Objetivo
Que los niños sientan el deseo de demostrar amor hacia todas las personas.
Preparación
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1.
Estudie, con oración, Lucas 10:25–37 y Mateo 22:34–40. Después, estudie la lección y decida qué método empleará para enseñar a los niños el relato de las Escrituras. (Véase “Cómo preparar las lecciones”, págs. VII–VIII y “La enseñanza por medio de las Escrituras”, págs. VIII–X.)
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2.
Lectura complementaria: Juan 14:15, 21; 1 Juan 4:20–21; busque en la “Guía para el Estudio de las Escrituras lo que dice bajo “Sacerdote” y “Leví” (en este último lea especialmente lo que dice de los levitas).
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3.
Elija las preguntas para analizar y las actividades complementarias que mejor promuevan la participación de los niños y los ayuden a alcanzar el objetivo de la lección.
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4.
Materiales necesarios:
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a.
Un ejemplar de la Biblia o del Nuevo Testamento para cada niño.
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b.
Las láminas 7–21, El buen samaritano (Las bellas artes del Evangelio 218; 62156) y 7–22, El mapa de la Tierra Santa.
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a.
Sugerencias para el desarrollo de la lección
Pida a uno de los niños que ofrezca la primera oración.
Actividad para captar la atención
Llame a un niño por su nombre y pregúntele: “(Nombre), ¿quién es tu prójimo?” Haga la misma pregunta a varios niños. Explique que esta lección les ayudará a comprender qué enseñó Jesús acerca de quién es nuestro prójimo y sobre la forma en que debemos tratarlos.
Pida a uno de los niños que lea Mateo 22:34–40. Analice la importancia de sentir amor por los demás.
Relato de las Escrituras
Ponga a la vista las láminas del buen samaritano y el mapa de la Tierra Santa. Enseñe la parábola del buen samaritano tal como se encuentra en Lucas 10:25–37. (En “La enseñanza por medio de las Escrituras”, pág. VIII, encontrará varias sugerencias de cómo hacerlo.) Muestre a los niños dónde se encuentran Judea y Samaria en el mapa y explique la situación que existía entre judíos y samaritanos. Los judíos pensaban que eran mejores que los samaritanos y los despreciaban tanto que, cuando viajaban desde Jerusalén a Galilea, preferían hacer un recorrido mucho más largo a través del valle del Jordán antes que atravesar Samaria. Si lo desea, puede hacer que los niños representen este relato de las Escrituras.
Preguntas para analizar y aplicar
Al preparar la lección, estudie las preguntas y los pasajes de las Escrituras que se encuentran a continuación. Después, utilice las preguntas que usted considere que mejor ayudarán a los niños a comprender las Escrituras y a aplicar los principios a su vida. El leer los pasajes en clase con los niños hará que éstos entiendan mejor las Escrituras.
• ¿Qué dijo Jesús que debemos hacer para heredar la vida eterna? (Lucas 10:27–28.) ¿Por qué creen ustedes que esos mandamientos son tan importantes? (Mateo 22:37–39.)
• ¿Cómo podemos demostrar el amor que sentimos por nuestro Padre Celestial y Jesús? (Juan 13:34–35; 14:15, 21.)
• ¿Quién es nuestro prójimo? ¿Piensan ustedes que Jesús se refería solamente a las personas que nos rodean?
• ¿Qué pregunta contestó Jesús cuando enseñó la parábola del buen samaritano? (Lucas 10:25, 29.)
• ¿Por qué piensan ustedes que ni el sacerdote judío ni el levita ayudaron al hombre herido, quien además era judío? (Lucas 10:31–32.)
• ¿Qué hizo el samaritano por el judío herido? (Lucas 10:33–35.)
• ¿Por qué es algo significativo que haya sido un samaritano el que ayudó al judío? ¿Qué cualidades de buen prójimo tuvo el samaritano? ¿En qué forma nos ayuda este relato a comprender quién es nuestro prójimo? ¿Cómo podemos ser mejores personas con nuestro prójimo?
• ¿Quién creen ustedes que amó más a Jesús: el sacerdote, el levita o el samaritano? ¿Por qué?
• ¿Cómo podemos seguir las enseñanzas de Jesús y demostrar amor por otras personas? ¿Cómo debemos comportarnos con alguien que necesita nuestra ayuda? ¿Con alguien que es diferente a nosotros? ¿Con alguien que quizás no haya sido bueno con nosotros?
Pida a los niños que hablen de situaciones en las que hayan prestado servicio a alguien que lo necesitaba o cuando ellos o sus familias recibieron ayuda de otras personas. Asegúrese de que los niños no relaten nada que pueda avergonzar a algún miembro del barrio o de la rama.
• Cuando demuestran amor hacia otras personas al ayudarlas o prestarles servicio, ¿cómo se sienten? ¿Los hace sentirse más cerca de nuestro Padre Celestial y Jesús? ¿Qué gran bendición heredaremos si amamos en verdad a nuestro Padre Celestial y a nuestro prójimo? (Lucas 10:25–28.)
Actividades complementarias
En cualquier momento de la lección o como repaso, resumen o cometido, utilice una o varias de las siguientes actividades:
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1.
En hojas de papel por separado, escriba las siguientes actividades. Escriba las partes A y B en la misma hoja de papel y dé una parte a cada niño. Pida a sus alumnos que hagan de cuenta que un niño al que no conocían se ha mudado recientemente al vecindario donde ellos viven. La parte A de la hoja de papel dice algo que ellos pueden hacer para ser buenos con su prójimo y demostrar amor por ese niño; la parte B menciona una forma semejante de demostrar amor por nuestro Padre Celestial. Pida al niño que tiene el número 1 que lea su actividad, luego al número 2 y así sucesivamente.
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(1)
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a.
Ir a visitarlo a su casa.
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b.
Asistir a la Primaria y a las demás reuniones de la Iglesia.
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a.
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(2)
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a.
Invitarlo a ir a tu casa.
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b.
Hacer que tu casa sea un lugar en el cual pueda morar el Espíritu de nuestro Padre Celestial.
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a.
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(3)
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a.
Aprender algo sobre ese niño.
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b.
Leer las Escrituras.
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a.
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(4)
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a.
Hablar con él o ella.
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b.
Orar.
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a.
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(5)
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a.
Hacer algo por ese niño.
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b.
Obedecer los mandamientos.
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a.
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(6)
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a.
Hacer algo por su familia.
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b.
Prestar servicio a los demás.
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a.
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(7)
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a.
Invitarlo a participar de tus actividades y juegos.
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b.
Orar para que el Espíritu de nuestro Padre Celestial esté contigo.
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a.
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(1)
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2.
Lea los Diez Mandamientos (Éxodo 20:8–17). Compárelos con los dos mandamientos que Jesús da en Mateo 22. Escriba Amar a nuestro Padre Celestial sobre un lado de la pizarra y Amar a los demás en el otro extremo. Pida a los niños que digan a qué columna corresponde cada uno de los Diez Mandamientos. Lea Juan 14:15, 21 y haga que los niños comprendan que al guardar los mandamientos demostramos amor por nuestro Padre Celestial.
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3.
Haga que los niños aprendan de memoria Mateo 22:37–39.
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4.
Canten o repitan la letra de las canciones “¿En el mundo he hecho bien?” (Himnos, N° 141) o “Amad a otros” (Himnos, N° 203 o Canciones para los niños, pág. 74).
Conclusión
Testimonio
Exprese su amor por nuestro Padre Celestial y Jesús y su gratitud por el Evangelio. Exhorte a los niños a seguir el ejemplo de Jesús de amar a los demás.
Sugerencias de lectura
Sugiera a los niños que estudien en casa Lucas 10:25–37 como repaso de la lección de hoy.
Pida a uno de los niños que ofrezca la última oración.