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Introducción a 2 Timoteo


Introducción a 2 Timoteo

¿Por qué debemos estudiar este libro?

La segunda epístola de Pablo a Timoteo hace hincapié en el poder que resulta por tener un testimonio de Jesucristo (véase 2 Timoteo 1:7–8). También contiene una profecía de los “tiempos peligrosos” que existirían en los días de Pablo y Timoteo, así como en los últimos días (véase 2 Timoteo 3:1–7). Para ayudar a Timoteo con las dificultades a las que se enfrentaba, Pablo lo alentó a confiar en las Escrituras y en los líderes de la Iglesia (véase 2 Timoteo 3:14–17), y a apoyarse en la doctrina verdadera (véase 2 Timoteo 4:2). A medida que estudies este libro, aprenderás doctrinas y principios que te ayudarán a vivir fielmente al experimentar los tiempos peligrosos de los últimos días.

¿Quién escribió este libro?

El apóstol Pablo escribió 2 Timoteo (véase 2 Timoteo 1:1).

¿Cuándo y dónde se escribió?

Es probable que la segunda epístola de Pablo a Timoteo se escribió en algún momento entre el año 64 y el 65 d. C. (véase la Guía para el Estudio de las Escrituras, “Pablo, Epístolas de”, scriptures.lds.org). Pablo escribió la epístola durante su segundo encarcelamiento en Roma, poco antes de su martirio (véase la Guía para el Estudio de las Escrituras, “Pablo, Espístolas de”).

Durante su encarcelamiento, Pablo estaba encadenado (véase 2 Timoteo 1:16; 2:9), es probable que estuviera en una celda o en un calabozo y expuesto a los elementos naturales (véase 2 Timoteo 4:13, 21), y sus amigos tuvieron problemas para encontrarlo (véase 2 Timoteo 1:17). Aparentemente, Lucas era su único visitante regular (véase 2 Timoteo 4:11) y Pablo pensaba que su vida llegaba a su fin (véase 2 Timoteo 4:6–8).

¿Para quién se escribió este libro y por qué?

En esta carta, Pablo alentó a Timoteo y le brindó fortaleza para ayudarle a seguir después de la muerte inminente de Pablo. Pablo sabía que no le quedaba mucho tiempo, y deseaba ver a Timoteo, a quien Pablo llamaba figurativamente “amado hijo” (2 Timoteo 1:2).

Al final de su carta, Pablo pidió que Timoteo y Marcos lo visitaran y le llevaran algunos artículos que había dejado atrás (véase 2 Timoteo 4:9–13 Aunque la carta de Pablo estaba dirigida específicamente a Timoteo, su consejo se puede aplicar a aquellos que viven en “los postreros días” (2 Timoteo 3:1) porque Pablo enseñó en cuanto a desafíos y soluciones que son importantes tanto en nuestros días como en su época.

¿Cuáles son algunas de las características distintivas de este libro?

Esta carta es una de las epístolas pastorales, junto con 1 Timoteo y Tito, y “Contiene las últimas palabras del Apóstol y muestra el maravilloso valor y confianza con que hizo frente a la muerte” (véase la Guía para el Estudio de las Escrituras, “Pablo, Espístolas de”). Cronológicamente, 2 Timoteo parece ser la última carta de Pablo en el Nuevo Testamento (véase 2 Timoteo 4:6).

Esta carta contiene algunas de las reflexiones de Pablo en cuanto a las bendiciones y las dificultades de servir como “predicador, y apóstol y maestro de los gentiles” (2 Timoteo 1:11). Pablo declaró: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está reservada la corona de justicia” (2 Timoteo 4:7–8), indicando que tenía una seguridad personal de que heredaría la vida eterna. Como alguien que había ministrado por Jesucristo durante más de treinta años, Pablo estaba en una posición excelente para instruir a Timoteo en cuanto a cómo servir de manera eficaz y fortalecer la fe de otras personas (véanse 2 Timoteo 2:15–17, 22–26; 4:1–2, 5).

Bosquejo

2 Timoteo 1. Pablo habla del don y el poder de Dios que se recibe mediante la ordenación al sacerdocio. Enseña que el “espíritu de cobardía” (2 Timoteo 1:7) no proviene de Dios y que no deberíamos avergonzarnos de nuestro testimonio de Jesucristo. Pablo testifica que Jesucristo lo había llamado a predicar el Evangelio (véase 2 Timoteo 1:11).

2 Timoteo 2. Pablo usa las imágenes de un buen soldado, un atleta victorioso y un labrador industrioso para mostrar la necesidad de soportar dificultades a fin de recibir la gloria eterna. Compara a los maestros verídicos y a los falsos, así como los instrumentos honorables y los deshonrosos. Avisa a Timoteo que evite las controversias y que enseñe pacientemente a aquellos que necesitan arrepentirse.

2 Timoteo 3–4. Pablo describe las condiciones inicuas de los últimos días y alienta a Timoteo a usar las Escrituras en su función como líder del sacerdocio. Él escribe en cuanto a su muerte inminente y declara: “… he guardado la fe” (2 Timoteo 4:7). Pablo testifica que el Señor lo libraría a “su reino celestial” (2 Timoteo 4:18).