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Unidad 1, Día 2: La función del alumno


Unidad 1: Día 2

La función del alumno

Introducción

El Espíritu Santo, el maestro y el alumno tienen una función importante en el aprendizaje del Evangelio. Esta lección te puede ayudar a entender cada una de dichas funciones, de modo que puedas lograr el éxito al esforzarte por aprender. Tal vez sea necesario que repases periódicamente los principios que se enseñan en esta lección para recordar tu responsabilidad en el aprendizaje del Evangelio.

La función del Espíritu Santo, la del maestro y la del alumno en el aprendizaje del Evangelio

Considera la siguiente situación hipotética:

Cierta joven se siente inspirada y edificada al estudiar las lecciones del curso de estudio individual supervisado de seminario; siente la influencia del Espíritu Santo. Está agradecida por lo que aprende, y medita sobre cómo ponerlo en práctica. Otra joven estudia las mismas lecciones, no obstante, con frecuencia siente que se aburre y que no aprende mucho.

  1. Contesta lo siguiente en el diario de estudio de las Escrituras: ¿Cuáles son algunas de las posibles razones por las que esas dos jóvenes tienen experiencias tan diferentes al estudiar la mismas lecciones de seminario?

Al estudiar la lección de hoy, busca doctrinas y principios que te ayuden a cumplir con tu función como alumno de seminario y a fortalecer tu testimonio del evangelio de Jesucristo.

Explique que hay tres personas que cumplen funciones esenciales en un ámbito de aprendizaje del Evangelio como el de seminario: el Espíritu Santo, el maestro y el alumno.

Lee Juan 14:26 y Juan 16:13 para determinar algunas de las funciones del Espíritu Santo.

Una de las verdades que aprendemos en esos versículos sobre las funciones del Espíritu Santo es que el Espíritu Santo enseña la verdad.

De acuerdo con las experiencias que has tenido en la vida, ¿cómo podemos saber cuándo el Espíritu Santo está enseñándonos la verdad? (Quizás te sea útil leer Doctrina y Convenios 8:2–3).

Lee Doctrina y Convenios 50:13–14 y busca cuál es la función de los maestros del Evangelio. Ten en cuenta que esos versículos se dieron a los primeros miembros de la Iglesia que se habían ordenado para enseñar el Evangelio.

¿Cuál es la función de los maestros del Evangelio?

Lee 2 Nefi 33:1 para saber lo que hace el Espíritu Santo cuando se enseña la verdad mediante Su poder.

Según 2 Nefi 33:1, ¿qué hace por nosotros el Espíritu Santo?

Lee Doctrina y Convenios 88:118 para saber cómo debemos buscar conocimiento.

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Elder David A. Bednar

Una de las formas en que hemos de buscar conocimiento es por la fe. El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó lo que sucede cuando procuramos aprender por la fe. Después de citar 2 Nefi 33:1, el élder Bednar dijo: “Observen que el Espíritu lleva el mensaje al corazón, pero no lo introduce necesariamente en su interior. Un maestro puede explicar, demostrar, persuadir y testificar con poder y eficacia espirituales; sin embargo, el contenido de un mensaje y el testimonio del Espíritu Santo penetran el corazón solo cuando lo permite el receptor. Aprender por la fe abre el camino que conduce al interior del corazón” (“Buscar conocimiento por la fe”, Liahona, septiembre de 2007, pág. 17).

De esas palabras aprendemos que si procuramos aprender por la fe, invitamos al Espíritu Santo a entrar en nuestro corazón para enseñar y testificar de la verdad.

  1. La fe es más que una creencia pasiva Manifestamos nuestra fe mediante hechos. Responde la siguiente pregunta en el diario de estudio de las Escrituras: ¿Qué crees que podemos hacer para aprender por la fe?

Imagina que jamás has jugado al fútbol y que el maestro te promete que te enseñará cómo hacerlo lo suficientemente bien como para integrar un equipo. Tú crees en la capacidad que el maestro tiene de enseñarte y en la tuya de aprender. El maestro te lleva a una cancha de fútbol. Te explica y demuestra cómo hacer regates o maniobras evasivas llevando el balón con el pie, pero no permite que tú lo intentes. Luego te explica cómo pasar el balón; y te muestra cómo hacerlo pasándotelo. Sin embargo, antes que tengas oportunidad de pasárselo de nuevo, el maestro se acerca y te quita el balón. También hace lo mismo al enseñarte el saque de banda cuando el balón se va fuera por las bandas. Luego te agradece tu tiempo y se va.

Después de ese tipo de lección, ¿cuán preparado te sentirías para intentar integrar un equipo de fútbol? ¿Por qué?

Aunque es útil aprender y observar cómo juegan al fútbol los demás, si deseas adquirir las aptitudes necesarias para jugar bien al fútbol, ¿qué debes hacer?

¿Cómo se compara ese ejemplo con aprender por la fe?

No basta con tan solo creer y confiar en que el Espíritu puede enseñarnos. Para obtener conocimiento de las verdades de Dios, también debemos esforzarnos por aprender y aplicar lo que aprendamos. El élder Bednar enseñó sobre el acto inspirado por la fe que se relaciona con aprender por la fe:

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Elder David A. Bednar

“El alumno que ejerce su albedrío para actuar en consonancia con principios que son correctos, abre su corazón al Espíritu Santo e invita tanto a Su poder para enseñar y testificar, como a Su testimonio confirmador. Aprender por la fe requiere un esfuerzo espiritual, mental y físico, y no tan solo una recepción pasiva. Es la sinceridad y la constancia de nuestros actos inspirados en la fe que indica a nuestro Padre Celestial y a Su Hijo Jesucristo nuestra disposición para aprender y recibir instrucción del Espíritu Santo…

“Aprender por la fe requiere ‘el corazón y una mente bien dispuesta’ (D. y C. 64:34). Aprender por la fe es el resultado de que el Espíritu Santo lleve el poder de la palabra de Dios no solo al corazón, sino también al interior del mismo. “Aprender por la fe no se puede transferir del instructor al alumno mediante un discurso, una demostración o un ejercicio experimental; antes bien, el alumno debe ejercer su fe y actuar a fin de obtener el conocimiento por sí mismo” (véase “Buscar conocimiento por la fe”, pág. 20).

Recuerda la joven que se describió al comienzo de la lección, que con frecuencia siente que se aburre y que no aprende mucho de las lecciones del curso de estudio individual supervisado de seminario. Imagina que ella te comentara esas frustraciones. De lo que ella te ha dicho anteriormente sobre cómo estudia las lecciones, te has dado cuenta de que a menudo anota respuestas superficiales a las asignaciones del diario de estudio de las Escrituras, y que con frecuencia la distraen otras actividades mientras estudia las lecciones. Tampoco participa en las actividades que se realizan en el aula ni en los análisis durante las sesiones de clases semanales.

  1. En el diario de estudio de las Escrituras, escribe tres o cuatro ejemplos de esfuerzos espirituales, mentales y físicos que aconsejarías a esa joven que demostrara a fin de beneficiarse de aprender por la fe.

Hay ejemplos de la vida del apóstol Pedro que ilustran el modo en que procurar aprender por la fe invita al Espíritu Santo a entrar en nuestro corazón para enseñar y testificar de la verdad. Lee Mateo 4:18–20 en busca de la invitación que el Salvador hizo a Pedro y a su hermano Andrés.

¿Qué invitó el Salvador que hicieran Pedro y Andrés?

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Jesus calling Apostles

Jesús llamó a Pedro y Andrés a seguirlo.

¿De qué manera la reacción de ellos es un ejemplo de procurar aprender por la fe?

La acción de Pedro de seguir a Jesucristo le permitió estar con el Salvador durante todo Su ministerio terrenal. Tuvo el privilegio de escuchar al Salvador enseñar periódicamente y de presenciar cómo Él efectuaba muchos milagros. Tras la invitación del Salvador, Pedro incluso anduvo sobre las aguas (véase Mateo 14:28–29).

En cierta ocasión, Jesús hizo dos preguntas a Sus discípulos. Lee Mateo 16:13–17 para conocer la pregunta personal que el Salvador hizo a Sus discípulos y el modo en que Pedro contestó.

Observa en el versículo 17 lo que explicó el Salvador sobre la forma en que Pedro había recibido ese conocimiento. Pedro había obtenido ese conocimiento mediante revelación del Padre Celestial que había recibido a través del poder del Espíritu Santo. Medita en la manera en que lo que sucedió a Pedro es un ejemplo de las verdades que se enseñan en en esta lección.

  1. Realiza las siguientes asignaciones en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. Describe alguna ocasión en que hayas procurado aprender por la fe. ¿De qué modo el Espíritu Santo cumplió Su función en el aprendizaje del Evangelio cuando procuraste hacerlo?

    2. ¿Qué harás a fin de aprender por la fe e invitar al Espíritu Santo a entrar en tu corazón para enseñarte y testificar de la verdad? Si necesitaras algunas ideas específicas al respecto, puedes escoger centrarte en una o dos de las siguientes acciones:

      • Estudiar las Escrituras a diario.

      • Desarrollar técnicas de estudio de las Escrituras, como marcar y correlacionar pasajes y utilizar las ayudas para el estudio.

      • Participar con reverencia y atención en las actividades de aprendizaje, y evitar las distracciones.

      • Realizar las actividades de aprendizaje de cada lección de forma significativa.

      • Escribir reflexiones, ideas y notas adicionales en el diario de estudio de las Escrituras.

      • Explicar las doctrinas y los principios del Evangelio a otras personas, escribir y compartir reflexiones y experiencias relacionadas con las doctrinas y los principios del Evangelio, y testificar de la veracidad de las doctrinas y los principios del Evangelio.

      • Aplicar las doctrinas y los principios del Evangelio en tu vida (véase Juan 7:17).

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President Thomas S. Monson

Al procurar aprender por la fe al participar en seminario, seguirás el consejo del presidente Thomas S. Monson: “Jóvenes, les pido que participen en seminario. Estudien sus Escrituras diariamente. Escuchen cuidadosamente a sus maestros. Pongan en práctica lo que han aprendido con espíritu de oración” “Participa en seminario”, 12 de agosto de 2011, seminary.lds.org).

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado la lección “La función del alumno” y la he terminado el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: