Seminario
Lección 66: Números 22–29


Lección 66

Números 22–29

Introducción

Después de que los israelitas derrotaron a los amorreos, el rey de Moab (Balac) tuvo miedo de que los israelitas destruyeran también su nación. Balac le pidió a un profeta llamado Balaam que maldijera a los israelitas. Sin embargo, el Señor le indicó a Balaam que no maldijera a los israelitas, por lo que Balaam los bendijo en lugar de maldecirlos. Más tarde, Balaam desobedeció al Señor y le enseñó a Balac que éste podía debilitar a los israelitas incitándolos a cometer pecados. Los israelitas que cometieron pecados graves y se apartaron del Señor fueron muertos. El Señor le indicó entonces a Moisés que apartara a Josué para dirigir a Israel.

Sugerencias para la enseñanza

Números 22

Balac le ofrece riquezas y popularidad a Balaam si maldice a los israelitas

Antes de la clase, coloque una imagen del Salvador enfrente del salón. Luego coloque en el suelo dos trozos largos de cinta adhesiva en forma paralela, separadas por una distancia de alrededor de un metro (para que parezcan un camino que conduce a la imagen del Salvador).

Para comenzar la clase, señale la imagen y los trozos de cinta. Explique que el espacio entre los trozos de cinta representa el camino de regreso a Dios. Invite a un alumno a pararse en el camino. Explique que ese alumno representa a todos nosotros a medida que tratamos de volver a Dios. Luego haga las siguientes preguntas (si lo desea, escriba esas preguntas en la pizarra antes de la clase):

  • ¿Qué tácticas utiliza Satanás para incitarnos a salir del camino que conduce de regreso a Dios?

  • ¿Cuáles son algunos de los hábitos que nos ayudan a mantenernos en el camino de regreso a Dios?

Pida al alumno que regrese a su asiento. A medida que estudian Números 22–25, invite a la clase a buscar principios que les ayuden a contestar las preguntas.

Para resumir Números 22:1–6, explique que después de que los israelitas derrotaron a los amorreos, el rey de Moab (Balac) tuvo miedo de los israelitas. Balac decidió pedirle a un profeta llamado Balaam que maldijera a los israelitas. Pida a los alumnos que lean Números 22:6 en silencio y que se fijen por qué Balac le pidió a Balaam que maldijera a los Israelitas. Invítelos a dar un informe de lo que encuentren.

Pida a un alumno que lea Números 22:7 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar la manera en que Balac trató de convencer a Balaam de que maldijera a los israelitas. (Es posible que tenga que explicar que “las dádivas de adivinación” se refieren al por lo menos una parte del pago que el rey había preparado para Balaam.)

Para resumir Números 22:8–11, explique que después de que los líderes de Moab y Madián hubieron entregado el mensaje de Balac, el Señor vino a Balaam y habló con él.

Pida a los alumnos que lean Números 22:12–13 en silencio para averiguar lo que Dios le dijo a Balaam que no hiciera.

  • ¿Qué le dijo Dios a Balaam que no hiciera?

  • Según el versículo 13, ¿cómo les respondió Balaam a los líderes que había enviado Balac?

Invite a un alumno a leer en voz alta Números 22:15–17, y pida a la clase que siga la lectura para saber qué hizo el rey Balac después de que Balaam rechazó su ofrecimiento.

  • Según el versículo 15, ¿a quién envió el rey Balac para hacer llegar su mensaje a Balaam?

  • ¿Qué le ofreció el rey Balac a Balaam?

  • Al observar los métodos que utilizó Balac para incitar a Balaam a desobedecer al Señor, ¿qué verdades podemos aprender acerca de la manera en la que el adversario nos tienta a pecar? (Los alumnos quizás reconozcan varios principios, pero asegúrese de que quede claro que el adversario a veces utiliza promesas de riquezas, popularidad y honores del mundo para tentarnos a cometer pecados.)

Con el fin de ayudar a los alumnos a comprender esa verdad, pregúnteles qué acciones injustas han visto u oído que hacen las personas para obtener riquezas, popularidad u otras cosas que pueden conducir al placer. Si lo desea, escriba sus comentarios en la pizarra.

  • ¿De qué manera podría utilizar el adversario las riquezas o la popularidad para distraer a los jóvenes del servicio misional? ¿Cómo podrían las riquezas o la popularidad distraer a alguien de casarse o tener hijos? (Podría hacer preguntas adicionales que sean pertinentes.)

Invite a un alumno a leer en voz alta Números 22:18–22, y pida a la clase que siga la lectura y que averigüe de qué manera respondió Balaam al segundo ofrecimiento de Balac.

  • ¿Cómo respondió Balaam?

  • ¿Por qué crees que Balaam buscó el consejo del Señor por segunda vez después de haber recibido ya instrucciones de no ir con los hombres de Balac?

Explique que la traducción inspirada de José Smith de la Biblia en inglés cambia la frase “levántate y ve con ellos” que se encuentra en Números 22:20 por “levántate y ve con ellos si es tu deseo” (cursiva agregada). En otras palabras, Dios estaba haciendo responsable a Balaam por la decisión de seguir a Dios o ir con los príncipes de Moab.

Hágales notar la frase “el furor de Dios se encendió porque él iba”, que se encuentra en el versículo 22.

  • ¿Por qué piensan que Dios se enojó cuando Balaam fue con los príncipes de Moab?

Divida la clase en grupos pequeños. Pídales que lean juntos Números 22:22–34 para saber lo que le sucedió a Balaam debido a que hizo caso omiso de las instrucciones y las advertencias de Dios y se fue con los hombres del rey Balac. Después de darles suficiente tiempo, pida a los alumnos que expliquen lo que le sucedió a Balaam.

  • De la experiencia de Balaam, ¿qué podemos aprender acerca de lo que nos puede suceder cuando hacemos caso omiso de las instrucciones y las advertencias del Señor? (A medida que los alumnos compartan los principios que han hallado, haga hincapié en la siguiente verdad: Nos ponemos en peligro cuando hacemos caso omiso de las instrucciones y las advertencias del Señor. Podría escribir ese principio en la pizarra.)

Recuerde a los alumnos la cinta que está en el suelo que representa el sendero recto y angosto que debemos seguir para regresar al Padre Celestial. Invite a los alumnos a escribir en su cuaderno de apuntes o en su diario de estudio de las Escrituras algunas maneras en las que pueden evitar el peligro y tener la fortaleza espiritual de permanecer en el sendero recto que lleva de regreso al Padre Celestial. Invite a algunos alumnos que estén dispuestos a compartir lo que escribieron.

  • ¿De qué manera piensan que Balaam se puso en peligro al hacer caso omiso de la advertencia del Señor? ¿Qué posible peligro podrían haber corrido otras personas a causa de la desobediencia de Balaam?

Pida a los alumnos que piensen en situaciones en las que el Señor les haya hecho una advertencia a ellos o a alguien a quien conocen. Pídales que mediten en lo que sucedió, ya sea que ellos o la persona que conocen hayan hecho caso omiso de la advertencia o la hayan obedecido. Si lo desea, comparta una experiencia o invite a algunos alumnos a compartir una.

Anime a los alumnos a ejercer fe para obedecer las instrucciones y las advertencias del Señor, de manera que puedan evitar ponerse en peligro.

Para resumir Números 22:35–41, explique que el ángel le dijo a Balaam que podía continuar su viaje para ver a Balac pero que debía hablar sólo las palabras que el Señor le indicara. Cuando Balaam llegó al reino de Balac, el rey le prometió nuevamente riquezas y popularidad si maldecía a Israel. Al día siguiente, Balac llevó a Balaam a ver el campamento de los hijos de Israel.

Números 23–24

Balaam bendice a Israel y profetiza acerca de la venida del Salvador

Para resumir Números 23, explique que el rey Balac le pidió a Balaam que maldijera a los israelitas, pero Balaam los bendijo en lugar de maldecirlos.

Invite a un alumno a leer en voz alta Números 24:10–13, y pida a la clase que siga la lectura para saber de qué manera respondió el rey Balac después de que Balaam bendijo a los hijos de Israel.

  • ¿Qué dijo el rey Balac que Balaam había perdido porque había escogido obedecer al Señor?

  • ¿En qué forma es la respuesta del rey Balac similar a lo que Satanás hace para tentarnos?

  • Según los versículos 12–13, ¿cómo le respondió Balaam al rey Balac?

Para resumir Números 24:14–25, explique que antes de partir Balaam le profetizó a Balac que los hijos de Israel finalmente reinarían sobre los moabitas. También profetizó que el Salvador vendría un día de la casa de Israel.

Números 25

Los israelitas que cometen pecados graves son muertos

Pregunte a los alumnos si alguna vez leyeron una historia que tenía un final imprevisto. Invite a algunos alumnos a compartir ejemplos con la clase. Explique que el relato de Balaam y del rey Balac tiene un final inesperado. Pida a los alumnos que explique cómo piensan que podrá terminar el relato.

Invite a un alumno a leer en voz alta Números 25:1–3, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber lo que sucedió cuando los hijos de Israel llegaron a Moab, el reino de Balac. (Para ayudar a que los alumnos comprendan el versículo 3, señale la nota a al pie de la página y explique que Israel se juntó con el pueblo de Moab en un lugar llamado Peor para adorar un dios falso.)

  • ¿Qué hicieron algunos de los israelitas cuando llegaron a Moab?

Invite a un alumno a leer en voz alta Apocalipsis 2:14, y explique que ese versículo nos da más detalles sobre la interacción entre Balaam y el rey Balac. Pida a la clase que siga la lectura en silencio y que busque información a fin de comprender lo que ocurrió para que se desencadenaran los acontecimientos que se describen en Números 25:1–3.

  • Según ese pasaje de Apocalipsis, ¿qué le enseñó Balaam a hacer al rey Balac? ¿Es así como esperaban que terminara ese relato? ¿Sí o no, y por qué?

  • ¿Por qué el adorar dioses falsos y cometer pecados sexuales fueron piedras de tropiezo para los israelitas?

  • ¿Qué principios podemos aprender de este relato acerca de la manera en que nos afecta el pecado? (Los alumnos quizás utilicen palabras diferentes, pero asegúrese de que reconozcan el siguiente principio: El pecado nos impide que progresemos espiritualmente y nos hace perder la protección y el poder de Dios. Escriba esa verdad en la pizarra.)

Explique que el rey Balac tentó a los israelitas a pecar porque sabía que sin el poder del Señor no podrían conquistar su reino con éxito.

  • ¿De qué forma es esto similar a las tácticas de Satanás?

Pida a los alumnos que reflexionen en qué conductas o actitudes pueden ser piedras de tropiezo para ellos en este momento. Testifique que si se han apartado del sendero recto y angosto y han tropezado en el pecado, pueden arrepentirse y regresar al camino. Pida a los alumnos que escriban en su cuaderno de apuntes o en su diario de estudio de las Escrituras de qué manera la verdad que está escrita en la pizarra puede ayudarles a permanecer en el sendero que lleva de regreso a su Padre Celestial.

Para resumir Números 25:4–18, explique que el Señor le dio instrucciones a Moisés de que los hijos de Israel que se habían vuelto a la adoración de ídolos debían ser muertos.

Números 26–29

Los hijos de Israel son contados nuevamente y Moisés aparta a Josué para dirigir a Israel.

Para resumir Números 26–29, explique que los hombres de Israel que tenían al menos 20 años de edad fueron contados nuevamente. Sólo Josué y Caleb quedaban del grupo de hombres que había sido contado en Sinaí. A Moisés se le dijo que no entraría en la tierra prometida (véase Números 27:12–14; véase también Deuteronomio 3:26–29; 4:21; 32:48–52; D. y C. 84:23–25). El Señor le indicó a Moisés que llamara a Josué y lo apartara para dirigir a Israel. Si lo desea, sugiera a los alumnos que marquen Números 27:18–20, que describe la manera en que Moisés apartó a Josué.

Para terminar, exprese su testimonio de las verdades que se enseñaron en esta lección. Anime a los alumnos a poner en práctica lo que han aprendido para que puedan permanecer en el sendero que los conducirá nuevamente a su Padre Celestial.

Comentarios e información de contexto

Números 22:5–6. ¿Quién era Balaam?

El élder Bruce R. McConkie, del Quórum de los Doce Apóstoles, comentó acerca del relato de Balaam en el artículo “La historia de la locura de un profeta”, (Liahona, octubre de 1979, págs. 32–36). El élder McConkie analizó cómo en ese relato verdadero un hombre justo trató de servir tanto al Dios del cielo como a la codicia por las riquezas y los honores de los hombres. Al final, el profeta Balaam perdió su alma porque puso su corazón en las cosas de este mundo, en lugar de las riquezas de la eternidad.

Números 22:28. “Entonces Jehová abrió la boca al asna…”

“La reprensión recibida por Balaam a través de la boca de un animal, obrada por el Espíritu de Dios, es un suceso singular en la historia. Es inútil especular en cuanto a cómo sucedió. Lo cierto es que la bestia habló en una forma comprensible para Balaam. Otros pasajes indican que cuando los animales estén llenos del Espíritu divino, y celestializados, podrán expresarse en formas que en el presente les son negadas (véase Apocalipsis 4:6, 9D. y C. 77:2–4). Balaam no parece haberse sorprendido por este fenómeno, circunstancia que ha llevado a algunos a sugerir que la mente de Balaam estaba alterada por causa de su intento de servir a Dios y a las riquezas al mismo tiempo. De haber sido más sensato, la conducta poco usual de su cabalgadura, siempre obediente, le habría hecho mirar a su alrededor hasta descubrir la causa. Así tal vez habría descubierto la presencia del ángel” (Antiguo Testamento—Manual para el alumno, Génesis–2 Samuel, [manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 1983], pág. 196).

Números 24:17 “…estrella de Jacob”

El élder Bruce R. McConkie, del Quórum de los Doce Apóstoles, explicó la importancia de que el Salvador sea la “Estrella de Jacob”:

“‘En lenguaje figurado, las huestes espirituales de la vida premortal son llamadas estrellas del cielo’. (Doctrina Mormona, 2da. edición, pág. 274.) Las estrellas del alba, que se unieron a todos los hijos de Dios cuando se fundaba la tierra, eran los espíritus nobles y preeminentes. Como la Estrella que salió de Jacob, Cristo es, por consiguiente, el más destacado de todas las huestes de esa casa innumerable” (véase The Promised Messiah: The First Coming of Christ, 1978, pág. 182).