Instituto
Temas suplementarios F: El mundo de Isaías


F

El mundo de Isaías

Temas suplementarios F

(F-1) Introducción

La importancia del profeta Isaías se confirma en muchas declaraciones de las Escrituras. El Salvador mismo mandó que escudriñáramos diligentemente las palabras de este profeta. (Véase 3 Nefi 23:1.) ¿En qué época vivió Isaías? ¿Entre quiénes llevó a cabo su obra? ¿Cuáles eran las condiciones y circunstancias de su época? Poco se ha preservado sobre la vida y época de muchos de los profetas del Antiguo Testamento, pero el período del ministerio de Isaías generalmente ha sido bien documentado. El élder Bruce R. McConkie identificó quince capítulos en los escritos de Isaías como relacionados principalmente con acontecimientos locales de la época y de naturaleza histórica. Esta sección de Temas suplementarios se ha escrito para ayudarle a comprender mejor el mundo en el cual vivió Isaías, a lo que se vio enfrentado y a la obra que llevó a cabo este gran profeta.

Imagen
diagram of kings

(F-2) Correlación cronológica de los registros del ministerio de Isaías

La siguiente correlación, con un breve resumen, bosqueja la cronología de los acontecimientos del ministerio de Isaías. Se presentan la narración de los libros de Reyes y Crónicas y los pasajes pertinentes tomados del propio libro de Isaías para reconstruir lo que se conoce acerca de este período de la historia de Judá. (Véase la cronología del Antiguo Testamento en la sección de Mapas, y Temas suplementarios, sección A.) Las fechas entre paréntesis se refieren a acontecimientos transcurridos en el reino del norte, Israel. Las fechas con asteriscos indican acontecimientos retrospectivos en la cronología.

Fechas

Referencias de Escrituras

Acontecimientos

792 a. C.

2 Reyes 15:1-4

2 Crónicas 26:1-4

Azarías, o Uzías (que probablemente fue el nombre real o con el cual se le coronó rey) ascendió al trono de Judá. Reinó veinticuatro años juntamente con su padre, y después de la muerte de éste, reinó otros veintiocho años, haciendo un total de cincuenta y dos años de reinado.

768-750 a. C.

2 Crónicas 26:5-7

Uzías pidió consejo y guía al profeta Zacarías (no el Zacarías que escribió el libro que aparece en el Antiguo Testamento y que lleva ese nombre) y subyugó a los filisteos y a los árabes.

2 Crónicas 26:8-15

Judá se estableció como una fuerte potencia militar. Jerusalén fue fortificada, y el ejército quedó equipado. Mejoró la agricultura, y algunas naciones vecinas pagaron tributo a este poderoso estado.

750 a. C.

2 Reyes 15:5-6

2 Crónicas 26:16-21

Uzías, ciego de orgullo, tomó sobre sí el derecho de oficiar en el templo. Estos actos, llevados a cabo sin la autorización de Dios, le acarrearon la ira y el juicio de Dios: la lepra. Su hijo Jotam reinó juntamente con él durante diez años.

2 Crónicas 26:22

Se menciona que Isaías escribió la historia del reinado de Uzías, pero ese registro no existe en la actualidad.

740 a. C. *

2 Reyes 15:7

2 Crónicas 26:23

Jotam comenzó su reinado personal (véase la continuación de la narración en 2 Reyes 15:32-35; 2 Crónicas 27:1-6).

(753 a. C.)

2 Reyes 15:8-12

Zacarías reinó seis meses en Israel (reino del norte) después de su padre, Jeroboam II.

(752 a. C.)

2 Reyes 15:13-15

Salum reinó un mes en Israel antes que fuera asesinado.

(752 a. C.)

2 Reyes 15:16-18

Manahem comenzó un reinado de diez años, el cual se caracterizó por el terror y la maldad (en el reino del norte).

743 a. C.

2 Reyes 15:19-21

El reino del norte fue atacado por los asirios. Tiglat-pileser III, también conocido como Pul, cobró tributo al rey de Israel, quien había expropiado los tesoros de los ricos de su reino. Los antiguos textos históricos del rey Tiglat-pileser III en Nimrod confirman este informe dado en las Escrituras. Aclara que el tributo de oro y plata fue pagado por "Manahem de Samaría". (Véase James B. Pritchard, ed., Ancient Near Eastern Texts Relating to the Old Testament, pág. 283.)

(742 a. C.)

2 Reyes 15:22-26

Pekaía reinó dos años en Israel antes de ser asesinado por su sucesor.

(740 a. C.)

2 Reyes 15:27-31

Peka, hijo de Remarías, gobernó en el reino del norte de Israel. El rey estableció alianza con los sirios para ir contra los asirios. La coalición también amenazó a Judá. (Véase la continuación de esta narración en 2 Reyes 15:37; 16:5-6.) Finalmente, Tiglat-pileser III tomó las regiones del norte y llevó como rehenes a muchos de los habitantes de las mismas. Este hecho abrió el camino para que Oseas alcanzara el trono del reino del norte. Isaías se refirió a esta conquista cuando advirtió con respecto a amenazas futuras contra las naciones de Dios: Israel y Judá (véase 9:1).

740 a. C.

2 Reyes 15:32-35

2 Crónicas 27:1-6

Jotam agrandó el portal del templo y fortaleció las defensas de la nación de Judá. Los amonitas intentaron deshacerse del tributo a Judá, el que había impuesto el rey Uzías, pero no tuvieron éxito.

735 a. C.

2 Reyes 15:36-38

2 Reyes 15:36-38

La coalición de Peka, rey de Israel, y Rezín, rey de Siria, fue el comienzo de un intento para dominar a Judá durante esta época.

732 a. C * *

2 Crónicas 27:9; 28:1

Acaz reinó juntamente con su padre tres años hasta la muerte de Jotam.

735 a. C.

2 Reyes 16:1-4

2 Crónicas 28:1-4

Acaz no reinó en armonía con la ley de Dios sino que adoptó prácticas idólatras, incluyendo el sacrificio humano de algunos de sus propios hijos.

735-720 a. C.

2 Reyes 16:5-6

2 Crónicas 28:5-15

La coalición de Israel (Efraín) y Siria atacó al pueblo de Judá y a Jerusalén, pero no tuvo éxito, aunque sí alcanzó algunas victorias territoriales.

Isaías 7:1-6

Isaías fue instruido a presentarse ante el rey Acaz y advertirle que tuviera cuidado de formar cualquier alianza política con Asiría.

Isaías 7:6-9; 8:9-18

Isaías profetizó que la conquista amenazada no tendría éxito. Además advirtió que Efraín (Israel) sería destruida como nación.

Isaías 7:10-16; 9:6-7

El profeta testificó que Judá sería preservada para cumplir su destino preordinado como linaje o casa de la cual nacería el Mesías.

Isaías 7:17-25; 8:1-8; 9:8-12

Isaías profetizó que Judá sería invadida por los asirios, pero no sería destruida como lo sería el pueblo de Israel y Siria. También profetizó la caída de Siria y Damasco (véase Isaías 17:1-4) y aun del pueblo de Israel (Samaría y Efraín; véase Isaías 28:1-4).

Isaías 10:5-19

Isaías profetizó no sólo de la destrucción de Samaría por mano de Asiría sino también de la caída final de Jerusalén y de toda su iniquidad. La destrucción de Asiría es pronosticada con más detalles.

2 Reyes 16:7

2 Crónicas 28:16

Acaz rechazó la guía del profeta y buscó aliarse con Asiría.

2 Crónicas 28:17-19

Judá, con sus débiles líderes, fue atacada por Edom y por sus vecinos filisteos, quienes ocuparon algunas ciudades y parte del territorio de la nación.

2 Reyes 16:8-9

2 Crónicas 28:20-21

En un intento por asegurarse la ayuda de los asirios, el rey Acaz ofreció tributo tomado de los tesoros del templo y del trono; y aun los ricos fueron forzados a contribuir. Los antiguos textos asirios también hablan de este tributo del rey Acaz. (Véase D. Winton Thomas, ed., Documents of Oíd Testament Times, págs. 55-56.) Sin embargo, los asirios no ayudaron a Judá a defenderse de sus enemigos.

2 Reyes 16:10-16

El rey Acaz visitó a Tiglat-pileser III en la conquistada ciudad de Damasco, y dio instrucciones para que se erigiera un trono pagano, semejante a un altar, a semejanza de uno que había visto en esa ciudad, dentro de la zona en la que se levantaba el templo en Jerusalén.

2 Crónicas 28:22-23

El rey Acaz ofreció sacrificios a los ídolos de Damasco.

2 Reyes 16:17-20

2 Crónicas 28:24-27

El rey Acaz destruyó o cambió algunos de los utensilios del templo e hizo cerrar el mismo. También estableció lugares para practicar la idolatría en todo el territorio.

(732 a. C.) * *

2 Reyes 15:30; 17:1-2

Oseas fue proclamado rey en Israel por los asirios. Los anales históricos de los reyes asirios encontrados en Calá, o Nimrod, testifican de la ascensión de Oseas al trono como rey vasallo de Asiría (véase Pritchard, Ancient Near Eastern Texts, págs. 283-84).

(725 a. C.)

2 Reyes 17:3-4

Con el tiempo el rey Oseas se rebeló contra los asirios. Salmanasar V ascendió al trono de Asiría en el año 727 a. C, y Oseas aprovechó este cambio de monarcas para romper el acuerdo del tributo y conspirar para obtener ayuda en Egipto. Se enviaron algunos mensajeros a entrevistarse con el rey So, de Egipto. Se cree que este rey fue el conquistador etíope de Egipto que reinó allí y fundó la vigésima quinta dinastía. (Véase Thomas, Documents of Oíd Testament Times, pág. 63; Alan Gardiner, Egypt of the Pharaohs, pág. 450.)

(724–721 a.C.)

2 Reyes 17:5

La tierra de Israel y su capital, Samaría, fueron sitiadas durante tres años. Al final de este período, Sargón II llegó a ser mandatario en Asiría.

(722 a. C) * * *

2 Reyes 17:6-17

La destrucción final de Samaría se produjo por mano de Sargón II. El pueblo de Israel fue llevado cautivo por Sargón a Asiría. Hay quienes ponen en duda que se trate del reinado de Sargón, pero las inscripciones que se encuentran en el palacio de este monarca lo identifican como "conquistador de Samaria,, (Pritchard, Ancient Near Eastern Texts, pág. 284). Posteriormente este grupo escapó del cautiverio y desapareció de la narración incluida en las Escrituras, de ahí el nombre con que se le designa: las "tribus perdidas" de Israel. (Véase Temas suplementarios, sección D.)

721 a. C.

2 Reyes 17:18-19

La nación de Judá era la única nación que perduró después de la devastación causada por Asiría.

(721 a. C.)

2 Reyes 17:24

Los asirios volvieron a colonizar el territorio conquistado y despoblado de Israel, particularmente la región de Samaría, la capital. Las inscripciones en el mural del palacio de Sargón afirman la reubicación de los pueblos de las regiones mesopotámicas como nuevo estado tributario de Asiría.

(720 a. C.)

2 Reyes 17:25-41

Los nuevos colonos tuvieron muchas dificultades allí. Su conclusión supersticiosa fue que no conocían al "Dios de la tierra" (2 Reyes 17:26). Finalmente los asirios enviaron a levitas y sacerdotes que estaban en el cautiverio, de vuelta a Israel, para enseñar en cuanto a Dios a los nuevos habitantes. Llegaron a adorar tanto al Señor como a sus propios dioses que habían traído con ellos. Finalmente adoraron principalmente a Jehová y comenzaron a casarse con las familias sacerdotales. Con el tiempo llegaron a ser conocidos como "samaritanos". (Véase Esdras 4:1-3.)

Isaías 19:1-15; 20:1-6

Los textos asirios informan en cuanto a un número de rebeliones sucesivas en los territorios conquistados y aun en Samaría misma. Gaza y Damasco fueron establecidas como provincias asirías. (Véase Pritchard, Ancient Near Eastern Texts, pág. 285.) Estas provincias rebeldes, vasallas de Asiría, buscaron ayuda en Egipto. Ante este hecho, el profeta Isaías advirtió a Judá contra la inestabilidad de los egipcios. Además, el profeta advirtió en cuanto a la victoria asiría sobre el debilitado Egipto, entonces dominado por monarcas etíopes. Los babilonios también se estaban rebelando en otro frente, haciendo que Asiría finalmente dirigiera su atención y presencia a otra región, descuidando a Israel. (Véase John Bright, A History of Israel, pág. 263.)

715 a. C.

2 Reyes 18:1-6

2 Crónicas 31:1-32:12

Ezequías sucedió a su padre, Acaz, como rey. Intentó erradicar la idolatría fomentada por su padre en el territorio. Aun la serpiente de bronce hecha por Moisés (véase Números 21:8-9) había llegado a ser objeto de falsa adoración y fue destruida por el rey.

715-701 a. C.

2 Crónicas 29:1-11

El rey Ezequías volvió a abrir el templo e instó a los levitas a prepararse para ministrar allí.

2 Crónicas 29:12-19

Los levitas efectuaron la obra de limpieza y restauración del templo.

2 Crónicas 29:20-36

La verdadera adoración y sacrificio fueron restablecidos en la nación de Judá.

2 Crónicas 30:1-12

Ezequías envió mensajeros invitando a toda la nación a dirigirse a Jerusalén para asistir a la reinstitución de la festividad de la Pascua. Muchos se burlaron y rechazaron este llamado.

2 Crónicas 30:13-27

Los fieles que respondieron a la invitación se recocijaron en la celebración de este festival sagrado.

2 Crónicas 31:1

Los fieles continuaron en sus esfuerzos de librar el país de las instituciones de la adoración falsa.

2 Crónicas 31:2-10

El sacerdocio fue organizado y llamado para continuar en sus funciones. Los diezmos fueron dados para el sostén de los sacerdotes.

2 Crónicas 31:11-21

La administración de los asuntos temporales fue establecida, y los derechos de los levitas fueron establecidos por linaje y primogenitura.

705 a. C.

2 Reyes 18:7

Sargón, rey de Asiría, murió en el campo de batalla, y se produjeron revoluciones en todo el imperio asirio. El rey Ezequías rehusó pagar el pesado tributo que su padre había pagado y buscó la ayuda de Egipto mediante una alianza. Isaías había advertido al pueblo en cuanto a la locura de esperar ayuda de parte de Egipto. (Véase Isaías 30:1-7; 31:1-3.)

(722 a. C.)***

2 Reyes 18:9-12

El escritor repitió el relato de la caída de Israel y de Samaría en el norte en manos de Salmanasar V y de Sargón II. Esto sirve como recordatorio del poder de los asirios.

701 a. C.

2 Reyes 18:13-16

Senaquerib, sucesor de Sargón, invadió Judá y el territorio de los filisteos para restablecer los acuerdos sobre el tributo. En los anales de este rey invasor aparece la toma de cuarenta y seis ciudades o fuertes y muchos pueblos. El prolongado sitio de Ezequías en Jerusalén se describe así: "Lo mismo yo lo tomé prisionero… como un pájaro en su jaula" (Pritchard, Ancient Near Eastern Texts, pág. 288). Los asirios se acuartelaron en la conquistada Laquis, a 45 kilómetros al sudoeste de Jerusalén. Por motivo del sitio, Ezequías envió tributo, principalmente tomado del templo, buscando la paz. La recepción de tal tributo es confirmada también en los textos antiguos. (Véase Pritchard, Ancient Near Eastern Texts, pág. 288.)

2 Crónicas 32:1-8

A pesar de esta ofrenda, el sitio continuó. El rey Ezequías entonces fortaleció las defensas de la ciudad e inició un proyecto para asegurar el aporte de agua. Fue construido un túnel (especie de acueducto) para hacer entrar agua a la ciudad, donde podía ser almacenada (véase 2 Reyes 20:20; 2 Crónicas 32:30). El profeta Isaías, al advertir en cuanto a la destrucción de Jerusalén, se refirió a estos preparativos hechos por Ezequías (véase Isaías 22:8-11). Este túnel existe hoy en día y se conoce como el túnel de Siloé o de Ezequías. Una antigua inscripción en el túnel relata la construcción del mismo y se la asocia con el proyecto de Ezequías (véase Pritchard, Ancient Near Eastern Texts, pág. 321.)

2 Reyes 18:17-18 Isaías 36:2-3

2 Crónicas 32:9-10

Al continuar el sitio, Senaquerib envió representantes para demandar la rendición de la ciudad. Ezequías envió a sus oficiales a parlamentar fuera de las murallas de la ciudad.

2 Reyes 18:19-25 Isaías 36:4-10

2 Crónicas 32:11-12

El portavoz asirio desafió la habilidad del pueblo para enfrentar a sus fuerzas, criticó la alianza que Judá había intentado establecer con Egipto y finalmente proclamó, blasfemando, que el Dios de Judá había ordenado la destrucción de esta nación.

2 Reyes 18:26 Isaías 36:11

Los representantes de Ezequías solicitaron que las negociaciones fueran realizadas en idioma sirio (arameo) en lugar de hacerlo en hebreo, para que el pueblo no entendiera los detalles.

2 Reyes 18:27-35 Isaías 36:12-20

2 Crónicas 32:18-19

El oficial asirio hizo caso omiso de esta petición, y hablando en voz alta en la lengua del pueblo de Judá, declaró la inutilidad de confiar en Ezequías o en el Dios de ellos para ser librados. Con amenazas desafió al Dios de Judá exponiendo los resultados de las victorias de Asiría.

2 Reyes 18:36-37 Isaías 36:21-22

2 Crónicas 32:16-17

Los representantes de Ezequías tenían orden de permanecer en silencio. Por lo tanto, no dijeron nada sino que retornaron e informaron al rey. Además de los desafíos mencionados, los asirios mandaron mensajes escritos.

2 Reyes 19:1-5 Isaías 37:1-5

2 Crónicas 32:20

Luego de recibir estos desafíos y el informe de sus representantes, Ezequías mandó buscar la guía del profeta Isaías.

2 Reyes 19:6-13 Isaías 37: 6-13

Isaías profetizó la partida de los asirios y la muerte de Senaquerib después de regresar a su ciudad. El principal negociador de los asirios regresó para informar a Senaquerib y encontró que el ejército principal estaba ocupado peleando contra Tibnah, no lejos de Laquis. El faraón etíope de Egipto también atacaba a los asirios. Como resultado, aumentaron la presión sobre Jerusalén para que se rindiera.

2 Reyes 19:36-37 Isaías 37-14-36

2 Crónicas 32:21

Después de recibir el mensaje de los asirios, Ezequías se dirigió al Señor en oración pidiéndole que los librara de la mano de los asirios. El rey recibió la respuesta del Señor por medio del profeta Isaías, quien declaró la destrucción de los asirios y las futuras bendiciones y prosperidad de Judá. Ezequías se mantuvo firme y obedeció las instrucciones del profeta con fidelidad. El Señor libró al pueblo de Judá; y los asirios que se encontraban acampados alrededor de Jerusalén fueron abatidos y sufrieron gran cantidad de bajas.

2 Reyes 19:14-35; Isaías 37:37-38

2 Crónicas 32:21-23

Los asirios que sobrevivieron desistieron de la campaña y se retiraron a su país. Allí Senaquerib fue asesinado en cumplimiento de la profecía de Isaías. Esta liberación milagrosa dio reconocimiento a Ezequías y a su Dios e hizo que las naciones vecinas dieran tributo a Judá.

2 Reyes 20:1-11; Isaías 38

2 Crónicas 32:24

El rey Ezequías se enorgulleció y enfermó gravemente. El profeta Isaías declaró que el rey moriría. Ezequías rogó al Señor por su vida, y antes de que el profeta hubiera salido de los patios del rey, fue inspirado a volver y decirle que su vida se prolongaría quince años más. El tratamiento para su enfermedad fue revelado. El profeta Isaías profetizó e hizo que se cumpliera una señal, como testimonio de la mano de Dios en la recuperación de Ezequías. La luz del día se prolongó, tal como lo indicó el reloj de sol de Acaz, su padre (véase Helamán 12:13-15).

701-686 a. C.

2 Crónicas 32:25-26

El orgullo fue un problema con el que el rey siguió luchando y fue la causa que desató la ira del Señor sobre él y sobre su pueblo. El Señor aplacó su ira sólo cuando el rey se humilló con sinceridad.

2 Crónicas 32:27-30

El pueblo y el rey fueron sumamente bendecidos con prosperidad de bienes materiales.

2 Reyes 20:12-13; Isaías 39:1-2

2 Crónicas 32:31

Merodac-baladán, un príncipe babilonio llamado Marduc-apal-iddina en su propia tierra, quien anteriormente se había levantado contra la dominación asiría, envió mensajeros de buena voluntad con regalos para el rey de Judá. Este les mostró todos los tesoros del estado y sus armamentos.

2 Reyes 20:14-19 Isaías 39:3-8

Posteriormente, el profeta Isaías reprendió al rey por haber mostrado abiertamente la riqueza y las defensas del reino. También profetizó la derrota y destrucción futuras de Judá en manos de los babilonios.

2 Reyes 20:20-21

2 Crónicas 32:20, 32-33

Se menciona la construcción del acueducto de Jerusalén como uno de los logros significativos del rey Ezequías.

697 a. C ***

2 Reyes 21:1-2

2 Crónicas 33:1-2

Manasés se unió a su padre en el reinado. Aparentemente reinó juntamente con él durante los últimos once años de la vida de éste.

686 a. C.

2 Reyes 21:3-16

2 Crónicas 33:3-10

Cuando el rey Manasés comenzó a reinar solo, después de la muerte de su padre, llevó a la próspera nación a una profunda apostasía marcada por la idolatría. Hicieron "más mal que las naciones que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel" (véase 2 Reyes 21:9), y los profetas anunciaron los juicios y la destrucción total que vendrían sobre la nación rebelde. Manasés hizo derramar mucha sangre inocente.

679 a. C.

2 Crónicas 33:11-17

Esar-hadón, el monarca asirio, uno de los hijos de Senaquerib, nuevamente invadió Judá, poniendo bajo tributo a veintiuna ciudades, incluyendo a Jerusalén. Después de esta derrota y castigo en manos de los asirios, Manasés intentó algunas reformas entre el pueblo, pero sin resultado.

(F-3) Resumen

Isaías sirvió como estadista y como profeta, trabajando directamente con cuatro de los reyes de Judá como asesor dirigido por Dios. Los registros históricos de la época provienen de tres fuentes principales: el segundo libro de Reyes, el segundo tclibro de Crónicas y los escritos de Isaías. Según la tradición, se dice que Isaías murió como mártir siendo aserrado en dos por orden de Manasés (véase R. H. Charles, ed. , The Apocrypha and Pseudepigrapha of the Oíd Testament in English, 2:162; Hebreos 11:37).