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Unidad 30, Día 4: Judas


Unidad 30 Día 4

Judas

Introducción

Judas exhortó a los miembros de la Iglesia a “[luchar] enérgicamente por la fe” (Judas 1:3) en contra de los falsos maestros. Describió a esos falsos maestros y aconsejó a los santos que edificaran su vida sobre el evangelio de Jesucristo.

Judas 1:1–19

Judas exhorta a los miembros de la Iglesia a luchar enérgicamente por la fe en contra de los falsos maestros

  1. En tu diario de estudio de las Escrituras, haz una lista de algunas formas en las que podrías responder en cada una de las siguientes situaciones:

    1. En una red social, un amigo publica una declaración que critica la posición de la Iglesia en cuanto al matrimonio entre personas del mismo sexo.

    2. Un vecino se entera de que eres miembro de la Iglesia. Te dice que ha leído el Libro de Mormón y que piensa que es literatura edificante pero que no es la palabra de Dios.

    3. Durante una análisis de clase en la escuela, un compañero sostiene que la pornografía es inofensiva y que no debe desalentarse su uso.

La carta de Judas a los cristianos fieles llegó en un momento en el que los miembros de la Iglesia se enfrentaban a una fuerte oposición. Lee Judas 1:3–4 para saber qué es lo que Judas alentó a los miembros de la Iglesia que hicieran cuando enfrentaran oposición.

Fíjate que Judas alentó a los santos a “[luchar] enérgicamente por la fe” (versículo 3). Eso significa que debían defender, enseñar y testificar del Evangelio con valentía. A la Iglesia se habían unido astutamente “hombres impíos” (versículo 4) con malas intenciones. Esos miembros de la Iglesia promovían prácticas corruptas e inmorales al enseñar que la doctrina de la gracia otorgaba un permiso total para pecar porque Dios perdonaría misericordiosamente. También rechazaban ciertas verdades sobre el Padre Celestial y Jesucristo.

Una verdad que podemos aprender de la instrucción de Judas es que los discípulos de Jesucristo deben luchar enérgicamente por el evangelio de Jesucristo en contra de las falsas enseñanzas y las prácticas corruptas.

Luchar por el Evangelio no significa que tengamos un espíritu de contención. Al defender la verdad y testificar de ella, debemos ser amables y valientes pero no arrogantes (véanse Alma 38:12; 3 Nefi 11:29). Luchar por el Evangelio de manera eficaz, es decir, defender, enseñar y testificar, también significa que debemos conocer cuáles son las doctrinas y los principios correctos del Evangelio.

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿De qué manera podemos luchar por el Evangelio sin ser contenciosos?

    2. Recuerda las situaciones que se presentaron en la asignación 1. En esas situaciones y en otras similares, ¿cuáles son algunas de las maneras en las que podemos luchar por el Evangelio en contra de las enseñanzas falsas y las prácticas corruptas?

El élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, compartió un relato de una jovencita que luchó por el Evangelio:

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Elder Neil L. Andersen

“Hace poco, hablé con una joven Laurel de los Estados Unidos. Cito del correo electrónico que me envió:

“‘Algunos de mis amigos de Facebook empezaron a anunciar este año pasado su postura con respecto al matrimonio; muchos estaban de acuerdo con el casamiento entre personas del mismo sexo, y varios jóvenes SUD indicaron que les habían gustado los mensajes. Yo no hice ningún comentario.

“‘Decidí anunciar respetuosamente que creo en el matrimonio tradicional.

“‘En el perfil, junto con mi fotografía, agregué estas palabras: “Yo creo en el matrimonio entre un hombre y una mujer”. Casi inmediatamente empecé a recibir mensajes que decían: “Eres egoísta”. “Eres despectiva”; en uno se me comparó con una esclavista. Además, recibí este mensaje de una buena amiga que también es miembro firme de la Iglesia: “Tienes que ponerte al día con los tiempos; las cosas están cambiando y también tú deberías cambiar”.

“‘No respondí’, dijo ella, ‘pero tampoco retiré mis declaraciones’.

“Ella concluyó: ‘A veces, como dijo el presidente Monson: “Tenemos que permanecer firmes aunque estemos solos”. Esperemos que los jóvenes nos mantengamos firmes y unidos en ser fieles a Dios y a las enseñanzas de Sus profetas vivientes’” (“Torbellinos espirituales”, Liahona, mayo de 2014, pág. 19).

Piensa en una ocasión en la que tú o alguien a quien conozcas hayan luchado por el evangelio de Jesucristo. Considera qué más puedes hacer para defender y sostener la verdad. Comprométete a seguir cualquier impresión que recibas.

En Judas 1:5–7, Judas comparó a los miembros rebeldes de la Iglesia con los que no fueron fieles de entre los israelitas de la antigüedad, que fueron liberados de la tierra de Egipto; con los que se rebelaron contra Dios en “su estado original” (Judas 1:6; véase también Abraham 3:22–26) o la existencia preterrenal, y con las personas inicuas de Sodoma y Gomorra y sus alrededores, que fueron destruidas.

Como se encuentra registrado en Judas 1:8–16, Judas describió muchas características que ayudarían a los miembros de la Iglesia a reconocer a quienes estaban difundiendo filosofías y prácticas corruptas en la Iglesia. Por ejemplo, los describió como “nubes sin agua, las cuales son llevadas de acá para allá por los vientos” y “árboles marchitos como en otoño, sin fruto” (Judas 1:12). ¿En qué sentido podrían ser los falsos maestros como nubes sin agua o árboles frutales sin fruto?

En esta epístola, Judas pudo haber hecho referencia a información que se halla en los libros apócrifos Asunción de Moisés y el Libro de Enoc. La Asunción de Moisés describe al “arcángel Miguel [argumentando] con el diablo… por el cuerpo de Moisés” (Judas 1:9). El libro relata cómo finalmente ganó Miguel, y Moisés fue trasladado al final de su vida (véase Alma 45:19). El Libro de Enoc contiene una profecía de Enoc acerca de la Segunda Venida (véase Judas 1:14–15). El Señor reveló que muchas cosas que se encuentran en los libros apócrifos son correctas y que los que sean iluminados por el Espíritu pueden beneficiarse al leerlos. Sin embargo, algunos de los libros contienen adiciones que corrompen el texto original (véase D. y C. 91). (Para obtener más información acerca de los libros apócrifos, véase la Guía para el Estudio de las Escrituras, “Apócrifos”).

Lee Judas 1:8, 10, 14–19 en busca de características adicionales de los falsos maestros. Si lo deseas, marca o anota lo que encuentres. En el cuadro que se encuentra a continuación, completa los espacios en blanco según lo que aprendes de esos versículos. Algunas de las declaraciones del cuadro se dan para ayudarte a comprender los escritos de Judas. (Ten en cuenta que “los postreros tiempos” [versículo 18] se refiere al período de tiempo en el cual vivió Judas, además de los últimos días en los cuales vivimos nosotros).

Características de los falsos maestros

¿Por qué es importante reconocer las características de los falsos maestros?

No todos los que tengan una o más de estas características son falsos maestros, ni tampoco lo es quien enseña algo que no es correcto. Pueden estar confundidos inocentemente en su comprensión de un tema. Sin embargo, el conocer esas características puede ayudarnos a reconocer a los falsos maestros cuya intención es debilitar la fe y la obediencia de los demás al engañarlos y defender la maldad.

En Judas 1:17, fíjate que Judas les recordó a los santos que los apóstoles del Señor habían advertido a los miembros de la Iglesia en cuanto a los falsos maestros. De ese versículo aprendemos que los apóstoles y profetas nos advierten y nos ayudan a reconocer a quienes procuran debilitar nuestra fe y obediencia.

Los profetas y apóstoles de la actualidad continúan advirtiéndonos sobre los falsos maestros.

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Elder M. Russell Ballard

El élder M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo: “Como apóstoles del Señor Jesucristo es nuestro deber ser atalayas en la torre, avisando a los miembros de la Iglesia que se cuiden de los falsos profetas y de los falsos maestros que aguardan en secreto para destruir la fe y el testimonio. Hoy les advertimos que están surgiendo falsos profetas y falsos maestros; y si no tenemos cuidado, incluso aquellos de entre los miembros fieles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días caerán víctimas de ese engaño” (“Guardaos de los falsos profetas y de los falsos maestros”, Liahona, enero de 2000, págs. 73–74).

¿Cuáles son algunos de los falsos maestros o algunas de las falsas enseñanzas de las que han advertido los profetas y apóstoles actuales?

Si tienes en cuenta lo que has aprendido de la epístola de Judas, ¿por qué es importante estudiar las palabras de los apóstoles y profetas?

Judas 1:20–25

Judas aconseja a los santos que edifiquen su vida sobre el evangelio de Jesucristo y que ayuden a salvar a otras personas

Lee Judas 1:20–21 para ver qué es lo que Judas aconsejó a los santos que hicieran para permanecer leales a la fe. La expresión “orando en el Espíritu Santo”, del versículo 20, significa orar con la ayuda de la inspiración del Espíritu Santo.

Utiliza las verdades que aprendes de esos versículos para completar la siguiente verdad: Podemos permanecer fieles a la fe al .

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Por qué vale la pena cualquier esfuerzo que sea necesario para mantenerse leal a la fe?

    2. El vivir de acuerdo con el consejo de Judas, ¿de qué manera les ha ayudado a ti o a otras personas a permanecer leales a la fe?

  2. En una hoja de papel aparte, escribe una manera en la que puedes mejorar el seguir el consejo de Judas, y coloca la hoja donde puedas verla a menudo, como recordatorio de poner en práctica lo que escribiste. Una vez que lo hayas hecho, escribe Completo en tu diario de estudio de las Escrituras.

Según se registra en Judas 1:22–25, Judas aconsejó a los miembros fieles de la Iglesia que ayudaran a las demás personas que estaban luchando espiritualmente, debido quizás a la influencia de los falsos maestros. También ofreció alabanzas a Dios.

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de la asignación de hoy:

    He estudiado Judas y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: