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Unidad 26, Día 2: 1 Tesalonicenses


Unidad 26: Día 2

1 Tesalonicenses

Introducción

El apóstol Pablo les escribió a los santos de Tesalónica después de enterarse de que habían sido fieles al Evangelio en medio de la persecución. Los alabó por su fidelidad y voluntad de enseñar el Evangelio. Pablo también les enseñó acerca de la resurrección de los muertos en la segunda venida de Jesucristo y sobre la forma de prepararse para la Segunda Venida.

1 Tesalonicenses 1–2

Pablo alaba a los santos tesalonicenses por su fidelidad en la aflicción

Ubica Tesalónica en Mapas bíblicos nro. 13, “Los viajes misionales del apóstol Pablo”, que se halla en el apéndice de la Biblia. Los santos de Tesalónica fueron algunos de los primeros conversos europeos a la Iglesia. Pablo, Silas y Timoteo habían predicado allí por primera vez durante el segundo viaje misional de Pablo, pero algunos de los líderes judíos los expulsaron de la ciudad (véase Hechos 17:5–15). Los santos tesalonicenses continuaron siendo perseguidos aun después de que Pablo y sus compañeros partieron. Pablo escribió más tarde esta epístola para animarlos mientras ellos enfrentaban persecución.

  1. ¿Has intentado alguna vez compartir el Evangelio con alguien? Relata tu experiencia en tu diario de estudio de las Escrituras. Considera las siguientes preguntas: ¿Cómo se recibió tu mensaje? ¿De qué maneras fuiste bendecido debido a tu esfuerzo por compartir el Evangelio? ¿Cuáles son algunos de los desafíos que podríamos experimentar al tratar de compartir el Evangelio con los demás?

A medida que estudies 1 Tesalonicenses 1–2, busca verdades que puedan ayudarte al compartir el Evangelio con los demás.

Lee 1 Tesalonicenses 1:5–6 y busca de qué manera el apóstol Pablo había compartido el Evangelio con los tesalonicenses cuando estuvo con ellos. Si lo deseas, marca los términos palabra y poder en el versículo 5.

El élder Bruce R. McConkie, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó la diferencia entre la “palabra” y el “poder” del Evangelio.

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Elder Bruce R. McConkie

“El verdadero Evangelio consta de dos cosas: la Palabra y el Poder. Cualquier persona puede tener la palabra; los libros en los que está escrita se encuentran disponibles de forma universal; pero el poder debe provenir de Dios; es y debe ser dispensado de acuerdo con Su mente y Su voluntad a quienes obedecen la ley que les da derecho a recibirlo.

“La palabra del Evangelio es el informe oral o escrito de lo que deben hacer los hombres para ser salvos…

“Pero la verdadera salvación se logra solo cuando se recibe el poder de Dios y se lo utiliza, y ese poder es el poder del sacerdocio y el poder del Espíritu Santo” (Doctrinal New Testament Commentary, 3 tomos, 1965–1973, tomo III, págs. 42–43).

Podrías marcar en 1 Tesalonicenses 1:6 lo que hicieron los tesalonicenses después de que se les hubo enseñado el Evangelio por la palabra y el poder de Dios.

De 1 Tesalonicenses 1:5–6 podemos aprender el siguiente principio: Al enseñar el evangelio de Jesucristo por la palabra y el poder de Dios, podemos ayudar a los demás a llegar a ser seguidores del Señor y Sus siervos.

Lee 1 Tesalonicenses 1:7–9 y presta atención a cómo el ejemplo de los santos tesalonicenses influyó en otros creyentes a su alrededor.

Del ejemplo de los santos tesalonicenses podemos aprender la siguiente verdad: Podemos compartir el Evangelio por medio de nuestro ejemplo.

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President Dieter F. Uchtdorf

En la siguiente declaración, subraya lo que el presidente Dieter F. Uchtdorf, de la Primera Presidencia, dijo que es la forma más efectiva de compartir el Evangelio: “La forma más efectiva de predicar el Evangelio es por medio del ejemplo. Si vivimos de acuerdo con nuestras creencias, la gente lo notará. Si recibimos la imagen de Cristo en nuestros rostros [véase Alma 5:14], si sentimos gozo y paz en el mundo, la gente querrá saber el porqué. Uno de los sermones más grandiosos que se haya pronunciado sobre la obra misional es este sencillo pensamiento atribuido a San Francisco de Asís: ‘Predica el Evangelio todo el tiempo y, si es necesario, utiliza las palabras’ [en William Fay y Linda Evans Shepherd, Share Jesus without Fear, 1999, pág. 22]” (“A la espera en el camino a Damasco”, Liahona, mayo de 2011, pág. 77).

Piensa en una ocasión en la que el ejemplo de alguien te ayudó a aceptar el Evangelio o a vivirlo más plenamente.

En 1 Tesalonicenses 2:1–13, Pablo escribió sobre su ministerio previo en Tesalónica. Se refirió a algunos críticos de Tesalónica que cuestionaban su sinceridad y sus motivaciones durante su ministerio. Para defenderse, Pablo describió la forma sincera y vehemente en la que él y sus compañeros habían enseñado y prestado servicio a los santos. Sus palabras nos recuerdan las enseñanzas de Doctrina y Convenios 12:8: “Y nadie puede ayudar en ella a menos que sea humilde y lleno de amor, y tenga fe, esperanza y caridad”.

Pablo no había vuelto a Tesalónica después de que fue expulsado durante su segundo viaje misional (véase Hechos 17:10). Dijo que no había podido volver porque Satanás se lo había impedido (véase 1 Tesalonicenses 2:18). Pablo no dio detalles acerca de la manera en la que Satanás le impidió volver a Tesalónica, pero es claro que la persecución por parte de los judíos ya lo había obligado a hacer muchos desvíos en su viaje (véase Hechos 17:14–15).

1 Tesalonicenses 3–5

Pablo enseña a los santos tesalonicenses acerca de la Segunda Venida

Marca verdadero (V) o falso (F) en los siguientes enunciados acerca de la segunda venida de Jesucristo:

  • ____ 1. Los santos fieles que mueran antes de la Segunda Venida no resucitarán hasta el final del Milenio.

  • ____ 2. Los santos fieles que estén vivos en la Segunda Venida serán arrebatados para recibir a Cristo cuando Él venga.

  • ____ 3. La Segunda Venida sorprenderá a todos como ladrón en la noche.

A medida que estudies 1 Tesalonicenses 3–5, busca verdades acerca de la segunda venida de Jesucristo que te ayuden a saber las respuestas correctas de la prueba de verdadero–falso (las respuestas se incluyen también al final de la lección).

En 1 Tesalonicenses 3:1–7 aprendemos que Timoteo le informó a Pablo que los santos habían permanecido fieles a pesar de sufrir persecución.

Lee 1 Tesalonicenses 3:11–13 y fíjate en lo que Pablo esperaba que hiciera el Señor por los santos para prepararlos para Su segunda venida. Podrías marcar o anotar en tus Escrituras lo que encuentres.

En 1 Tesalonicenses 4:1–12 aprendemos que Pablo instó a los santos a santificarse, o volverse limpios y puros, mediante la obediencia a los mandamientos de Dios, los cuales Pablo y otras personas les habían enseñado.

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The Second Coming

Los santos tesalonicenses malinterpretaban algunos aspectos de la segunda venida de Jesucristo. Les preocupaba que los miembros de la Iglesia de Tesalónica que habían muerto no pudieran experimentar las bendiciones de la Segunda Venida.

Lee 1 Tesalonicenses 4:13–14, 16 para ver qué enseñó Pablo acerca de los santos fieles que mueren antes de la Segunda Venida. Él utilizó las palabras duermen y durmieron para referirse a los que están muertos.

De esos versículos, aprendemos la siguiente verdad: Los santos fieles que mueran antes de la segunda venida de Jesucristo resucitarán cuando Él venga nuevamente.

La frase “traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él”, en 1 Tesalonicenses 4:14, significa que los santos fieles que resuciten en la Segunda Venida serán arrebatados para recibir al Salvador y descenderán con Él en gloria (véase D. y C. 88:97–98).

Lee 1 Tesalonicenses 4:15, 17 para ver qué enseñó Pablo acerca de los santos fieles que estén vivos cuando regrese Cristo. Lee también la Traducción de José Smith de 1 Tesalonicenses 4:15, 17 (en 1 Tesalonicenses 4:15, nota a al pie de página y 1 Tesalonicenses 4:17, nota a al pie de página).

De esos versículos, aprendemos la siguiente verdad: Los santos fieles que estén vivos en la segunda venida de Jesucristo serán arrebatados para recibirlo cuando Él venga.

Lee 1 Tesalonicenses 4:18 y presta atención a lo que esperaba Pablo que hicieran los santos después de aprender esas verdades acerca de la Segunda Venida.

  1. Contesta la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Qué consuelo encuentras en esas doctrinas acerca de la segunda venida de Jesucristo?

Lee 1 Tesalonicenses 5:1–3 y fíjate en las dos analogías que utilizó Pablo para describir el momento de la Segunda Venida.

¿Qué piensas que nos enseña acerca de la Segunda Venida la analogía de Pablo de un ladrón en la noche?

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Elder Bruce R. McConkie

El élder Bruce R. McConkie explicó: “[El Señor] vendrá como ladrón en la noche, inesperadamente y sin aviso, para quienes estén en oscuridad espiritual, para los que no estén iluminados por el poder del Espíritu” (Doctrinal New Testament Commentary, tomo III, pág. 54; véase también Mateo 24:42–43).

El élder McConkie también enseñó lo siguiente con respecto a la analogía de la mujer que lucha con dolores de parto: “Ella no sabe la hora o el minuto de la llegada del niño, pero sí sabe el tiempo aproximado” (Doctrinal New Testament Commentary, tomo III, pág. 54).

Sobre la base de esa analogía, podríamos también considerar de qué manera las pruebas que preceden a la Segunda Venida son similares a los dolores de parto. Pero así como la llegada de un bebé es maravillosa, del mismo modo la Segunda Venida será maravillosa para los justos.

Lee 1 Tesalonicenses 5:4–6 para ver por qué a los santos fieles no los tomará de sorpresa la Segunda Venida. Si lo deseas, marca o anota lo que encuentres.

La expresión “hijos de luz”, en el versículo 5, hace referencia a los miembros fieles de la Iglesia que “[desechan] las obras de las tinieblas” (Romanos 13:12) y tienen la compañía del Espíritu Santo y que, por lo tanto, estarán preparados para la Segunda Venida (véase D. y C. 106:4–5).

De 1 Tesalonicenses 5:4–6 aprendemos el siguiente principio: Si somos fieles y estamos atentos a las señales que preceden a la segunda venida de Jesucristo, entonces estaremos preparados cuando Él venga de nuevo.

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President Joseph Fielding Smith

El presidente Joseph Fielding Smith enseñó que algunas formas en las que podemos prepararnos para la Segunda Venida son “[prestar] atención a las palabras de Cristo, a Sus apóstoles, y [velar]” (véase Doctrina de Salvación, compilación de Bruce R. McConkie, 3 tomos, 1979, tomo III, pág. 51).

Repasa tus respuestas a la prueba de verdadero–falso del comienzo de esta lección. Según las verdades que has aprendido, ¿cambiarías alguna de tus respuestas?

En 1 Tesalonicenses 5:7–22, el apóstol Pablo aconsejó a los santos sobre la forma de prepararse para la segunda venida de Jesucristo.

Lee 1 Tesalonicenses 5:12–22 y descubre lo que Pablo les aconsejó a los santos que hicieran para prepararse a sí mismos y a los demás para recibir el Salvador en Su segunda venida.

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Cuál es el consejo de 1 Tesalonicenses 5:14–22 que más te llama la atención?

    2. ¿De qué manera el vivir ese consejo te ayuda a ti y a los demás a estar preparados para la Segunda Venida?

Lee 1 Tesalonicenses 5:23–24 para ver lo que Pablo dijo que Dios haría por Sus santos fieles mientras se preparaban para la Segunda Venida.

De acuerdo con lo que has aprendido hoy, resuelve lo que harás para prepararte mejor para la senda venida de Jesucristo. Escribe tus metas y planes en una hoja de papel y colócala donde pueda ayudarte a recordar esas metas y planes.

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras, al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado 1 Tesalonicenses y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: