Pedro, el Apóstol

Primaria 7: El Nuevo Testamento, 1997


Objetivo

Qué los niños comprendan que ellos, al igual que Pedro, pueden desarrollar un fuerte testimonio de Jesucristo.

Preparación

  1. 1.

    Estudie, con oración, Mateo 4:18–19; 14:22–33; 16:13–17; 17:1–9; Lucas 22:31–34, 54–62; Hechos 3:1–9; 4:6–20; 5:12–42 y Alma 32:21. Después, estudie la lección y decida qué método empleará para enseñar a los niños el relato de las Escrituras. (Véase “Cómo preparar las lecciones”, págs. VII–VIII y “La enseñanza por medio de las Escrituras”, págs. VIII–X.)

  2. 2.

    Elija las preguntas para analizar y las actividades complementarias que mejor promuevan la participación de los niños y los ayude a alcanzar el objetivo de la lección.

  3. 3.

    Materiales necesarios: Un ejemplar de la Biblia o del Nuevo Testamento para cada niño.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Pida a uno de los niños que ofrezca la primera oración.

Actividad para captar la atención

Pida a los niños que presten atención mientras usted narra los siguientes relatos.

Relato 1: Cuando Jesús explicó que pronto le matarían, un hombre dijo: “…Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte” (Lucas 22:33). Ese mismo hombre lo siguió entre la multitud cuando arrestaron y llevaron a juicio a Jesús, pero cuando una mujer se le acercó y dijo que él había estado con Jesús, lo negó diciendo: “…no lo conozco”. Poco después otra persona dijo: “Tú también eres de ellos”, pero nuevamente el hombre negó conocer a Jesús. Por tercera vez, alguien le señaló como uno de los discípulos de Jesús, pero él dijo nuevamente: “…Hombre, no sé lo que dices”. (Véase Lucas 22:54–62.)

Relato 2: Un día, a un hombre y a su amigo los detuvo alguien que había nacido cojo. El hombre le dijo al cojo: “…en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda”. Después, tomándole de la mano, lo levantó. El cojo sanó inmediatamente y entró al templo “andando, y saltando, y alabando a Dios”. Cuando los sumos sacerdotes oyeron esto, preguntaron por medio de qué poder se había sanado el cojo, y el hombre que lo había sanado les respondió que fue por medio del poder de Jesucristo, a pesar de que sabía que sería puesto en la cárcel o lo matarían por decirlo. Los sacerdotes ordenaron al hombre que no enseñara más en el nombre de Jesucristo, pero él les contestó que es más importante obedecer a Dios que a los falsos sacerdotes judíos y que continuaría enseñando en el nombre de Cristo. (Véase Hechos 3:1–9; 4:6–20.)

Explique que el hombre de ambos relatos fue Pedro. Cuando Pedro negó conocer a Jesús, poco antes de la Crucifixión, él se encontraba todavía en el proceso de aprender y progresar espiritualmente. Jesús había sido arrestado y Pedro tenía miedo. Sin embargo, cuando Pedro sanó al hombre cojo, ya había recibido el Espíritu Santo y tenía un fuerte testimonio de Jesucristo. Eso le dio la fortaleza necesaria para hacer lo correcto sin importarle lo que le pudiera suceder.

• ¿Qué es un testimonio? (El conocimiento personal de Jesucristo y de la veracidad de Su Iglesia.) Explique a los niños que esta lección les ayudará a fortalecer el testimonio que tienen de Jesucristo.

Relatos de las Escrituras y preguntas para analizar y aplicar

Enseñe a los niños los siguientes relatos acerca de Pedro y analice cada uno de ellos. Al preparar la lección, estudie las preguntas y los pasajes de las Escrituras que se encuentran a continuación. Utilice después las preguntas que usted considere que mejor ayudarán a los niños a comprender las Escrituras y a aplicar los principios a su vida. El leer los pasajes en clase con los niños hará que éstos entiendan mejor las Escrituras.

  1. 1.

    Pedro siguió a Jesús (Mateo 4:18–19).

    • ¿Por qué siguió Pedro a Jesucristo después de que Él le dijo quién era? ¿Qué tuvo que sacrificar Pedro para poder seguir a Jesús? ¿Qué tenemos que sacrificar nosotros para seguir a Jesús? ¿Cómo han sido bendecidos por seguir al Salvador?

  2. 2.

    Jesús y Pedro caminaron sobre el agua (Mateo 14:22–33).

    • ¿Por qué pudo Jesús andar sobre las aguas del mar? (Mateo 14:25.) ¿Por qué pudo Pedro caminar también sobre el mar para ir al encuentro de Jesús? (Mateo 14:28–29.)

    • ¿Qué le pasó a Pedro luego que hubo dado algunos pasos? (Mateo 14:30–31.) ¿Por qué flaqueó la fe de Pedro? ¿Cómo ayudó Jesús a Pedro cuando se debilitó la fe de éste? (Mateo 14:31.) ¿Por qué en ocasiones es débil nuestra fe? ¿En qué forma nos ayuda Jesucristo a fortalecer la fe? (Por medio del Espíritu Santo, nuestros padres, nuestros líderes de la Iglesia, nuestros amigos, las Escrituras, etc.)

    Es importante que los niños comprendan que cada vez que hacemos algo que nuestro Padre Celestial y Jesucristo nos han mandado, ejercitamos nuestra fe, y que cada vez que lo hacemos, ésta se fortalece un poquito más. Nosotros, al igual que Pedro, debemos ejercitar nuestra fe para seguir las enseñanzas de Jesús y, si lo hacemos, ello nos ayudará a fortalecer nuestro testimonio.

  3. 3.

    Pedro testificó que Jesucristo es el Hijo de Dios (Mateo 16:13–27).

    • ¿Quién dijo Pedro que era Jesucristo? (Mateo 16:16.) ¿Cómo lo sabía Pedro? (Mateo 16:17. Por medio del Espíritu.) ¿En que forma podemos nosotros, al igual que Pedro, expresar nuestro testimonio de Jesucristo?

  4. 4.

    Pedro se encontraba con Jesucristo en el Monte de la Transfiguración (Mateo 17:1–9; véase “Resumen de las preguntas para analizar y aplicar”, en la lección 15, pág. 56).

    • ¿Qué experiencia tuvo Jesucristo en el Monte de la Transfiguración? (Mateo 17:2.) ¿Quiénes aparecieron ante Jesús, Pedro, Santiago (Jacobo) y Juan? (Mateo 17:3.) ¿Qué voz escucharon los discípulos? (Mateo 17:5.) ¿En qué forma habrá fortalecido esta experiencia el testimonio que Pedro tenía acerca de Jesucristo?

  5. 5.

    Pedro y Juan sanaron al hombre cojo y fueron llevados a la cárcel (Hechos 3:1–9; 4:6–20; 5:12–42).

    Pida a un niño que repase el relato de cuando Pedro y Juan sanaron al hombre cojo. Relate el resto de la narración de Hechos 5:12–42.

    • ¿En qué forma escaparon Pedro y Juan de la cárcel ? (Hechos 5:19.) ¿Qué les dijo el ángel que hicieran? (Hechos 5:20.) ¿Cómo se sentirían ustedes si fueran nuevamente a predicar luego de haber sido encarcelados por hacerlo? ¿Cómo recibieron Pedro y Juan la fortaleza para hacer lo correcto?

    Ayude a los niños a comprender que lo más probable es que nunca se nos mande a la cárcel por enseñar acerca de Jesucristo, pero seremos probados de otras maneras. ¿En qué forma podrían ser probados debido al testimonio que tienen de Jesucristo? (Véase la actividad complementaria N° 4.)

    • ¿En qué forma aumentó el testimonio que Pedro tenía de Jesucristo? ¿Por qué necesitamos tener un fuerte testimonio de Jesucristo? ¿Cómo podemos obtener ese testimonio? ¿Qué podemos hacer para fortalecer ese testimonio? (Leer las Escrituras, aprender más acerca de Él, guardar los mandamientos, orar, prestar oído al Espíritu Santo, asistir a la Iglesia, etc.)

Actividades complementarias

En cualquier momento de la lección o como repaso, resumen o cometido, utilice una o varias de las siguientes actividades:

  1. 1.

    Haga que los niños comprendan que un testimonio incluye saber lo siguiente:

    • Que nuestro Padre Celestial vive y es el Padre de nuestro espíritu.

    • Que Jesucristo es el Hijo del Padre Celestial y nuestro Salvador.

    • Que José Smith es el Profeta, por medio del cual el Señor restauró el Evangelio en los postreros días.

    • Que el Libro de Mormón es la palabra de Dios y contiene la plenitud del Evangelio.

    • Que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, es la única Iglesia verdadera.

    • Que en la actualidad nos guían profetas y apóstoles.

    Analice formas mediante las cuales podemos obtener un testimonio de esas verdades.

  2. 2.

    Explique y ayude a los niños a memorizar el Artículo de Fe Nº 9.

  3. 3.

    Pida a los niños que piensen acerca de las experiencias que Pedro tuvo con el Salvador y que hicieron que su testimonio de Jesucristo aumentara. (Cuando dio de comer a cinco mil personas, cuando sanó a los enfermos, cuando levantó de la muerte a la hija de Jairo, etc.) ¿Cómo podemos saber por nosotros mismos que Jesucristo es el Hijo de Dios? (Al estudiar las Escrituras, orar, obedecer los mandamientos, etc.)

  4. 4.

    Pida a los niños que nombren otras maneras por las cuales algunas personas podrían tratar de hacerles negar la Iglesia o de hacer algo malo. Luego analice qué pueden hacer para ser lo suficientemente fuertes como para resistir esas tentaciones. Si es necesario, utilice los siguientes ejemplos:

    • Alguien trata de hacerlos desistir de ir a las reuniones de la Iglesia.

    • Alguien trata de que violen la Palabra de Sabiduría.

    • Alguien trata de que mientan.

    • Alguien trata de que gasten el dinero que tienen para pagar el diezmo.

    Ponga de relieve que, para ser fuertes como Pedro, es necesario obtener un testimonio personal de Jesucristo.

  5. 5.

    Relate la siguiente historia acerca de lo que le sucedió al presidente Joseph F. Smith, sexto Presidente de la Iglesia, cuando era apenas un joven que regresaba de su misión:

    “Cierto día, después de que Joseph F. Smith y sus compañeros habían viajado una corta distancia y acampado, un grupo de borrachos entró cabalgando al campamento, vociferando insultos con obscenidades y amenazando con matar a cualquier mormón que encontraran a su paso. Algunos de los compañeros de Joseph habían bajado hasta el arroyo cuando los vieron llegar, para evitar que los vieran y esperar hasta que la banda de hombres siguiera su camino. Cuando esos hombres llegaron, Joseph F. Smith se encontraba a poca distancia del campamento juntando leña para encender la fogata. Al verlos, su primer instinto fue el de salir corriendo para esconderse. Pero luego pensó: ‘¿Por qué he de correr de esta gente?’ Pensando así, caminó valientemente con los brazos cargados de leña hacia la fogata. Uno de los hombres caminó hacia él con revólver en mano y le preguntó en voz alta y enojada: ‘¿Eres un mormón tal por cual?’

    “Joseph F. Smith, sin dudar ni un instante, miró al hombre a los ojos y le contestó: ‘Sí, señor, cien por ciento y de pura cepa, de pies a cabeza’.

    “Casi perplejo por la inesperada respuesta del joven, el hombre se detuvo, dejó caer las manos y, tras echar una mirada incrédula a Joseph, le dijo en un tono amigable: ‘Bueno, ¡eres el tal por cual más cordial que he conocido! ¡Venga esa mano! Me alegra conocer a alguien que defiende sus convicciones’ ” (Joseph Fielding Smith, The Life of Joseph F. Smith, págs. 188–189; véase Presidentes de la Iglesia [PCSS28A9SP], págs. 223–224.)

  6. 6.

    Ayude a los niños a aprender de memoria Hechos 5:29.

  7. 7.

    Canten o repitan la primera y la segunda estrofa del himno “Testimonio” (Himnos, N° 75).

Conclusión

Testimonio

Exprese su testimonio en cuanto a Jesucristo y testifique que, a medida que aprendamos acerca de Jesús y prestemos oído a la confirmación del Espíritu Santo, nuestro testimonio de Jesús continuará creciendo a lo largo de nuestra vida. Explique que quizás aún tengamos dudas y preguntas, pero si seguimos estudiando las Escrituras, orando y obedeciendo los mandamientos, nuestro testimonio se fortalecerá.

Sugerencias de lectura

Sugiera a los niños que estudien en casa Mateo 16:13–17 y Hechos 5:29–32 como repaso de la lección de hoy.

Pida a uno de los niños que ofrezca la última oración.