El Señor enseñó a los hijos de Israel la manera de ser santos. Hizo hincapié en que los sacerdotes debían desempeñar sus deberes dignamente. También dio instrucciones a Israel en cuanto a las fiestas, los ritos y las leyes.
La hermana Elaine S. Dalton, que fue Presidenta General de las Mujeres Jóvenes, enseñó: “Si desean marcar una diferencia en el mundo, deben ser diferentes del mundo” (“¡Ahora es el tiempo de levantarse y brillar!”,Liahona, mayo de 2012, pág. 124).
Piensa en las ocasiones en que has tenido oportunidades de marcar una diferencia significativa en la vida de otra persona. Ser el pueblo del convenio del Señor incluye la oportunidad y la responsabilidad de prestar servicio a los demás y de acercarlos al Salvador. En el libro de Levítico, el Señor explicó a los israelitas la manera en la que debían vivir a fin de poder marcar una diferencia en el mundo.
Lee Levítico 19:1–2 para saber cómo quería el Señor que viviesen los hijos de Israel. Si lo deseas, marca lo que encuentres.
El término santo quiere decir “sagrado, de carácter divino, o puro moral y espiritualmente” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Santo (adjetivo)”; scriptures.lds.org). Eso implica dedicación a Dios y apartarse uno mismo de prácticas profanas que tal vez se acepten comúnmente en el mundo.
Escribe la siguiente frase incompleta en tu diario de estudio de las Escrituras: Si , entonces podemos ser santos como el Señor es santo. A medida que estudias los siguientes versículos en Levítico 19, busca la manera en que el Señor enseñó a Israel que fuera diferente o santo. En tu diario de estudio de las Escrituras enumera las maneras en que se podría completar la frase.
Dado que los israelitas no tardarían en verse rodeados por las inicuas prácticas del mundo (los cananeos), ¿cuáles de los mandamientos, o maneras de ser santo que has enumerado, piensas que habrían distinguido más a los hijos de Israel de las otras naciones? ¿Por qué?
En términos generales, Levítico 20 describe los castigos por diversos pecados bajo la ley de Moisés. Levítico 20:1–6 contiene la advertencia del Señor a los padres israelitas de proteger a sus familias de las supersticiones, los dioses falsos, la maldad y la irreverencia. Lee Levítico 20:7–8, 26 para ver el resumen del Señor de lo que podemos hacer para ser santos.
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young men and women talking
Un principio que podemos aprender en Levítico 19–20 es que si obedecemos los mandamientos del Señor, entonces podemos ser santos como el Señor es santo.
¿Qué mandamientos, o maneras de ser santos que has anotado en tu diario, te han enseñado recientemente? ¿Cómo son útiles esos mandamientos a fin de que los Santos de los Últimos Días permanezcan apartados del mundo?
Elige dos o más de los siguientes mandamientos de Levítico 19 y responde a las preguntas correspondientes en tu diario de estudio de las Escrituras:
Levítico 19:3. “Cada uno temerá [respetará] a su madre y a su padre”. ¿Cómo el honrar a nuestros padres nos aparta del mundo y nos hace más santos? ¿A quién conocen que se destaque por honrar a sus padres?
Levítico 19:11–13. “No hurtaréis… ni mentiréis… No oprimirás a tu prójimo…” ¿En qué sentido se destaca entre la juventud de hoy en día una persona que no hurta, ni miente, ni blasfema ni cuenta chismes? (Lee las páginas 20–21 de Para la Fortaleza de la Juventud [folleto, 2011] y busca maneras en las que puedes ser más santo con respecto al lenguaje.) ¿Cómo puede la obediencia a esos mandamientos ayudarte a mejorar tu capacidad para prestar servicio a los demás?
Levítico 19:18. “…amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Considera si albergas o no malos sentimientos hacia alguna persona. ¿Cómo podrían los malos sentimientos afectar tu capacidad para recibir la influencia del Espíritu Santo? ¿Por qué es importante amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos antes de que podamos servirlo de manera significativa?
Si lo deseas, copia la frase de la hermana Dalton que se encuentra al principio de la lección en una tarjeta o en un trozo de papel y llévala contigo durante el día como recordatorio de ser santo, ser diferente del mundo, a fin de mejorar tu capacidad para marcar una diferencia significativa en la vida de otras personas.
El Señor describe el papel del sacerdote, los sacrificios, el tabernáculo y los días y años santos
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¿Qué deben hacer con las manos los poseedores del Sacerdocio Aarónico antes de administrar la Santa Cena?
La siguiente declaración proviene del manual de instrucciones de la Iglesia: “Los poseedores del sacerdocio se deben lavar las manos minuciosamente con jabón, con una toallita desechable o con otro limpiador antes de preparar, bendecir o repartir la Santa Cena” (Manual 2: Administración de la Iglesia, 2010, 20.4.1).
¿Por qué deben lavarse las manos los poseedores del sacerdocio que participan en la Santa Cena?
Aparte de la necesidad de que las manos estén limpias y libres de gérmenes para proteger la salud de las personas que participan de la Santa Cena, ¿qué piensas que puede simbolizar el lavarse las manos antes de administrar la Santa Cena?
Levítico 21–22 contiene instrucciones para los sacerdotes del antiguo Israel. Lee Levítico 21:6, 8 y Levítico 22:3 para averiguar lo que el Señor requería de los poseedores del sacerdocio a fin de que pudieran participar en las ordenanzas del sacerdocio.
Una verdad que podemos aprender de esos versículos es que los poseedores del sacerdocio deben ser dignos de oficiar en las ordenanzas del sacerdocio.
¿Por qué es importante que los poseedores del sacerdocio sean dignos para oficiar en sus deberes?
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Elder Dallin H. Oaks
Lee la siguiente declaración del élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce Apóstoles, y marca lo que los poseedores del sacerdocio deben hacer si no son dignos de participar en las ordenanzas del sacerdocio: “Si alguien que oficia en esta sagrada ordenanza [la Santa Cena] es indigno de participar, y alguno de los presentes lo sabe, la participación de ese oficiante es una distracción seria para esa persona. Jóvenes, si alguno de ustedes es indigno, hablen con su obispo de inmediato; pídanle que les indique lo que deben hacer para ser dignos de participar en sus deberes del sacerdocio en forma digna y correcta” (“El Sacerdocio Aarónico y la Santa Cena”, Liahona, enero de 1999, pág. 46).
Los poseedores del sacerdocio no sólo deben ser dignos de oficiar en las ordenanzas del Evangelio, sino que los miembros de la Iglesia también deben ser dignos de participar en esas ordenanzas.
En Levítico 23–25 aprendemos que el Señor dio a los hijos de Israel más instrucciones en cuanto a la manera de ser diferentes y santos. Se les enseñó que debían observar ciertas fiestas, ritos y leyes que les recordarían su convenio con el Señor (véase Bible Dictionary, “Feasts”).
El Señor promete a Israel bendiciones si obedecen y les advierte de las consecuencias si desobedecen
En la antigüedad, cuando se concertaba un convenio, era habitual enumerar las consecuencias de la obediencia y la desobediencia al mismo. Lee los siguientes pasajes de Levítico 26 y anota en el espacio correspondiente las bendiciones por la obediencia y las consecuencias de la desobediencia a los mandamientos del Señor:
Vuelve a mirar la lista de bendiciones que has escrito y encierra en un círculo las que eran bendiciones espirituales. Subraya las que eran bendiciones físicas o temporales.
Un principio que podemos aprender al ver cómo bendijo el Señor a los israelitas por su obediencia es que si obedecemos al Señor, seremos bendecidos tanto temporal como espiritualmente.
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Piensa en cómo has sido bendecido en tu vida por obedecer los mandamientos del Señor. Escribe en tu diario de estudio de las Escrituras una de las maneras en que has visto que ese principio se ha manifestado en tu vida o en la vida de alguna persona que conozcas.
El Señor da instrucciones sobre la consagración de bienes materiales a Él
Levítico 27 contiene instrucciones que el Señor dio con relación a las propiedades que se entregan a Él. Si lo deseas, lee y marca Levítico 27:30, 32, que contiene las instrucciones del Señor a los israelitas sobre el diezmo.
Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras, al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado Levítico 19–27 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: