Escuela Dominical: Doctrina del Evangelio
Dios revela Sus secretos a Sus Profetas


Lección 35

Dios revela Sus secretos a Sus Profetas

Amós 3; 7–9; Joel 2–3

Objetivo

Enseñar a los miembros de la clase que en los últimos días el Señor revela Sus secretos a Sus Profetas y derrama Su Espíritu sobre toda la gente.

Preparación

  1. Estudie los siguientes pasajes de las Escrituras y ore al respecto:

    1. Amós 3:6–7. Amós enseña que el Señor revela Sus secretos a Sus siervos los Profetas.

    2. Amós 7:10–17; 8:11–13; 9:8–15. Dios llama a Amós como Profeta (7:10–15). Amós profetiza sobre la cautividad y el esparcimiento de Israel (7:16–17; 9:8–10); que habrá hambre de oír la palabra del Señor (8:11–13); y que en los postreros días Israel se establecerá y será un pueblo numeroso y próspero (9:11–15).

    3. Joel 2; 3:16–17. Joel profetiza las guerras y las calamidades de los últimos días (2:1–11) y llama al pueblo al arrepentimiento (2:12–14; adviértase que la Traducción de José Smith de los versículos 13 y 14, en inglés, explica que era el pueblo, no el Señor, que debía arrepentirse). Joel profetiza que Dios bendecirá a los de Su pueblo en los últimos días y derramará Su Espíritu sobre ellos (2:15–32; 3:16–17).

  2. Lectura complementaria: José Smith—Historia 1:41; Doctrina y Convenios 1:14–28, 37–38.

  3. Si va a utilizar la segunda actividad para despertar la atención, quizás deba hacer arreglos para el acompañamiento musical del himno. Si lo desea, invite también a un miembro de la clase a hablar brevemente sobre algún consejo reciente del Profeta.

  4. Si es posible, obtenga una lámina del Profeta actual.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Actividad para despertar la atención

Si lo desea, utilice una de las actividades siguientes (o una de su preferencia) para comenzar la lección. Escoja la actividad que sea más apropiada para su clase.

1. Relate a los miembros de la clase la siguiente historia:

“Siendo yo joven esposa y madre, mi esposo pasó dos años en la Fuerza Aérea. Vivíamos en una base militar en Long Island, Nueva York. Mientras cuidaba a mis dos hijitos, con frecuencia conversaba con vecinas de diversas partes del país. Un día, cuando una de esas vecinas y yo hablábamos en cuanto a nuestras creencias, ella deseó saber qué diferencia tenía La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días con otras religiones.

“Le conté brevemente en cuanto a la Restauración y luego le expliqué que la Iglesia restaurada de Jesucristo tenía un Profeta. Eso le despertó el interés aún más y se interesó en saber lo que el Profeta había dicho. Cuando empecé a hablarle acerca de Doctrina y Convenios y de la revelación contemporánea, me dijo: ‘¿Pero qué ha dicho últimamente?’ Le hablé acerca de la conferencia general y de que la Iglesia tenía una publicación mensual con un mensaje del Profeta. Ella siguió interesándose cada vez más, y yo me sentí muy avergonzada al tener que admitir que no había leído el mensaje de ese mes. Al terminar nuestra conversación, me dijo: ‘¿Quieres decir que tienen un profeta actualmente y tú ni siquiera sabes lo que él ha dicho?’ ” (Janette Hales Beckham, “Sostengamos a los profetas de nuestros días”, Liahona, julio de 1996, págs. 93–94).

• Si alguien les preguntara qué ha dicho recientemente el Profeta actual, ¿podrían contestarle?

Explique que esta lección hace hincapié en la importancia de escuchar y seguir al Profeta actual.

2. Pida a los miembros de la clase que canten el himno “Te damos, Señor, nuestras gracias” (Himnos, N° 10). Explique la importancia de estudiar el consejo del Profeta actual e invite a los miembros de la clase a hablar sobre algún consejo que él haya dado últimamente, o pida al miembro de la clase al que haya asignado de antemano que resuma brevemente algún consejo reciente que el Profeta haya dado.

Análisis de las Escrituras y conceptos para poner en práctica

Al enseñar los siguientes pasajes de las Escrituras, analice la forma en que se podrían poner en práctica en el diario vivir. Aliente a los miembros de la clase a relatar experiencias que se relacionen con los principios de las Escrituras.

Amós fue un pastor de Tecoa, un pequeño pueblo localizado al sur de Jerusalén; él ejerció su ministerio entre el pueblo del reino de Israel desde el año 800 hasta el 750 a. C. La mayoría de las personas había apostatado. Amaban las riquezas y oprimían a los pobres, y se habían endurecido tanto que ni el hambre ni la muerte hicieron que se humillaran. Cuando Amós enfrentó a la gente por sus pecados, profetizó castigos aún más terribles; no obstante, hizo hincapié en que Dios estaba dispuesto a purificar a todo el que se arrepintiera y los exhortó: “Buscad a Jehová, y vivid” (Amós 5:6). Amós profetizó también sobre los últimos días.

El profeta Joel desempeñó su ministerio entre el pueblo del reino de Judá. No sabemos exactamente en qué época vivió, pero sus profecías son de especial importancia para nosotros porque muchas de ellas tienen que ver con los últimos días. Joel utilizó la poderosa imagen de la langosta devoradora para simbolizar la devastación que los ejércitos y los juicios de Dios traerían en los últimos días. Joel también profetizó grandes bendiciones en los últimos días, previendo que el Señor “derramar[ía] [Su] Espíritu sobre toda carne” (Joel 2:28).

1. Amós enseña que el Señor revela Sus secretos a Sus siervos los Profetas.

Enseñe Amós 3:6–7 y analice esos versículos con la clase.

• En la actualidad, ¿cómo escuchamos la palabra del Señor? ¿Qué enseñó el profeta Amós acerca de la importancia de los Profetas? (Véase Amós 3:7.) (En la Traducción de José Smith en inglés del versículo 6 se reemplaza haya hecho por sepa y sin por hasta en el versículo 7.) ¿En qué forma aclaran esos cambios el significado del pasaje? Destaque que la Traducción de José Smith es en sí un ejemplo de que el Señor dio a conocer Sus secretos a un Profeta para beneficio nuestro.

• ¿Qué nos enseña Doctrina y Convenios 1:37–38 acerca del respeto que debemos tener por los mensajes de los Profetas? (Ponga a la vista una lámina o fotografía del Profeta actual.) Tal como se hace constar en Doctrina y Convenios 21:4–5, ¿qué consejo y qué mandamiento dio el Señor a los santos el día en que se organizó la Iglesia? ¿Qué bendiciones prometió el Señor si los santos lo hacían? (Véase D. y C. 21:6.) ¿Han visto cómo se ha cumplido esa promesa en ustedes cuando han obedecido el consejo de los Profetas?

2. Amós profetiza sobre el Israel de la antigüedad y el de los últimos días.

Enseñe Amós 7:10–17; 8:11–13; 9:8–15 y analícelos con la clase.

• ¿Por qué le pidió Amasías, un sacerdote del reino de Israel, a Amós que se fuera de esa tierra? (Véase Amós 7:10–17. Amós había profetizado que un gran mal vendría sobre el pueblo y su rey. Amasías y su gente no deseaban oír la verdad sobre sus prácticas malignas.) ¿Qué nos enseña acerca del profeta Amós lo registrado en los versículos 14 al 17? (Era una persona íntegra y valiente. Él no quiso cambiar lo que el Señor le había dicho que dijera, sino que continuó profetizando que un gran mal sobrevendría a los del pueblo si no se arrepentían.)

• En todas las épocas de la historia del mundo, ¿por qué tantas personas han rechazado o hecho caso omiso de los mensajes de los Profetas? ¿Qué consecuencias profetizó Amós que sobrevendrían si Israel rechazaba el consejo de los Profetas? (Véase Amós 8:11–13. El hambre espiritual, o sea, la apostasía serían las consecuencias.) ¿Qué consecuencias podrían sobrevenirnos a nosotros personalmente si rechazamos el consejo de los Profetas?

La profecía de Amós acerca del hambre espiritual se cumplió entre los hijos de Israel después de la época de Malaquías, el último Profeta del Antiguo Testamento. Ese período finalizó aproximadamente cuatrocientos años después, cuando Juan el Bautista recibió el llamamiento de preparar el camino para Jesucristo. La profecía de Amós también se aplica a la Gran Apostasía, o sea, a los siglos de obscuridad espiritual que siguieron a la muerte de los Apóstoles del Salvador y que terminó con la restauración del Evangelio mediante el profeta José Smith.

• ¿De qué manera se puede comparar al hambre la falta de la palabra del Señor? ¿Qué evidencias observan de que las personas de la actualidad deambulan “de mar a mar” en busca de la palabra del Señor? ¿En qué forma se puede comparar a un banquete el tener las bendiciones del Evangelio restaurado?

• ¿Con qué mensaje de esperanza concluye el libro de Amós? (Véase Amós 9:8–15. Los hijos de Israel no serían totalmente destruidos, serían esparcidos entre todas las naciones y en los últimos días serían restablecidos como un pueblo próspero y grande. Adviértase que, al final del versículo 9, el Señor aclara que Él se preocupa por cada uno de los miembros de la casa de Israel.)

3. Joel profetiza que Dios bendecirá a los de Su pueblo en los últimos días y derramará Su Espíritu sobre ellos.

Enseñe Joel 2; 3:16–17 y analícelo con la clase.

El profeta Joel describió algunos de los acontecimientos de los últimos días que precederían a la Segunda Venida. Describió la marcha de un gran ejército que causaría gran destrucción debido a la iniquidad de la gente (Joel 2:1–11). Llamó a Israel al arrepentimiento y le pidió que se volviera al Señor, prometiéndole que Dios estaría en medio de ellos, y describió además el triunfo y la redención finales de Israel (Joel 2:12–32).

• Escriba en la pizarra Joel 2:12–32 y Joel 3:16–17. Pida a los miembros de la clase que repasen estos pasajes y busquen respuestas para la siguiente pregunta: ¿Qué exhortaciones ha hecho el Señor a quienes vivan en los postreros tiempos?

Escriba en la pizarra la palabra Exhortaciones. A medida que los miembros de la clase mencionen las respuestas, escriba en la pizarra las palabras claves de cada exhortación. Anime a los miembros de la clase a marcar esas frases en las Escrituras. A continuación se dan algunas exhortaciones que podrían mencionarse:

Exhortaciones

  1. “Convertíos a mí con todo vuestro corazón” (Joel 2:12).

  2. “Rasgad vuestro corazón” (Joel 2:13, significa quebrantar el corazón, ser humilde).

  3. “Convertíos a Jehová vuestro Dios” (Joel 2:13).

  4. “Santificad la reunión” (Joel 2:16).

  5. “Tierra, no temas; alégrate y gózate” (Joel 2:21).

• ¿Qué indican esas exhortaciones acerca de la importancia de volverse al Señor de todo corazón? ¿Qué debemos hacer para santificarnos y ser así dignos de las bendiciones que el Señor ha prometido?

• Pida a los miembros de la clase que repasen Joel 2:12–32 y 3:16–17 y busquen la respuesta a la siguiente pregunta: ¿Qué bendiciones ha prometido el Señor a quienes le sigan en los últimos días?

Escriba en la pizarra la palabra Bendiciones. A medida que los miembros de la clase mencionen las frases, escriba en la pizarra las palabras claves de cada una de esas bendiciones. Si lo desean, los miembros de la clase podrían marcar también esas frases en sus ejemplares de las Escrituras. A continuación aparecen algunas bendiciones que sería conveniente mencionar:

Bendiciones

  1. El Señor es misericordioso, clemente y tardo para la ira; de grande misericordia, y Él apartará de ti lo malo (Véase la Traducción de José Smith en inglés de Joel 2:13).

  2. El Señor “perdonará a su pueblo” (Joel 2:18).

  3. El Señor hará alejar al ejército del norte (que se describe en los versículos 1–11) y lo echará en tierra seca (Joel 2:20).

  4. “Comeréis hasta saciaros” (Joel 2:26).

  5. “En medio de Israel estoy yo… y mi pueblo nunca jamás será avergonzado” (Joel 2:27).

  6. “Derramaré mi Espíritu sobre toda carne” (Joel 2:28; véase también el versículo 29).

  7. Tanto los jóvenes como los ancianos profetizarán, soñarán sueños y verán visiones (Joel 2:28).

  8. “Todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo” (Joel 2:32).

  9. “Jehová rugirá desde Sión, y dará su voz desde Jerusalén” (Joel 3:16).

  10. “Jehová será la esperanza de su pueblo” (Joel 3:16).

  11. “Jehová será… la fortaleza de los hijos de Israel” (Joel 3:16).

  12. “Y conoceréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que habito en Sión” (Joel 3:17).

• ¿Qué nos enseñan esas bendiciones acerca del cometido del Señor hacia Su pueblo del convenio, acerca de Su poder en beneficio de Sus santos, acerca de Su misericordia y de Su amor, y acerca de las oportunidades que tenemos en los últimos días?

• La declaración de Joel de que en los últimos días el Señor derramaría Su Espíritu sobre todas las personas (Joel 2:28–29) es un contraste notable con el hambre que Amós describió (Amós 8:11–12). El ángel Moroni citó la profecía de Joel a José Smith y le dijo que todavía no se había cumplido pero que se cumpliría en breve (José Smith—Historia 1:41). ¿Qué ejemplos han visto hoy en día en los que el Señor ha derramado Su Espíritu en la vida de jóvenes y adultos?

Conclusión

Haga hincapié en que es una gran bendición vivir en los últimos días, cuando muchas de las profecías se están cumpliendo y cuando tenemos la guía de un Profeta entre nosotros. Anime a los miembros de la clase a estudiar las palabras del Profeta actual, a orar al respecto y a aplicar el consejo de él a la vida de ellos.

Otros conceptos didácticos

El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice uno o más de estos conceptos como parte de la lección.

1. Advertencia acerca del ser reposados en Sión

• Amós advirtió a la gente acerca del llegar a ser “reposados en Sión” (Amós 6:1). ¿Qué significa ser reposados en Sión? (Véase 2 Nefi 28:19–24, 27, 29–30.)

¿En qué forma podríamos nosotros ser reposados en Sión en la actualidad? ¿Cómo podríamos evitarlo?

2. “Derramaré mi Espíritu sobre toda carne” (Joel 2:28)

• Todas las invenciones modernas relacionadas con el transporte y la comunicación han aparecido después de que el Evangelio fue restaurado. ¿En qué forma han contribuido esos acontecimientos a que se cumpla la profecía de Joel registrada en Joel 2:28–29? ¿En qué forma contribuye esa evolución a sacar adelante la obra del Señor en nuestros días?

Si lo desea, lea a los miembros de la clase la siguiente declaración del élder Joseph Fielding Smith con el fin de que ellos comprendan mejor el gran beneficio que esas invenciones brindan para efectuar la obra del Señor: “Sin embargo, insisto en que de no haberse realizado la restauración del evangelio y la organización de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, no habría radio, no habría aviones y no se habría llegado a los maravillosos descubrimientos en medicina, química, electricidad y en las muchas otras cosas con las que el mundo se ha beneficiado enormemente.

“Bajo tales condiciones, estas bendiciones habrían permanecido restringidas, pues ellas pertenecen a la Dispensación del Cumplimiento de los Tiempos de la cual la restauración del Evangelio y la organización de la Iglesia constituyen el punto central, y de donde irradia el Espíritu del Señor para todo el mundo. La inspiración del Señor se ha esparcido y se ha apoderado de la mente de los hombres, aunque ellos no lo sepan, para ser dirigidos por el Señor. En esta forma Él los atrae a su servicio, a fin de que sus propios propósitos y su justicia, en el debido tiempo, puedan ser supremos en la tierra.

“…no creo en ningún instante que estos descubrimientos hayan ocurrido por casualidad, o que hayan venido por causa de una inteligencia superior ya poseída por los hombres de hoy en día, por encima de los que vivieron en épocas antiguas. Han venido y están viniendo porque el tiempo está en su sazón, porque el Señor lo ha querido y porque Él ha derramado Su Espíritu sobre toda carne” (Doctrina de Salvación, Tomo I, pág. 176).