Escuela Dominical: Doctrina del Evangelio
‘Fuiste escogido antes de nacer’


Lección 2

“Fuiste escogido antes de nacer”

Abraham 3; Moisés 4:1–4

Objetivo

Que los miembros de la clase entiendan la doctrina de la preordenación y la responsabilidad que tienen de colaborar en la edificación del reino de Dios y de llevar almas a Cristo.

Preparación

  1. Estudie los siguientes pasajes de las Escrituras en la Perla de Gran Precio y en Doctrina y Convenios, y ore al respecto:

    1. Abraham 3:11–12, 22–23; Doctrina y Convenios 138:53–57. Abraham habla con el Señor cara a cara y aprende que en la vida preterrenal muchos espíritus “nobles y grandes” fueron preordenados para sus misiones terrenales (Abraham 3:11–12, 22–23). El presidente Joseph F. Smith aprende más acerca de los “nobles y grandes” en una visión sobre la visita que el Salvador hizo al mundo de los espíritus antes de Su resurrección (D. y C. 138:53–57).

    2. Abraham 3:24–28; Moisés 4:1–4. A Abraham y a Moisés se les muestra en una visión que Jesucristo fue escogido en el concilio de los cielos para ser nuestro Salvador y que nosotros decidimos seguirle. Se les muestra también que Lucifer (Satanás) y los espíritus que le siguieron fueron echados del cielo.

  2. Lectura complementaria: Isaías 14:12–15; Apocalipsis 12:7–9; Alma 13:3–5; Doctrina y Convenios 29:36–39; y el resto del capítulo 3 de Abraham y de la sección 138 de Doctrina y Convenios.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Actividad para despertar la atención

Si lo desea, utilice una de las actividades siguientes (o una de su preferencia) para comenzar la lección. Escoja la actividad que sea más apropiada para su clase.

  1. Indique que las Escrituras tienen más significado para nosotros cuando aplicamos sus enseñanzas en nuestra vida diaria. Para lograrlo, muchas veces debemos ponernos en el lugar de los antiguos Profetas y de sus discípulos. Sin embargo, cuando leemos Abraham 3:22–28, no es preciso que nos pongamos en el lugar de nadie ya que esos versículos hablan de sucesos importantes en los cuales fuimos partícipes y que tuvieron lugar durante nuestra vida preterrenal.

  2. Trace 13 espacios en blanco sobre la pizarra para representar las 13 letras de la palabra preordenación. Explique que la palabra que representan esos espacios se relaciona con la vida preterrenal.

Dé a los miembros de la clase 13 oportunidades de adivinar qué letras forman la palabra en cuestión. Cuando adivinen una letra, escríbala en el espacio o los espacios correspondientes. Cuando digan una letra que no pertenezca a la palabra, escríbala a un costado de la pizarra para evitar que se nombre nuevamente.

Cuando los miembros de la clase hayan llenado todos los espacios en blanco o adivinado la palabra, ayúdelos a definir su significado. (La preordenación es la ordenación preterrenal de Dios a Sus hijos espirituales para que cumplieran ciertas misiones durante su vida terrenal.) Explique que esta lección es acerca de la vida preterrenal, cuando se preordenó a muchos espíritus para llevar a cabo importantes obras para nuestro Padre Celestial.

Análisis de las Escrituras y conceptos para poner en práctica

Al enseñar los siguientes pasajes de las Escrituras, analicen la forma en que se podrían poner en práctica en el diario vivir. Aliente a los miembros de la clase a relatar experiencias que se relacionen con los principios de las Escrituras.

1. Abraham aprende que en la vida preterrenal se preordenó a muchos espíritus para sus misiones terrenales.

Enseñe Abraham 3:11–12, 22–23 y Doctrina y Convenios 138:53–57, y analícelo con la clase.

• En la visión que se registra en el capítulo 3 de Abraham, el Señor muestra a Abraham el concilio de los cielos, que se llevó a cabo antes de la creación de la tierra. (Adviértase que los Profetas de los últimos días han indicado que el concilio de los cielos estuvo compuesto por una serie de reuniones y no por una sola junta.) ¿Quiénes se encontraban presentes en este concilio? (Nuestro Padre Celestial y Sus hijos espirituales.) Al leer Abraham 3:22–23, ¿qué aprendemos acerca de este concilio?

• Quiénes son los “nobles y grandes” que se mencionan en Abraham 3:22–23? (Los Profetas y demás líderes de la Iglesia.) Explique que en el año 1918, el presidente Joseph F. Smith vio algunos de esos “nobles y grandes” en una visión que tuvo del mundo de los espíritus. ¿A quiénes vio el presidente Smith? (Véase D. y C. 138:53; véase también el segundo de los conceptos didácticos.)

• ¿Qué quiere decir que Abraham fue “escogido antes de nacer”? (Véase Abraham 3:23. Él fue preordenado como Profeta.) ¿Qué es ser preordenado? (Véase la definición en la segunda actividad para despertar la atención.)

¿Para qué se preordenó a las personas que se mencionan en Doctrina y Convenios 138:53? (Véase D. y C. 138:53–56.)

• La preordenación que recibieron Abraham, José Smith y los demás, ¿les garantizó que llegarían a ser Profetas? ¿Qué relación existe entre la preordenación y el albedrío? (Aun cuando una persona haya sido preordenada para un llamamiento, el recibirlo depende de su dignidad personal y de su disposición para aceptarlo.)

• Además de preordenar a los Profetas para sus llamamientos, Dios preordenó a muchos “otros espíritus selectos” para contribuir a edificar Su reino de diversas maneras. ¿Para qué podrían habernos preordenado a nosotros? (Véase D. y C. 138:56.)

El presidente Ezra Taft Benson enseñó: “Dios os ha reservado… para que vengáis a la tierra en los últimos días antes de la segunda venida del Señor. Algunas personas apostatarán, pero el reino de Dios se mantendrá intacto para recibir a quien está a su cabeza, Jesucristo. A pesar de que nuestra generación será comparable en iniquidad con la época de Noé, cuando el Señor limpió la tierra por medio del Diluvio, esta vez en cambio existe una gran diferencia. Dios ha retenido para las últimas etapas de la historia del mundo a algunos de Sus hijos más firmes y más fieles, los que prestarán su ayuda para sacar adelante de un modo triunfal el Reino de Dios…

“Reconoced este hecho: sois una generación notable. Nunca se ha esperado tanto de los fieles en un período tan breve de tiempo como de nosotros” (The Teachings of Ezra Taft Benson, 1988, págs. 104–105; véase “Venid a Mí”, Guía de estudio personal de la Sociedad de Socorro 3, pág. 73).

• ¿Cómo estamos seguros de cumplir con los llamamientos para los cuales se nos ha preordenado? (Las respuestas podrían ser: al vivir el Evangelio, estudiar nuestra bendición patriarcal y buscar revelación personal. Recuerde a los miembros de la clase que, para cumplir con esos llamamientos, debemos estar dispuestos a hacerlo y ser dignos de ellos. Véase también D. y C. 58:27–28.)

2. En el concilio de los cielos se elige a Jesucristo para ser nuestro Salvador; nosotros escogimos seguirle. Lucifer (Satanás) y los espíritus que le siguieron fueron echados del cielo.

Enseñe Abraham 3:24–28 y Moisés 4:1–4, y analícelo con la clase.

• Explique que en el concilio de los cielos, nuestro Padre Celestial presentó Su plan de salvación y escogió a un Salvador para nosotros. ¿Quiénes fueron los dos espíritus que se ofrecieron entonces para ser nuestro Salvador? (Véase Abraham 3:27; Moisés 4:1–2.) ¿Qué diferencia había entre lo que cada uno de ellos ofrecía? (Jesús deseaba seguir el plan de nuestro Padre Celestial y darle a Él la gloria, mientras que Lucifer quería seguir su propio plan y obtener la gloria para sí.) ¿Por qué escogió nuestro Padre Celestial a Jesucristo para ser nuestro Redentor? (Véase Moisés 4:2–3.)

• ¿A quién escogimos seguir en el concilio de los cielos? ¿Cómo sabemos que elegimos seguir a Jesucristo? (Porque hemos nacido en la tierra para recibir un cuerpo físico.)

• ¿Qué significan los términos primer estado y segundo estado que se mencionan en Abraham 3:26? (El primer estado se refiere a la vida preterrenal y el segundo estado a nuestra vida terrenal. Guardamos nuestro primer estado al escoger seguir a Jesucristo en lugar de a Lucifer.) ¿Qué bendición recibimos al guardar nuestro primer estado? (El nacer en la tierra.) ¿Qué bendiciones recibiremos si guardamos nuestro segundo estado? (Véase Abraham 3:26.) ¿Qué debemos hacer para guardar nuestro segundo estado?

• ¿Qué les sucedió a Lucifer (Satanás) y a quienes decidieron seguirle? (Fueron echados del cielo y se les negó la oportunidad de tener un cuerpo físico. Véase Moisés 4:3; Abraham 3:28; Apocalipsis 12:7–9; D. y C. 29:36–37.)

• ¿Qué hacen ahora Satanás y sus seguidores? (Tratan todavía de quitarnos nuestro albedrío; en la actualidad, se encuentran en la tierra como espíritus malignos que nos tientan para que pequemos. Véase Moisés 4:4.) ¿Cuáles son algunas de las formas en que tratan Satanás y sus seguidores de limitar o destruir nuestro albedrío? ¿Cómo podemos darnos cuenta de lo que tratan de hacer y resistir sus esfuerzos?

• ¿Por qué es importante para ustedes saber que escogieron seguir a Jesucristo en el concilio de los cielos? Aliente a los miembros de la clase a continuar tomando decisiones encaminadas a seguir a Cristo, como lo hicieron en la vida preterrenal.

Conclusión

Testifique de Jesucristo y de Su función como nuestro preordenado Salvador. Exprese su confianza en la capacidad que los miembros de la clase poseen para cumplir con sus misiones preordenadas de ayudar en la edificación del reino de Dios.

Otros conceptos didácticos

El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice uno o más de estos conceptos como parte de la lección.

1. “Y con esto los probaremos”

• En Abraham 3:24–25 se especifica uno de los principales motivos por los que Jesucristo creó la tierra bajo la dirección del Padre Celestial. ¿Por qué se creó la tierra? ¿Por qué es importante para ustedes tener el conocimiento de que escogieron venir a la tierra, a pesar de saber que aquí serían probados?

2. “Los grandes y poderosos”

• El presidente Joseph F. Smith, en su visión registrada en Doctrina y Convenios 138, vio también a “los grandes y poderosos” que habían vivido sobre la tierra antes del nacimiento de Cristo. ¿A quiénes vio el presidente Smith? (Véase D. y C. 138:38–49. Si lo desea, anote esos nombres en la pizarra. Diga a los miembros de la clase que en el correr del año aprenderán en la Escuela Dominical sobre la mayoría de esas personas.)