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Introducción a Apocalipsis


Introducción a Apocalipsis

¿Por qué debemos estudiar este libro?

En carácter de “La revelación de Jesucristo” (Apocalipsis 1:1), al libro se le llama el Apocalipsis, que en griego significa revelación, develar o descubrir algo que está oculto (véase Guía para el estudio de las Escrituras, “Apocalipsis, El”). En el libro se da a conocer al Señor Jesucristo y se revela Su autoridad, poder y función preeminente en el plan de salvación del Padre. El libro también revela mucha información importante sobre los acontecimientos que anteceden a la Segunda Venida y al Milenio.

Estudiar el Libro de Apocalipsis puede ayudarte a lograr un mayor entendimiento sobre el Hijo de Dios resucitado y glorificado, así como de Su comunicación con los hijos de Dios a lo largo de todas las épocas de la historia de la tierra, en particular, en los últimos días. El libro brinda un mensaje de esperanza a las personas rectas y puede alentarte a mantenerte fiel a tu testimonio del Salvador en medio de persecuciones y pruebas.

¿Quién escribió este libro?

El apóstol Juan, el discípulo amado de Jesucristo, es el autor del libro. El Libro de Mormón afirma que a Juan se lo preordenó para que escribiera las cosas que están asentadas en el Libro de Apocalipsis (véanse 1 Nefi 14:18–27; Éter 4:16).

¿Cuándo y dónde se escribió?

El Libro de Apocalipsis se escribió en una época en que los cristianos afrontaban enseñanzas falsas, apatía e intensa persecución (véase Apocalipsis 1:9; 2:4, 10, 14–15; 3:16; 6:9). Es posible que la persecución comenzara por parte de los funcionarios romanos en las dos últimas décadas del siglo I d. C. Juan escribió desde la isla de Patmos, en el mar Egeo, a unos 100 km al sudoeste de Éfeso (véase Apocalipsis 1:9).

¿Para quién se escribió este libro y por qué?

El apóstol Juan escribió un mensaje de esperanza y aliento a los santos de su época (véase Apocalipsis 1:4, 11) y a los de los últimos días. Los primeros tres capítulos de Apocalipsis se dirigieron específicamente a las siete ramas de la Iglesia en Asia Menor (véase Apocalipsis 1:4, 11; 2–3). Debido a la intensa persecución, los santos se hallaban en gran necesidad del mensaje alentador que se encuentra en Apocalipsis. Además, el profeta Nefi, del Libro de Mormón, testificó que “Dios ha ordenado que… el apóstol” Juan escribiera acerca del fin del mundo (1 Nefi 14:25), y que sus palabras irían tanto a los gentiles como al resto de Israel en los últimos días (véase 1 Nefi 13:20–24, 38; 14:19–27).

¿Cuáles son algunas de las características distintivas de este libro?

El profeta José Smith enseñó: “El Libro de Apocalipsis es uno de los libros más claros que Dios ha hecho escribir” (en History of the Church, tomo V, pág. 342). Aunque está repleto de metáforas y símbolos que no siempre resultan sencillos de comprender para el lector de la época moderna, los temas del libro son sencillos e inspiradores.

El apóstol Juan describió las condiciones de la Iglesia en sus días (véase Apocalipsis 2–3) y escribió sobre acontecimientos pasados y futuros (véase Apocalipsis 4–22). El Libro de Apocalipsis contiene uno de los pocos pasajes de las Escrituras que describe la guerra en los cielos de la vida preterrenal (véase Apocalipsis 12:7–11) y presenta una reseña inspirada de la historia del mundo, que se centra particularmente en los últimos días y el Milenio. Entre sus temas principales están la función de Jesucristo al llevar a efecto el plan de Dios; la mano de Dios en la historia de la tierra; la segunda venida de Jesucristo y la destrucción del mal; y la promesa de que, con el tiempo, la tierra llegará a ser celestial. El libro también explica que habrá una victoria permanente del bien sobre el mal, así como del reino de Dios sobre los reinos de los hombres y del de Satanás (véase Guía para el estudio de las Escrituras, “Apocalipsis”).

Bosquejo

Apocalipsis 1–3. Juan ve en visión a Jesucristo. Escribe mensajes individuales a las siete iglesias de Asia; entre ellos, mensajes de encomio, amonestación y promesas a los santos fieles de cada rama.

Apocalipsis 4–11. Juan ve en visión a Dios en un trono en el reino celestial, al Cordero de Dios, y un libro sellado con siete sellos. Tiene visiones en cuanto a la apertura de cada uno de los siete sellos. Quienes tengan el sello de Dios en la frente recibirán protección de Dios en los últimos días. Juan ve guerras, plagas y muchos otros acontecimientos de los últimos días que precederán la segunda venida del Señor.

Apocalipsis 12–16. Juan ve en visión la guerra en los cielos de la vida preterrenal y su continuación sobre la tierra. Enseña que las fuerzas del mal procuran destruir el reino de Dios sobre la tierra. En los últimos días, el Evangelio se restaurará en su plenitud sobre la tierra mediante la ministración de ángeles. Se harán preparativos para la batalla de Armagedón.

Apocalipsis 17–22. La Babilonia espiritual se extenderá por toda la tierra. Después que los santos rectos se congreguen, Babilonia caerá y sus seguidores se lamentarán por ella. Se invitará a las personas rectas a la cena de bodas del Cordero de Dios. Satanás será atado, comenzará el Milenio y Cristo reinará personalmente sobre la tierra. Se juzgará a los muertos. La tierra recibirá su gloria celestial.