25: El perdón

SACERDOCIO AARONICO Manual 1, (2002), 90–93


OBJETIVO

Que los jóvenes vivan en más armonía con las personas que los rodean al perdonar y buscar el perdón de los demás.

PREPARACION

  1. 1.

    Materiales necesarios:

    1. a.

      Libros canónicos para cada uno de los jóvenes.

    2. b.

      Lámina 1, “La Ultima Cena”.

    3. c.

      Lápices para marcar las Escrituras.

    4. d.

      Lápices para cada uno de los jóvenes.

  2. 2.

    Haga una copia para cada uno del volante “¿Sé perdonar?”

  3. 3.

    Dé la asignación a un joven de prepararse para contar el relato del siervo sin misericordia, que se encuentra en Mateo 18:23-35.

  4. 4.

    Lea el relato de José, el que fue vendido en Egipto (véase Génesis 37, 39-46). Estudie Mateo 18:23-35 y Lucas 23:33-34.

SUGERENCIAS PARA EL DESARROLLO DE LA LECCION

En las Escrituras encontramos muchos ejemplos sobre el perdón

Actividad

Efectúe la actividad “¿Quién soy?” pidiendo a uno de los jóvenes que lea en voz alta las claves que aparecen a continuación. Tan pronto como alguien piense que ha descubierto la identidad de la persona que se está describiendo, debe levantar la mano. Sin embargo, el lector debe continuar hasta que haya dado la lista completa o hasta que todos los jóvenes hayan levantado la mano.

¿Quién soy?

  1. 1.

    Fui falsamente acusado y enviado a la cárcel (véase Génesis 39:11-20).

  2. 2.

    Más tarde fui puesto en libertad y se me dio un alto puesto de liderazgo en una tierra extranjera (véase Génesis 41:37-43).

  3. 3.

    Por muchos años estuve separado de mi familia (véase Génesis 37:28; 39:1-2, 20; 41:1, 14; 46-48).

  4. 4.

    Interpreté los sueños de un copero, un panadero y un gobernante (véase Génesis 40, 41).

  5. 5.

    Por motivo del hambre que había en toda la región, mi familia dejó su tierra natal y se trasladó al lugar donde yo vivía y por eso me fue posible ayudarles (véase Génesis 45, 46).

  6. 6.

    Cuando era muy joven todavía, mi padre me dio una hermosa túnica (véase Génesis 37:3).

  7. 7.

    A pesar de que mis hermanos me vendieron a mercaderes de esclavos, los perdoné y tuvimos un hermoso encuentro en Egipto, donde vivimos felices por muchos años (véase Génesis 45, 46).

  • ¿Quién soy? (José, el hijo de Jacob, que fue vendido a Egipto.)

Análisis

Ayude a los jóvenes a relatar la historia completa.

  • ¿Qué principio ilustra este relato? (El perdón.)

  • ¿Qué fue lo que contribuyó a que el encuentro tuviera un final feliz? (José estaba dispuesto a perdonar las ofensas del pasado.)

Análisis de pasajes de las Escrituras

Lea Lucas 23:33-34 y analice con los jóvenes este maravilloso relato acerca del perdón.

Debemos aprender a perdonar

Preguntas para reflexionar

Escriba la palabra Perdón en la parte superior de la pizarra.

Pida a los jóvenes que piensen en las siguientes preguntas, pero dígales que no deben hablar de sus respuestas con el resto de la clase.

  • ¿Han deseado alguna vez ser perdonados por algo indebido que hayan hecho en contra de otra persona?

  • ¿Cómo se sentían antes de ser perdonados?

  • ¿Cómo se sentían después de ser perdonados?

Relato bíblico

Pida al joven a quien le haya dado la asignación, que cuente la parábola del siervo que no tuvo misericordia (véase Mateo 18:23-35).

  • ¿Qué creen que trata de enseñarnos Jesús en esta parábola?

Análisis de pasajes de las Escrituras y cita

Pida a uno de los jóvenes que lea Mateo 18:35.

Explique que en moneda actual, la primera deuda, de diez mil talentos, equivale a más de nueve millones de dólares, mientras que la segunda deuda, de cien denarios, sólo tiene una equivalencia de quince dólares (véase Jesús el Cristo, capítulo 24, nota 5).

  • ¿Cómo se aplica esta parábola de Jesús a nuestra propia vida?

Búsqueda de pasajes de las Escrituras

Escriba en la pizarra las siguientes referencias de las Escrituras y aliente a los jóvenes a buscarlas, para ver quién es el primero en localizar Mateo 6:14-15 y Doctrina y Convenios 64:10. Pida a uno de ellos que lea ambos pasajes. Si lo desean, que los jóvenes marquen las partes importantes de estos pasajes.

Indique a los jóvenes que Jesucristo sufrió y murió por nuestros pecados, y que cuando nos arrepentimos sinceramente, El nos perdona. No se nos pide que suframos por los pecados de nadie más, pero sí se nos manda “perdonar a todos los hombres”. Al perdonar a otras personas, de la misma forma que Jesús nos perdona a nosotros, somos más semejantes a El.

Prueba

Reparta entre los jóvenes lápices y copias de la serie de preguntas titulada “¿Sé perdonar?” Explique que ésta es una pequeña prueba acerca del perdón. Todas las preguntas deben contestarse sinceramente con un simple “Sí” o “No”. Recuerde a la clase que ésta es una actividad personal, y que no deben hablar ni mostrar las respuestas a sus compañeros.

“¿Sé perdonar?”

  1. 1.

    ¿Alguna vez has dicho: “Te perdonaré, pero nunca olvidaré lo que me hiciste”?

  2. 2.

    ¿Te has alegrado alguna vez en secreto cuando algo desafortunado le ha pasado a alguien que no goza de tu simpatía?

  3. 3.

    ¿Has deseado alguna vez desquitarte de alguien por algo que te haya hecho?

  4. 4.

    ¿Existe alguien a quien tú evites o con quien rehúses hablar?

  5. 5.

    Cuando te enojas con alguien, ¿te alteras y te cuesta recuperarte?

  6. 6.

    Al hablar con otras personas, ¿eres injusto en lo que dices de alguien que te haya ofendido?

  7. 7.

    ¿Sientes algo de rencor hacia alguien de tu propia familia por algo que él o ella te haya hecho?

  8. 8.

    Cuando te enojas con tus hermanos o hermanas, ¿traes a colación cosas que ellos hayan hecho en el pasado?

Solicite a los jóvenes que piensen en esas preguntas a las que hayan respondido con un “Sí”. Explique que el perdonar no es nada fácil, sino que es uno de nuestros desafíos más difíciles y una gran prueba del amor que sentimos por los demás.

Relato y análisis

Solicite a los jóvenes que presten atención al siguiente relato y busquen en él cuál es la clave del perdón.

“Marcos era un muchacho muy inquieto, lleno de vida. Cuando creía que la casa estaba demasiado tranquila, trataba de hacer algo para alegrarla. Una noche sentía deseos de hablar con su hermana Susana, quien cursaba un grado superior al de Marcos en la escuela y que, por lo general, tenía muchas tareas que hacer. Cuando no estaba ocupada, le gustaba reírse y jugar con Marcos, pero esa tarde en particular estaba muy atareada, ya que los maestros de todas las clases le habían asignado varias tareas. Ella le explicó a Marcos acerca de todas las tareas que tenía que hacer y le pidió que saliera de la habitación para poder así concentrarse en sus estudios. Sin embargo, como no había nadie más en la casa con quien poder conversar, Marcos siguió molestándola con su conversación y su risa. Había practicado decir las palabras al revés para que sonaran como un idioma extranjero, y se sentía orgulloso de poder hacerlo rápidamente y quería demostrarle a Susana su habilidad en cantar las palabras de la letra de una de sus canciones favoritas al revés.

“Finalmente, Susana estalló en lágrimas y le gritó:

“—¿No entiendes que estoy ocupada? Tengo que estudiar, y no tengo tiempo para conversar o para escucharte. Traté de explicártelo, pero sigues molestándome. No entiendes, ¡quiero estar sola!

“Acto seguido, tomó sus libros y se fue corriendo a su dormitorio, cerrando violentamente la puerta detrás de ella.

“Casi al instante, volvió a salir de su cuarto y se disculpó con Marcos por no haber sabido controlar su temperamento; y luego le dijo:

“ — Una vez que termine mis tareas, quiero que me cantes la canción. Practica un poco más y luego me la cantas.

“Marcos, entonces, respondió diciendo:

“ — No te preocupes, Susana; no pensé que estabas tan ocupada. Siento mucho haberte molestado. Quédate tranquila; de todas maneras, pensaba ir a buscar a unos amigos” (El amor hace de nuestra casa un hogar, Manual de la noche de hogar, 1974).

  • ¿Por qué se enojaron Marcos y Susana?

  • ¿Cómo pudieron perdonarse mutuamente? (Cada uno trató de comprender la situación del otro.)

Relato y análisis

Ponga a la vista la lámina de la Ultima Cena y relate el siguiente episodio en la vida de Leonardo da Vinci:

“A pesar de que Leonardo da Vinci vivió hace ya muchos años (nació en 1452), sigue siendo famoso en todo el mundo por sus obras maestras. Es probable que la más famosa de todas sea ‘La Ultima Cena’, la cual ha sido aclamada como la ‘composición más perfecta de pintura de todas las épocas’.

“Se dice que mientras Leonardo da Vinci se encontraba pintando ‘La Ultima Cena’, se enojó mucho con uno de sus amigos, y cuando intentó continuar con su obra, no pudo pintar la cara del Salvador ni la de los Apóstoles.

“Finalmente, buscó al amigo a quien había ofendido y le pidió perdón. Sólo después de poner su vida en armonía con el espíritu que debían irradiar los rostros de los personajes que estaba pintando, pudo continuar con su obra” (Arthur S. Brown, “They Taught Forgiveness”, Instructor, junio de 1959, pág. 190).

Después de analizar brevemente la experiencia de Leonardo da Vinci, haga las siguientes preguntas:

  • ¿Qué nos indica este relato acerca de lo que debemos hacer para tener con nosotros el Espíritu de nuestro Padre Celestial?

  • ¿Cómo puede el espíritu del perdón contribuir a la armonía familiar?

Conclusión

Cometido

Solicite a los jóvenes que den vuelta a sus hojas de papel y escriban algo que estarían dispuestos a hacer durante el correr de la semana con el fin de perdonar y aumentar su amor por un amigo o miembro de su familia. Insteles a que desarrollen el espíritu del perdón en todas sus actividades, especialmente en su trato con los miembros de sus respectivas familias. Exprese su testimonio con respecto a este hermoso principio del evangelio.