Gálatas 6

Escriba en la pizarra las palabras “Sembrar” y “Cosechar” y pida a los alumnos que expliquen estos dos pasos básicos en la agricultura. Si lo desea, puede mostrarles algunas semillas que sean comunes en su región y pedirles que expliquen el proceso de sembrar y la expectativa de cosechar.

Pida a los alumnos que determinen qué es lo especial que sucede en el huerto que se muestra en el video.

Una familia siembra un huerto que luego produce verduras y frutos diferentes de los que sembraron.

Pregunte a los alumnos qué sucedió en el huerto que no podría suceder en la vida real, y por qué sería imposible que sucediera. Lea Gálatas 6:7 y conversen sobre la ley de la cosecha y cómo se aplica a la vida. Pida a los alumnos que lean Gálatas 6:8 y que expliquen lo que entiendan por segar de la carne y segar del Espíritu. ¿Qué cosecharán los que sieguen de ambas?

Invite a los alumnos a relatar casos en los que hayan recibido bendiciones al segar del Espíritu. Esas cosechas espirituales pueden ser de experiencias que vengan a través de la lectura de las Escrituras, el servicio, el ayuno o la paciencia.

A veces, en la vida, observamos situaciones que parecen ser la excepción en cuanto a la ley de la cosecha. Pida a los alumnos que lean Gálatas 6:9 y 3 Nefi 27:11 y analicen por qué las frases “a su tiempo” y “por un tiempo” revelan una cosecha tardía, y no una excepción. Dé a los alumnos los siguientes casos para analizar y pídales que analicen la forma en que la ley se aplica en cada situación.

1. Clark paga un diezmo íntegro y no parece poder avanzar en su situación económica. Tom gana lo mismo que Clark, pero no paga el diezmo y tiene muchas más posesiones materiales.

2. Ron es honrado, estudia diligentemente, pero no obtiene muy buenas notas en la escuela secundaria. Jake hace trampas en sus clases y logra muy buenas notas. Debido a sus notas, Jake recibe una beca para ir a la universidad.

Puede que la cosecha no la recibamos sino hasta después de esta vida. El presidente Spencer W. Kimbal, cuando era Apóstol, dijo: “Los malvados podrán prosperar por un tiempo, los rebeldes parecerán beneficiarse como resultado de sus transgresiones, pero se aproxima la hora cuando ante el tribunal de la justicia, todos los hombres serán juzgados, ‘cada uno según sus obras’ (Apocalipsis 20:13). No habrá quien pueda ‘disimular’ nada. En ese día nadie escapará del castigo de sus hechos; ninguno dejará de recibir las bendiciones que haya ganado . . . se hará justicia completa” (El Milagro del Perdón [Bookcraft, Inc., 1969], pág. 313).