Seminario
Unidad 10: Día 2, Éxodo 16:1–17:7


Unidad 10: Día 2

Éxodo 16:1–17:7

Introducción

Tras su liberación del cautiverio, Moisés guió a los hijos de Israel al monte Sinaí. Durante la jornada, los israelitas murmuraron por la falta de alimento. Jehová los bendijo con maná y los instruyó que lo recogieran cada mañana, excepto el día de reposo. Los hijos de Israel murmuraron también a causa de la sed. Jehová mandó a Moisés que golpeara una roca en Horeb para que saliera agua.

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rocky landscape

El desierto en las afueras de Egipto

Éxodo 16

Los israelitas murmuran por comida y Jehová les envía codornices y pan del cielo

Lee Éxodo 16:1–3, para conocer el problema al que se enfrentaron los hijos de Israel al continuar su trayecto a la tierra prometida. Recuerda que murmurar significa quejarse.

¿Qué problema enfrentó Israel en el desierto? ¿Contra quién murmuraban los hijos de Israel? A pesar de que apenas habían sido liberados del cautiverio, ¿por qué deseaban haber muerto en Egipto?

Lee Éxodo 16:4–5, para saber cómo ayudó Jehová a los israelitas con su falta de alimento. La palabra pruebe en el versículo 4 significa “poner a prueba” .

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Qué instrucciones específicas dio Jehová al pueblo sobre recoger ese pan del cielo?

    2. De acuerdo con el versículo 3, los israelitas tenían suficiente comida cuando estaban en Egipto. ¿De qué manera podría haber sido una prueba para los hijos de Israel recoger sólo una cantidad limitada de pan cada día?

De este relato aprendemos que una razón por la que Jehová nos da mandamientos es para probarle nuestra obediencia.

Después de recibir esas instrucciones de Jehová, Moisés y Aarón hablaron al pueblo de Israel. Lee Éxodo 16:6–8, para saber lo que Moisés y Aarón dijeron a los israelitas respecto a sus murmuraciones.

Según lo que Moisés y Aarón enseñaron al pueblo, ¿contra quién estamos realmente murmurando, o quejándonos, cuando murmuramos contra los líderes de la Iglesia? Para contestar la pregunta completa la siguiente verdad: Cuando murmuramos contra los líderes de la Iglesia, también estamos murmurando contra . (Tal vez quieras marcar la frase del versículo 8 que enseña ese principio.)

De Éxodo 16:9–13 aprendemos que aun cuando los hijos de Israel habían murmurado, Jehová envió codornices a su campamento durante la noche.

Lee Éxodo 16:13–15, para observar lo que hizo Jehová a la mañana siguiente por los israelitas. Si lo deseas, marca la frase ¿Qué es esto? en el versículo 15 y ve la nota al pie a para descubrir lo que es.

Lee Éxodo 16:16–21, para conocer las respuestas a las siguientes preguntas:

  • ¿Cuánto maná se les dijo a los israelitas que recogieran? (Un gomer es aproximadamente 2 litros o 2 kilos.)

  • ¿Qué pasaba si trataban de guardarlo hasta el día siguiente?

  • ¿Cuán a menudo tenían los hijos de Israel que recoger el maná?

  • ¿Qué le sucedía al maná que no se recogía?

  1. Contesta la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Qué lecciones espirituales podemos aprender de las instrucciones que dio Jehová a los israelitas sobre el maná?

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Elder D. Todd Christofferson

Mientras lees la siguiente declaración del élder D. Todd Christofferson, del Quórum de los Doce Apóstoles, observa y subraya las que enseñó que eran las razones de Jehová de dar a los hijos de Israel alimento un día a la vez: “Al brindar un sustento diario, un día a la vez, Jehová trataba de enseñar la fe a una nación que en un período de unos 400 años había perdido gran parte de la fe de sus padres, les enseñaba a confiar en Él, a ‘elevar hacia [Él] todo pensamiento, no [dudar], no [temer]’ (D. y C. 6:36). Él proporcionaba lo suficiente para un día a la vez. Salvo en el sexto día, no podían guardar maná para el próximo día o los siguientes. En esencia, los hijos de Israel tuvieron que caminar con Él ese día y confiar en que Él les otorgaría una cantidad suficiente de alimentos para el próximo día al día siguiente, y así sucesivamente. De esa forma, Él nunca estaría muy lejos de sus pensamientos ni de sus corazones” (“Danos hoy el pan nuestro de cada día” [Charla fogonera del SEI para jóvenes adultos • 9 de enero de 2009]; LDS.org).

Uno de los principios que podemos aprender de las instrucciones de Jehová acerca del maná es que al recordar al Señor diariamente, nuestra confianza en Él crecerá.

  1. En tu diario de estudio de las Escrituras, haz una lista de por lo menos cinco cosas que puedes hacer para recordar al Señor diariamente.

  2. Contesta la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Por qué recordar y buscar al Señor sólo un día a la semana no proporciona adecuadamente lo necesario para nuestras necesidades espirituales por el resto de la semana?

Para ayudarte a comprender la importancia de buscar alimento espiritual a diario, tal vez desees mirar el video “Nuestro pan de cada día: el modelo” (2:51). En ese video, el élder D Todd Christofferson explica que así como los israelitas recogían maná todos los días para sostenerles la vida, nosotros necesitamos alimento espiritual a diario. Ese video se puede encontrar en jóvenes.lds.org.

Toma un momento para considerar la diferencia que hay entre las ocasiones en que has recordado al Señor y lo has buscado a diario, y las ocasiones cuando lo has olvidado o no buscaste Su fuerza y Su guía cada día.

Repasa la lista que escribiste para la asignación 3, y reflexiona en lo que necesitas hacer cada día para recordar y buscar al Señor. Establece la meta de recordar al Señor y buscarlo cada día.

Lee Éxodo 16:22-26, y averigua las razones por las que los israelitas tenían que recoger el doble de maná el sexto día. Si lo deseas, marca lo que encuentres.

Lee Éxodo 16:27–31, para averiguar cómo algunas personas respondieron al mandato que dio Jehová de descansar de sus labores el día de reposo y no recoger maná.

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Qué lecciones piensas que los hijos de Israel aprendieron de esa experiencia de no recoger maná el día de reposo?

    2. ¿Cómo el descansar el día de reposo nos ayuda a recordar al Señor?

En Éxodo 16:32–36 leemos que Moisés mandó a Aarón poner algo de maná en una olla para que sirviera de testimonio, o recordatorio, para futuras generaciones de la liberación física de los hijos de Israel por parte de Jehová y la necesidad de que Israel confiara en Jehová para su sustento espiritual. Más tarde esa olla se colocó en el arca del convenio. Jehová siguió bendiciendo a los hijos de Israel con maná cuando anduvieron errantes por el desierto durante 40 años.

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hand picking up manna

Éxodo 17:1–7

Jehová proporciona agua a los israelitas

Piensa en el número de pruebas que has tomado hasta ahora en la escuela en lo que va del año. ¿Por qué piensas que algunos maestros hacen varias pruebas durante el curso de un año? ¿Qué miden las pruebas? ¿Por qué piensas que puede ser útil evaluar repetidamente el conocimiento o la capacidad de un alumno? ¿Qué beneficios puedes recibir al hacer varias pruebas?

Lee Éxodo 17:1–4, para descubrir una prueba adicional que se dio a los hijos de Israel en el desierto. Piensa en cómo responderías las siguientes preguntas:

  • Dadas las experiencias de los israelitas con el maná, ¿de qué forma, más bien que murmurar o quejarse, piensas que podrían haber reaccionado los israelitas a esa prueba?

  • ¿Por qué piensas que pudieron haber olvidado tan pronto las lecciones que aprendieron con el maná.

Lee Éxodo 17:5–7, y observa lo que Jehová le dijo a Moisés que hiciera.

Así como el requisito de recoger maná puede simbolizar lo que el Señor requiere de nosotros hoy, el relato de Moisés al golpear la roca también tiene un significado simbólico. Las Escrituras algunas veces se refieren a Jesucristo como “la roca” (véase Deuteronomio 32:4; 1 Corintios 10:4; Helamán 5:12). Cristo también se refiere a Sí mismo como “el pan de vida” (Juan 6:35) y como un proveedor del “agua viva” (Juan 4:10).

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  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Cómo es Jesucristo como una roca?

    2. ¿Cómo es Él como pan?

    3. ¿Qué proporciona Jesucristo que es como agua viva?

    4. ¿Qué nos enseñan esos símbolos en cuanto al Salvador?

Una lección que podemos aprender de la experiencia de los israelitas con el alimento y el agua en el desierto es que el Señor es la fuente de todo sustento espiritual.

Reflexiona en cómo el participar del sustento espiritual que Jesucristo brinda ha bendecido tu vida. Considera lo que estás haciendo para recordar al Señor diariamente y lo que estás haciendo para ir al Señor para que puedas tener sustento espiritual. Comparte tu experiencia con un miembro de tu familia o con un amigo. Alienta a esa persona a aceptar el sustento espiritual que el Salvador brinda al hacer un mayor esfuerzo por buscar al Señor, servirle y obedecer Sus mandamientos, y reflexiona en cómo puedes hacer lo mismo.

  1. Escribe lo siguiente al final de las asignaciones de hoy en tu diario de estudio de las Escrituras:

    He estudiado Éxodo 16:1–17:7 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: