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Isaías 24-35: Profecías de la dispensación del cumplimiento de los tiempos


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Profecías de la dispensación del cumplimiento de los tiempos

Isaías 24-35

(15-1) Introducción

Isaías no sólo fue profeta sino también vidente. "Un vidente", dijo Ammón, "es mayor que un profeta", pues "un vidente es también revelador y profeta." (Mosíah 8:15-16.) Ammón continuó diciendo: "Un vidente puede saber de cosas que han pasado y también de cosas futuras; y por este medio todas las cosas serán reveladas, o mejor dicho, las cosas secretas serán manifestadas, y las cosas ocultas saldrán a luz" (Mosíah 8:17).

Isaías fue uno de los más grandes videntes de todos los tiempos. Sin duda fue uno de los que el profeta José Smith tuvo en mente cuando dijo: "…escudriñad las revelaciones de Dios, estudiad las profecías, y gózaos de que Dios conceda al mundo videntes y profetas. Estos son los que vieron los misterios de la Divinidad; vieron el diluvio antes que llegase; vieron a ángeles ascender y descender por una escalera que llegaba de la tierra hasta los cielos; vieron la piedra cortada del monte, que llenó toda la tierra; vieron al Hijo de Dios venir de las regiones de gloria y morar con los hombres sobre la tierra; vieron al libertador salir de Sión y limpiar la impiedad de Jacob; vieron la gloria del Señor cuando mostró la transfiguración de la tierra sobre el monte; vieron allanarse toda montaña y todo valle exaltarse cuando el Señor se vengaba de los inicuos; vieron la verdad brotar de la tierra y la justicia mirar desde los cielos en los últimos días, antes que el Señor viniese la segunda vez para juntar a sus escogidos; vieron el fin de la iniquidad sobre la tierra y el sábado de la creación, coronado de paz; vieron el fin de los mil años gloriosos, cuando Satanás va a quedar suelto por un corto tiempo; vieron el día del juicio, cuando todos los hombres recibirán según sus obras; y vieron desaparecer los cielos y la tierra a fin de que hubiera lugar para la ciudad de Dios, cuando los justos recibirán una herencia eterna. Así pues, compañeros en esta peregrinación sobre la tierra, es vuestro el privilegio de purificaros, alcanzar la misma gloria, y ver y conocer por vosotros mismos." (Enseñanzas del profeta José Smith, págs. 8-9.)

En el capítulo 24 de Isaías se produce un destacado cambio. En este capítulo, la calidad de vidente de Isaías se hace profundamente evidente a medida que él se refiere a la dispensación final.

Al considerar la magnitud de la visión de Isaías y su aplicación a todas las generaciones de los hombres, no sorprende que Jesús mismo dijese: "Grandes son las palabras de Isaías", y que nos mandara "escudriñar estas cosas… diligentemente" (3 Nefi 23:1).

¿Nota la declaración final en la cita tomada de las palabras de José Smith? El dijo: "…es vuestro el privilegio de… ver y conocer por vosotros mismos" todas las cosas que los videntes han visto. Una forma de hacerlo es estudiar con atención los escritos de estos videntes. Esfuércese por ver lo que Isaías vio, a medida que estudia esta parte tan importante de sus palabras.

COMENTARIOS SOBRE ISAIAS 24-35

(15-2) Isaías 24:1-6. ¿De qué período o pueblo estaba hablando el Señor?

En un sentido, Isaías 24:1-6 podría ser empleado para referirse a la apostasía en cualquier época. El pasaje se refiere a una época cuando el Señor "vacía" la tierra (vers. 1) y esparce a sus habitantes porque la gente la ha profanado. "…traspasaron las leyes [de Dios], falsearon el derecho, quebrantaron el pacto sempiterno" (vers. 5). Como resultado la tierra "se consumió y sus moradores fueron asolados" (vers. 6).

(15-3) Isaías 24:2. "Así como al pueblo, también al sacerdote"

El presidente Spencer W. Kimball dijo:

"El vocablo sacerdote en este pasaje está empleado para denotar a todos los líderes religiosos de todos los credos. Isaías dijo: 'Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, quebrantaron el pacto sempiterno' (Isaías 24:5). De entre las voces discordantes nos sorprendemos por causa de los muchos sacerdotes que fomentan la contaminación de los hombres y hacen la vista gorda a las tendencias corruptas, y niegan la omnisciencia de Dios. Ciertamente estos hombres deberían mantenerse firmes, pero algunos ceden ante la opinión pública.

"Cito comentarios tomados de la prensa:

" 'Muchos clérigos rehusan dar una opinión definida o en contra de la marihuana.' Dicen: 'Depende de las circunstancias'. (Time, agosto 16 de 1968.)

"Han desarrollado 'éticas según las situaciones' que parecen cubrir a todos los pecados.

"Otros líderes religiosos dicen: '…las reglas precisas de conducta cristiana no tienen por qué aplicarse necesariamente a los problemas de la sexualidad'. (London-British Council of Churches.)

"En contraste escuchad la firme voz de un profeta. Pedro profetizó diciendo:

" 'Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató…

" 'Y muchos seguirán sus disoluciones…' (2 Pedro 2:1-2)." (En Conference Report, abril de 1971, pág. 9.)

(15-4) Isaías 24:5. ¿Por qué es tan grave hacer cambios en las ordenanzas?

Las ordenanzas del evangelio son parte de los medios específicos bosquejados por el Señor mediante los que podemos vencer nuestro estado natural, recibir un renacimiento espiritual y llegar a ser como Dios. Todas las ordenanzas fueron programadas por Dios para enseñar verdades espirituales y llevar a los hombres hacia la divinidad. Cuando las ordenanzas son cambiadas, su poder de salvar se pierde. José Smith, el Profeta, dijo acerca de las ordenanzas: "Si no hay modificación en las ordenanzas, no hay modificación en el sacerdocio. Donde se administraren las ordenanzas del evangelio, allí estará el sacerdocio". (Enseñanzas, pág. 184.)

(15-5) Isaías 24:6-12. Resultado de la apostasía

El castigo decretado por la violación del convenio sempiterno de Dios consiste en ser quemado con fuego. Estos versículos describen el gran lamento que acompañará a tal destrucción.

(15-6) Isaías 24:19-23. Grandes cambios físicos acompañarán la segunda venida del Señor

Isaías 24:19-23 describe acontecimientos y condiciones previas o contemporáneas a la segunda venida del Señor. Una descripción más profunda de estos mismos acontecimientos se encuentra en Doctrina y Convenios 88:86-94. Los "encerrados en mazmorra" y los "encerrados en la prisión" (Isaías 24:22) son aquellos que se encuentran en el mundo de los espíritus esperando que se les predique el evangelio (véase Joseph Fielding Smith, Doctrina de salvación, 2:146). De acuerdo con el élder Orson Pratt, la luna se confundirá y el sol será avergonzado por causa del brillo que acompañará a Cristo en su retorno a la tierra, el cual será una "luz superior", una que hará que todo lo demás parezca obscuro (en Journal of Discourses, 20:12).

(15-7) Isaías 25:1-11. La Segunda Venida será ocasión de gran regocijo para los justos

Aunque habló de gran destrucción y juicios, Isaías no estaba lleno de desesperación sino de gozo. Aquí prorrumpe en un himno de alabanza porque el Señor finalmente vendría a reinar en Sión y en Jerusalén (véase Isaías 24:23).

La Segunda Venida será un momento de gran regocijo que seguirá a "mucha tribulación" (D. y C. 58:3-4). Un gran "banquete… de gruesos tuétanos" (Isaías 25:6) también se efectuará al regreso del Señor, lo que significa que los hombres se regocijarán en los frutos del evangelio hasta quedar satisfechos (compárese con D. y C. 58:8). La venida del Señor vendrá para disipar "el velo que envuelve a todas las naciones" (Isaías 25:7). Este velo puede ser el "velo de incredulidad" (Alma 19:6; véase también Eter 4:15) que caracteriza a los de los postreros tiempos que rechacen el evangelio. O, podría ser un "velo de tinieblas" mucho más literal, tal como es el que se describe en Moisés 7:61, cuando los cielos se oscurecerán y "temblarán… así como la tierra". Pero después se producirá gran gozo, porque vendrá el día en que "enjugará… el Señor toda lágrima de todos los rostros" (Isaías 25:8). Esta metáfora se emplea dos veces en el libro de Apocalipsis (Ap. 7:17; 21:4) y evidentemente representa una condición que prevalecerá durante el Milenio.

(15-8) Isaías 26. "En el camino de tus juicios, oh Jehová, te hemos esperado"

Isaías 26 es un cántico, o salmo, de alabanza que rinde tributo al Señor. Parece ser respuesta a la liberación de Israel por mano de Dios, de su condición de nación esparcida en la tierra (véase vers. 15). Isaías se regocijó en el hecho de que los justos son grandemente bendecidos de Dios y observó que los malvados son los que no responden positivamente a las oportunidades que el Señor da (véase vers. 10-11). Era típico que Israel se volviera al Señor buscando su ayuda solamente cuando estaba en una situación difícil o sufría alguna pena. En la misma forma en que una mujer que se esfuerza por dar a luz se ve libre de dolor cuando el hijo ha nacido, así Israel será libre de dolor cuando el Señor restaure a Sión una vez más (véase vers. 16-18). El versículo 18 es una declaración del hecho de la resurrección, tanto de la del Señor como de la nuestra.

C. F. Keil y F. Delitzsch comentaron acerca del cántico de Isaías: "El profeta, al que ya conocemos como salmista por el pasaje de Isaías 12, ahora actúa como director coral de la Iglesia del futuro, y alaba a Jehová por haber destruido a la poderosa ciudad imperial y por haberse comprobado la defensa y el escudo contra la tiranía de la ciudad hacia Su iglesia oprimida". (Commentary on the Old Testament, 7:1:436-37.)

(15-9) Isaías 27:1-6. ¿Cuál es el significado de leviatán, dragón y serpiente?

Cuando Israel sea restaurada, "florecerá y echará renuevos… y la faz del mundo llenará de fruto" (Isaías 27:6). Ese fruto es el evangelio de paz (véase vers. 5-6). Al mismo tiempo el Señor "castigará… al leviatán serpiente tortuosa… y matará al dragón que está en el mar" (vers. 1). Tanto dragón como serpiente son términos empleados para designar a Satanás, el enemigo común de Dios y de la humanidad (véase Apocalipsis 12:9). Así, leviatán tal vez incluya no solamente a Satanás personalmente sino a todos los que lo sirven. En otras palabras, lo que Isaías vio es la destrucción necesaria de Babilonia, o del mundo, antes que Sión pueda ser establecida plenamente. Aquí una vez más, como en el capítulo 26, Isaías está tan sobrecogido de gozo por ese día futuro, que da a sus palabras la forma de un himno de alabanza.

(15-10) Isaías 27:7-13. ¿Qué vio Isaías en el futuro para Jerusalén?

Antes que Jacob sea restaurada, "la ciudad fortificada [Jerusalén] será desolada, la ciudad habitada será abandonada" (Isaías 27:10), porque "cuando sus ramas se sequen [o sea, cuando las tribus de Israel se tornen malvadas], serán quebradas" y luego encendidas, o sea, deberían ser juzgadas (vers. 11). Posteriormente los hijos de Israel serán "reunidos uno a uno", y devueltos a su ciudad santa, Jerusalén (vers. 12; véase también el 13).

La alegoría de Zenós en Jacob 5 contiene una imagen literaria similar y puede estudiarse provechosamente con relación a este capítulo.

(15-11) Isaías 28:1-8. "¡Ay de la corona de soberbia de los ebrios de Efraín!"

Aquí Isaías continúa con el tema de que Israel (los dos reinos —el norte y el sur) debe enfrentar los juicios antes de la restauración final de Jacob. Isaías, en el capítulo 28, habla de la rebelión de las diez tribus que habitaban en el norte, de la que se reconoció a Efraín como líder principal. "Jehová tiene uno que es fuerte y poderoso", dice refiriéndose a Asiría, esperando como "turbión de granizo y como torbellino trastornador" para humillar a Israel a la que "derriba a tierra" (vers. 2). Entonces, así como la flor que se marchita con el calor del sol (véase vers. 4), o como el ebrio que se tambalea bajo los efectos del vino (véase vers. 7), Israel será quitada de su tierra prometida. En los años 722-721 a. C. , Salmanasar, rey de Asiría, sitió a Samaria y por fin llevó cautivas a las diez tribus.

(15-12) Isaías 28:14-15. ¿En qué manera Judá hizo "pacto… con la muerte… y con el Seol"?

"El profeta confronta a los gobernantes de Jerusalén con la aseveración de que su política y conducta comienzan a llevarlos a una ruina inevitable. Esta vez la falta es que deliberadamente han entrado en un pacto de servir, a cambio de protección, a un dios o dioses que no son el Dios verdadero. La muerte, mawet, es aquí el dios del Seol o infierno, y tal vez el dios cana-neo del infierno, Mot, es el que se tiene en mente, o si no, se refiere al dios Osiris de Egipto. Era costumbre que los profetas se refirieran a las deidades de las otras naciones como mentira y falsedad (compare con Amós 2:4; Jer. 10:14). En contraste con este acto de desesperación por parte de los gobernantes, Isaías declara que la fe en su propio Dios es el único cimiento seguro de la salvación de Sión, y que solamente su justicia y rectitud pueden levantar un edificio que perdure. Los que por temor han buscado asegurarse mediante la adoración de otras deidades sufrirán en terror las consecuencias del decreto de destrucción emitido por Jehová." (The Interpreter's Bible, 5:317.)

(15-13) Isaías 28:16. ¿Qué es la piedra probada y preciosa?

La piedra probada y preciosa es Jesucristo mismo. El élder Bruce R. McConkie escribió: "Una de las grandes profecías mesiánicas de Isaías fue que el Mesías prometido sería 'por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red al morador de Jerusalén. Y muchos tropezarán entre ellos, y caerán, y serán quebrantados; y se enredarán y serán apresados'. (Isaías 8:14r-15.) Tanto Pablo (Romanos 9:33) como Pedro (1 Pedro 2:7-8) registran el cumplimiento de esta profecía." (Mormon Doctrine, pág. 657.)

Jacob se refirió a esta figura literaria cuando dijo que por el "tropiezo de los judíos, ellos rechazarán la piedra sobre la cual podrían edificar y tener fundamento seguro" (Jacob 4:15).

Pablo también empleó la misma metáfora cuando dijo que los cimientos de la Iglesia de Jesucristo eran los Apóstoles y profetas, con Cristo mismo como piedra angular (véase Efesios 2:19-20).

(15-14) Isaías 28:17-22. ¿Qué quiso decir con "a nivel la justicia" y una "cama… corta para poder estirarse"?

Con Cristo como principal piedra angular en la morada espiritual del individuo, éste está preparado para enfrentar la justicia del Señor con equidad y fe. Jesucristo llega a ser su defensor y defiende su caso ante el Padre (véase D. y C. 45:2-5).

"Ajustaré el juicio a cordel, y a nivel la justicia" se refiere a la albañilería y da continuidad a la imagen. Cristo es la piedra angular sobre la cual todas las demás piedras se levantan. Cuando algo está a nivel, cae en línea recta. El albañil emplea la plomada para encontrar la línea vertical. La plomada consiste en un peso atado a una cuerda, y cuando se deja caer, cae perpendicularmente del hilo del cual pende. En esta forma el constructor sabe que tiene una línea recta. Con la rectitud y la justicia como herramientas de medida, el Salvador comienza con la piedra angular (El mismo) y construye una casa perfecta y firmemente levantada, que resiste una tormenta que sí podría arrasar una casa levantada en forma diferente, especialmente una que ha sido levantada mediante el "pacto con la muerte" (Isaías 28:18).

La metáfora de la cama y la estrechez de la manta es más fácil de entender que la de la plomada: Obviamente, si no estamos cubiertos por la sangre expiatoria de Jesucristo, nos encontraremos como el hombre que se acuesta en una cama corta, con una manta que es demasiado estrecha para cubrirlo. No importa cuán atrayente pueda parecer un pecado al principio, nunca podrá satisfacer las necesidades espirituales del hombre. El hombre pecaminoso siempre se parecerá al hombre que se acuesta en una cama corta con mantas estrechas: se dará vuelta en la cama constantemente buscando comodidad, pero no la encontrará. La expiación de Cristo cubre solamente a quienes confían en Dios con todo su corazón y guardan sus santos mandamientos.

(15-15) Isaías 28:23-29. ¿Cuál es el significado de la parábola de la cosecha y la trilla?

Keil y Delitzsch explicaron la belleza y poder de la parábola de Isaías, haciendo notar que el "eneldo" (vers. 25) era probablemente semilla de amapola y el comino la misma especia que hoy conocemos con ese nombre. Ambas son hierbas aromáticas provenientes de las semillas de las plantas mencionadas.

"La labranza con el arado… que abre el suelo, es decir, abre los surcos… y con la (rastra) que rompe los terrones, se lleva a cabo para preparar la siembra y, por lo tanto, no es constante sino solamente se efectúa mientras es necesario preparar el suelo para recibir la semilla. Cuando los surcos han sido formados en la superficie nivelada del terreno… , entonces comienza la siembra; y esto también ocurre en distintas formas, de acuerdo con lo que se plante… El agricultor siembra el trigo en hileras, con cuidado… es decir, que no lo esparce descuidadamente, sino que deja caer el grano cuidadosamente en las hileras, porque de otro modo, al crecer, un planta aplastaría a la otra, ahogándola… La cebada se siembra en una parte del terreno especialmente apartada para ella, o especialmente marcada con señales… ; y… la avena se siembra al borde, de manera que la avena circunvala a la cebada. Es por instinto divino que el agricultor actúa de esta manera; pues Dios, quien estableció esta actividad desde la Creación,… también ha dado entendimiento al hombre…

El versículo 27 introduce otra prueba de que el agricultor es instruido por Dios, y queda demostrado por aquello que hace durante la cosecha. No emplea la máquina de trillar… la cual enteramente destruiría la clase más tierna de grano, sino que lo sacude con una vara… ¿Se quiebra el cereal? No, el agricultor no lo quiebra. Eso sucedería si empleara la rueda… de la trilla con los caballos atados al frente para hacerla rodar con toda su fuerza… El curso sabio e inspirado adoptado por el agricultor al tratar el campo y el grano es un símbolo del curso sabio adoptado por el divino Maestro para tratar a su pueblo. Israel es el campo de Jehová. Los castigos que vienen de El son el arado y la grada (rastra) con los que con energía abre, da vuelta y nivela este campo. Pero esto no dura para siempre. Cuando el campo ha sido arado y nivelado, y se vuelve fértil una vez más, el doloroso proceso de arar es seguido por la siembra… Esto se hace en orden y en una plenitud de gracia. Una vez más, Israel es la criatura de Jehová en la era (véase Isaías 21:10). El trilla a la nación; pero no solamente la trilla, también la sacude; y al trillar, no lo hace para siempre, o sea, como bien lo ha explicado Caspari, no castiga a todos los miembros de la nación con la misma severidad. Y aquellos a quienes castiga con mayor severidad no son castigados sin cesar, sino que tan pronto como Jehová ha alcanzado su propósito, el castigo cesa y solamente los peores en la nación, los que no son sino escoria, escoria para la nación misma, son barridos por los castigos (compare con Isaías 1:25; 29:20-21). Esta es la solemne lección y el consuelo lleno de amor, escondidos detrás del velo de la parábola. Jehová castiga, pero lo hace a fin de poder bendecir. Zarandea, pero no destruye. No trilla a su propio pueblo, sino que lo sacude; y cuando trilla, los de su pueblo pueden consolarse con la esperanza de que viene un período de juicio, con la seguridad de que nunca serán aplastados o dañados." (Commentary, 7:2:14-17.)

(15-16) Isaías 29:1-4. ¿Qué significa la frase "será a mí como Ariel"?

David moraba en Jerusalén, y Ariel es otro nombre para aquella ciudad. Como es típico de las profecías de Isaías, esta profecía tiene una aplicación múltiple. Podría aplicarse a cualquier época en la que Jerusalén enfrentó una catástrofe de magnitud por causa de su propia apostasía. Además, el nombre Jerusalén a veces se emplea como nombre genérico, no solamente para referirse a la ciudad sino también a toda la nación, así como mucha gente dice Washington y se refiere a los Estados Unidos, o Moscú y se refiere a la Unión Soviética. El élder LeGrand Richards hizo notar el dualismo de esta profecía:

"Si leéis [Isaías 29:1-2] con atención, sabréis que él no solamente vio la destrucción de Jerusalén, sino también la destrucción de otra gran nación semejante a Jerusalén. Luego añade:

“ 'Entonces serás humillada, hablarás desde la tierra, y tu habla saldrá del polvo; y será tu voz de la tierra como la de un fantasma, y tu habla susurrará desde el polvo/ [Isaías 29:4.]

"Nadie en este mundo pudo explicar eso en forma inteligente ni saber qué pueblo vio Isaías semejante a Jerusalén, sin la ayuda del Libro de Mormón. He aquí la explicación contenida en el Libro de Mormón: 'Después que mi posteridad y la posteridad de mis hermanos hayan degenerado en la incredulidad, y hayan sido heridos por los gentiles; sí, después que el Señor Dios haya acampado en contra de ellos por todos lados, y los haya sitiado por baluarte y levantado fuertes contra ellos; y después que hayan sido abatidos hasta el polvo, aun hasta dejar de existir, con todo esto, las palabras de los justos serán escritas y las oraciones de los fieles serán oídas, y ninguno de los que hayan degenerado en la incredulidad será olvidado,

" 'porque aquellos que serán destruidos les hablarán desde la tierra, y sus palabras susurrarán desde el polvo, y su voz será como uno que evoca a los espíritus; porque el Señor Dios le dará poder para que pueda susurrar concerniente a ellos, como si fuera desde la tierra; y su habla susurrará desde el polvo.

" 'Porque así dice el Señor Dios: Escribirán las cosas que se harán entre ellos, y serán escritas y selladas en un libro; y aquellos que hayan caído en la incredulidad no las tendrán, porque procuran destruir las cosas de Dios.'

"¿Cómo pudo José Smith haber conocido estas cosas cuando el Libro de Mormón fue publicado aun antes de que esta Iglesia fuese organizada, a no ser por el hecho de que el Libro de Mormón es la historia prometida que Dios dijo que saldría a luz para unirse con los anales de Judá? ¿Cómo puede alguien entender esta profecía de Isaías sin la explicación contenida en el Libro de Mormón?" (En Conference Report, abril de 1963, pág. 118.)

El Libro de Mormón ciertamente es la voz de un pueblo que fue aplastado, que habla desde el polvo, pues de hecho el libro fue tomado del polvo, así como Isaías lo profetizó.

(15-17) Isaías 29:11-12. ¿Qué libro es el "libro sellado" y a quién fueron entregadas sus palabras?

Al principio, cuando se comenzó a traducir el Libro de Mormón, Martin Harris deseó tener una prueba de que la traducción que José Smith estaba haciendo era genuina. Obtuvo permiso para llevar una copia de varias de las "palabras" de las planchas, junto con su traducción, a algunos eruditos. El relato hecho por Martin Harris al profeta José Smith establece que llevó la copia al profesor Charles Anthon, de la ciudad de Nueva York, el cual certificó que los caracteres eran verdaderos y estaban traducidos correctamente. Pero cuando el profesor Anthon descubrió que el registro del cual los caracteres habían sido tomados se había recibido por medios sobrenaturales, se retractó de lo expresado, pidiendo que se le entregara el certificado que había expedido, y una vez que lo tuvo en sus manos, lo rompió. Martin Harris informa que Anthon dijo: "…que si yo le llevaba las planchas él las traduciría. Yo le informé que parte de las planchas estaban selladas, y que me era prohibido llevarlas. Entonces me respondió: 'No puedo leer un libro sellado'. Salí de allí y fui a ver al Dr. Mitchell, el cual confirmó todo lo que el profesor Anthon había dicho con respecto a los caracteres, así como a la traducción." (José Smith—Historia, 65.)

El hombre falto de instrucción al cual el libro fue entregado, naturalmente, era José Smith. El élder Orson Pratt una vez dijo: "Ahora, con relación a las condiciones de José Smith o sus logros en cuanto a instrucción, eran muy corrientes. Había recibido poca instrucción en las escuelas públicas del lugar donde vivía. Leía un poco y sabía escribir, pero lo hacía con tal sencillez que no se atrevía a actuar como su propio escriba, sino que se vio obligado a emplear a diferentes personas para que escribieran mientras él traducía. Este hombre sin cultura no respondió como lo hizo el hombre sabio. Pues cuando el libro le fue entregado a aquel joven sin instrucción y se le dijo que lo leyera, respondió: 'No sé leer'. Supongo que era consciente de su incapacidad cuando el Señor le dijo que lo leyera, pues consideró que se trataba de una gran obra." (En Journal of Discourses, 15:186.)

(15-18) Isaías 29:14. ¿Cuál es el "prodigio grande y espantoso" (la obra grande y maravillosa mencionada en otras versiones de este mismo pasaje) del que profetizó Isaías?

Aunque el Libro de Mormón puede llamarse una obra maravillosa y un prodigio, la profecía de Isaías incluye mucho más que el libro. El élder LeGrand Richards exclamó:

"…¿Qué constituiría una obra maravillosa y un prodigio? ¿Por qué no han de aceptar gozosos los que sinceramente aman la verdad el pronunciamiento de esta obra? ¿Debe generación alguna rechazar la verdad revelada cuando se envía del cielo, así como rechazaron al Cristo cuando vino entre los hombres? ¿Por qué, al parecer, es mucho más fácil aceptar y creer a los profetas muertos que a los vivientes? Para realizar esta prometida obra maravillosa y prodigio, el Señor tenía por objeto efectuar una 'restitución de todas las cosas' e inspiró a S. Pedro a profetizarlo a los que habían crucificado a su Señor [Hechos 3:19-21]. " (Una obra maravillosa y un prodigio, págs. 31-32.)

De esta manera toda la restauración del sacerdocio —la Iglesia, las ordenanzas, las verdades del evangelio— constituye la obra maravillosa y el prodigio anunciados por Isaías.

(15-19) Isaías 29:17. ¿Qué relación existe entre este versículo y la publicación del Libro de Mormón?

El élder Mark E. Petersen dijo:

"La congregación de los judíos en Palestina es una de las señales más significativas e importantes de todos los tiempos. El Señor dijo por medio de Jeremías: '… haré volver a los cautivos de mi pueblo… y los traeré a la tierra que di a sus padres, y la disfrutarán' (Jer. 30:3). Isaías indicó que Palestina, por largo tiempo languideciendo en su cuna desértica, estaba destinada a volverse en campo fructífero en la época del recogimiento de los judíos a su tierra de herencia…

"Un libro santo aparecería antes de esa época — uno que resultaría nuevo para el mundo, uno que hablaría de una nación caída que fue destruida repentinamente— un libro que en los postreros tiempos sería llevado a un hombre culto quien lo rechazaría, pero que sería entregado por vías divinas a un hombre sin instrucción por medio del cual sería dado al mundo…

"¿Dónde está ese libro? Es una de las señales de los tiempos.

"Los profetas no sólo predijeron su aparición, sino que Isaías estableció la época de su publicación. Ese límite de tiempo estaba relacionado con el período cuando la fertilidad retornaría a Palestina. Isaías dijo que el libro aparecería primero, y luego añadió que 'a muy poco tiempo el Líbano [se convertiría] en campo fructífero, y el campo fértil será estimado por bosque' (Isaías 29:17).

"Ese límite de tiempo ha expirado. Este nuevo tomo de Escrituras debe haber venido ya o Isaías no fue un profeta verdadero, porque Palestina es fructífera otra vez." (En Conference Report, oct. de 1965, pág. 61.)

El Libro de Mormón salió a luz primero, tal como Isaías predijo que acontecería.

Imagen
Moroni buried plates

Moroni enterró las planchas.

(15-20) Isaías 29:18-19. ¿Qué significan las alusiones a los sordos, ciegos y humildes?

El hombre puede ser física o espiritualmente sordo o ciego, o ambas cosas a la vez. El élder Bruce R. McConkie definió la sordera espiritual como "el estado de los que carecen de espiritualidad, cuyos oídos espirituales no están afinados a los susurros de la voz queda del Espíritu. Del mismo modo, la ceguera espiritual es la marca de identificación que distingue a los que no pueden ver la mano de Dios manifestada en los asuntos de los hombres. Tales tienen 'incredulidad y dureza de corazón' (D. y C. 58:15). Son los que endurecen sus corazones y ciegan sus almas (véase 3 Nefi 2:1)." (Mormon Doctrine, pág. 184.)

(15-21) Isaías 29:24. ¿A quién se refiere la frase "los extraviados de espíritu aprenderán inteligencia y los murmuradores agradecerán doctrina"?

Hay mucha gente sincera en el mundo cristiano y sus falsas conclusiones doctrinales no son culpa suya. El élder Orson Pratt, quien comentó ampliamente sobre el capítulo 29 de Isaías, explicó:

"¡Oh, cómo mi corazón se ha llenado de dolor al ver la ceguera del mundo cristiano porque sabía que muchos de los que lo componían eran sinceros! Sabía que deseaban conocer la verdad, pero no sabían adonde dirigirse, tan grandes eran los errores que se enseñaban y tan fuertes las tradiciones que les habían sido enseñadas, habiendo aprendido el temor al Señor por los preceptos de los hombres en lugar de hacerlo mediante la inspiración y poder del Espíritu Santo. 'Los extraviados de espíritu aprenderán inteligencia' cuando este libro salga, y Tos murmuradores aprenderán doctrina'.

"…Pero los que han leído este libro me darán fe de que sus mentes han encontrado paz con relación a la doctrina, en lo que se refiere a las ordenanzas del reino de Dios. Los que erraron, y no sabían si la aspersión o la inmersión era el método verdadero de bautismo, ¿lo saben ahora? ¿Por qué? Porque el Libro de Mormón revela el modo de hacerlo tal como fue dado a los antiguos nefitas en este continente. Y así es con relación a cada principio de la doctrina de Cristo: Están expuestos con tanta sencillez que es imposible que dos personas tengan ideas distintas con relación a los diferentes puntos, después de haber leído este libro." (En Journal of Discourses, 15:188-89.)

(15-22) Isaías 30. "¡Ay de los hijos que se apartan!"

Israel y Judá fueron advertidos por el Señor de que no pusieran su confianza en otras naciones. Pero este pueblo rehusó escuchar y se dirigió a Egipto para protegerse de los asirios (véase Temas suplementarios, sección F). El Señor les regañó por "fortalecerse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto" (Isaías 30:2). Todo esto, dijo Isaías, será "en vano e inútilmente…" (vers. 7). En consecuencia, Israel "se quebrará como se quiebra un vaso de alfarero" (vers. 14).

Pero Dios extenderá su gracia a Israel. Aunque los mantenga por un tiempo con "pan de congoja y agua de angustia" (vers. 20), en los últimos días sus maestros una vez más les enseñarán el verdadero evangelio y les mostrarán cómo obedecer sus leyes (véase vers. 21). No solamente retornarán los profetas sino que serán restauradas grandes bendiciones temporales. La tierra "será abundante y pingüe; tus ganados en aquel tiempo serán apacentados en espaciosas dehesas" (vers. 23). Al final, el Señor redimirá a Israel. Aun Asiría, que llevó al cautiverio a las diez tribus, finalmente "será quebrantada" (vers. 31).

El tema de Isaías 30 es respecto a los hombres que confían en la sabiduría de otros seres mortales corrientes en lugar de buscar a Dios para recibir su consejo (véase vers. 1-2) o a sus profetas para recibir instrucción (véase vers. 9-11). El Señor declaró que este rechazo de la palabra de Dios es la causa directa de su destrucción (véase vers. 12-14).

Monte S. Nyman escribió: "La advertencia en los versículos 1 al 7 se ha extendido a nuestra época por causa del mandato del Señor a Isaías de escribirla como testimonio para los últimos días (vers. 8)…" ("Great Are the Words of Isaiah", pág. 121.)

(15-23) Isaías 31. Debemos confiar en el Señor en lugar de hacerlo en el "brazo de la carne"

Este capítulo desarrolla un tema semejante al del capítulo que lo precede. Sin embargo, "la primera advertencia habla en contra de confiar en la sabiduría del hombre, y la segunda en contra de confiar en su poder" (Nyman, "Great Are the Words of Isaiah", pág. 118). "¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda!" pues allí no la hay (Isaías 31:1). "Los egipcios hombres son, y no Dios"; ellos y aquellos a quienes ellos ayudan "desfallecerán a una" (vers. 3). Solamente el Señor puede salvar a Israel. Isaías dijo: "Volved a aquel contra quien se rebelaron profundamente los hijos de Israel" y "entonces caerá Asiría por espada no de varón" sino del Señor (vers. 6, 8). Los "egipcios" y los "asirios" de los últimos días pueden ser aquellos en quienes el hombre moderno confía en lugar de confiar en el Señor.

(15-24) Isaías 32. Israel estará en la desolación hasta que el Mesías comience los preparativos para su retorno

Orson Pratt vio la aplicación de este pasaje no solamente al antiguo Israel sino también a los Santos de los Ultimos Días, los que fueron expulsados de sus hogares en el este de los Estados Unidos hacia los desiertos de las Montañas Rocallosas.

"¿Viste tú, Isaías, también al pueblo que vive en nuestra época? ¿Viste a un pueblo que fue hacia el desierto y ofrecía gracias y voces de cantos? ¿Viste que el desierto fue redimido de su condición estéril y llegó a ser como el Jardín del Edén? 'Oh, sí', dice Isaías, 'lo vi y lo dejé escrito para beneficio de la generación que viviría dos o tres mil años después de mi época'. Pero Isaías, ¿debemos entender que el pueblo se congregará en ese desierto y que el pueblo recogido será instrumento en manos de Dios, en la redención del desierto? Sí, Isaías nos ha dicho todo esto. Volvamos a lo que leímos en el capítulo treinta y dos de su libro: 'Hasta que sobre nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea estimado por bosque'. ¿Qué campo fértil? Pues, el desierto que se convertirá en campo fértil. 'Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre. Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo.'

"¿Fue así como vivimos en Misurí e Illinois? ¿Vivimos en paz y seguridad en esos estados? Oh, no; fuimos maltratados, como dice Isaías, hablando de Israel 'fatigada con tempestad, sin consuelo' (Isaías 54:11). Así fue con Sión, dice el Señor: 'Seréis escarnecidos de ciudad en ciudad y de sinagoga en sinago, y no quedarán sino pocos para recibir una herencia' (D. y C. 63:31). Pero cuando llegara el tiempo para que Sión fuera al desierto, la situación cambiaría; entonces mi pueblo moraría en moradas de paz, en lugares seguros y con tranquilidad y confianza." (En Journal of Discourses, 18:148-49.)

(15-25) Isaías 33:14-15. "¿Quién… morará con el fuego consumidor?"

José Smith enseñó que algunos hombres "se levantarán para entrar en el fulgor infinito de Dios, porque Dios mora en fuegos eternos, mientras que otros resucitarán a la condenación de su propia inmundicia, que es un tormento tan intenso como el lago de fuego y azufre". (Enseñanzas, pág. 448; comparar con D. y C. 128:24; 130:7; 133:41; Hebreos 12:29.) Los versículos 14 y 15 son unos de los pasajes más bellos del Antiguo Testamento. En ellos el Señor preguntó quién podría soportar este fuego purificador y luego describió la clase de persona que podría hacerlo.

El élder Bruce R. McConkie explicó la pregunta que hizo Isaías:

"O sea, ¿quién en la Iglesia heredará el reino celestial? ¿Quién irá a donde Dios y Cristo y los seres celestiales moran? ¿Quién vencerá al mundo, obrará en justicia y perseverará en fe y devoción hasta el fin y escuchará la gran bendición: 'Ven y hereda el reino de mi Padre'?

"Isaías contesta: [Isaías 33:15-16]." (En Discursos de Conferencias Generales 1973-1975, pág. 81.)

Y continuó diciendo: "Ahora, si me permiten, tomaré estas palabras de Isaías, pronunciadas por el poder del Espíritu Santo, y daré alguna indicación de cómo se aplican a nosotros y a nuestras circunstancias.

"Primero: 'El que camina en justicia y habla lo recto'. Quiere decir edificarse sobre el sacrificio expiatorio del Señor Jesucristo y guardar sus mandamientos. Debemos hablar y hacer las obras de justicia y verdad, pues seremos juzgados por nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestros hechos.

"Segundo: '…el que aborrece la ganancia de violencias'. Quiere decir que debemos actuar con equidad y justicia hacia nuestro prójimo. Fue el Señor mismo quien dijo que en el día de su venida El sería un testigo en contra de aquellos que oprimieran al trabajador en su salario.

"Tercero: '…el que sacude sus manos para no recibir cohecho'. Quiere decir, debemos rechazar cualquier tentación de comprar influencias y, en su lugar, tratar honradamente y con imparcialidad a nuestro prójimo. Dios no hace acepción de personas, pues estima a toda carne igual, y solamente aquellos que guardan sus mandamientos encuentran gracia en El. La salvación es gratuita; no se puede comprar con dinero; y sólo son salvos aquellos que se amparan en las leyes sobre las cuales se ha basado este precepto. El cohecho y soborno es una costumbre mundana.

"Cuarto: '… el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala'. Quiere decir, no debemos centrar nuestra atención en el mal y la perversidad. Debemos cesar de encontrar faltas y empezar a buscar cosas buenas en el gobierno y en el mundo. Debemos tener una actitud positiva hacia las cosas." (Ibid., págs. 81-82.)

(15-26) Isaías 33:20-24. ¿Qué se sabe del futuro de Sión?

En su condición redimida, Sión será un lugar de singular belleza y justicia. Por lo tanto, "mira a Sión, ciudad de nuestras fiestas solemnes" (Isaías 33:20); esto es, considera lo que será vivir en Sión. "…allí será Jehová para con nosotros… lugar de ríos, de arroyos muy anchos… él mismo nos salvará" (vers. 21, 22). Entonces, "no dirá el morador… Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad" (vers. 24). Claramente esto se refiere a los que han empleado la sangre expiatoria de Cristo en beneficio propio.

El élder Bruce R. McConkie dijo acerca de la palabra estacas: "En el lenguaje profético, pleno de imágenes, se describe a Sión como a una gran tienda sostenida por cuerdas sujetas firmemente a estacas. Así tenemos que Isaías, en la visión de la gloria de Israel de los últimos días, reunida en su Sión restaurada, proclamó: 'Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda;… Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias'. (Isaías 54:2-7.) Y de la Sión milenaria, Isaías cantó: 'Mira a Sión, ciudad de nuestras fiestas solemnes… tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota'. (Isaías 33:20.)

"De acuerdo con este simbolismo, las grandes zonas de población y fortaleza de la Iglesia, que sostienen y respaldan a la Sión restaurada, son llamadas estacas. Son los puntos de reunión y centros de recogimiento para el resto de la Israel esparcida (D. y C. 68:25-26; 82:13-14; 101:17-21; 115:6, 18; 124:134; 133:9)." (Mormon Doctrine, pág. 764.)

(15-27) Isaías 34:1-10. ¿Qué significa Idumea y por qué fue empleado ese nombre?

La segunda venida de Cristo será un día de castigo y recompensa. Como se ha visto anteriormente, la indignación del Señor caerá sobre todas las naciones, pues "las entregará al matadero" (Isaías 34:2). Además, los cuerpos celestiales, aquellas luminarias tales como el sol, las estrellas y la luna, "todo el ejército de los cielos se disolverá", o sea, "caerá… como se cae la hoja de la parra" en tanto que "se enrollarán los cielos como un libro" (vers. 4). La descripción que Isaías hace nos recuerda a una semejante que está en Doctrina y Convenios, la cual nos dice que cuando el Señor retorne, "se desplegará el velo del cielo, como un rollo que se desenvuelve después de haber sido arrollado, y la faz del Señor será descubierta". (D. y C. 88:95.) Entonces la espada del Señor, que representa su poder y juicio, "descenderá sobre Edom [Idumea]" (Isaías 34:5).

El presidente Joseph Fielding Smith escribió: "Debido a que hay un pequeño país al oriente del Jordán llamado Idumea, algunos comentaristas de la Biblia tienen la idea de que se refería a ese país; pero el vocablo Idumea es uno que el Señor emplea para referirse al mundo. Así lo encontraréis en la sección 1 de Doctrina y Convenios, con lo cual no hay duda de que está hablando del mundo". (The Signs of the Times, pág. 150.)

La sangre es el símbolo bíblico de la maldad. Toda la tierra, manchada de sangre, sufrirá una gran matanza en la época de la Segunda Venida, pues "es día de venganza de Jehová, año de retribuciones en el pleito de Sión" (Isaías 34:6, 8).

El presidente Joseph Fielding Smith dijo: "Eso ocurrirá en la dispensación del Cumplimiento de los Tiempos, y esta profecía no tuvo nada que ver con el pequeño país llamado Idumea sino con las naciones de la tierra". (Signs of the Times, pág. 151.)

Estos pasajes de Isaías establecen un paralelo con los de Ezequiel, Joel y Jeremías, donde se predice la gran batalla de Armagedón. Este paralelismo explica la referencia a los "ejércitos" (Isaías 34:2) y la matanza que tendrá lugar (véase vers. 3, 5-7). La "brea", el "azufre" y la "brea ardiente" del versículo 9 parecen sugerir el resultado de una guerra nuclear, lo cual lógicamente podría acompañar a las grandes y últimas guerras. (Véase Temas suplementarios, sección I, para mayores detalles sobre la batalla de Armagedón.)

(15-28) Isaías 34:16-17. ¿Qué representa "el libro de Jehová"?

No todos los hombres, naturalmente, son malvados, y los que no lo son se salvarán del fuego destructor —tanto espiritual (el infierno) como físico (véase 1 Nefi 22:15-17). Los nombres de los hijos del Señor que han guardado sus convenios están anotados en un libro especial conocido como "el libro de Jehová" (Isaías 34:16), "el libro de la ley de Dios" (D. y C. 85:5; véase también vers. 9, 11), o "el libro de la vida" (Apocalipsis 20:12).

Las obras de los hombres se registran en la tierra por los escribientes del Señor, pero el libro de la vida se guarda en el cielo. Ambos libros deben concordar (véase D. y C. 128:6-9). De aquellos cuyos nombres se encuentran registrados en el libro celestial, se dice que ninguno faltará (véase Isaías 34:16). La promesa de que "ninguno faltó con su compañera" (es decir a "ninguno le faltará") es particularmente interesante para los Santos de los Ultimos Días puesto que creemos que solamente mediante la ordenanza del matrimonio celestial podemos conservar a nuestra compañera eternamente.

(15-29) Isaías 35:1-7. "El yermo se gozará y florecerá como la rosa"

Varias Autoridades Generales han considerado que el establecimiento de los santos en los valles de las Montañas Rocallosas es el cumplimiento de estos versículos (véase Milton R. Hunter, en Conference Report, octubre de 1965, pág. 81; LeGrand Richards, en Conference Report, octubre de 1966, pág. 42; Smith, Doctrina de salvación, 3:324-25; Orson Pratt, en Journal of Discourses, 18:145). En realidad nadie habitaba el Valle del Gran Lago Salado cuando llegaron los santos en julio de 1847. Se podría describir como "desierto" y "soledad" (Isaías 35:1). Los santos inmediatamente comenzaron a trabajar, y pronto los valles desolados de Utah comenzaron a "florecer como la rosa" (vers. 1). Pero esta profecía también puede cumplirse en el establecimiento de los judíos de esta época actual en la Tierra Santa, donde cosas similares están ocurriendo.

Después de citar a Isaías 35:3-4, el élder Orson Pratt razonó así:

"Eso nunca se ha cumplido; pero antes de la época en la que Dios vendrá con venganza a barrer la iniquidad de la faz de la tierra, la casa de Israel se congregará en su propia tierra, y el pueblo de Dios morará en el desierto, y ese desierto se tornará campo fructífero. Se dice también que el desierto se regocijará a causa de aquellos que allí se congreguen, y que florecerá como la rosa.

"Ahora bien, eso es algo que se ha cumplido durante el último cuarto de siglo, aquí en este territorio desértico, desolado y salvaje. La gran obra de los últimos días ha comenzado, el reino de Dios ha sido reorganizado en la tierra; en otras palabras, la Iglesia de Cristo en toda su pureza y con todas sus ordenanzas ha sido reorganizada sobre la faz de la tierra, y al fin ha llegado la época en la que el Espíritu de Dios ha sido derramado desde lo alto. Hasta que no llegó ese momento, no hubo esperanza para Israel, ni esperanza para la tierra de Palestina, ni esperanza para la redención de las tribus esparcidas en los cabos de la tierra; pero cuando el desierto llegue a ser campo fructífero, cuando el Espíritu de nuevo sea derramado desde lo alto, mediante el evangelio sempiterno del Hijo de Dios, entonces el pueblo será recogido por mandato del Señor… Podemos esperar un cambio sobre la faz de la tierra donde este recogimiento se efectúe; podemos esperar que los desiertos se tornen como el Jardín de Edén, que florezcan como la rosa que florece en jardines ricos y fértiles, que florezcan abundantemente y que el desierto se regocije con gozo y cánticos…

"El Profeta dice que cuando Jesús venga con castigo y destruya a los malvados, redima al desierto y haga que el lugar desolado se torne campo fructífero, entonces el cojo saltará como un ciervo y cantará la lengua del mundo, los oídos de los sordos se abrirán porque en el yermo las aguas brotarán y habrá ríos en el desierto, y el suelo resquebrajado será como una fuente, y la tierra sedienta será un torrente de agua." (En Journal of Discourses, 18:145-46.)

(15-30) Isaías 35:8-10. ¿Quiénes son los "redimidos" y qué trae para ellos el futuro?

El pasaje de Isaías 35:8-10 está relacionado con Doctrina y Convenios 133:26-34 y generalmente se le reconoce por el hecho de que trata del retorno de las diez tribus. Pero estas referencias pueden también incluir a todas las tribus. Solamente los "redimidos" del Señor, es decir, los justos, recorrerán este camino, "el camino de santidad" —"no pasará el inmundo por él". Puesto que Efraín es la fuente de las bendiciones de las diez tribus (véase D. y C. 133:32), es lógico que Efraín sea recogido primero. Las diez tribus entonces pueden venir "a Sión con alegría y gozo perpetuo… sobre sus cabezas" (Isaías 35:10). Judá también será congregada como parte de todo esto.

José Smith el Profeta escribió: "…nuestros indios de las tribus del Oeste son descendientes de aquel José que fue vendido en Egipto, y… la tierra de América es un país de promisión, y a ella vendrán todas las tribus de Israel con todos aquellos gentiles que cumplieren con los requisitos del nuevo convenio. Pero la tribu de Judá volverá a la Jerusalén antigua. La ciudad de Sión, de que habla David en el Salmo 102, será edificada sobre las Américas. 'Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán con son de alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas' (Isaías 35:10). Entonces serán librados de la desbordante plaga que se extenderá por el país. Pero Judá recibirá liberación en Jerusalén. [Véase Joel 2:32; Isaías 26:20-21; Jeremías 31:12; Salmo 1:5; Ezequiel 34:11, 12 y 13. ] Estos son testimonios de que el Buen Pastor reconocerá a sus propias ovejas y las conducirá de entre todas las naciones donde fueron esparcidas en un día obscuro y tenebroso, y las llevará a Sión y a Jerusalén; y muchos otros testimonios también se podrían presentar." (Enseñanzas, págs. 13-14.)

RESUMEN ANALITICO

(15-31) Isaías y Doctrina y Convenios

Hasta aquí hemos estudiado aproximadamente la mitad de los escritos de Isaías. Una y otra vez, mediante numerosas referencias, otros profetas han citado a menudo estos registros. Para los escritores del Nuevo Testamento y del Libro de Mormón, no era raro hacerlo, puesto que el Antiguo Testamento era su principal libro de Escrituras. Algunos encuentran sorprendente el paralelismo existente entre los escritos de Isaías y las revelaciones de José Smith, ya que para esa época el cristianismo resaltaba los escritos del Nuevo Testamento a expensas de los del Antiguo.

Pero aunque apartados uno del otro por más de dos mil quinientos años, Isaías y José Smith fueron llamados por el mismo Dios, estuvieron embarcados en el mismo tipo de llamamiento espiritual y fueron bendecidos con el mismo sacerdocio. Compara las frases reveladoras de estos dos profetas para ver cómo se establece el paralelismo entre ambos:

Isaías

D. y C.

1:2

76:1

1:16–17

88:123-24

1:18

50:10

1:19

64:34

8:16

88:84; 109:46

11:1-10

113:1-6

24:5

1:15

24:20

88:87

25:6

58:8

28:10

128:21

28:15

45:31

28:21

95:4; 101:95

29:14

6:1

34:4

88:87

34:5

1:13, 36

34:8

133:51-52

35:3

81:5

35:10

66:11; 101:18; 133:33.