Biblioteca
Unidad 20, Día 3: Romanos 1–3


Unidad 20: Día 3

Romanos 1–3

Introducción

El apóstol Pablo escribió una epístola, o carta, a los santos en Roma. En ella declaró que el evangelio de Jesucristo es poder de Dios para salvación. Explicó que, debido a que todas las personas pecan, nadie puede ser salvo por sus propias obras; deben ser salvos por la gracia de Dios, que se recibe por medio de la expiación de Jesucristo.

La siguiente lista te puede ayudar a entender algunas de las palabras que Pablo utiliza en sus epístolas (cartas):

Evangelio: “El plan de Dios para la salvación del hombre, hecho posible mediante la expiación de Jesucristo. El evangelio abarca las eternas verdades, o sea, las leyes, los convenios y las ordenanzas que son necesarios para que el género humano regrese a la presencia de Dios” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Evangelio”, scriptures.lds.org).

Salvación: “Ser salvos, tanto de la muerte física como de la muerte espiritual” (Guía para el Estudio de las Escrituras), “Salvación”, scriptures.lds.org).

Justificación: “Recibir el perdón de los pecados y ser declarado sin culpa. El hombre se justifica mediante la gracia del Salvador y la fe que deposita en Él, la cual demuestra por medio de su arrepentimiento y obediencia a las leyes y a las ordenanzas del evangelio. La expiación de Jesucristo hace posible que el género humano se arrepienta y sea justificado, o sea, que se le perdone el castigo que de otra manera recibiría” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Justificación, Justificar”, scriptures.lds.org).

Fe: “En el sentido en que por lo general se emplea en las Escrituras, la fe es la confianza de una persona en Jesucristo que la lleva a obedecerle. Para conducir a la salvación, la fe debe centrarse en Jesucristo” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Fe”, scriptures.lds.org).

Propiciación: Restitución (restaurar o corregir); expiación (“Tal y como se utiliza en las Escrituras, expiar consiste en padecer el castigo por los pecados, con lo cual se eliminan los efectos del pecado y el pecador arrepentido puede reconciliarse con Dios. Jesucristo fue el único ser capaz de llevar a cabo la Expiación perfecta por todo el género humano” [Guía para el Estudio de las Escrituras, “Expiación, Expiar”, scriptures.lds.org]).

Gracia: “El poder de Dios que hace posible que los seres humanos reciban bendiciones en esta vida y obtengan la vida eterna y la exaltación después de ejercer la fe, arrepentirse y hacer lo posible por guardar los mandamientos. Esta ayuda o fortaleza divina proviene de la misericordia y el amor de Dios. Toda persona mortal necesita de esa gracia divina, como consecuencia de la caída de Adán, y también a causa de las debilidades del hombre” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Gracia”, scriptures.lds.org).

Obras: “Los hechos y acciones de una persona, sean buenos o malos. Toda persona será juzgada por sus propias obras” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Obras”, scriptures.lds.org).

Ley: “Los mandamientos o reglas de Dios sobre los cuales se basan todas las bendiciones y los castigos, tanto en el cielo como en la tierra. Los que obedecen las leyes de Dios reciben las bendiciones que se han prometido…

“La ley de Moisés [o sencillamente ‘la ley’, como dice Pablo] fue una ley preparatoria para llevar a los hombres y a las mujeres a Cristo” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Ley”, scriptures.lds.org).

Romanos 1:1–17

El evangelio de Jesucristo es poder de Dios para salvación.

El élder Larry Echo Hawk, de los Setenta, compartió una experiencia que tuvo cuando era joven tras alistarse en el Cuerpo de la Marina de los Estados Unidos:

Imagen
Elder Larry Echo Hawk

“Conocí a nuestro oficial instructor, un veterano duro y aguerrido, cuando abrió la puerta del barracón de una patada y entró vociferando una sarta de palabras blasfemas.

“Tras esa aterradora presentación, comenzó por un extremo del barracón a confrontar a cada recluta con preguntas. Sin excepción, el oficial instructor encontró minuciosamente algo con que ridiculizar a cada recluta, dando voces y con lenguaje soez. Poco a poco se acercaba por el pasillo mientras cada marine respondía a gritos el obligado ‘Sí’ o ‘No, mi sargento’. Yo no lograba ver con exactitud qué estaba haciendo porque se nos había mandado estar en posición de firme y con la vista al frente. Cuando llegó mi turno, me di cuenta de que tomó la bolsa de lona con mis pertenencias y la vació sobre el colchón que estaba a mis espaldas. Revisó mis cosas y caminó hasta situarse frente a mí. Me preparé para el ataque. Él tenía en sus manos mi ejemplar del Libro de Mormón” (“Venid a mí, oh casa de Israel”, Liahona, noviembre de 2012, pág. 32).

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Cómo te sentirías si estuvieras en la situación del élder Echo Hawk?

    2. ¿Qué crees que iba a hacer el oficial instructor?

    3. ¿Has estado alguna vez en una situación en la que te preocupara que ridiculizaran tus creencias? Si es así, ¿cuáles fueron las circunstancias?

A medida que estudias Romanos 1, busca verdades que puedan ayudarte cuando afrontes el ridículo o la persecución por causa de tus creencias o de tus normas.

El libro de Romanos es una epístola, o carta, que el apóstol Pablo escribió a los santos en Roma cerca del final de sus viajes misionales. La escribió a fin de prepararlos para su llegada, para aclarar y defender sus enseñanzas, y para fomentar la unidad entre los miembros judíos y gentiles de la Iglesia. Roma, la capital del Imperio romano, estaba llena de filosofías mundanas, y habría sido un lugar difícil donde predicar el evangelio de Jesucristo.

En Romanos 1:1–14, leemos que Pablo comenzó su epístola testificando de Jesucristo y expresando su esperanza y su deseo de visitar a los santos en Roma.

Lee Romanos 1:15–17 para saber lo que Pablo enseñó a los santos romanos sobre el evangelio de Jesucristo.

Esos versículos enseñan la siguiente verdad: El evangelio de Jesucristo es poder de Dios para salvación a todos los que ejerzan fe en Jesucristo. Podrías marcar en Romanos 1:15–17 las frases que enseñan esa verdad.

El Evangelio nos enseña cómo podemos ser salvos tanto de la muerte física como de la muerte espiritual y regresar a la presencia de Dios. Debemos ejercer fe en Jesucristo a fin de recibir las bendiciones de salvación, ya que Él nos dio la Expiación, la cual hace posible la salvación.

“Para Pablo, la fe [y creer] en Jesucristo no era solo la conformidad racional respecto a la idea de que Jesús es el Hijo de Dios, sino la aceptación incondicional de Jesucristo y la confianza en Él como Aquel que se ofreció a Sí mismo en expiación por nuestros pecados. Esa profunda confianza conduce a una vida de fidelidad que se manifiesta al arrepentirse de los pecados, bautizarse y tratar de vivir como Jesucristo enseñó (véanse Hechos 16:30–33; Romanos 6:1–11; 1 Corintios 6:9–11). ‘[La] fe en Jesucristo… se manifiesta llevando una vida de obediencia a las leyes y a las ordenanzas del evangelio, y de servicio a Cristo’ (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Salvación”; scriptures.lds.org)” (Nuevo Testamento, Manual del alumno [manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 2014], pág. 334).

Un principio que encontramos en Romanos 1:16 es que, a medida que obtengamos un testimonio de que el evangelio de Jesucristo tiene poder para salvarnos, no nos avergonzaremos de compartirlo con otras personas).

  1. Contesta la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Por qué crees que el obtener un testimonio del evangelio de Jesucristo puede ayudarnos a tener el valor que necesitamos para compartirlo con otras personas?

Sigue leyendo la experiencia del élder Echo Hawk con el sargento instructor:

“Yo esperaba oír sus gritos; pero, en vez de ello, se acercó lentamente y me susurró: ‘¿Eres mormón?’.

“Tal y como nos habían mandado, le grité: ‘Sí, mi sargento’.

“De nuevo me preparé para lo peor. Sin embargo, hizo una pausa y levantó la mano en la que sostenía mi Libro de Mormón, y con una voz muy apacible, dijo: ‘¿Crees en este libro?’.

“Nuevamente grité: ‘Sí, mi sargento’.

“A ese punto, yo estaba convencido de que iba a empezar a gritar y a menospreciar a los mormones y al Libro de Mormón, pero permaneció allí, de pie, en silencio. Después de un momento, regresó a mi litera y, con mucho cuidado, depositó el Libro de Mormón. Acto seguido, me pasó de largo sin detenerse y continuó ridiculizando y menospreciando a los demás reclutas con blasfemias” (“Venid a mí, oh casa de Israel”, pág. 32).

Piensa en cómo la respuesta del élder Echo Hawk es un buen ejemplo del principio que se enseña en Romanos 1:16.

Imagen
Elder Larry Echo Hawk

Lee el resto de la declaración del élder Echo Hawk: “A menudo me he preguntado por qué ese día aquel tosco sargento del Cuerpo de Marines no me dijo nada, pero agradezco el haber sido capaz de decir sin vacilar: ‘Sí, soy miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días’ y ‘Sí, sé que el Libro de Mormón es verdadero’. Este testimonio es un don preciado que recibí por medio del Espíritu Santo” (“Venid a mí, oh casa de Israel”, pág. 32).

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Cuándo has demostrado valor tú, o alguien a quien conozcas, y no te has avergonzado de compartir el evangelio de Jesucristo?

    2. ¿Cuál es tu testimonio del evangelio de Jesucristo?

    3. ¿Cuáles son algunas maneras en las que estás fortaleciendo tu testimonio del Evangelio? ¿Qué más puedes hacer para fortalecer tu testimonio? Escribe una meta en la que puedes trabajar esta semana para ayudarte a fortalecer tu testimonio.

Romanos 1:18–3:23

Todo el género humano peca y está destituido de la gloria de Dios

En la época de Pablo, algunos cristianos gentiles trataban de excusar la conducta inmoral o pecaminosa haciendo hincapié en la misericordia de Dios, e ignorando Su justicia perfecta. Además, algunos cristianos judíos todavía creían que la observancia de la ley de Moisés era necesaria para su salvación. El apóstol Pablo procuró corregir ambos conceptos erróneos.

Lee Romanos 1:22–31 para saber qué pecados estaban cometiendo los gentiles.

En Romanos 1:25, ¿qué crees que significa adorar y servir “a las criaturas antes que al Creador”?

Frases como “cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza”, en Romanos 1:26, y “dejando el uso natural de la mujer”, en Romanos 1:27, hacen referencia a la conducta homosexual y al lesbianismo. Para entender mejor la posición de la Iglesia en cuanto a la conducta homosexual y al lesbianismo, lee las siguientes citas:

“El comportamiento homosexual entre varones y el lesbianismo son pecados graves. Si te encuentras luchando contra la atracción hacia las personas del mismo sexo o se te está persuadiendo para participar en conductas inapropiadas, busca el consejo de tus padres y el de tu obispo; ellos te ayudarán” (Para la Fortaleza de la Juventud, folleto, 2011, pág. 36).

“… la actividad homosexual… es contraria a los propósitos de la sexualidad humana (véase Romanos 1:24–32). Distorsiona las relaciones amorosas y evita que las personas reciban las bendiciones que se hallan en la vida familiar y en las ordenanzas salvadoras del Evangelio” (Leales a la fe: Una referencia del Evangelio, 2004, pág. 43).

“La posición doctrinal de la Iglesia es clara: La actividad sexual debe ocurrir solo entre un hombre y una mujer casados. Sin embargo, eso nunca se debe usar como justificación para no ser amables. Jesucristo, a quien seguimos, fue claro al condenar la inmoralidad sexual, pero nunca fue cruel. Su interés fue siempre el de elevar a la persona y nunca degradarla…

“La Iglesia hace una distinción entre la atracción hacia las personas del mismo sexo y el comportamiento. Si bien sostenemos que los sentimientos y las inclinaciones hacia el mismo sexo no son implícitamente pecaminosos, el participar en un comportamiento homosexual está en oposición con el ‘principio de doctrina, basado en las Sagradas Escrituras… de que el matrimonio entre el hombre y la mujer es fundamental en el plan del Creador para el destino eterno de Sus hijos’ [‘Declaración de la Primera Presidencia sobre el matrimonio con personas del mismo sexo’]” (“Atracción hacia personas del mismo sexo”, topics.lds.org).

¿Por qué es importante para nosotros entender las enseñanzas de los profetas y apóstoles del Señor en cuanto a la conducta homosexual y el lesbianismo?

En Romanos 2:1–3:8 Pablo enseñó que todas las personas serán juzgadas según sus obras, y mostró que la razón de la injusticia de los judíos era que vivían la ley de Moisés de manera exterior, pero no interiormente.

Lee Romanos 3:9–12, 23 para saber a quiénes dijo Pablo que afectaba el pecado.

Podrías marcar en el versículo 23 el efecto que nuestros pecados tienen en nosotros.

Una verdad que enseñan esos versículos es que toda persona responsable peca y tiene necesidad del perdón de Dios. ¿Cómo nos ayuda esa verdad a entender mejor por qué necesitamos a Jesucristo?

A medida que continúas con el estudio de Romanos 3, busca las verdades que Pablo enseñó que nos brindan esperanza para salir de nuestro estado pecaminoso.

Romanos 3:24–31

Todo el género humano puede ser justificado mediante la fiel aceptación de la expiación de Cristo

Después de explicar que todos cometemos pecado y, por lo tanto, quedamos condenados ante Dios porque Él no puede aceptar el pecado, en Romanos 3:24–31 el apóstol Pablo enseñó cómo podemos vencer esa condición mediante la fe en la expiación de Jesucristo. Para comprender esos versículos, debes entender el significado de las siguientes palabras: ser justificado significa recibir el perdón de los pecados y ser declarado sin culpa, gracia es la ayuda o fortaleza divina que provienen de la misericordia y del amor de Dios, y propiciación significa expiación.

Lee Romanos 3:24–26, sustituyendo las definiciones que se han mencionado. Si lo deseas, marca en Romanos 3:24 cómo somos justificados, o declarados dignos de estar en la presencia de Dios.

La Traducción de José Smith de Romanos 3:24 cambia la palabra gratuitamente por solamente (véase Traducción de José Smith, Romanos 3:24 [en Romanos 3:24, nota a al pie de página]). Aun cuando nuestras buenas obras nos ayudan a demostrar nuestra fe en Jesucristo, no podemos ganar o merecer la salvación por esas obras porque, como enseñó Pablo en Romanos 3:23, todos hemos pecado y, por tanto, estamos destituidos de salvación. Es solamente por la gracia de Dios —Su fortaleza divina y poder habilitador— que somos salvos.

Observa en Romanos 3:25–26, que aquellos que creen y tienen fe en Jesucristo son justificados por la gracia de Dios. Recuerda que las palabras creencia y fe significan la aceptación incondicional de Jesucristo que lleva a una persona a hacerse miembro de Su Iglesia con la voluntad de guardar Sus mandamientos y ser obedientes a las ordenanzas del Evangelio. De esos versículos aprendemos el siguiente principio: Mediante la fiel aceptación de la expiación de Jesucristo, todo el género humano puede ser justificado y recibir la salvación.

Medita en la necesidad que tienes del Salvador, Jesucristo, para poder recibir la salvación, y escribe algunas maneras en que puedes demostrar fiel aceptación de la expiación del Salvador:

Podrías compartir tus sentimientos y tu testimonio de Jesucristo y Su expiación con alguien que podría beneficiarse de escuchar acerca del Salvador.

En Romanos 3:27–31 Pablo volvió a hacer hincapié en que tanto los judíos como los gentiles son justificados por medio de la fe en Jesucristo. Al volverse a Jesucristo por medio de la fe, ellos cumplen, o “[establecen] la ley” de Moisés (Romanos 3:31), la cual señala a Cristo.

  1. Escribe lo siguiente en el diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Romanos 1–3 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: