Seminario
Unidad 13: Día 2, Números 11–12


Unidad 13: Día 2

Números 11–12

Introducción

Conforme los israelitas viajaban por el desierto, Moisés se cansó de sus murmuraciones y procuró la ayuda del Señor. Por consiguiente, el Señor escogió 70 líderes para que ayudaran a Moisés a gobernar al pueblo. María y Aarón criticaron a Moisés y el Señor los castigó por hablar en contra de Su siervo escogido.

Números 11

Los israelitas se quejan y Moisés pide ayuda al Señor para gobernar al pueblo

Piensa en el modo en que por lo general reaccionas frente a situaciones difíciles o frustrantes:

Números 11 describe algunos de los problemas y frustraciones que Moisés y los israelitas afrontaron mientras viajaban por el desierto hacia la tierra prometida. A medida que estudies Números 11, busca principios que podrían ayudarte a afrontar los problemas y frustraciones de la vida.

Lee Números 11:1 para saber lo que hizo el pueblo de Israel al afrontar problemas y frustraciones.

¿Qué hizo Jehová después que el pueblo se quejó? Es probable que el Señor estuviera disgustado por las quejas de los israelitas ya que éstas demostraban ingratitud por todo lo que Él había hecho por ellos.

En Números 11:2–3 aprendemos que el pueblo “clamó a Moisés”. Moisés oró a Jehová y se extinguió el fuego.

Lee Números 11:4–9 en busca de palabras o frases que indiquen que algunos israelitas seguían siendo desagradecidos a pesar de las bendiciones del Señor. Quizás te sea útil saber que la palabra “carne” del versículo 4 se refiere a que el pueblo quería comer carne o pescado en vez del maná que habían estado comiendo.

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gathering manna

Anota alguna de las palabras o frases que encontraste y explica de qué modo indica que los israelitas seguían siendo desagradecidos a pesar de las bendiciones del Señor:

En Números 11:10 Moisés oyó cómo el pueblo seguía llorando o quejándose de sus circunstancias. Jehová y Moisés se disgustaron debido a aquellas quejas continuas. Uno de los principios que podemos aprender del mal ejemplo de los israelitas es que el no reconocer nuestras bendiciones puede llevarnos a ser desagradecidos con el Señor.

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Qué cosas puedes hacer para reconocer mejor tus bendiciones?

    2. ¿Cómo puede ayudarte el hacerlas?

Lee Números 11:11–14 y resume dos problemas que Moisés afrontaba y que llevó ante el Señor.

En vez de tan sólo quejarse al igual que muchos de los del pueblo, Moisés le planteó al Señor sus problemas y frustraciones en oración. Lee Números 11:16–17 a fin de conocer la solución que Jehová proporcionó para ayudar a aligerar la carga del liderazgo que Moisés sentía.

El pueblo se había quejado a Moisés porque no tenían carne para comer; por lo tanto, Moisés oró al Señor. Jehová respondió con misericordia. Lee Números 11:18–20 y busca la solución que el Señor proporcionó para solucionar la falta de carne.

Completa el siguiente principio basándote en lo que aprendiste del relato de Moisés: Cuando expresamos nuestros problemas y frustraciones al Señor, entonces…

  1. En el diario de estudio de las Escrituras, escribe sobre alguna oportunidad en que te sentiste bendecido por haber llevado tus problemas y frustraciones al Señor en vez de tan sólo quejarte por ellos. Podrías compartir lo que escribas con algún familiar o amigo.

Lee Números 11:24–25 para conocer más información sobre cómo Jehová aligeró la carga que Moisés sentía como líder.

El versículo 25 enseña que se bendijo a 70 ancianos para que recibieran revelación y hablaran según los inspirara el Espíritu Santo. En Números 11:26–28 se indica que Josué (el siervo y futuro sucesor de Moisés) dijo que Moisés debía impedir que dos de los ancianos profetizaran.

Lee Números 11:29 para conocer la respuesta de Moisés a las inquietudes de Josué.

Cuando Moisés dijo que ojalá todos los del pueblo del Señor fuesen profetas, no quiso decir que deseaba que todos fueran profetas que dirigieran y recibieran revelación para la Iglesia; más bien, es probable que haya querido decir que ojalá todas las personas viviesen dignas de recibir revelación.

Una de las verdades que aprendemos del deseo de Moisés de que “todos los del pueblo de Jehová fuesen profetas” es ésta: Si estamos preparados espiritualmente y somos dignos, podemos recibir revelación.

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Números 11:30–35 dice que, en respuesta a la oración de Moisés, Jehová también proveyó de codornices en abundancia para que los israelitas las comiesen. Al juntar las codornices, muchos se excedieron y recogieron más de las necesarias. Jehová se enojó de nuevo con ellos, aparentemente porque se volvieron codiciosos por las codornices o las acumularon, demostrando así desagradecimiento otra vez. Jehová envió una plaga y muchos israelitas murieron.

Números 12

Aarón y María hablan contra Moisés

En la época de Moisés, al igual que en la Iglesia hoy en día, algunas personas sentían la tentación de criticar o hablar contra los siervos escogidos del Señor. Mientras estudies Números 12, busca principios que puedan ayudarte cuando tú u otras personas se sientan tentados a hablar contra los líderes de la Iglesia.

Lee Números 12:1–3 para determinar por qué María y Aarón (que eran hermanos de Moisés) criticaron a Moisés.

El Señor había autorizado el matrimonio de Moisés con la mujer etíope (véase D. y C. 132:6–7, 38). Por lo tanto, María y Aarón no debieron haber criticado a Moisés por el matrimonio.

Observa que Números 12:2 sugiere que María y Aarón pensaban que dado que Jehová también había hablado por intermedio de ellos, o les había dado revelación, también tenían autoridad para hablar en nombre de Dios.

Lee Números 12:4–9 para ver cuál fue la reacción del Señor frente a las críticas de Aarón y de María en cuanto a Moisés.

Según los versículos 6–8, ¿en qué se diferenciaba Moisés de otras personas que podían recibir revelación?

Las palabras del Señor que están en Números 12:6–8 indican que Moisés recibía mayores manifestaciones de revelación que los demás israelitas. De las palabras de Jehová en esos versículos, aprendemos las verdades siguientes: El Señor habla a Sus profetas. El Señor revela Su voluntad a los líderes que Él ha escogido.

Al estudiar la siguiente declaración del presidente Boyd K. Packer, del Quórum de los Doce Apóstoles, subraya las palabras o frases que te ayuden a entender mejor esas dos verdades:

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President Boyd K. Packer

“La casa del Señor es una casa de orden. El profeta José Smith enseñó que ‘es contrario a la economía de Dios que un miembro de la Iglesia, o cualquier otro, reciba instrucciones para los que poseen una autoridad mayor que la de ellos’ [Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, pág. 208].

“Podemos recibir revelación individual, como la recibe un padre o madre para su familia; o para aquellos de quienes somos responsables como líderes o maestros, habiendo sido debidamente llamados y apartados.

“Si la persona empieza a criticar y abriga sentimientos negativos, el Espíritu se alejará; y regresará únicamente cuando esa persona se arrepienta. Por experiencia propia sé que los medios de inspiración siempre siguen ese orden. Les aseguro que estarán a salvo si siguen a sus líderes” (véase “Revelación personal: El don, la prueba y la promesa”, Liahona, junio de 1997, pág. 14).

  1. Lee de nuevo el ejemplo que escribiste en el que alguien podría sentirse tentado a criticar o hablar contra algún líder de la Iglesia. En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe algunas frases que expliquen por qué crees que es importante saber que el Señor habla a Sus profetas y revela Su voluntad a los líderes que Él ha escogido.

Si tienes inquietudes en cuanto a la forma de actuar de alguno de tus líderes de la Iglesia, puedes expresárselas a otro líder, tal como el presidente de estaca o distrito.

En Números 12:10–16 aprendemos que debido a que María criticó al siervo escogido del Señor, enfermó de lepra y se la expulsó del campamento por siete días. Después, el Señor la sanó, y María regresó al campamento. El caso de María puede representar las consecuencias espirituales que resultan de criticar o hablar contra los siervos escogidos del Señor. Su experiencia también demuestra que el Señor extiende Su misericordia con quienes se arrepienten.

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Números 11–12 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: