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El fortalecimiento del matrimonio por medio de la fe y la oración


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El fortalecimiento del matrimonio por medio de la fe y la oración

Ideas para poner en práctica

De acuerdo con sus propias necesidades y circunstancias, siga una o ambas de las siguientes sugerencias:

  • Elija una cosa que pueda hacer para fortalecer su fe en el Padre Celestial y en Jesucristo.

  • Fije una hora del día en la que pueda orar, a diario, con su cónyuge.

Asignación de lectura

Estudie el siguiente artículo. Si está casado, léalo y analícelo con su cónyuge.

Cómo hallar gozo en la vida

Élder Richard G. Scott
del Quórum de los Doce Apóstoles

Variedad en medio de la constancia

Hace poco estuve en la costa norte de una hermosa isla del Pacífico, contemplando el mar al amanecer; me fascinaba la regularidad con que las gigantescas olas se movían constantemente para romperse en la playa; eso me hizo pensar en lo invariable que es el plan del Señor, con su ley inmutable y eterna, con la seguridad de una justicia permanente y con la ternura de una misericordia que se obtiene mediante la obediencia. Noté que la cresta de cada ola se formaba en un punto diferente siguiendo su propio recorrido hasta la costa; unas se deshacían en cascada contra las rocas dejando correr arroyuelos de agua blanca y espumosa; otras se rompían en la playa, formando dibujos, deslizándose por la arena mojada con bordes caprichosos de espuma que formaban burbujas y remolinos en su retirada.

Pensé en la infinita variedad de posibilidades que el Señor ha puesto a nuestro alcance; tenemos tanta libertad, tantas oportunidades de desarrollar nuestra personalidad única, nuestro talento y nuestras habilidades, nuestra memoria, nuestras contribucio-nes personales. Como no iba a tener ocasión de volver a observar el majestuoso mar, traté de imaginar el glorioso panorama que el sol crearía más tarde. Mientras contemplaba con reverencia esa magnífica escena, las nubes se abrieron un tanto dejando pasar por entre un cielo cubierto los refulgentes rayos del sol naciente, que lo transformaron todo con su luminosidad, su color, su vida; era como si el Señor quisiera derramar una bendición más, un símbolo de la luz de Sus enseñanzas que da fulgor y esperanza a todo lo que toca. Me brotaron lágrimas de gratitud por este asombroso mundo en que vivimos, por la extraordinaria belleza que nuestro Padre Celestial pone al alcance de todo el que quiera ver. La vida es ciertamente hermosa.

Aprecia la belleza de la vida

¿Tomas tiempo cada día para descubrir lo hermoso que puede ser tu vida? ¿Desde cuándo no ves una puesta de sol? Los últimos rayos que besan las nubes, los árboles, las colinas y los llanos despidiéndose por la noche, a veces serenamente, otras en explosiones exuberantes de color y forma.

Y la maravilla de una noche despejada en la que el Señor descubre el prodigio de Sus cielos, las estrellas titilantes, los rayos de luna, para encender nuestra imaginación con Su grandeza y Su gloria.

Es fascinante observar una semilla plantada en suelo fértil, verla cómo germina, se fortalece y brota de ella un tallito diminuto y aparentemente insignificante, que pacientemente empieza a crecer y desarrollar sus características de acuerdo con el código genético que el Señor le haya dado para guiar su desarrollo. Con cuidado, sin duda, se transformará en lo que esté destinada a ser: un lirio coronado de gracia y hermosura, una planta de fragante menta, un melocotonero, un aguacate o una bella flor de delicadeza y fragancia exclusivas.

¿Cuándo observaste por última vez cómo se formaba un capullo de rosa? Día tras día va desarrollando características particulares, más y más belleza, hasta que se convierte en una magnífica rosa.

Tú eres una de las creaciones más nobles del Señor y Él quiere que tu vida sea gloriosamente hermosa a pesar de tus circunstancias personales. Si hay en ti gratitud y obediencia, llegarás a alcanzar lo que Dios ha destinado que seas.

El gozo en la vida depende de la confianza en Dios

La tristeza, la desilusión, los problemas serios, son hechos de la vida y no la vida misma. No quiero minimizar la dificultad de algunas de esas situaciones; y quizás se prolonguen durante largo tiempo, pero no deben convertirse en un centro restrictivo de todo lo que hagas. El Señor inspiró a Lehi esta verdad funda-mental: “existen los hombres para que tengan gozo”.1 La frase indica que pueden o no tenerlo, pero el Señor no lo limita a condiciones, sino que Su deseo es que todos lo tengamos; y no será condicional para ti si obedeces los mandamientos, tienes fe en el Maestro y haces todo lo necesario para tener gozo en la tierra.

El gozo que sientas dependerá de la confianza que tengas en el Padre Celestial y en Su santo Hijo, de tu convicción de que Su plan de felicidad realmente pueden brindártelo. El reflexionar sobre Su doctrina te permitirá disfrutar más de las bellezas de esta tierra y mejorará tu relación con los demás, llevándote a las experiencias reconfortantes y fortalecedoras de la oración a nuestro Padre Celestial y de las respuestas que Él te dé.

Perspectiva y paciencia

Una piedrecilla, si se mira de cerca con un ojo, parece un enorme obstáculo; pero si se pone en el suelo, se le ve en su debida perspectiva. De igual modo, los problemas y las pruebas se deben contemplar en la perspectiva de la doctrina de las Escrituras; de lo contrario, ocuparán toda nuestra visión, nos absorberán las energías y nos privarán del gozo y la belleza que el Señor quiere que disfrutemos en la tierra. Hay personas que son como piedras que se echan en un mar de problemas; y éstos las ahogan. Sé más bien como un corcho; cuando una dificultad te hunda, lucha por liberarte con el fin de emerger y volver a prestar servicio con felicidad.

Estás en la tierra con un propósito divino, el cual no es divertirte de continuo ni estar constantemente en busca de placeres. Estás aquí para ser probado, para probarte tú, de manera que puedas recibir las bendiciones que Dios te tiene reservadas2. Se nos exige el efecto temperante de la paciencia3; algunas bendiciones las recibiremos en esta vida, otras después de pasar el velo.

El Señor tiene un interés particular en tu desarrollo y tu progreso, el cual se acelera si le permites a Él que te dirija a través de las experiencias de aprendizaje que se presenten, ya sea que te gusten o no. Cuando confías en el Señor, cuando te dispones a concentrar mente y corazón en Su voluntad, cuando le pides que el Espíritu te guíe para hacer Su voluntad, tienes asegurada la mayor felicidad a lo largo de la jornada y el logro más satisfactorio de esta experiencia terrenal. Si cuestionas todo lo que se te pida hacer o te rebelas ante todo problema, harás que le sea más difícil al Señor bendecirte4.

El albedrío, el derecho de tomar decisiones, no se te ha dado para que hagas lo que quieras, sino que tienes ese don divino para elegir aquello que tu Padre Celestial desee para ti; de esa manera, te puede conducir para que seas todo lo que Él desea que llegues a ser5. Ese sendero lleva a un gozo y a una felicidad gloriosos.

Vive con gozo en medio de la adversidad

Aprende de las personas inspiradas que están en paz con sus dificultades y viven con gozo en medio de la adversidad. Una mujer encantadora, a pesar de estar aquejada de una enfermedad fatal, siempre encontró gozo en la vida; comprendía el plan de la felicidad, había recibido las ordenanzas del templo y hacía todo lo posible por hacerse merecedora de las bendiciones prometidas. Esto es algo que escribió en su diario:

“Es un día hermoso de otoño. Fui a buscar la correspondencia y me senté en la hamaca. Me sentí muy feliz y a gusto al calor del sol, con el dulce perfume de la naturaleza y los árboles que me rodeaban. Me quedé allí, gloriándome en el hecho de estar aún viva en esta bella tierra… El Señor es tan bueno conmigo. Le agradezco tanto el poder estar todavía aquí y sentirme tan bien. Me siento tan, pero tan feliz que desearía cantar y bailar por toda esta hermosa casa mientras el sol atraviesa los ventanales con sus rayos. ¡Es tan hermoso estar con vida…!”

Una valerosa madre, luchando denodadamente con una debilitante enfermedad, pasó incontables horas trabajando laboriosamente para terminar una obra de arte hecha en un complicado bordado; era un regalo que deseaba hacer a una pareja que enfrentaba pruebas difíciles. Para la pareja, es un tesoro inapreciable, un recordatorio constante de los valiosos frutos del esfuerzo en medio de la adversidad, un duradero mensaje de esperanza atado con los lazos del amor puro y el sacrificio voluntario.

Busca gozo en lo que tienes

Los niños nos enseñan a hallar el gozo aun en medio de las circunstancias más penosas; ellos todavía no saben deprimirse pensando en lo que no tienen, sino que disfrutan de lo que tienen. Recuerdo a un niñito que estaba jugando junto a un río; había atado un trozo de hilo de pescar a dos latas vacías de bebida, pasando el hilo sobre una rama y llenando de agua una de las latas; después tiró de la lata vacía y la soltó súbitamente; el peso de la lata llena hizo que la otra cayera también. Él se reía y brincaba con deleite.

A nuestro alrededor, hay muchas experiencias sencillas y rejuvenecedoras que pueden ser válvulas de seguridad que dejen escapar la presión y levanten nuestro espíritu. No te concentres en lo que no tengas o hayas perdido. El Señor ha prometido a los obedientes que les dará todo lo que Él tiene; quizás te falte algo en esta vida, pero en la próxima, si lo mereces por vivir valientemente, tendrás la plenitud de las bendiciones.

Cuando el Señor, en Su sabiduría, te prive de algo que deseas con toda tu alma, busca en cambio las bendiciones que te compensen. A los ciegos y sordos, Él les aguza los otros sentidos; al enfermo le da paciencia, comprensión y una mayor gratitud por la bondad de los demás; al que pierde un ser querido, Él le estrecha los lazos de amor, le aviva los recuerdos y le vivifica la esperanza de un encuentro futuro. Descubrirás bendiciones compensadoras cuando aceptes de buena gana la voluntad del Señor y ejerzas tu fe en Él6.

Al afligido pueblo de Alma, el Señor le dijo:

“Y también aliviaré las cargas… de manera que no podréis sentirlas sobre vuestras espaldas… y esto haré yo para que me seáis testigos en lo futuro, y para que sepáis de seguro que yo, el Señor Dios, visito a mi pueblo en sus aflicciones.

“Y… las cargas… fueron aliviadas; sí, el Señor los fortaleció de modo que pudieron soportar sus cargas con facilidad, y se sometieron alegre y pacientemente a toda la voluntad del Señor”7.

El ser creativo te ayudará a disfrutar de la vida

Tratando de ser creativas, por el simple gozo que ello significa, después que sus nobles esposos regresaron al hogar celestial, las hermanas Camilla Kimball, Amelia McConkie y Helen Richards aprendieron a pintar. No sólo dejan así legados artísticos, sino que ha cambiado su percepción de una puesta de sol, un rostro o un árbol; ahora perciben matices sutiles de color y de forma, y se regocijan con la exuberante belleza que las rodea.

Pon en práctica el poder creativo; elige un campo como el de la música, la danza, la escultura o la poesía; eso te ayudará a disfrutar de la vida, despertará en ti un sentimiento de gratitud, te desarrollará un talento latente, te agudizará la capacidad de razonar, de actuar, de encontrar motivación para vivir; te disipará la soledad y el dolor; te renovará y te encenderá la chispa del entusiasmo por la vida.

El servicio: Una clave para la felicidad

El servir de buena gana a los demás es una clave para tener felicidad duradera. El presidente Spencer W. Kimball dijo: “Dios se ocupa de nosotros y vela por nuestro bienestar; pero, generalmente, es por intermedio de otro ser mortal que atiende a nuestras necesidades. En consecuencia, es vital que nos sirvamos unos a otros”8.

Conozco a una hermana que siempre irradiaba felicidad; todas las mañanas le pedía a su Padre Celestial que la condujera hacia alguien que necesitara ayuda, y su oración sincera recibía respuesta una y otra vez. Muchas personas vieron sus cargas aliviadas y su vida iluminada, y ella recibía bendiciones continuamente por ser un instrumento del Señor.

La dificultad puede tornarse en aprendizaje

Sé que el Señor puede cambiar toda dificultad que enfrentemos en la vida, aun las que se deben a nuestra propia negligencia, y a veces a la transgresión, convirtiéndolas en experiencias de aprendizaje, en escalones ascendentes9. Por supuesto, no recomiendo la transgresión como un modo de progresar; es dolorosa, difícil y totalmente innecesaria. Es mucho más prudente y fácil moverse hacia adelante siguiendo la rectitud. Pero, por medio del arrepentimiento apropiado, la fe en el Señor Jesucristo y la obediencia a Sus mandamientos, incluso la desilusión que proviene de la transgresión se puede convertir en felicidad.

Hazte una lista de lo que puedes hacer por tu felicidad. Por ejemplo:

  • Reflexionar sobre las Escrituras para comprender el plan de la felicidad.

  • Orar con fe en Jesucristo.

  • Amar a tus semejantes y prestarles servicio.

  • Recibir las ordenanzas del templo. Volver al templo para bendecir a otros.

  • Escuchar al profeta y seguir sus consejos.

  • Estar agradecido por lo que tengas.

  • Sonreír más.

Esa lista te dará las claves para el contentamiento y el gozo.

El desafío es temporario, mas la felicidad es eterna

Una canción brasileña muy conocida repite una falacia en la que muchos creen: “La tristeza no tiene fin, pero la felicidad sí”. Yo en cambio testifico que, con fe en el Salvador y obediencia a Sus enseñanzas, la felicidad nunca tiene fin, pero la tristeza sí acaba.

Por muy difícil que sea un problema que tengas o que enfrente un ser querido, no debe dominar tu vida ni ser el centro de toda tu atención. Los problemas son experiencias de aprendizaje, escenas pasajeras que se presentan en el escenario de una vida agradable. No te dejes absorber tanto por un solo hecho que no puedas pensar en otra cosa, ni cuidarte ni atender a los que dependan de ti. Recuerda, lo mismo que la curación del cuerpo, la cura de los problemas espirituales y emocionales lleva tiempo.

El Señor ha dicho: “Sé paciente en las aflicciones, porque tendrás muchas; pero sopórtalas, pues he aquí, estoy contigo hasta el fin de tus días”10. Al ser paciente, llegarás a comprender lo que quieren decir las palabras: “estoy contigo”. El amor de Dios trae paz y gozo.

Tu fe en Jesucristo le da a tu vida un significado permanente. Recuerda que estás en la jornada hacia la exaltación. A veces, unas experiencias te dan más felicidad que otras, pero todas tienen un propósito para el Señor11.

En calidad de testigo del Salvador, te exhorto a que perdones a quienquiera que te haya ofendido. Si has transgredido, arrepiéntete, para que el Maestro te brinde alivio.

Agradece a tu Padre Celestial y a Su amado Hijo el plan de la felicidad y los principios del Evangelio en los cuales se basa; ten gratitud por las ordenanzas y los convenios que Ellos nos han dado. Testifico solemnemente que éstos tienen el poder de coronar tu vida con paz y gozo, de darle propósito y significado. Verás que la tristeza y la desilusión son pasajeras. La felicidad es eterna por causa de Jesucristo. Testifico solemnemente que Él vive, que te ama y te brindará Su ayuda.

De un discurso pronunciado por el élder Scott en la conferencia general de la Iglesia de abril de 1996 (véase Liahona, julio de 1996, páginas 26–28).

  1. 2 Nefi 2:25.

  2. Véase Abraham 3:25.

  3. Véase Mosíah 3:19.

  4. Véase 1 Nefi 3:7.

  5. Véase Doctrina y Convenios 58:26–32.

  6. Véase la cita de Orson F. Whitney en La fe precede al milagro, Spencer W. Kimball, 1972, página 98.

  7. Mosíah 24:14–15.

  8. The Teachings of Spencer W. Kimball, editado por Edward L. Kimball, 1982, página 252.

  9. Véase Isaías 40:31.

  10. Doctrina y Convenios 24:8.

  11. Véase Joseph F. Smith, Doctrina del Evangelio, páginas 171–172.