Seminario
Introducción a Números


Introducción a Números

¿Por qué debemos estudiar este libro?

El libro de Números se denomina así debido a la instrucción que el Señor le dio a Moisés de contar a todos los varones israelitas “de veinte años arriba, todos los que [puedan] salir a la guerra” (véase Números 1:3). Moisés contó a los varones israelitas dos veces, una vez en el monte Sinaí y después en los campos de Moab, cerca de Jericó (véase Números 26). El libro también da cuenta de las experiencias de fidelidad y de rebelión de los israelitas conforme anduvieron errantes por el desierto durante 40 años. A medida que estudies el libro de Números, aprenderás la importancia de confiar en el Señor y obedecerle, así como la de apoyar a Sus líderes escogidos.

¿Quién escribió este libro?

Moisés es el autor de Números. A él lo llamó el Señor para que sacara a los hijos de Israel de la servidumbre en Egipto, y los guiara por el desierto hasta la tierra prometida de Canaán. Moisés fue testigo de la mayor parte de los acontecimientos que se hallan en el libro de Números. Es probable que se haya valido de otros testigos, de escritos o de la revelación para enterarse sobre los acontecimientos que no vio, como, por ejemplo, los tratos entre Baalam y Balac (véase Números 22–24). Además, los editores y escribas posteriores pueden haber alterado el texto del libro, tal como lo ilustra la observación entre paréntesis que indica que “Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra” (Números 12:3; véase también Moisés 1:41).

¿Cuándo y dónde se escribió?

Existen diversas opiniones sobre cuándo se escribieron Números y los otros libros de Moisés, pero algunos eruditos calculan que se escribieron entre los siglos XV y XIII a. C. No sabemos con exactitud en qué lugar se encontraba Moisés cuando escribió este libro. No obstante, el texto brinda información referente al contexto de los acontecimientos que se narran en el libro. Por ejemplo, en Números 1:1–10:10 se da cuenta de los acontecimientos que ocurrieron antes que Moisés y los hijos de Israel partieran del monte Sinaí. Las experiencias de Israel en el desierto se hallan en Números 10:11–21:35. Por último, Números 22–36 refiere los acontecimientos que ocurrieron en los campos de Moab (en la frontera oriental de Canaán), conforme los israelitas se preparaban para entrar en la tierra prometida.

¿Cuáles son algunas de las características distintivas de este libro?

El libro de Números brinda información de censos que nos ayudan a entender el tamaño de la población de israelitas al principio y al final de su éxodo por el desierto. Asimismo, describe la organización del campamento de Israel, analiza las responsabilidades de los levitas, y explica los propósitos y las condiciones del voto de los nazareos.

Además, el libro narra muchos incidentes en los cuales los hijos de Israel se rebelaron contra el Señor y Moisés, y acarrearon consecuencias negativas sobre sí mismos (véanse Números 12:1–2; 13:26–14:4; 14:40–45; 16:1–3, 31–35, 41; 20:1–5; 21:4–5; 25:1–3). Aparte de ilustrar los efectos de la justicia divina, el libro testifica de la naturaleza misericordiosa y paciente de Jehová. Por ejemplo, cuando mandó a Moisés alzar una serpiente de bronce sobre un asta, el Señor preparó un modo para que Su pueblo superara los efectos de su rebelión (véase Números 21:4–8). Aquella experiencia llegó a ser un importante medio para enseñar a los israelitas sobre la misión redentora y la expiación de Jesucristo (véanse Helamán 8:13–16; Juan 3:14–15).

Bosquejo

Números 1–9. Moisés y otros líderes cuentan el número de hombres en edad de servicio militar de las tribus, el cual ascendía a 603.500. Esa cantidad no incluye a los varones de la tribu de Leví (a quienes se designa para prestar servicio en el tabernáculo). El Señor establece el modo en que acamparán las tribus en el desierto. El Señor describe el voto de los nazareos. Se celebra la segunda Pascua para conmemorar que el Señor liberó a los israelitas de la servidumbre en Egipto.

Números 10–21. Los israelitas dejan su campamento cercano al monte Sinaí. Prosiguen su viaje hacia la tierra prometida y marchan en dirección Norte, por el desierto de Parán. Moisés envía doce espías a la tierra de Canaán. Dos de ellos, Josué y Caleb, vuelven con un informe alentador. Los otros diez presentan un informe desalentador. Los israelitas temen entrar a Canaán. Por consiguiente, el Señor declara que Israel aún no entraría en la tierra prometida de Canaán, sino que regresaría a andar errante por el desierto. Afrontan muchas dificultades y siguen murmurando. Hay serpientes venenosas que muerden a muchos de los israelitas. Moisés levanta una serpiente de bronce en un asta y los israelitas que miran la serpiente son sanados.

Números 22–36. Los israelitas plantan sus tiendas en los campos de Moab. El rey Balac de Moab teme la presencia de ellos. Balac pide al profeta Balaam que los maldiga. Balaam se niega y en lugar de ello bendice a Israel, y profetiza la venida de Jesucristo. Sin embargo, algunos de los israelitas acarrean sobre sí la ira de Jehová al tener relaciones sexuales con las hijas de Moab y al adorar a Baal. Los pecadores mueren. La rebelde generación anterior fallece y la nueva generación está lista para entrar en la tierra prometida. El Señor imparte instrucciones en cuanto a las tierras, los límites de éstas y las ciudades de la tierra prometida.