamente necesitamos encontrar fuentes confiables sino que también necesitamos darle al Señor un tiempo equitativo en nuestras ocupaciones diarias. Necesitamos estudiar las Escrituras y las palabras de los siervos del Señor. Necesitamos estar viviendo bien frente a Dios, necesitamos estar haciendo Su voluntad [véase Juan 7:16–17]. Y nunca podemos recalcar lo suficiente la importancia de llevar nuestras preocupaciones espirituales directamente a Dios y confiar en Su inspiración y guía” (“Women of Dedication, Faith, Determination, and Action” [discurso pronunciado en la Conferencia de Mujeres, Universidad Brigham Young, 1 de mayo de 2015], ce.byu.edu/cw/womensconference).
El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó lo que significa pedir con fe:
“El ejemplo clásico de pedir con fe es José Smith y la Primera Visión. Cuando el joven José deseaba saber la verdad acerca de la religión, leyó [Santiago 1:5–6 ]…
“Fíjense, por favor, en el requisito de pedir con fe que, a mi modo de entender, significa la necesidad no sólo de expresar, sino de hacer; la doble obligación de suplicar y de ejecutar; el requisito de comunicar y de actuar” (“Pedir con fe”, Liahona, mayo de 2008, pág. 94).
El élder Richard G. Scott, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:
“Al aprender esa misma verdad, descubrirás que si adoptas una postura firme en favor de lo que es justo, si estableces valores personales y haces convenio de observarlos, cuando vengan las tentaciones y actúes de acuerdo con tus valores, te verás fortalecido y recibirás fuerzas más allá de tu propia capacidad si hay necesidad de ello. La dificultad aparece cuando entras en batalla con la tentación sin un plan determinado” (“Haz tú lo justo”, Liahona, marzo de 2001, pág. 14).
El presidente Boyd K. Packer, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo:
“A medida que aprendan a controlar sus pensamientos, podrán eliminar hábitos, aun aquellos que sean degradantes. Si pueden aprender a dominarlos, tendrán una vida feliz…
“Una vez que aprendan a limpiar el escenario de su mente de pensamientos indignos, manténganlo ocupado aprendiendo cosas que valgan la pena. Cambien su ambiente de forma que tengan a su alrededor cosas que inspiren pensamientos buenos y elevados. Manténganse ocupados con cosas justas” (“Inspiring Music—Worthy Thoughts”, conferencia general, octubre de 1973).