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Lección 37: Marcos 6


Lección 37

Marcos 6

Introducción

Jesús fue rechazado en la ciudad en la que creció, Nazaret. Envió a los Doce Apóstoles a predicar el Evangelio. Juan el Bautista murió por orden de Herodes Antipas. Jesús alimentó milagrosamente a una multitud de más de cinco mil personas, caminó sobre el agua, calmó la tempestad y sanó a los enfermos.

Sugerencias para la enseñanza

Marcos 6:1–29

Jesús es rechazado en Nazaret y envía a los Doce Apóstoles; se narra la muerte de Juan el Bautista

Para iniciar la clase, invite a los alumnos a pensar en la última vez que sintieron presión para hacer lo que sabían que no era correcto.

Escriba la siguiente declaración en la pizarra (esta declaración se encuentra en “Las decisiones correctas”, Liahona, enero de 1995, pág. 42):

“Esas personas quieren que te unas a ellas porque se sienten mejor con lo que hacen cuando otros también lo hacen” (Richard G. Scott).

  • ¿Cuáles son algunos ejemplos de cómo los demás pueden tratar de presionarlos a hacer algo que ustedes saben que está mal?

A medida que estudian Marcos 6, invite a los alumnos a buscar verdades que puedan ayudarlos a evitar ceder ante la presión social negativa.

Para resumir Marcos 6:1–16, explique que Jesús predicó en la ciudad en la que creció, Nazaret. Sin embargo, a causa de la incredulidad de la gente, no obró muchos milagros entre ellos. Mientras se encontraba ahí, Jesús envió a los Doce Apóstoles a predicar el Evangelio de dos en dos. Al predicar el Evangelio, también echaron fuera demonios y sanaron a los enfermos. Cuando Herodes oyó acerca de los muchos milagros que Jesús llevaba a cabo, temió que Juan el Bautista se hubiera levantado de entre los muertos y estuviera efectuando esos milagros.

Explique que Marcos 6:17–29 proporciona un relato de lo que le sucedió a Juan el Bautista. Invite a un alumno a leer Marcos 6:17–18 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar lo que Herodes había hecho a Juan el Bautista.

  • De acuerdo con esos versículos, ¿qué había hecho Herodes a Juan y por qué?

Explique que el Herodes que se menciona en esos versículos es Herodes Antipas, quien gobernaba las regiones de Galilea y Perea tras la muerte de su padre, Herodes el Grande. Herodes Antipas se había divorciado de su esposa y se había casado con Herodías, la esposa de su hermano Felipe. Ese hecho fue una descarada violación a la ley judía (véase Levítico 18:16), y Juan el Bautista lo había condenado vocalmente. La oposición de Juan a ese matrimonio enfureció a Herodías, así que Herodes encarceló a Juan para calmarla.

Invite a un alumno a leer Marcos 6:19–20 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber lo que Herodías deseaba hacer con Juan el Bautista.

  • ¿Qué deseaba hacer Herodías con Juan el Bautista?

  • ¿Por qué no podía hacer que le dieran muerte? (Porque Herodes temía a Juan y sabía que era un hombre de Dios; véase también Traducción de José Smith, Marcos 6:21 [en Marcos 6:20, nota a al pie de página] para más información acerca de cómo se sentía Herodes con respecto a Juan el Bautista).

Invite a varios alumnos a turnarse para leer Marcos 6:21–29 en voz alta, e invite a la clase a seguir la lectura en silencio para descubrir lo que Herodes le hizo a Juan el Bautista.

  • De acuerdo con el versículo 26, ¿cómo se sentía Herodes con respecto a matar a Juan el Bautista?

  • ¿Por qué Herodes mandó decapitar a Juan si sabía que era incorrecto y no deseaba hacerlo? (Tal vez usted quiera sugerir a los alumnos que marquen la frase “a causa… de los que estaban con él a la mesa” que indica que Herodes estaba preocupado por la opinión de aquellos que estaban sentados con él a la mesa).

  • ¿Qué principio podemos aprender de las decisiones de Herodes acerca de lo que ocurre cuando tratamos de complacer a los demás en lugar de hacer lo que es correcto? (Los alumnos pueden usar diferentes palabras, pero deben reconocer el siguiente principio: Procurar complacer a los demás en lugar de hacer lo que sabemos que es correcto puede conducirnos a malas decisiones, dolor y lamentaciones).

A fin de ayudar a los alumnos a comprender mejor esa verdad, póngalos en grupos de dos a cuatro personas y pídales que sugieran varios ejemplos de situaciones en las que deben elegir entre procurar complacer a los demás y hacer lo que saben que es lo correcto. Cuando haya transcurrido suficiente tiempo, invite a cada grupo a dar un informe. Al hacerlo, escriba algunos de sus ejemplos en la pizarra.

  • ¿De qué maneras han visto que ceder ante la presión, como en esos ejemplos, trae aflicción y remordimiento?

  • ¿Han visto a alguien que eligió hacer lo que era correcto en lugar de complacer a los demás?

  • ¿Qué nos puede ayudar a elegir hacer lo que sabemos que es lo correcto en lugar de tratar de complacer a los demás?

Invite a los alumnos a meditar en la próxima semana y determinen posibles situaciones en las que quizás tengan que elegir entre complacer a los demás y hacer lo que es correcto. Aliéntelos a planificar cómo responderán a esa presión si se enfrentan a ella.

Marcos 6:30–44

Jesús alimenta milagrosamente a más de cinco mil personas

Invite a los alumnos a considerar la siguiente situación: Un misionero recién llamado está muy nervioso por partir a su misión. Esa persona no es un buen orador y tiene dificultades en entornos sociales.

  • ¿Qué le dirían a ese joven misionero?

Invite a los alumnos a que conforme estudien Marcos 6:30–44, busquen un principio que pueda ayudar a ese misionero y a todos nosotros cuando nos sentimos incompetentes para hacer lo que el Señor nos ha pedido.

Para resumir Marcos 6:30–33, explique que los Doce Apóstoles regresaban de predicar el Evangelio y le informaron a Jesús lo que habían hecho y enseñado. Jesús y los Doce Apóstoles abordaron una barca para viajar a un lugar en el que pudieran estar solos y descansar. Sin embargo, la gente de varios pueblos cercanos fue a donde Jesús llegaría y lo estaban esperando cuando llegó.

Invite a un alumno a leer Marcos 6:34 en voz alta, y pida a la clase que determine cómo respondió el Salvador a la multitud.

  • ¿Qué creen que signifique la frase “eran como ovejas que no tenían pastor”?

Explique que después de enseñar todo el día a la multitud, el Salvador efectuó un gran milagro. A fin de ayudar a los alumnos a comprender ese milagro, agrúpelos de dos en dos y dé a cada grupo una copia del siguiente volante. Invite a cada grupo a leer juntos Marcos 6:35–44 y Mateo 14:18 y después a numerar los acontecimientos del volante en orden cronológico.

En lugar de que los alumnos lean ese relato en las Escrituras, puede mostrarles el video “La alimentación de los cinco mil” (2:52) de La vida de Jesucristo - Videos de la Biblia y pida a los alumnos que numeren los acontecimientos del volante en orden cronológico basándose en lo que ven en el video. El video está disponible en LDS.org.

Imagen
handout, The Feeding of the 5000

La alimentación de los cinco mil

Nuevo Testamento: Manual del maestro de seminario—Lección 37

  • ____ El Salvador multiplicó lo que los discípulos llevaron, haciéndolo suficiente y sobrepasando lo que se necesitaba.

  • ____ Los discípulos dijeron que habían encontrado cinco panes y dos peces.

  • ____ Los discípulos propusieron enviar a la gente a que fuera a comprar alimento.

  • ____ El Salvador les preguntó a los discípulos qué podían proveer.

  • ____ El Salvador les dijo a los discípulos que alimentaran a la gente.

  • ____ La multitud no tenía nada que comer.

  • ____ El Salvador les pidió a los discípulos que le dieran lo que tenían.

Después de que los alumnos hayan tenido suficiente tiempo para completar esa actividad, revise las respuestas junto con la clase. (La secuencia correcta de respuestas es 7, 5, 2, 4, 3, 1, 6).

  • ¿A cuántas personas se alimentó? (Explique que el texto griego de Marcos 6:44 deja claro que la frase “cinco mil hombres” significa cinco mil varones adultos. Entonces, el número de los que fueron alimentados fue probablemente mayor, considerando que también estaban presentes mujeres y niños [véase también Mateo 14:21]).

Señale que antes de efectuar ese milagro, el Salvador primero pidió a Sus discípulos que le dieran los cinco panes y los dos pescados; que era todo lo que tenían.

  • ¿Qué principio aprendemos de ese milagro acerca de lo que el Salvador puede hacer cuando le brindamos todo lo que tenemos? (Los alumnos deben reconocer un principio similar al siguiente: Cuando le brindamos al Salvador todo lo que tenemos, Él puede multiplicar nuestra ofrenda para lograr Sus propósitos. Anote ese principio en la pizarra).

A fin de ayudar a los alumnos a comprender ese principio, recuérdeles la situación del joven misionero recién llamado que se mencionó anteriormente.

  • A pesar de la debilidad de ese joven o jovencita, ¿qué podría pedir el Salvador a ese misionero que le lleve a Él? (El Salvador invita a todos los que procuran cumplir Sus propósitos a que le den todos sus deseos, habilidades, talentos, aptitudes, fortalezas, dones y esfuerzos [véanse Omni 1:26; 2 Nefi 25:29]).

  • ¿Cuál sería el resultado si ese misionero o misionera diera todo lo que tiene al Salvador?

  • ¿Qué otras situaciones puede enfrentar un joven miembro de la Iglesia en las que le puede ser de utilidad conocer ese principio?

Invite a los alumnos a meditar y escribir en su cuaderno de apuntes o en su diario de estudio de las Escrituras en qué forma ha magnificado el Señor sus esfuerzos para permitirles hacer lo que ha requerido de ellos. Podría invitar a algunos alumnos a compartir con la clase lo que escribieron, si es que se sienten cómodos al hacerlo.

Comparta su testimonio de que cuando le brindamos al Salvador todo lo que tenemos, Él puede magnificar nuestra ofrenda para lograr Sus propósitos. Aliente a los alumnos a aplicar ese principio en sus vidas.

Marcos 6:45–56

Jesús camina sobre el agua y sana a los enfermos

Para resumir Marcos 6:45–56, explique que después de que Jesús alimentó a los cinco mil, mandó a Sus discípulos que entraran en una barca y navegaran al otro lado del mar de Galilea. Entonces, despidió a las multitudes. Durante la noche surgió una tormenta, y el Salvador contemplaba desde el monte a Sus discípulos que luchaban pero que no progresaban en su viaje. Entonces, caminó sobre el agua hacia donde ellos estaban, la tormenta se calmó, y ellos llegaron seguros al otro lado del mar de Galilea.

  • En ese ejemplo, ¿en qué forma el poder del Señor permitió que los discípulos llevaran a cabo lo que Él les había pedido que hicieran?

Para concluir la lección, podría invitar a los alumnos que deseen participar a compartir sus sentimientos o testimonios de las verdades que analizaron hoy.

Comentario e información de contexto

Marcos 6:26. “… a causa… de los que estaban con él a la mesa”

El élder Richard G. Scott, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dio algunas ideas que pueden ayudar a los jóvenes a resistir la presión social negativa:

“No es posible complacer a Dios sin enojar a Satanás, por eso los que ceden a su tentación de hacer lo malo ejercerán presión sobre ti. “Esas personas quieren que te unas a ellas porque se sienten mejor con lo que hacen cuando otros también lo hacen. Además, posiblemente quieran aprovecharse de ti. El deseo de que los amigos lo acepten a uno, de formar parte de un grupo, es natural; hay quienes incluso se afilian con pandillas por esa necesidad de aceptación que sienten, pero pierden su libertad cuando lo hacen y algunos hasta pierden la vida. Una de las cosas que te será más difícil es reconocer lo fuerte que ya eres y el hecho de que otros te respetan por ello, aunque no te lo digan. Nosotros tenemos gran confianza en ti. No tienes por qué comprometer tus normas para ser aceptado por los buenos amigos. Cuanto más obediente seas, cuanto más defiendas los principios correctos, tanto más te ayudará el Señor a resistir la tentación. También estarás en condiciones de ayudar a otros porque ellos percibirán tu fortaleza. Hazles conocer tus normas viviendo constantemente de acuerdo con ellas; contesta las preguntas que te hagan sobre tus principios, pero evita sermonear. Por experiencia propia, sé que eso da resultado.

“Nadie tiene el propósito de cometer errores graves; estos ocurren cuando comprometes tus normas para que los demás te acepten mejor. Sé tú el fuerte. Sé el líder. Elige buenos amigos y resistan juntos la presión de los otros” (“Las decisiones correctas”, Liahona, enero de 1995, pág. 42).

El élder Lynn G. Robbins, de los Setenta, enseñó lo siguiente acerca de la presión social:

“El tratar de complacer a los demás antes de complacer a Dios es invertir el orden de los dos primeros grandes mandamientos (véase Mateo 22:37–39); es olvidar hacia dónde miramos; y sin embargo, todos hemos cometido ese error debido al temor al hombre. En Isaías el Señor nos advierte, ‘No temáis afrenta de hombre’ (Isaías 51:7; véase también 2 Nefi 8:7). En el sueño de Lehi, ese miedo surge debido al dedo de escarnio que los señalaba desde el edificio grande y espacioso, provocando que muchos se olvidaran hacia dónde debían mirar y dejaran el árbol ‘avergonzados’ (véase 1 Nefi 8:25–28).

“La presión social intenta cambiar la actitud de una persona, incluso el comportamiento, haciéndola sentir culpable de ofender a los demás. Buscamos una convivencia respetuosa con quienes nos señalan con el dedo, pero cuando el miedo al hombre nos tienta a justificar el pecado, se convierte en una ‘trampa’ según lo indica el libro de Proverbios (véase Proverbios 29:25). La trampa puede estar astutamente presentada para apelar a nuestro lado compasivo a fin de que toleremos, e incluso aprobemos, algo que ha sido condenado por Dios. Para los de fe débil, esto puede ser una gran piedra de tropiezo. Por ejemplo, algunos misioneros jóvenes llevan ese miedo al hombre al campo misional y no informan a un presidente de misión la desobediencia flagrante de un compañero, debido a que no quieren ofender a su compañero desobediente. Las decisiones que definen el carácter se hacen al recordar el orden correcto de los primeros dos grandes mandamientos (véase Mateo 22:37–38). Cuando estos misioneros confundidos se dan cuenta de que son responsables ante Dios y no ante sus compañeros, debería darles el valor para mirar hacia el lado correcto” (“¿Hacia dónde miramos?” Liahona, noviembre de 2014, pág. 9).

Marcos 6:35–44. La alimentación de los cinco mil

El presidente James E. Faust, de la Primera Presidencia, enseñó que el poder del Salvador para multiplicar los panes y los peces muestra que Él magnificará nuestros fieles esfuerzos por servir en Su Iglesia, incluso si sentimos que nuestros esfuerzos son iguales a solo unos cuantos panes y peces:

“Mucha gente casi desconocida, poseyendo dones que solo equivalen a cinco panes de cebada y a dos pececillos, magnifican sus llamamientos [en la Iglesia] y sirven sin reconocimiento ni atención, alimentando literalmente a miles de personas… Esos son los cientos de miles de líderes y maestros de todas las organizaciones auxiliares y los cuórums del sacerdocio, los maestros orientadores, las maestras visitantes de la Sociedad de Socorro; son los muchos humildes obispos de la Iglesia, algunos sin educación académica, pero magnificando su cargo, aprendiendo siempre con un deseo humilde de servir al Señor y a la gente de su barrio…

“Una razón importante del crecimiento de la Iglesia, desde sus humildes comienzos hasta la solidez actual, es la fe y devoción de millones de humildes y sacrificadas gentes que tienen solo cinco panes de cebada y dos pececillos que ofrecer al servicio del Maestro” (véase “Cinco panes de cebada y dos pececillos”, Liahona, julio de 1994, págs. 5–6).