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Unidad 5, Día 2: Mateo 21:1-16


Unidad 5: Día 2

Mateo 21:1-16

Introducción

Jesús realizó Su entrada triunfal en Jerusalén al comienzo de la última semana de Su vida. Al estar allí, limpió el templo por segunda vez y sanó a los ciegos y los cojos que acudieron a Él.

Mateo 21:1–11

Jesús hace Su entrada triunfal en Jerusalén

  1. Piensa en una actividad impactante que podrías hacer con tus amigos o con los miembros de tu familia. En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe un párrafo corto en cuanto a lo que podrías decir o hacer para persuadir a tus amigos o a los miembros de tu familia para participar en la actividad.

Hay muchas personas que no saben mucho en cuanto a Jesucristo y Su evangelio, y tenemos la responsabilidad de ayudar a otras personas a aprender acerca de Él. A medida que estudies Mateo 21:1–11, medita en cuanto a lo que podrías hacer para ayudar a que otras personas quieran saber más acerca de Jesucristo.

Mira la página de está lección que se titula “La última semana, la expiación y la resurrección de Jesucristo”. Esta breve reseña de la última semana de la vida mortal del Salvador resume los acontecimientos que condujeron a Su muerte y resurrección. Puede aclarar y profundizar tu entendimiento de los relatos, las enseñanzas, las doctrinas y los principios que están asociados con la última semana del ministerio mortal de Jesucristo.

En Mateo 21 se encuentran escritos los acontecimientos que tomaron lugar cinco días antes de la crucifixión del Salvador, comenzando con Su entrada triunfal en Jerusalén. Recuerda que una multitud de personas siguió a Jesús y a Sus apóstoles mientras viajaban de Jerusalén a Jericó (véase Mateo 20:17–18, 29).

Lee Mateo 21:1–5 para averiguar lo que Jesús les dijo a dos de Sus discípulos que hicieran.

La profecía a la que se hace referencia en Mateo 21:4–5 se encuentra en Zacarías 9:9–10. Podrías escribir esa referencia al margen de tus Escrituras cerca de Mateo 21:4–5. La profecía era en cuanto al Mesías prometido, o “el Profeta, Sacerdote, Rey y Libertador ungido, cuya venida esperaban ansiosamente los judíos” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Mesías”; scriptures.lds.org). Te podría ayudar saber que en los tiempos de la Biblia, un burro era “un símbolo de realeza judía. …Montar en burro… mostraba que Jesús vino como un Salvador pacífico y ‘modesto’, no como un conquistador sobre un caballo de batalla” (Manual del alumno del Nuevo Testamento, Sistema Educativo de la Iglesia, 2014, pág. 64).

Lee Mateo 21:6–8, para ver lo que hizo “la multitud… numerosa” (versículo 8) para reconocer de forma respetuosa a Jesús como el Mesías que llegaba a Jerusalén.

El evangelio de Juan especifica que la multitud usaba “ramas de palmeras” (Juan 12:13). Las ramas de palmera eran un símbolo judío de paz y victoria sobre sus enemigos. Proporcionar un camino alfombrado, como el que creó la multitud usando ramas y ropa, era un gesto que se usaba para honrar a la realeza o a los conquistadores. Al hacer eso, la multitud reconoció y dio la bienvenida a Jesús como su Libertador y su Rey.

Mira la lámina La entrada triunfal de Cristo en Jerusalén (Libro de obras de arte del Evangelio, 2009, Nº 50; véase también LDS.org). Imagínate que tú eres una de las personas en la multitud. Lee Mateo 21:9 e imagina que gritas esto junto a ellos.

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Triumphal Entry

Fíjate en que las personas repetían la palabra hosanna, que significa “sálvanos” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Hosanna”). Podrías escribir esta definición al margen junto a Mateo 21:9.

Parte de las exclamaciones de la multitud cumplió la profecía mesiánica que se encuentra en Salmos 118:25–26. Podrías escribir esa referencia al margen junto a Mateo 21:9 o marcarla en Mateo 21:9, nota b al pie de página. El título real y mesiánico “Hijo de David” (Mateo 21:9) se reservaba para el heredero del trono de David. Al decir eso, las personas estaban declarando que Jesús era el Mesías que Dios escogió y envió para librar y dirigir a Su pueblo.

Imagínate que vivías en Jerusalén en ese momento. ¿Qué pensamientos o sensaciones podías haber tenido al ser testigo de la entrada triunfal del Salvador?

Había miles de personas más que estaban en Jerusalén en ese momento para celebrar la Pascua. Lee Mateo 21:10–11 para ver el efecto que tuvo el comportamiento de la multitud en otras personas de Jerusalén.

¿Qué preguntas hicieron otras personas debido al comportamiento de la multitud?

Este relato ilustra el siguiente principio: Al reconocer a Jesucristo y hablar de el públicamente, podemos ayudar a otras personas a desarrollar el deseo de saber más de Él.

  1. En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe algunas de las situaciones fuera de la Iglesia donde puedes reconocer a Jesucristo y hablar públicamente de Él. Después, escribe maneras apropiadas en las que podrías reconocerle y hablar públicamente de Él que ayudarían a otras personas a querer saber más en cuanto a Él.

  2. Contesta una de las preguntas siguientes, o ambas, en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Cuándo te ha llevado a ti a querer saber más en cuanto a Él el hecho de que alguien haya reconocido a Jesucristo o hablado públicamente de Él?

    2. ¿Cuándo has ayudado tú, o alguien a quien conozcas, a alguien que quiera saber más de Jesucristo porque tú lo reconociste o hablaste de Él públicamente?

Busca y usa las oportunidades de reconocer a Jesucristo y hablar públicamente de Él.

Mateo 21:12-16

Jesús limpia el templo y sana a los ciegos y a los cojos

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Templo de Orlando, Florida

Reflexiona en cuanto a los pensamientos o sentimientos que hayas tenido en el templo. Si nunca has estado en el templo alguna vez, imagínate los pensamientos y sentimientos que has tenido en él.

¿Qué ocurre en el templo que nos ayuda a sentir que es un lugar sagrado?

Después de que entró en Jerusalén, el Salvador fue al templo.

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Herod’s temple seen from Mount of Olives

Lee Mateo 21:12–13 para averiguar lo que estaban haciendo algunas personas en el templo que era ofensivo para el Padre Celestial y Jesucristo.

Los visitantes que iban a Jerusalén para celebrar la Pascua tenían que comprar animales para ofrecerlos como sacrificio en el templo como parte de su adoración. Los cambistas cambiaban dinero romano y otros tipos de moneda por el dinero del templo, para que se pudieran comprar los animales; otros mercaderes vendían los animales que se necesitaban. Aunque ese negocio era necesario y servía un buen propósito, llevarlo a cabo en el templo era irrespetuoso e irreverente. Además, Mateo 21:13 insinúa que los cambistas y los mercaderes estaban más interesados en conseguir ganancia financiera que en adorar a Dios y ayudar a otras personas a hacer lo mismo.

Fíjate que en Juan 2:16, durante la primera limpieza del templo, Jesús llamó al mismo “la casa de mi Padre”. Fíjate que en Mateo 21:13, durante la segunda limpieza, Jesús llamó al templo “Mi casa”.

Una verdad en cuanto al templo que podemos aprender de las palabras y las acciones del Salvador en Mateo 21:12–13 es que la casa del Señor es un lugar sagrado, y Él desea que la tratemos con reverencia.

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Cómo podemos mostrar reverencia por la casa del Señor?

    2. ¿Qué debemos hacer para ser dignos de entrar en el templo?

Lee Mateo 21:14 para ver lo que hizo el Salvador en el templo después de limpiarlo por segunda vez.

Puede que te ayude saber que los “cojos” en Mateo 21:14 se refiere a las personas paralíticas o que tenían alguna forma de deficiencia al andar.

De lo que el Señor hizo por los ciegos y los cojos que vinieron a Él en el templo, aprendemos la siguiente verdad: Cuando asistimos al templo, el Señor nos puede sanar.

¿De qué maneras piensas que el Señor nos puede sanar cuando asistimos al templo?

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President James E. Faust

El presidente James E. Faust, de la Primera Presidencia, testificó de la sanación que podemos experimentar cuando asistimos al templo: El Señor ha provisto muchas vías por las cuales podemos recibir [Su] influencia sanadora. Agradezco que el Señor haya restaurado la obra del templo a la tierra, ya que es una parte importante de la obra de salvación tanto por los vivos como por los muertos. Los templos proveen un santuario al que podemos acudir para dejar a un lado muchas de las preocupaciones del mundo. Nuestros templos son lugares de paz y tranquilidad. En estos recintos sagrados Dios ‘sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas’ (Salmos 147:3)”. (“Sanidad espiritual”, Liahona, julio de 1992, pág. 7).

La experiencia sanadora cuando adoramos en el templo puede ser inmediata, como lo fue para los ciegos y los cojos, como se describe en Mateo 21:14, o puede suceder con el tiempo.

Reflexiona en cuanto a una vez en que tú, o alguien a quien conozcas, experimentaron la influencia sanadora del Señor al adorar en el templo.

Tal como se encuentra escrito en Mateo 21:15–16, los sacerdotes principales y los escribas no estaban contentos con lo que Jesús hizo en el templo y con las personas que le gritaban “Hosanna” allí. Jesús destacó que el reconocimiento público de Él por parte de las personas cumplió la profecía (véase Salmos 8:2).

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Moisés 21:1–16 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: