Lección 23

Perdonémonos el uno al otro

Primaria 2: Haz lo Justo B


Objetivo

Despertar en los niños el deseo de cumplir con el mandamiento de perdonar a los demás.

Preparación

  1. Con espíritu de oración, estudie Doctrina y Convenios 64:9.

  2. Escriba las palabras enojado y feliz, según corresponda, al dorso de las caritas de la figura 3–6.

  3. Prepárese para ayudar a la clase a repasar el relato de Alma, hijo (véase Mosíah 27 y la lección 22).

  4. Materiales necesarios:

    1. Un ejemplar de Doctrina y Convenios.

    2. Figuras para recortar de Alma, hijo (figura 3–3), los cuatro hijos de Mosíah (figura 3–4), y la carita enojada y la carita feliz (figura 3–6).

    3. Un objeto rojo, como por ejemplo un trozo de tela o papel, y otro blanco. Asegúrese de que el objeto blanco esté lo más limpio posible.

  5. Haga los arreglos necesarios para las Actividades complementarias que desee llevar a cabo.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Pida a un niño que ofrezca la primera oración.

Si en la clase anterior les dio una asignación, verifique si la hicieron.

Podemos seguir a Jesucristo

Actividad para despertar el interés

Diga a los niños que realizarán una actividad que consistirá en que ellos imiten todo lo que usted haga. Entonces, póngase de pie, estire los músculos del cuerpo, sonría, siéntese y cruce los brazos.

Recalque que al hacer ellos todo lo que usted hacía, todos ellos le seguían, y explique que, en un sentido, seguir a una persona quiere decir hacer lo mismo que ella hace.

En seguida, dígales que les va a ayudar a comprender y apreciar una manera muy importante de seguir a Jesús.

Jesucristo nos ama y nos perdona

Repaso de un relato

Pida a los niños que brevemente relaten la conversión de Alma, hijo, lo mejor que puedan. Si los niños lo desean, permítales utilizar las figuras.

Encamínelos de manera que mencionen los siguientes puntos:

  1. En un principio, Alma, hijo, no creía que Jesucristo era el Salvador. Hablaba a las personas y las persuadía a que hicieran muchas cosas malas.

    Enseñaba que los mandamientos y la Iglesia de Jesucristo no eran verdaderos.

    • ¿Cómo piensan que se sentía el padre de Alma y los miembros de la Iglesia?

  2. Aun cuando Alma era muy inicuo y había hecho muchas cosas malas, Jesucristo aún le amaba.

    • ¿De qué manera demostró Jesús el amor que tenía hacia Alma, hijo? (Él le ordenó que se arrepintiera [véase Mosíah 27:11–16]. Jesús también demostró Su amor padeciendo por los pecados de todo el mundo. Por ese motivo Alma pudo arrepentirse y ser perdonado.)

    • ¿De qué manera demostraron el padre de Alma, hijo, y los miembros de la Iglesia que le amaban? (Ellos oraron y ayunaron pidiendo al Señor que Alma, hijo, se recuperara. Véase Mosíah 27:21–24.)

  3. Alma, hijo, se sintió muy mal por todo lo que había hecho y se arrepintió.

    • ¿Qué hizo Jesucristo después de que Alma, hijo, se arrepintió? (Lo perdonó. Véase Mosíah 27:28.)

    • ¿Qué hizo Alma, hijo, después de que se arrepintió? (Viajó por toda la tierra diciendo a la gente lo que le había sucedido; les enseñó la verdad acerca de Jesucristo y de la Iglesia. Véase Mosíah 27:32.)

Explique que tal como Jesús amó y perdonó a Alma, hijo, también nos ama a nosotros y nos perdona cuando nos arrepentimos de los errores que cometemos.

Debemos perdonar a los demás

Análisis

• ¿Cómo se sienten cuando alguien les da un empujón que les hace caer al suelo o cuando alguien los ofende?

• ¿Cómo se sienten cuando alguien se burla de ustedes o les dice palabras feas?

• ¿Qué sienten cuando otros niños no les dejan jugar con ellos?

• ¿Qué sienten cuando alguien rompe algo que les pertenece a ustedes?

Dé a los niños tiempo para que respondan a cada una de las preguntas, y explíqueles que cuando alguien nos trata rudamente o nos ofende, por lo general nos sentimos enojados.

Ponga a la vista la figura de la carita enojada. (Para las clases de niños mayores, use la palabra escrita al dorso de la figura.)

Comente con los niños cómo se sienten cuando están enojados. Trate de poner de relieve cuán desdichados se sienten cuando están enojados con alguien.

• ¿Qué deseamos hacer cuando tenemos ese sentimiento de enojo? (Trate de destacar que el enojo no nos permite sentir el deseo de hacer lo que nuestro Padre Celestial y Jesucristo quieren que hagamos.)

Explique que Jesús nos ha dicho que debemos perdonar a los demás del mismo modo que Él nos perdona a nosotros. Él sabe que no es siempre fácil perdonar a los demás cuando nos han ofendido, pero desea que sigamos Su ejemplo.

• ¿Qué significa perdonar? (Cuando el Salvador nos perdona, pone de lado todo castigo que se requiera por el error que hayamos cometido, siempre y cuando nos arrepintamos. Él nos ayuda a ser más dignos y más rectos. Cuando perdonamos a los demás, estamos demostrando amor por ellos y no tenemos sentimientos negativos hacia ellos por el daño que nos hayan causado.)

Muestre a los niños el objeto rojo, y entonces léales lo siguiente de Isaías 1:18: “… si vuestros pecados fueren … rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”.

• ¿Qué creen que significa este pasaje? (Recuerde a los niños que, con frecuencia, el color blanco se utiliza como símbolo de pureza.)

Substituya el color rojo por el blanco, y explique que así como usted substituyó un artículo rojo por uno blanco, que representa la pureza, del mismo modo, gracias al Salvador, una persona que se arrepienta de sus pecados puede ser pura y limpia.

Pida a uno de los niños mayores que lea lo siguiente de Doctrina y Convenios 64:9, o léalo usted: “Por tanto, os digo que debéis perdonaros el uno al otro”.

• Cuando otras personas nos ofenden o de alguna forma nos tratan mal, ¿qué debemos hacer a fin de cumplir con el mandamiento de Jesucristo en cuanto a perdonar? (Perdonarlos y quererlos.)

Explique que para ser bondadosos y perdonadores debemos:

  1. Liberarnos del sentimiento de enojo y del deseo de desquitarnos de la otra persona.

  2. Olvidar la ofensa.

  3. Tratar con bondad y afecto a la persona que nos haya ofendido.

Ponga de relieve que cuando de verdad perdonamos a otras personas, estamos dispuestos a olvidar lo malo que hayan hecho y a reemplazar nuestros sentimientos de enojo con sentimientos de bondad y de afecto. Después de perdonar, debemos demostrar mucho amor por los que nos hayan ofendido.

Cubra la carita enojada con la carita feliz (o utilice la palabra al dorso del círculo).

Relato y análisis

Diga a los niños que el siguiente relato se trata de un niño llamado Juan, y pídales que traten de imaginar qué sentirían ellos y qué podrían hacer si estuvieran en el lugar de Juan.

Juan no era tan grande como los demás niños. Algunos de ellos, que eran sus compañeros de escuela, le hacían bromas pesadas porque era muy pequeño de estatura. Pablo, el más grande de todos, se burlaba de él y hasta le daba empujones.

• ¿Cómo creen ustedes que se sentía Juan? (Triste y enojado.)

Un día, Juan subió a un monte cercano en busca de piedras raras. Estaba haciendo una colección de piedras … Ya tenía algunas muy bonitas en su casa, y estaba buscando más …

Repentinamente oyó una voz familiar. Era Pablo, que también había llegado allí en busca de piedras; éste le dijo a Juan que se fuera, porque él había llegado allí primero, y empezó a perseguir a Juan montaña abajo … De repente, Juan oyó fuertes gritos detrás de él. Se volvió y descubrió que Pablo estaba padeciendo terribles dolores debido a que se había lastimado un pie.

• ¿Cómo piensan que se sintió Juan cuando Pablo empezó a perseguirlo y a decirle que se fuera de allí?

• ¿Cómo creen que Juan se sintió cuando vio que Pablo se había lastimado el pie?

Pida a los niños que escuchen el resto del relato para que se enteren de lo que hizo Juan.

Juan intentó ayudar a Pablo … pero no tenía la fuerza suficiente para ello … Entonces, hizo lo que pudo para que Pablo estuviera cómodo y se fue corriendo en busca de ayuda.

Juan volvió con su padre, y entre los dos bajaron a Pablo de la montaña y lo llevaron a la casa de ellos. La madre de Juan ayudó a poner una venda en el pie de Pablo, y Juan ofreció compartir su colección de piedras con él, porque Pablo había perdido todas las suyas cuando se cayó.

Pablo pidió a Juan que lo perdonara por los malos ratos que le había hecho pasar. Juan sonrió, y llegaron a ser íntimos amigos. (Andemos por los caminos del Señor: Manual básico para niños, Parte A, págs. 171–172.)

• ¿De qué manera cumplió Juan con el mandamiento de perdonar a los demás? (Perdonó y trató con bondad a quien le había tratado rudamente.)

• ¿Qué hizo Juan para mostrar su perdón? (Trató de ayudar a Pablo. Fue a buscar a su padre para que ayudara a Pablo; llegó a ser su amigo.)

• ¿Piensan que fue fácil para Juan olvidar las ofensas y el maltrato de Pablo y auxiliarle?

Recalque que aun cuando debe haber sido muy difícil para Juan olvidar lo mal que Pablo lo había tratado, el niño siguió el ejemplo de Jesús y supo perdonar.

Representación

Pida a los niños que representen una o más de las situaciones que se mencionan más abajo. Indíqueles que expresen los sentimientos de enojo y de tristeza que podrían experimentar en la situación dada, y pídales que expliquen lo que deben hacer para seguir el ejemplo de Jesús y saber perdonar. Trate de que los niños comprendan y expresen, por medio de la representación, que deben reemplazar los sentimientos de enojo con los de bondad y afecto, olvidar el maltrato y tratar a la persona con bondad. A modo de guía, formule las preguntas que se mencionan tras cada una de las situaciones.

  1. Julia y Tamara están jugando a la pelota. Susana viene corriendo y le da un empujón a Julia, quien cae al suelo y se lastima la rodilla. Más tarde, ese mismo día, Susana va a casa de Julia y le pregunta si puede jugar a la pelota con ella y con Tamara.

    • ¿Cómo piensan que se siente Julia cuando Susana le dio el empujón, haciéndola caer al suelo?

    • ¿Qué debe hacer Julia para mostrar que ha perdonado a Susana cuando ésta viene más tarde a su casa a preguntarle si puede jugar a la pelota? (Recalque a los niños que debemos perdonar a todos, aun a aquellos que no nos hayan pedido perdón o ni siquiera hayan demostrado que lamentan haber hecho lo que hicieron.)

  2. Andrés y Javier están jugando a las damas. Andrés comienza a ganar, y David se enoja de tal forma que lanza el tablero al suelo de un manotazo y se aleja corriendo. Al día siguiente, David le pide a Andrés que jueguen otra vez el mismo juego.

    • ¿Cómo creen que se siente Andrés cuando David lanza el tablero al suelo?

    • ¿Qué debe hacer Andrés cuando David le pide que jueguen otra vez el mismo juego? (Vuelva a recalcar a los niños que debemos perdonar a los demás aunque no digan “Lo siento”.)

  3. Después de la escuela, Alicia, que lleva en la mano un regalo para su mamá, pasa a visitar a su primo Marcos. El niño le arrebata el paquete de las manos, el regalo cae al suelo y se rompe. Por la noche, Marcos va a casa de Alicia y le pide disculpas por lo que hizo diciéndole que lo siente mucho.

    • ¿Cómo se siente Alicia?

    • ¿Qué debe hacer ella cuando llegue Marcos?

Resumen

Presentación por el maestro

Concluya recordando a los niños que cuando seguimos a alguien, hacemos las mismas cosas que hace esa persona. Por lo tanto, si vamos a seguir a Jesús, debemos obedecer el mandamiento que nos dio de perdonar a los demás. Si fuera apropiado, puede contar a los niños alguna experiencia personal en la que haya perdonado a alguien y se haya sentido mejor después de haberlo hecho. (No diga los nombres de las personas que los niños puedan conocer.) Pida a los niños que repasen lo que deben hacer para perdonar a los demás:

  1. Debemos liberarnos del sentimiento de enojo y del deseo de desquitarnos de la otra persona.

  2. Debemos olvidar la ofensa.

  3. Debemos tratar con bondad y afecto a la persona que nos haya ofendido.

Pida a un niño que ofrezca la última oración.

Actividades complementarias

Elija algunas de las siguientes actividades que se ajusten mejor a sus niños. Puede realizarlas durante la lección o como repaso o resumen. Para ayuda adicional, vea “Período de clases”, en “Ayudas para el maestro”.

  1. Trate de que uno de los niños más pequeños diga una palabra muy larga, como por ejemplo hipopótamo. Dígales que así como algunas palabras son difíciles de pronunciar, del mismo modo puede resultar difícil decir “te perdono” a la persona que nos haya hecho enojar o sentir tristes. Destaque que, a veces, esas dos palabras pueden convertir un sentimiento triste en un sentimiento feliz.

  2. Canten o digan la letra de la canción “Saber perdonar” (Canciones para los niños, pág. 52), cuya letra figura al final del manual.

  3. Haga con los niños la siguiente representación con los dedos. (Si lo desea, podría hacer títeres con calcetines, dibujándoles las caras o pegándoles objetos.)

    Dos amiguitos, uno a la izquierda y el otro a la derecha (levante en alto las dos manos con los puños cerrados),

    comenzaron a discutir y se pusieron a pelear (ponga los dos puños juntos).

    Ese día, estos dos amiguitos no estaban contentos, porque sabían muy bien que cuando se juega no se debe pelear.

    Entonces, uno de ellos, sintiéndose avergonzado, agachó la cabeza (baje el puño derecho, flexionando la muñeca, y aléjelo del otro).

    Entonces, el otro también se alejó, porque se sentía tan mal como su amigo (baje el puño y aléjelo, tal como hizo con el otro).

    El primero dijo:

    —Sé lo que debo hacer (aplauda) para demostrarte que estoy arrepentido: Te pediré perdón.

    —Yo también estoy arrepentido —dijo el otro.

    —Vamos a jugar y disfrutemos el resto del día juntos (cruce los brazos y tome asiento).

  4. Haga trazos livianos de lápiz en una hoja de papel (o de tiza en la pizarra). Diga a los niños que los trazos de lápiz representan las malas acciones y el haber escogido hacer algo indebido. Luego explíqueles que cuando nos arrepentimos, es como si Jesucristo borrara nuestros pecados a fin de que no quede rastro alguno de ellos. (Sería conveniente que practicara esta actividad antes de hacerla en la clase.)