La parábola de los talentos

Primaria 7: El Nuevo Testamento, 1997


Objetivo

Que los niños sientan el deseo de utilizar sus talentos en beneficio de otras personas y de ellos mismos.

Preparación

  1. 1.

    Estudie, con oración, Mateo 25:14–30 y Doctrina y Convenios 60:2–3, 82:3. Después, estudie la lección y decida qué método empleará para enseñar a los niños el relato de las Escrituras. (Véase “Cómo preparar las lecciones”, págs. VII–VIII y “La enseñanza por medio de las Escrituras”, págs. VIII–X.)

  2. 2.

    Elija las preguntas para analizar y las actividades complementarias que mejor promuevan la participación de los niños y los ayude a alcanzar el objetivo de la lección.

  3. 3.

    Materiales necesarios

    1. a.

      Un ejemplar de la Biblia o del Nuevo Testamento para cada niño.

    2. b.

      Tiras de papel en las cuales haya escrito un talento específico en cada una, tales como: “Tú tienes talento para llegar a ser un gran violinista”, “Tú tienes talento para hacer amigos”, “Tú tienes talento para ser un buen orador”, “Tú tienes talento para ser un buen jugador de fútbol”, “Tú tienes talento para ser un gran pacificador”, “Tú tienes talento para ser un buen líder”, “Tú tienes talento para ser un gran misionero”, “Tú tienes talento para hacer felices a los demás”, etcétera. Antes de que los niños entren al salón de clases, doble las tiras de papel y colóquelas con cinta adhesiva en varios lugares donde los alumnos puedan encontrarlas. No reconozca los talentos como pertenecientes a ningún niño en particular.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Pida a uno de los niños que ofrezca la primera oración.

Actividad para captar la atención

Informe a los niños que, escondidos en diversos lugares del salón, hay mensajes especiales para ellos. Pida a un niño que busque uno de esos mensajes y lo lea en voz alta. Pregunte luego a ese mismo niño qué podría hacer para cultivar dicho talento. Haga que cada uno de los niños tome su turno y aliéntelos a pensar en varias maneras de desarrollar cada talento. Explíqueles que esta lección les enseñará cuán importante es cultivar nuestros talentos.

Relato de las Escrituras

De la lección 25, repase la definición de lo que es una parábola. Enseñe a los niños la parábola de los talentos que se encuentra en Mateo 25:14–30. (En la sección “La enseñanza por medio de las Escrituras,” pág. VIII, encontrará varias sugerencias sobre cómo hacerlo.) En esta parábola, los talentos se refieren a ciertas sumas de dinero en moneda, mientras que para nosotros significan ciertas habilidades que podemos desarrollar para bendecir y ayudar a otras personas.

Preguntas para analizar y aplicar

Al preparar la lección, estudie las preguntas y los pasajes de las Escrituras que se encuentran a continuación. Después, utilice las preguntas que usted considere que mejor ayudarán a los niños a comprender las Escrituras y a aplicar los principios a su vida. El leer los pasajes en clase con los niños hará que éstos entiendan mejor las Escrituras.

• ¿Por qué dio el amo una cantidad diferente de talentos a cada uno de sus siervos? (Mateo 25:15.) ¿En qué se diferencian nuestros talentos de los de nuestros amigos?; ¿En qué se diferencian de los talentos de nuestros familiares? ¿Por qué nos da nuestro Padre Celestial distintos dones a cada uno de nosotros? (D. y C. 46:12.) ¿Cómo podemos demostrarle nuestro agradecimiento al Señor por los talentos particulares que hemos recibido de Él? (D. y C. 46:11.)

• ¿Qué hicieron con su dinero los siervos que recibieron de su amo cinco talentos y dos talentos, respectivamente? (Mateo 25:16–17.) ¿Cómo fue que pudieron duplicar su dinero? ¿De qué manera el trabajar diligentemente podría ser una bendición para nosotros?

• ¿Qué hizo con su dinero el siervo a quien su amo le había dado sólo un talento? (Mateo 25:18.) ¿Por qué que hizo eso? (Mateo 25:24–25.) ¿Por qué es que algunas personas no desarrollan los talentos que poseen? ¿Qué sucede con los talentos de una persona si ésta no los cultiva?

• Cuando el amo regresó y pidió a sus siervos que le dieran un informe, ¿qué le dijo al siervo a quien le había dado cinco talentos? (Mateo 25:21.) ¿Qué le dijo a quien le había dado dos talentos? (Mateo 25:23.) ¿Cómo hemos de ser bendecidos si nos esforzamos en desarrollar nuestros talentos? ¿Han sido ustedes bendecidos por los talentos y las habilidades de otras personas?

• ¿Por qué dio el amo la misma recompensa tanto al siervo a quien había dado cinco talentos como a quien había dado dos talentos? (Mateo 25:21, 23.)

• ¿Qué dijo el amo al siervo a quien había dado un talento? (Mateo 25:26–27.) ¿Por qué se disgustó el amo con este siervo? ¿Qué castigo le impuso por haber escondido su talento? (Mateo 25:28, 30.) ¿Por qué es más importante la forma en que empleamos nuestros talentos y habilidades que el número y la naturaleza de éstos?

• ¿Por qué dio el amo al siervo que tenía diez talentos el único talento del otro siervo? ¿Fue justo eso? ¿Por qué? Explique a los niños que cuanto más empleamos nuestros talentos, más nos serán agregados. Si no hacemos nada con nuestros talentos, los perderemos. (Véase Mateo 25:29; D. y C. 60:2–3.) Ayude a los niños a entender que aquellas personas que parecen tener pocos talentos, si los utilizan cabalmente, también recibirán muchas bendiciones.

• ¿Qué trataba de enseñarnos Jesús con la parábola de los talentos? Ayude a los niños a comprender que el Señor nos ha dado talentos, habilidades y oportunidades (tales como el pertenecer a Su Iglesia). Él espera que utilicemos todas estas cosas para que mejoremos nuestra vida y sirvamos a nuestros semejantes. También quiere que le demostremos nuestra gratitud cultivando nuestros talentos.

• ¿Qué más espera el Señor de nosotros, como miembros de Su Iglesia? (D. y C. 82:3.)

• ¿En qué forma utilizamos nuestros talentos en la Iglesia? ¿De qué manera el aceptar los llamamientos y las responsabilidades en la Iglesia nos ayuda a aumentar nuestros talentos? (Véase la actividad complementaria N° 5.)

• ¿Cuándo y a quién habremos de dar cuenta acerca de lo que hemos hecho con los dones y talentos que hemos recibido? ¿Qué les agradaría poder declarar entonces? ¿Cómo se sentirían si el Señor les dijera: ‘Bien, buen siervo y fiel’ (Mateo 25:21)?

Actividades complementarias

En cualquier momento de la lección o como repaso, resumen o cometido, utilice una o varias de las siguientes actividades:

  1. 1.

    Pida a los niños que mencionen tantas clases de talentos como les sea posible y anótelos en la pizarra a medida que lo hagan. Aliéntelos para que incluyan algunas cualidades personales, tales como saber escuchar, amar al prójimo, ser optimista, etc.

  2. 2.

    Entregue a cada uno de los niños una hoja de papel y un lápiz y pídales que hagan una lista de sus propios talentos, advirtiéndoles que no deben permitir que los demás miembros de la clase vean esa lista. Luego pídales que, por turno, cada uno mencione un talento. A medida que vayan haciéndolo, haga que agreguen a su lista los talentos que aún no hayan anotado y entonces hágales las siguientes preguntas:

    • Si algún miembro de la clase mencionó algo que ustedes no anotaron en sus listas, ¿cómo podrían desarrollar ese talento?

    • Si los miembros de la clase no mencionaron algo que forma parte de las listas que ustedes han hecho, ¿cómo podrían desarrollar ese talento?

    Asigne a cada uno de los niños el cometido de escoger uno de sus propios talentos y decidir cómo habrán de cultivarlo y emplearlo durante la semana siguiente.

  3. 3.

    Cuénteles el siguiente relato acerca del presidente Heber J. Grant:

    “Cuando ingresé al club de béisbol, los muchachos de mi edad y otros algo mayores jugaban en el equipo [de los mejores]; los que eran más jóvenes que yo lo hacían en el segundo [equipo], mientras que los más jóvenes de todos jugaban en el tercero, y yo con ellos. Una de las razones era porque yo no alcanzaba a arrojar con suficiente fuerza la pelota de una base a la otra. Otra razón era porque tampoco tenía la fortaleza necesaria para correr o para pegarle bien a la pelota con el bate. Cada vez que agarraba la pelota, los muchachos por lo general me gritaba: ‘¡Lánzala aquí, tonto!’

    “Mis compañeros se burlaban tanto de mí que solemnemente me propuse que habría de jugar con el mejor equipo y ganar el campeonato del Territorio de Utah.

    “…Ahorré un dólar y lo invertí comprando una pelota de béisbol. Dediqué innumerables horas practicando con ella en el granero del obispo Edwin D. Woolley… Con frecuencia solía dolerme tanto el brazo que apenas si podía dormir en la noche. Pero continué practicando y finalmente logré integrar el segundo equipo de nuestro club. Más tarde, ingresé a otro club mejor y, con el tiempo, integré en el mejor equipo que ganó el campeonato del territorio” (Gospel Standards, págs. 342–343).

  4. 4.

    La siguiente era una de las citas preferidas del presidente Heber J. Grant. Analice con los niños su significado y aliéntelos a memorizarla.

    “Aquello que persistimos en hacer se va convirtiendo en algo cada vez más fácil para nosotros; y no es que cambie su naturaleza, sino que nuestra capacidad va aumentando” (Gospel Standards, pág. 355).

  5. 5.

    Pida a los niños que piensen en algunas de las responsabilidades que los miembros reciben en la Iglesia. Entrégueles una hoja de papel y un lápiz para que cada uno anote una responsabilidad o asignación particular (cada niño podría anotar más de una). Haga que coloquen sus hojas de papel en una caja o en un frasco. Pídales luego que, por turno, vayan sacando una de las hojas y mencionen qué talentos podrían desarrollar si aceptaran tal asignación o responsabilidad. Anote en la pizarra los talentos que vayan mencionando para ver cuántos logran describir.

Conclusión

Testimonio

Expréseles su testimonio acerca del gozo que se obtiene cuando empleamos los talentos que Dios nos ha dado para bendecir a los demás. Dígales cuánto anhela sentir el gozo de regresar a nuestro Padre Celestial con el conocimiento de haber utilizado bien sus talentos.

Sugerencias de lectura en el hogar

Sugiera a los niños que estudien en casa Mateo 25:14–30 como repaso de la lección de hoy.

Pida a uno de ellos que ofrezca la última oración.

Nota: Una actividad complementaria para la lección 27 requiere que se pida a un miembro de la presidencia de la Sociedad de Socorro o del obispado que hable con los niños en cuanto al servicio compasivo que brinda la Sociedad de Socorro. Si desea utilizar esta actividad, consulte con tiempo a la persona correspondiente y explíquele lo que necesita de ella.