Seminario
Unidad 26: Día 1, Isaías 48–50


Unidad 26: Día 1

Isaías 48–50

Introducción

El Señor invita a los israelitas a regresar a Él y a guardar sus convenios. Él le prometió a Israel disperso que no lo había olvidado y que lo restauraría a sus bendiciones del convenio y lo juntaría en las tierras de su herencia por medio de los esfuerzos de Sus siervos. El Señor también habló a aquellos de la casa de Israel que más adelante estarían en cautiverio; ya sea físico o espiritual.

Isaías 48

El Señor invita a los israelitas a regresar a Él y a guardar sus convenios

¿Qué es lo que a veces te hace sentir preocupado, estresado o temeroso?

¿Cómo te es posible sentir paz incluso cuando enfrentas dificultades en tu vida?

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young woman reading sheet of paper

A medida que estudies Isaías 48 localiza un principio que pueda ayudarte a tener mayor paz en tu vida, incluso durante tiempos de tribulación. El profeta Nefi citó todo Isaías 48 en el Libro de Mormón (véase 1 Nefi 20). Él declaró que el motivo que tenía para leerle a sus hermanos “lo que escribió el profeta Isaías” era “a fin de convencerlos más plenamente de que creyeran en el Señor su Redentor” (1 Nefi 19:23).

En Isaías 48:1–8 leemos las palabras del Señor a los israelitas que quebrantan sus convenios, y Él describió su comportamiento rebelde. Lee Isaías 48:1, 4–5, 8 para buscar palabras o frases que muestren cómo se había revelado la casa de Israel en contra del Señor. (La frase “las aguas de Judá” que se menciona en el versículo 1 se refiere al bautismo [véase 1 Nefi 20:1]).

¿Qué piensas que significa que la cerviz de uno sea de “nervio de hierro” o que la frente sea de bronce (Isaías 48:4)?

Explique que el nervio manda la señal al músculo, por lo que un nervio de hierro no podría hacer que el músculo se doblara. Así como el hierro no se dobla fácilmente, una persona orgullosa no inclina su cuello con humildad. La frase que declara que Israel “fu[e] llamado transgresor desde el vientre” (Isaías 48:8) se refiere a la historia de rebelión de Israel contra el Señor.

En Isaías 48:9–15 leemos que el Señor le dijo al pueblo que a pesar de su iniquidad, Él no los abandonaría, y les aseguró que aún seguían siendo Su pueblo escogido. El Señor también se describió a Sí mismo como “el primero, [y]… el postrero” (versículo 12), indicando Su naturaleza eterna.

Lee Isaías 48:17–19 para saber cómo habrían sido bendecidos los israelitas si hubieran guardado los mandamientos.

¿Por qué crees que Isaías describió al Señor al usar los títulos “Redentor tuyo”, “el Santo de Israel” y “Jehová, Dios tuyo” (versículo 17)? Considera cómo cada uno de esos títulos nos ayuda a entender mejor el nombre Jehová.

Basándote en lo que aprendas en Isaías 48:18, completa el siguiente principio: Si prestamos atención a los mandamientos del Señor, entonces . Si lo deseas, escribe ese principio en tu ejemplar de las Escrituras junto al versículo 18.

¿Por qué crees que Isaías usó la imagen de un río como símbolo de paz? ¿En qué maneras puede la rectitud ser como “las olas del mar” (Isaías 48:18)?

Lee Isaías 48:22 para averiguar lo que ese versículo enseña acerca de la paz.

¿Cómo se relacionan las enseñanzas de Isaías en el versículo 22 con el principio que reconociste en el versículo 18?

  1. Medita acerca de ocasiones en las que el prestar atención a los mandamientos del Señor te haya traído paz. Registra una de esas experiencias en tu diario de estudio de las Escrituras.

También piensa acerca de ocasiones en las que te haya faltado paz a causa de tu propia desobediencia. Considera una de las maneras en las que puedas elegir ser más obediente a los mandamientos del Señor para sentir mayor paz.

Isaías 49

Por medio de los esfuerzos de Sus siervos, el Mesías recogerá a Israel

¿Cómo se siente que te hayan olvidado?

Isaías advirtió a los israelitas que a causa de su iniquidad serían dispersados. Lee Isaías 49:14 para averiguar cómo se sentiría Sión como resultado de que su pueblo fuese dispersado.

¿Cómo le responderías a un amigo que siente que el Señor se ha olvidado de él o ella?

En Isaías 49 se halla la confirmación del Señor hacia los israelitas de Su amor por ellos. Lee Isaías 49:15–16 para localizar las verdades que pueden ayudarnos cuando sentimos que el Señor se ha olvidado de nosotros.

De acuerdo con el versículo 16, ¿por qué el Salvador no olvidará a ninguno de los hijos del Padre Celestial?

Grabar significa cortar o esculpir algo en un objeto con la finalidad de que la marca se mantenga ahí permanentemente.

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Christ’s hand reaching for child’s hand

¿En qué manera hemos sido grabados en las palmas de las manos del Salvador? ¿Cómo puede demostrar eso el amor que el Salvador tiene por nosotros?

Esos versículos nos enseñan que el Señor nos ama y nunca se olvidará de nosotros. Si lo deseas, escribe esa verdad en tu ejemplar de las Escrituras junto a Isaías 49:15–16.

  1. Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Qué experiencias te han ayudado a saber que el Señor te ama y no se ha olvidado de ti?

Isaías 49:17–26 explica que Isaías profetizó que en los últimos días los descendientes de Israel serían recogidos en grandes cantidades. (Es útil saber que en 1 Nefi 22 se halla la interpretación de Nefi de una parte del texto de Isaías 49). En los versículos anteriores leíste que Sión se sentía olvidada y abandonada. En Isaías 49:17–26 leemos cómo el Señor le mostró a Sión que se llevaría a cabo un gran recogimiento de ella, un recogimiento que dio comienzo a causa de que Dios hizo una obra maravillosa y un prodigio; Él no ha olvidado a Israel.

El que el Señor alce Su mano a los gentiles y establezca Su estandarte es la restauración del Evangelio. Nefi lo relacionó con esa obra maravillosa (compárese 1 Nefi 21:22 con 1 Nefi 22:8; véase también 2 Nefi 6:5–18; 29:1). Isaías 49:22–23 se refiere específicamente a cómo los gentiles, o las personas que no son israelitas, ayudarán en ese proceso. Los miembros de la Iglesia que trabajan en la obra misional están entre esos gentiles que recogerán a Israel y lo llevarán en sus brazos y hombros.

Isaías 50

Isaías habla como lo hace el Mesías a los israelitas, quienes están en cautiverio como resultado de sus pecados

En los primeros dos espacios de la columna “Artículo” de la siguiente tabla, escribe dos artículos personales que te pertenezcan y tengan algún valor para ti. En la columna “Monto” al lado de cada artículo, escribe la cantidad de dinero por la que estarías dispuesto a vender ese artículo.

Artículo

Monto

En el último espacio de la columna “Artículo” escribe tu nombre.

Cuando algo se vende, el comprador se convierte en el dueño. Por medio de Su sacrificio expiatorio, el Salvador compró nuestras almas con Su sangre. En ese sentido, como lo enseñó el apóstol Pablo, no somos nuestros, “por precio [hemos sido] comprados” (véase 1 Corintios 6:19–20; 7:23). Cuando pecamos, tal vez sintamos que el Salvador no nos querría más.

Lee Isaías 50:1 para conocer lo que el Señor dijo a aquellos que sintieron que el Señor los había vendido o abandonado.

La frase “por vuestras iniquidades habéis sido vendidos” significa que el Señor no había vendido ni olvidado a Su pueblo escogido; por medio de sus pecados, ellos se habían vendido a sí mismos al cautiverio.

De ese versículo podemos aprender el siguiente principio: Cuando pecamos, nos vendemos nosotros mismos al cautiverio.

Medita esa verdad a medida que leas la siguiente declaración: “…la verdadera libertad se obtiene al usar tu albedrío para elegir la obediencia; la pérdida de la libertad es el resultado de escoger la desobediencia” (Para la Fortaleza de la Juventud, 2011, pág. 2).

Una vez que hemos pecado y nos hemos vendido a nosotros mismos al cautiverio, ¿qué tiene que ocurrir para que recuperemos nuestra libertad?

Lee Isaías 50:2 para localizar lo que Jehová dijo acerca de Su poder y capacidad para redimirnos, o volver a comprarnos de la cautividad del pecado.

¿Qué crees que quiso decir el Salvador cuando preguntó: “¿Acaso se ha acortado mi mano para no redimir? ¿No hay en mí poder para librar?” (Isaías 50:2)?

Podrías escribir la siguiente verdad en tus Escrituras junto al versículo 2: El Salvador tiene el poder para redimirnos por causa de Su Expiación.

En Isaías 50:6 leemos la explicación del Señor a algunas de las cosas que le ocurrirían como parte de la Expiación. Lee ese versículo para localizar palabras o frases que describan lo que le ocurriría al Salvador.

  1. Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿En qué forma la disposición del Salvador para soportar el sufrimiento relacionado con la Expiación es una evidencia de Su compromiso para con nosotros?

Recuerda que aunque el Salvador llevó a cabo la Expiación y por consiguiente tiene poder para redimirnos de la cautividad del pecado, cada uno de nosotros debe elegir arrepentirse de sus pecados para ser redimido. Si tienes un himnario, ábrelo en “Oh Dios de Israel” (Himnos, Nº 6), y canta o lee las estrofas.

  1. En tu diario de estudio de las Escrituras, registra tus sentimientos acerca de las estrofas o frases de ese himno que te llamen la atención. (Si no puedes leer las estrofas del himno, registra tus sentimientos acerca del Salvador como tu redentor y Su deseo y poder para salvar a todos lo que se arrepienten y vienen a Él). Si resulta apropiado, considera compartir lo que escribiste con un miembro de tu familia o un amigo.

Medita si hay pecados de los que necesitas arrepentirte. Toma la decisión de permitirle al Señor redimirte al elegir arrepentirte.

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Isaías 48–50 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: