Lección 46

Jesucristo hizo posible que vivamos para siempre (Pascua de Resurrección)

Primaria 2: Haz lo Justo B


Objetivo

Que los niños comprendan que Jesucristo hizo posible que vivamos para siempre por motivo del amor que tiene por nosotros.

Preparación

  1. Con espíritu de oración, estudie Marcos 10:13–16, los relatos de la muerte y la resurrección de Jesucristo que se encuentran en Lucas 23 y 24, y el relato de la visita de Jesucristo a los nefitas que figura en 3 Nefi 11.

  2. Haga una tira de papel con la palabra Inmortal escrita en ella.

  3. Escriba con letra de molde, en una hojita de papel por separado, el nombre de cada uno de los niños.

  4. Prepárese para enseñar a los niños a cantar o repetir la letra de la canción “Resucitó Jesús” (Canciones para los niños, pág. 44).

  5. Materiales necesarios:

    1. Un ejemplar de la Biblia y del Libro de Mormón.

    2. Una pelota blanda o bolsita de maíz.

    3. Cinta adhesiva.

    4. Un guante.

    5. La lámina 3–71, La Crucifixión (62505 002, Las bellas artes del evangelio 230); la lámina 3–15, Jesucristo resucitado (62187 002, Las bellas artes del evangelio 239); la lámina 3–72, Cristo se aparece a los nefitas (62047 002, Las bellas artes del evangelio 315); la lámina 3–56, Jesús y los niños (62467 002), Las bellas artes del evangelio 216); la lámina 3–17, Jesús enseña en el hemisferio occidental (62380 002, Las bellas artes del evangelio 316); la lámina 3–73, Samuel el Lamanita en la muralla (62370 002, Las bellas artes del evangelio 314); la lámina 3–74, La sepultura de Jesús (62180 002, Las bellas artes del evangelio 231), y la lámina 3–75, Las mujeres en la tumba de Jesús.

  6. Haga los arreglos necesarios para las Actividades complementarias que desee llevar a cabo.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Pida a un niño que ofrezca la primera oración.

Si en la clase anterior usted instó a los niños a hacer algo en particular durante la semana pasada, pregúnteles si lo hicieron.

Jesucristo nos ayuda porque nos ama

Actividad para despertar el interés

Diga a los miembros de la clase que Jesucristo ama a los niños y que Él debe estar muy complacido y feliz de saber que ellos están en la Primaria en esta mañana de la Pascua de Resurrección.

Exponga la lámina 3–15, Jesucristo resucitado, pegándola en la pared, en la pizarra o en otro lugar.

Luego explique que usted ha escrito cada uno de los nombres de los niños en una hojita de papel, y que desea que pasen al frente, uno a la vez, y que peguen sus nombres respectivos cerca de la lámina de Jesús. Conforme los niños pasen al frente, dígales a cada uno: “Jesucristo ama a (nombre del niño)”.

Relato de las Escrituras

Cuente el siguiente relato de Marcos 10:13–16 con sus propias palabras:

En una ocasión, cuando Jesucristo estaba en la tierra, algunas madres le llevaron a sus niños pequeñitos con la esperanza de que Él los bendijera, pero Sus discípulos pensaron que Él debía descansar, por lo que pidieron a las madres que se alejaran y que no molestaran al Señor.

Jesús escuchó lo que Sus discípulos habían dicho a las madres de los pequeñitos y les dijo: “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis”. Y tomándolos en los brazos, los bendijo.

Análisis

Sostenga la lámina 3–56, Jesús y los niños, lo suficientemente cerca de los niños a fin que ellos puedan mirarla con atención y sentir el espíritu que emana de ella. Formule preguntas como las que figuran a continuación para inducir a los niños a sentir el gran amor que Jesucristo siente hacia ellos.

• ¿Cómo piensan ustedes que se sintieron aquellos niños?

• Si ustedes hubieran estado allí, ¿qué les hubiera gustado que Jesucristo les dijera?

• Si ustedes hubieran podido estar con Jesús, tal como esos niños lo estuvieron, ¿qué le habrían dicho?

• ¿Qué sienten al saber que Jesús los ama a ustedes de la misma forma que ama a esos niños?

Jesucristo dio la vida por nosotros

Relato de las Escrituras y láminas

Sostenga en alto los libros canónicos y explique que si leemos la Biblia y el Libro de Mormón, aprenderemos lo que Jesucristo hizo para ayudarnos. Cuente el siguiente relato con sus propias palabras:

Jesucristo vivió en la tierra hace mucho tiempo. Nuestro Padre Celestial lo envió a este mundo con el fin de ayudar a los padres, a las madres, a los niños y a las niñas a hacer lo correcto. Jesucristo vivió la mayor parte de Su vida mortal en un lugar llamado Israel.

Jesús amaba a todos, pero había gente que era malvada y que no lo quería. Por eso, lo colgaron en una cruz.

Exponga la lámina 3–71, La Crucifixión.

Jesucristo sufrió y murió en la cruz. Los que lo amaban estaban muy tristes; bajaron Su cuerpo de la cruz y lo envolvieron en un hermoso lienzo blanco. Luego, pusieron Su cuerpo en un sepulcro, que es como una cueva donde sepultaban a los muertos, y con mucho cuidado dejaron Su cuerpo allí.

Exponga la lámina 3–74, La sepultura de Jesús.

Entonces, los amigos de Jesús cerraron el sepulcro colocando una gran roca en la entrada.

Los amigos de Jesucristo todavía no habían entendido que Él volvería a vivir. Llegaron algunos soldados para hacer guardia a la entrada del sepulcro donde habían dejado el cuerpo de Jesús. Tres días después de Su muerte, antes del amanecer, ángeles descendieron del cielo y movieron la piedra que estaba a la entrada del sepulcro. Su cuerpo ya no estaba allí. Los soldados estaban tan atemorizados que no se pudieron mover por unos momentos, y en cuanto pudieron, huyeron.

Exponga la lámina 3–75, Las mujeres en la tumba de Jesús.

Esa misma mañana, algunas mujeres fueron a la tumba de Jesús. Por motivo del amor que sentían hacia Él, fueron a poner especias aromáticas en Su cuerpo, tal como se acostumbraba hacer en aquella época. Al llegar, hallaron que se había quitado la gran piedra de la entrada del sepulcro. Cuando entraron, vieron allí a un ángel vestido de blanco. Ellas tuvieron miedo, pero el ángel les dijo: “No está aquí, sino que ha resucitado”.

Señale la lámina del Cristo resucitado.

• ¿Cómo creen ustedes que se sintieron los discípulos y los amigos de Jesucristo cuando se enteraron de que Él había resucitado?

Análisis en la pizarra

Ponga de relieve que cuando Jesús resucitó, Su cuerpo volvió a unirse a Su espíritu; no obstante, había cambios en Su cuerpo.

Exponga la tira de papel con la palabra Inmortal.

• ¿Qué significa la palabra inmortal?

Explique que cuando el cuerpo del Salvador pasó a ser inmortal, se produjo un cambio en el cuerpo para que no volviera a morir y viviera para siempre.

Diga a los niños que cuando Jesús resucitó, pasó a ser inmortal; con ello, hizo posible que todos nosotros resucitemos y seamos inmortales. Esto significa que después que hayamos resucitado, no volveremos a morir jamás; podremos vivir con nuestra familia para siempre.

Demostración y análisis

Muestre una mano a los niños y dígales que cuando vivíamos con nuestro Padre Celestial, antes de nacer en este mundo, éramos espíritus. Podíamos movernos (mueva los dedos de la mano), pensar y aprender.

Cuando nuestro espíritu vino a la tierra, recibió un cuerpo físico. (Póngase el guante.) Podíamos seguir moviéndonos (mueva los dedos de la mano donde tenga puesto el guante), pensar y aprender, pero nuestro Padre Celestial nos dio cuerpos maravillosos para que los cuidáramos.

Cuando morimos, el cuerpo se separa del espíritu (quítese el guante). Si bien el cuerpo no se puede mover por sí solo (señale el guante), el espíritu sigue con vida.

El día que resucitemos, nuestro cuerpo será perfecto y volverá a unirse una vez más con el espíritu (vuelva a ponerse el guante). Y después que resucitemos, jamás volveremos a morir. Esto significa que el espíritu y el cuerpo nunca más volverán a separarse.

Ponga énfasis en el hecho de que Jesucristo nos ama tanto que dio la vida por nosotros. Jesús fue el primer ser humano que resucitó, y debido a lo que Él hizo por nosotros, resucitaremos y tendremos la posibilidad de volver a vivir con nuestro Padre Celestial. Cuando pensemos en la Pascua de Resurrección, recordemos lo mucho que Jesucristo nos quiere; Él dio Su vida por nosotros, resucitó y ahora vive en los cielos con Su Padre Celestial.

Destaque que la resurrección de Jesucristo fue un acontecimiento tan maravilloso que todos los años celebramos la Pascua de Resurrección para demostrarle cuán agradecidos estamos por lo que Él hizo por nosotros.

Actividad

Arroje la pelota suave o la bolsita de maíz a los niños, uno a la vez, para que cada uno de ellos diga algo que recuerde acerca del relato de la Pascua de Resurrección.

Después de Su resurrección, Jesucristo visitó a los nefitas

Relato de las Escrituras con láminas

Diga a los niños que sabemos que Jesucristo resucitó porque las Escrituras nos dicen que muchos de Sus discípulos y de los que lo seguían lo vieron después de haber resucitado.

Explique que los nefitas y los lamanitas que eran justos y que vivían en el continente americano vieron a Jesucristo y que en el Libro de Mormón hay relatos en cuanto a esa visita. Después de haber resucitado en Jerusalén, Jesús visitó a los nefitas y lamanitas, quienes tuvieron la oportunidad de verlo, oírlo y tocarlo.

Especifique que por muchos años los profetas habían advertido a los nefitas que algún día Jesucristo los visitaría.

Exponga la lámina 3–73, Samuel el Lamanita en la muralla.

Diga que un profeta llamado Samuel el Lamanita, que vivió unos años antes de que Jesucristo naciera, dijo a su pueblo cuáles iban a ser las señales que les indicarían que Jesús había sido crucificado y que había resucitado en Jerusalén. Samuel el Lamanita les explicó que cuando Jesús muriera, una gran obscuridad cubriría la tierra, una obscuridad que duraría tres días, hasta que Jesús resucitara.

Diga a los niños que todas las profecías de Samuel el Lamanita se cumplieron, porque cuando Jesucristo murió en Jerusalén, hubo una densa obscuridad sobre la faz de la tierra; la gente inicua estaba muy asustada y muchos de los que eran justos se reunieron para intercambiar ideas sobre lo que estaba sucediendo y sobre lo que ellos debían hacer. Mientras estaban reunidos, repentinamente escucharon una voz bondadosa y amorosa. Pida a los niños que presten atención a lo que dijo la voz. A continuación, ayude a uno de los niños a leer 3 Nefi 11:7, o léalo usted mismo.

• ¿De quién era la voz? (De nuestro Padre Celestial.)

Destaque que la gente miró hacia arriba y vio a un hombre vestido de blanco que descendía del cielo y pensaron que estaban viendo a un ángel.

Exponga la lámina 3–72, Cristo se aparece a los nefitas.

• ¿Quién era en verdad la persona que descendía del cielo? (Jesús.)

Lea 3 Nefi 11:9–10, y explique que cuando Jesucristo dijo a la gente quién era Él, ellos se acordaron que los profetas habían dicho que Él los visitaría. Ellos estaban muy contentos, porque Jesucristo les invitó a que palparan las marcas de los clavos en Sus manos y en Sus pies, así como la herida del costado. Él hizo eso porque deseaba que entendieran que Él era el mismo Jesús que había sido crucificado y que había resucitado.

Exponga la lámina 3–17, Jesús enseña en el hemisferio occidental.

• ¿Cómo piensan ustedes que la gente se sentía al estar con Jesucristo?

Explique que la gente sintió tanta gratitud y amor por el Salvador que todos gritaron: “¡Hosana! Bendito sea el nombre del Más Alto Dios!” (3 Nefi 11:17). Y así, cayeron de rodillas y lo adoraron.

Destaque que el amor que Jesucristo sentía por esa gente era tan grande que se quedó con ellos y sanó a los enfermos, bendijo a los niños y les enseñó. El Libro de Mormón dice que no ha habido sobre la faz de la tierra gente más feliz que ellos.

Canción

Ayude a los niños a cantar o repetir la letra de la canción “Resucitó Jesús”.

El Señor vive, ¡qué dicha es!

Vive Jesús; vive otra vez.

En esta Pascua cantamos loor:

¡Resucitó nuestro Señor;

resucitó nuestro Señor!

Resumen

Testimonio del maestro

Exprese su testimonio del amor y la gratitud que usted siente hacia Jesucristo por motivo de que gracias a su amor por nosotros Él hizo posible que resucitemos y que tengamos nuestro cuerpo para siempre.

Inste a los niños a que cuando vayan a casa, digan a su familia lo que el Salvador hizo para que nos fuera posible tener un cuerpo para siempre.

Pida a un niño que ofrezca la última oración.

Actividades complementarias

Escoja de entre las siguientes actividades las que sean más apropiadas para los niños de su clase. Puede realizarlas durante la lección, como repaso o resumen. Para más información, véase “El período de clases”, en “Ayudas para el maestro”.

  1. Haga una copia del volante “El círculo de amor de Jesucristo” para cada niño. Dicho volante figura al final de la lección.

    Déle uno a cada niño, junto con un lápiz y lápices de cera, y pídales que escriban sus nombres respectivos en la esquina superior derecha de la hoja. Ayúdelos a hacerlo si fuera necesario.

    Lea con los niños lo que dice alrededor del círculo. En seguida, pídales que se dibujen a sí mismos en el centro del círculo. Escriba en la pizarra “Jesucristo me ama”, y diga a los niños que lo copien en la parte inferior del volante.

    Aquí yace Jesús (señalar hacia adelante).

    ¡La piedra ya no está! (señalar otra vez)

    Ven, inclínate y verás (agacharse y mirar).

    ¡Él ya se levantó! (erguirse)

    Jesús resucitó (aplaudir una vez muy quedo).

  2. Pida a los niños que se pongan de pie y hagan la siguiente actividad con usted.